CAPITULO 37

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-¿Qué? -Grité sorprendida.

-Por favor señorita no grite, ellos están lanzando las bombas en el jardín pero también las lanzarán a la casa cuando logren entrar, por lo tanto venga conmigo rápido -Él me tomó de la mano y ambos nos encerramos en el baño.

-¿Cómo vamos a salir bien de esto? -Pregunté angustiada.

-No se preocupe tengo cierta experiencia con bombas lacrimógenas.

Él empezó a cerrar la ventanilla del baño y buscó por todos lados para ver si había alguna entrada por donde se pudiera meter el gas así que cuando verificó que todo estaba bien cerrado, tomó una toalla para secar el rostro que se encontraba en una de las repisas y partió dos retazos, los empezó a humedecer con el agua del grifo y después me extendió uno.

-Por favor señorita póngase el retazo de manera que su nariz y boca queden bien cubiertas -Me dijo.

-Ok -Hice lo que él mencionó rápidamente.

-Si de pronto siente que la nariz le empieza a picar no se asuste solo tiene que mantener la calma y si el gas se entra tiene que tirarse al suelo de manera que su cabeza quede bien escondida y si de pronto llega a tragar el gas guarde la calma nuevamente y solo traté de empezar a salivar ¿Entendido?

-Si si.

De pronto empecé a ver como la ventanilla del baño se empezaba a nublar y se veía blanco como si estuviéramos en un avión atravesando nubes.

-¿Qué es eso? -Dije señalando la ventanilla.

-Es el gas, lo lanzaron al jardín y por ende está comenzando a esparcirse por todo la mansión.

-¿Quiénes eran? ¿Por qué hicieron eso? ¿Dónde está Damián, Sam? ¿Cómo están? -Dije comenzando a desesperarme.

-Señorita por favor tranquilícese guarde la calma si se desespera va a ser más difícil sobrevivir, el señor Damián aún no regresaba hasta que yo vine se había ido a la empresa y bueno Sam, ella...

-¿Qué le pasó?

-La verdad no sé cuándo empezó el ataque ella supongo que estaba en la cocina, yo solo vine corriendo a auxiliarla.

-Pero y ¿Si le pasó algo? Tienes que ir por ella.

-No puedo señorita, los tipejos esos se han de ver entrado a la mansión y han de ver lanzado las bombas aquí dentro por lo que todo debe estar infestado.

-Pero...

-Señorita una pregunta ¿Tenía el balcón abierto? -Habló cambiando el tema.

-No, estaba cerrado.

-Perfecto yo también cerré la puerta de ingreso de casualidad sabe si ¿Hay otro lugar por el cual pueda entrar el gas? No sé alguna ventanilla pequeña que haya tenido abierta.

-Pues... no creo que no.

-Ojalá.

De pronto empecé a ver como el gas se disipaba por la ventanilla.

-¿Cuál es tu nombre? -Pregunté.

-Soy Kolia.

-Ok Kolia el gas se empezó a disipar por la ventanilla mira -Señalé esta.

-Ya veo, pero no podemos confiarnos puede ser que lancen más.

-¿Por qué el gas no entró acá?

-Todo está cerrado es como si está fuera una cabina que nos protege.

-Entonces eso quiere decir que afuera también está todo bien.

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