19. villano

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T:
Buenas noches, García

Ese maldito mensaje no había dejado de rondar por mi cabeza durante toda esa noche estrellada.

¿Cómo es que de un día a otro todo lo que se tratara de ese chico me afectara tanto?

Estaba claro que la escena de este mismo día había despertado algo que no quería ver, algo que quizás no quería admitir y había intentado bloquear. Algo que ya no podía engañar ni a mí misma. Deseo.

A mis diecisiete años jamás había experimentado algo como aquello. Porque no importa cuanto me burlara de lo virgen que era mi mejor amiga; yo era la persona más inocente que podrían conocer.

Quizás esté exagerando, pero era algo cierto. Jamás había besado a alguien como había besado a Timothée. Jamás había tocado a alguien como lo había hecho con Timothée. Jamás había sido tocada, besada y embriagada por alguien, hasta que Timothée llegó.

Timothée, Timothée, Timothée.

¿Qué tiene ese chico que me está volviendo loca?

Rodé por mi cama, tomé mi almohada y enterré mi cara en ella. Estaba exhausta de sobrepensar. Era yo quien le estaba dando demasiadas vueltas al asunto. Quizás ni siquiera era tan importante, simplemente lo había besado, como ya había pasado antes.

Pero mierda, ya no podia bloquear esa pequeña posibilidad de que, tal vez, no fuera sólo ese deseo por besarlo.

Si tanto quería saber lo que me pasaba, debía descubrirlo. Pero no a besos ni a roces. Tenía que conocerlo. Algo bastante complicado para mí desde que soy tan poco social. O eso es lo que yo pensaba. Debía salir de esa sona de confort para descubrir a un chico que no sabía ni lo que quería.

No me había dicho nada. ¿Qué insinuaba?

No puede gustarme si no lo conozco. Porque por mucho que me molestara en el pecho, era cierto; no lo conocía.

Era tan irónico que tomara en cuenta el intentar conocerlo y esforzarme yo por algo que él empezó, y ahora no tener respuestas. Todo por alguien que no hace mucho odiaba.

Maravilloso.

Entonces decidí hacer algo simple. Esperaría que él dijera algo. Yo simplemente me mostraría libre para escucharlo, no escaparía ni le inventaria rodeos. Estaría lista para escuchar lo que sea que quisiera decirme o aclarar. Y, si no lo hacía, tomaría la decisión de alejarme. Porque yo no sería alguien para pasar el rato. Y eso lo pondría en claro. Tengo muchas cosas en las que tengo que ocuparme para tener que lidiar con alguien que no sabe lo que quiere.

Bueno, en realidad yo tampoco sé lo que quiero. Pero dejaría que se hiciera claro poco a poco. Todo estaba muy nublado para que permaneciera así, debía de despejar mis dudas y sentimientos.

Sí, eso haría.

Llegué a la cafetería y sonreí al saber que tenía, por fin, paso libre a sentarme junto a mis mejores amigos.

Llegué hasta ellos y antes de poder sentarme, Alex se paró de la mesa para darme un fuerte abrazo. Desde la mañana estaba muy cariñosa conmigo. Supuse que había sido por los tantos días que habíamos estado separadas. Se sentía tan bien tenerla junto a mí de nuevo.

Me senté junto a Michael que había estado particularmente callado desde que llegué. Alex no comentó nada al respecto, pero yo si quería saber que le sucedía.

—¿Está todo bien, Mike? —le pregunté con un tono suave y algo preocupado.

Su miraba estaba clavada en su bandeja de comida, que por cierto estaba intacta.

ɴᴏ ᴊᴜᴇɢᴜᴇꜱ ᴄᴏɴᴍɪɢᴏ, ᴛ | Timothée ChalametWhere stories live. Discover now