27. malas explicaciones

2.3K 141 130
                                    


Jamás había sido buenas para las explicaciones, y mucho menos bajo presión. No encontraba una buena manera de acomodar las palabras y mostrar la verdad; mis nervios tomaban riendas de la situación en los peores momentos.

Michael poseía una postura que me asustaba; estaba molesto, muy molesto. Sus puños estaban cerrados con fuerza y su mandíbula seguía apretada. La mirada confusa de Alex sobre mí sólo empeoraba las cosas.

Había tratado de explicar lo que había pasado, lo que había decidido hacer he incluso que traté de solucionarlo, pero mi mejor amigo estaba nublado del enojo, no me escuchaba.

—No puedo creer que hayas hecho eso. Por el amor de Dios, Grace-

—¡No pensé que sería algo malo! Simplemente quería tomar una buena decisión y...

—¡Nadie te pidió eso, Grace! ¡Sólo tenías que deshacerte de esa maldita mochila! —soltó el alzando la voz. Aún seguiamos parados cerca del lugar de los tatuajes, pero a él no parecía importarle nada de lo que pasaba alrededor, estaba centrado en la pelea.

Mis ojos empezaban a arder al igual que mi garganta. Sabía que debía haber dicho eso mucho antes...

—Chicos... —quiso calmar Alex, pero fue en vano. La cabeza de Michael ardía en fuego. ¿Qué le sucedió al chico tan comprensivo de hace rato?

—¿Pero que tan malo puede ser? ¡Asumiré la responsabilidad, yo-

—No funciona así, Grace —espetó, rechazando mis ojos y ocultando su rabia en otra dirección.

Alex seguía quieta y tensa antebla situación. Sabía que ella no era nada buena lidiando con ese tipo de situaciones, pero no la culpaba; yo no tenía idea de cómo actuar.

—Yo... quise decirles hace tiempo, Mike, quizás pueda-

—¡Tú misma nos metiste en este lío por emborracharte por ese estúpido! Ahora Bruno va a... ¡Maldita sea!

Sus palabras quemaron en mi pecho como fuego ardiente. El dolor era más intenso al saber que eran palabras sinceras de Michael... mi mejor amigo. Mis puños se aflojaron y mi mirada se cristalizó...

Pensé que estaba de mi lado...

—Michael... —pronunció Alex algo disgustada.

Mike la volteó a ver pero no borró la rabia de su mirada, incluso cuando se había dado cuenta del golpe que me había dado con sus palabras

—No, Alex. Grace debe darse cuenta de lo mucho que hacen sus amigos por ella, cuando ella sólo puede pensar en sí misma y en sus propias preocupaciones —bramó el pelirrojo sin dejar de mirarme—. Sabe lo importante que es todo esto para mí, el fútbol... pero decide ignorarlo por el estúpido de Chalamet.

Una lágrima rodó escandalosamente por mi mejilla cálida por el enojo. Negué con la cabeza, sin poder creer que él estuviera diciendo esto.

—¡Eso no es verdad! ¡Me preocupo por tí! —grité llena de dolor.

Me acerqué peligrosamente a él, sintiendo furia dentro de mí provocada por una fuerte decepción. Alex tomó mi muñeca para detenerme, aunque su mirada estaba firme sobre mí.

¿Acaso estaba del lado de Michael?

—¿Tan difícil era deshacerse de una puta mochila, Grace? ¿Sabes en lo que podría afectarme eso? ¿Acaso-

—¡Lo único que te importa a tí es el puto fútbol! ¿Cómo puedes decirme egoísta a mí cuando claramente en lo único que piensas es en tí! —exclamé, no podiendo resistir las saladas lágrimas rodar sin control.

ɴᴏ ᴊᴜᴇɢᴜᴇꜱ ᴄᴏɴᴍɪɢᴏ, ᴛ | Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora