7. incidente

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Había pasado la peor noche de todas. Y no solamente porque Alex me echara en cara lo mala amiga que había sido en el momento que la había dejado sola, sino que tuve una pelea con mi madre.

Mi mamá y yo no nos llevamos mal, sin embargo, es normal que ella llegue a casa de mal humor después de su pesado turno. Yo suelo no molestarle, pero esa vez estaba bastante estresada. Primero por Alex y Michael, segunda porque Max no había querido comer cuando le servi sus corquetas y tercera porque no podia sacar de mi mente al idiota de Chalamet o ahora mejor conocido como T.

Estaba sentada viendo tele cuando ella llegó.

—Hola, mamá —la saludé sin verla. Gran error.

Ella no contesto, por lo que entendí que quizás estaba de mal humor. Seguí mirando la tele mientras acariciaba a Max que estaba dormido sobre mis piernas.

Con pereza de abandonar mi atención de la serie de Netflix en mi televisor, volteé hacia mi madre que aún seguía parada frente a la puerta principal cuando oí que la cerraba. Mis ojos calleron en los suyos, humedos y rojos. Estaba llorando.

Como un autoreflejo, quité a Max de mi regazo y me puse de pie, caminando preocupada hacia ella que no hacia más que mantenerse quieta y sollozar. Cuando llegue a abrazarla, me di cuenta de que no estaba viendo a ningún lugar en específico, solo estaba llorando perdida en sus pensamientos.

—¿Mamá? —murmuré angustiada. Ella lloraba sobre mi hombro, desconzolada. Mi corazón latía con fuerza, sintiendo temor. El temor y la preocupación de ver a tu madre llorar.

—Lo siento tanto, bebé —dijo entre sollozos. La abracé más fuerte para luego alejarme y mirarla a la cara.

—¿Qué pasó? ¿P-por qué lloras?

—Es mi culpa. Soy una- hipó -imbécil, Grace —soltó, caminando hacia la cocina para después desplomarse sobre la pequeña mesa que estaba dentro de ésta.

Hipó. Sabía lo que significaba. Había tomado. Estaba borracha. Suspiré profundamente antes de acercarme a ella. Max me siguió con paso lento y curioso hacia mamá. Su cara estaba enterrada entre sus manos, sus codos posados sobre la mesa, su uniforme de enfermera algo desaliñado. Acaricie su espalda mientras me sentaba a su lado. Dejé que ella lo soltara sola.

—Yo... no quería hacerlo. ¡Pero ese idiota! ¡No lo soporto! —exclamó.

Sus palabras eran fuertes pero torpes a causa del alcohol en su cuerpo. Decidí servirle un vaso con agua. Ella lo bebió poco a poco.

—Mamá, no entiendo que pasa. Dímelo, por favor —le supliqué de manera cuidadosa. Ella me miró y sus ojos quebrados me rompieron el alma.

—No quería hacerlo, Grace, pero ya no aguantaba.

—¿Qué cosa?

—A mi jefe. Grace... renuncié.

Abrí mucho los ojos al recibir esa noticia. Me alejé un poco. Traté de calmarme.

—Pero, mamá...

—¡Se que no debí! ¿De acuerdo? ¡Pero ese idiota siempre me trataba de la mierda, Grace! Él...

—¿Él qué? —le pregunté empezando a sentir rabia por ese hombre.

—Él me trataba distinto. Y yo quería ser profesional, pero sus constantes... sus constantes comentarios no podían dejarme en paz. Lo siento, Grace...

Suspiré, notando como un nudo en la garganta crecía y una impotencia asquerosa recorría mis nervios. Si tan sólo pudiera matar a ese maldito...

ɴᴏ ᴊᴜᴇɢᴜᴇꜱ ᴄᴏɴᴍɪɢᴏ, ᴛ | Timothée ChalametWhere stories live. Discover now