Capítulo 24

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Las extrovertidas luces de los edificios de Seúl, iluminaban en demasía el gran salón de la casa. Una habitación elegante que solo se ocupaba para llevar a cabo las reuniones familiares, siendo esta partícipe de las enormes paredes de cristal que la conformaban alrededor de todo su perímetro.

La gran mesa estaba situada con los esenciales utensilios y objetos que ocuparían para la cena. Había un juego de copas de cristal para cada invitado, una servía agua purificada, mientras la otra copa servía una gentil cantidad del vino ''Domaine de la romanée-conti'' exótico por su sabor y aroma. Tanto tenedores, cucharas y servilletas dobladas con elegancia sobre la mesa, a cómo diferentes secciones de aderezos y condimentos rápidos que se llegasen a necesitar.

El platillo principal en cada plato, era extraordinario. Se trataba de una receta norteamericana de Langosta y ensalada con caviar: En la superficie de cerámica, reposaba la cola del crustáceo europeo, siendo despojada de su caparazón duro para exprimir del cuerpo solo la carne central. El trozo grueso de carne suave y tierna, era acompañado con una combinación de sabores y vegetales; hojas verdes y crujientes decaían bajo la langosta naranja, siendo juntadas con rodajas de tomate, y limón fresco. Los huevecillos pequeños y de color oscuro del caviar, rodeaban amablemente al rollo pequeño de filete de pescado, el cual en su interior portaba queso suizo que se levantaba con unas delgadas tiras de cebollín, sobresaliendo cuesta arriba. Tal y como las salsas dulces y saladas, bañaban decorativamente el platillo costoso.

Todo parecía tan perfecto a la vista, a excepción del ambiente denso que se formulaba en toda la mesa. Chanyeol llevaba su impecable traje negro de colección, partituras de tela costurada a la medida de su tonificado cuerpo. En cambio Seohyun portaba un elegante vestido beige de gala; una prenda costosa que se sostenía de arriba con una extensión fina en el hombro derecho que afirmaba el sostén del vestido, siendo decorado con una joya invaluable de diamantes incrustados en el collar fino sobre su cuello. Con acento en la cintura, caía en telas desbordantes hasta los tobillos, siendo cortada en una esquina para que la pierna sobresaliera al momento de caminar, y los tacones altos se revelasen con amplitud. El bolso de mano en su diestra, y los cabellos cortos peinados en un elegante recogido.

—¿Cómo te ha ido en el trabajo Chanyeol?

La voz firme de Lilieth Park, se hizo presente en el comedor. Una mujer empresaria de cincuenta y siete años, que en su vida juvenil lució como una flor primaveral, una belleza que en el largo camino de su vida siempre la llevó con ella, pero claro poco a poco se iba desgastando según el pasar de los años.

—Como siempre, se me han otorgado casos grandes con los cuales gané buenas recompensas a cambio del triunfo.

—Me alegra escuchar eso, hace un par de años eras un pequeño crío que necesitaba ayuda de su madre para coger una cuchara, y ahora eres un gran hombre titulado.

Chanyeol sonrió un poco al recordar cuando su madre preparaba postres calientes para él y su hermana, en los días lluviosos.

—Vaya, la última vez que pude ver a los niños antes de nuestro viaje a Japón, este par de pequeños corrían por la casa sin descanso. Siento que he sido sorprendida con esta nueva actitud tan refinada. Me agrada que estén llevando su elegancia hacia los mellizos.

Seohyun le sonrió en grande, haciendo compactar su labial rosa con los dientes, al momento de hablar.—Muchas gracias suegra, es honorable para mí escuchar tales palabras. Quiero decir que el comportamiento de nuestros hijos, es gracias a nuestro nuevo niñero.

La señora mostró interés.—¿Un encargado infantil?—Seohyun asintió.—No tenía idea que habían contratado a un chico para cuidar de mis nietos.

—Es un joven muy agradable, madre. Tuve la oportunidad de conocerlo en la fiesta de cumpleaños.—esta vez fue Yoora quien intervino con un sutil comentario, siendo cómplice de la mirada que su hermano le lanzó.

—Me encantaría conocerlo algún día para poder compartir una taza de té, con él.—dijo Lilieth, enredando sus dedos frágiles alrededor del pie de la copa con agua, dándole un sorbo ligero.

—Estaremos encantados de recibirlos en nuestra casa.—respondió Seohyun.

Park Chang Woo, abreviado familiarmente como el señor Park, el padre de Chanyeol y Yoora. Correcto y maduro al pie de sus sesenta años de vejez, dueño de la herencia del prestigioso apellido Park, siendo por contrato una bonificación cualitativa de cifras numéricas en la herencia para cada hijo.

—Estoy orgulloso de ver como haz crecido Chanyeol, tienes una esposa ejemplar y unos pequeños hijos maravillosos. Continúa así.—mencionó cansino, estirando su brazo para acariciar un poco las cabecitas de los infantes al lado suyo.

—Gracias padre.—respondió neutral, tomando la copa de vino para beber un trago de la esencia de uvas teñidas en un sabor dulce.

La mesa quedó en la misma atmósfera pulcra, buscando algún tema para descongelar el hielo del ambiente; la señora Lilieth volvió hablar.

—Seohyun querida, ¿Han pensado en expandir la familia?

La castaña mencionada, se detuvo alarmante a la pregunta hecha, regresando el cubierto a la superficie del plato.

—No. En realidad no hemos pensado en ello, creo que nos es suficiente con dos niños por el momento.—se atajó de la conversación con un bocado pequeño de la carne suave de langosta, masticando dentro de su boca la combinación de sabores radicales.

—Creo que mi esposa tiene razón Chanyeol, concebir un nuevo hijo sería una maravillosa idea para la familia.

Y allí iba de nuevo, su padre queriendo darle órdenes indirectas para su futuro. Cuando se enteró que Seohyun había esperado dos hijos suyos, su primer decisión luego de confirmar la paternidad sanguínea del par de mellizos, fue corresponder con una paga mensual. Pero en ese entonces, su padre intervino con la idea de contraer matrimonio, martillando su cabeza con aquella oración que aún no olvidaba ''Será una vergüenza para el apellido Park si no te haces cargo de tu familia Chanyeol.'' las palabras frías de su padre, aún se conservaban frescas dentro de su sistema mental.

—No habrá ningún otro hijo más en mi familia. No carecemos de muchas ansias de tener un tercer bebé, para nosotros es más que suficiente tener solo dos niños.—y con esa simple afirmación por parte de Chanyeol, la conversación murió.

Lo que menos quería en esa pieza presente de su vida, era tener un nuevo bebé con Seohyun. La idea de ello, era lo equivalente amarrarse una ancla sobre su cuello, al momento de saltar al océano. Un lazo que lo hundiría más en su matrimonio.

Pero tras su afirmación, un punto más fue agregado en la casilla de Seohyun.








Continuará....

Two Faces «ChanBaek»Onde histórias criam vida. Descubra agora