34. calma

1.9K 123 138
                                    

[Nota: Los párrafos escritos en manuscritas no son sucesos que están pasando en la realidad, son parte de sueños, por lo que probablemente sean un poco bizarros o un poco difíciles de comprender. Son sueños dentro de la mente de Grace, pero puedes no leerlos si lo prefieres, la trama sigue en lo que se ve como "presente", los sueños son simplemente para comprender de una manera más profunda el como se siente Grace]

Que frío.

Hace mucho frío, pero no encuentro nada que me abrigue. Estaba todo muy oscuro ahí dentro para poder si quiera ver. Pero sabía que era mi habitación, lo había descifrado gracias al aroma a mi. Acaricié mis piernas desnudas; estaban heladas.

Alcé mi cabeza, me sentí mareada. Fue un movimiento tan brusco que sentí como si todo a mi alrededor se hubiera movido, y ahora, en vez de estar en mi fría habitación estaba en otro lugar, pero no tenía ni idea de que se trataba. Intenté hablar, pero ni siquiera podía escuchar yo misma el sonido de mi voz. ¿Por qué? ¿Por qué se sentía tan familiar ese lugar, esa desesperación?

Basta. Sabía que había algo mal con ello y estaba asquerosamente cansada de esperar a que algo sucediera. Harta. Cansada. Me puse de pie de golpe.

Entonces todo pasó a ser claro, brillante. La luz que iluminó todo casi me ciega, mis brazos empezaron a cosquillear hasta recorrerme por completo. Me costó un poco recuperar la fuerza de mis piernas pero por muy anormal que se sintiera logré hacerlo.

Estaba en la escuela. Reconocí los largos pasillos en el momento que mis ojos se adaptaron a la luz. Bajé mi mirada y me di cuenta de que estaba descalza y vestía con una bata muy extraña. Volví a mirar a mi alrededor. No había nadie, estaba completamente vacío a mitad del día.

Mis pies empezaron a avanzar poco a poco mirando de frente, sin saber realmente porque me dirigía hacia el final del pasillo.

Una mano me detuvo.

Volteé de inmediato. Sus ojos verdes penetraron tan fuerte en mi que sentí que quizás esa era una realidad. Timothée. Timothée. Timothée.

—No te vayas —susurró, su voz parecía preocupada y su cuerpo terriblemente cansado. Arrugué las cejas.

—¿Adónde?

—No te vayas, García... no te vayas...

Su voz sonaba demasiado distante y su tacto sobre mi muñeca se despegó para esfumarse poco a poco.

—¿Timothée? ¡Timothée!

Las luces del pasillo se apagaron de golpe. Hacía frío de nuevo. Volteé desesperada a la dirección anterior para darme cuenta de que algo iluminaba el fondo del pasillo.

Una silueta negra estaba de pie, manteniendo un porte firme, como el de un soldado, un hombre fuerte que esperaba algo. ¿Me esperaba a mi?

—Ven conmigo, García —dijo el hombre de voz gruesa.

Sentí que mi alma crujía al reconocer su profunda voz.

—¿Papá? —musité con debilidad. Su silueta no se movía.

—Termina con esto y ven conmigo —volvió a exigir.

Quería ir. Mis brazos temblaban con el pensar de una calma tan excitante si recorría todo el pasillo hasta el final, hasta llegar a mi padre. Mi padre y su calma.

ɴᴏ ᴊᴜᴇɢᴜᴇꜱ ᴄᴏɴᴍɪɢᴏ, ᴛ | Timothée ChalametWhere stories live. Discover now