11. ebria

4.1K 250 176
                                    

Paso una semana y media desde el día en que fui a visitar a Michael.

No había pasado gran cosa; y eso me estresaba.

Había estado trabajando más duro en el trabajo de literatura, por lo que mi mente estaba constantemente apurada y atareada. Había estado saliendo con Alex y Michael pero eran encuentros rápidos y sencillos. Y no podía quedarme muy tarde a trabajar con la señorita Filips, pues mi mamá necesitaba que estuviera en casa para recibir a Dylan porque ella estaba ocupada.

Había pasado unas cuantas tardes con Dylan. Y diría que eso me afectaba, pero sinceramente eso no era lo que me ansiaba. El chico era simpático, pero no podía evitar pensar en Timothée y en todo lo que pasó cada vez que venía a casa.

Y a pesar de que Max había parecido recuperarse, Dylan insistía en mantener el tratamiento. Una de aquellas tardes me contó que su padre era veterinario y por eso sabía bastantes cosas. También me contó que estaba estudiando fotografía. Me preguntó si algún día quisiera acompañarlo a una sesión de fotos. No supe que responder, pero dije que sí por cortesía y también porque me intrigaba saber como era el mundo de la fotografía.

En realidad, no todo parecía muy extraño, nada fuera de lo normal, nada con lo que no pudiera lidiar.

Excepto una cosa. Una gran cosa. T.

No había hablado con él. Después de mi trabajo en teatro tenía que irme temprano, por lo que Alex había decidido esperar y acompañarme a casa esos días. Le avisé eso a Timothée y él contestó apático. No parecía afectarle. Era como si nada hubiera pasado y empezaba a revolverme el estómago.

En clases ya no parecía tener suficiente actitud para bromear o hacer comentarios sarcásticos. Asumí que era por todo lo que había pasado en su equipo.

Y hablando de equipo, Michael parecía haberse recuperado de manera rápida. Ahora él tomaba el puesto de delantero y lo hacía increíble. En uno de sus entrenamientos pude verlo. Y también pude ver que Timothée había entrado de nuevo pero no parecía tener muchas ganas. Él era el delantero central, el puesto que antes Mike tenía.

Alex y Timothée debían hacer el trabajo de literatura juntos ahora. Yo convencí a Alex de ayudarlos. Aunque Alex me contó que no habían avanzado mucho aún. Cada vez que él se presentaba para darnos el almuerzo (por que sí, eso no había terminado) hablaban un poco de algunas ideas que tenían, pero yo a penas escuchaba porque prefería ocultarme en mi música.

Porque sí, había estado tratando de huir de él. Pero estaba muy segura que él de mí también.

Pero debía dejar de pensar en aquello. No llegaba a ninguna parte.

Pero hoy, otro pensamiento era el que más me atormentaba. Hoy era el aniversario de la muerte de papá.

Era sábado, y mamá y yo habíamos planeado ir a su tumba y dejarle flores, pero mamá tenía justo hoy una entrevista de trabajo demasiado importante a la que no podía faltar.

—Pero mamá... es papá —murmuré suplicante tratando de convencerla. Ella estaba arreglandose para salir.

—Hija, podemos hacerlo mañana. Esto es muy importante para las dos. Por fin encontré un empleo importante, Grace.

—Pero...

Ella se acercó a mí, con dulces ojos y tranquilo tacto.

—Grace, hija, sé lo importante que es papá. Para mí lo es demasiado. Lamento de verdad no poder hacer algo para ir. Puedes ir si quieres, o podemos ir mañana. Esta entrevista lo hago por ti, por mí y por papá. Espero que puedas entenderlo.

ɴᴏ ᴊᴜᴇɢᴜᴇꜱ ᴄᴏɴᴍɪɢᴏ, ᴛ | Timothée ChalametWhere stories live. Discover now