Capítulo 30

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Los días iban concluyendo de a poco en poco, titulando horas a días, y días a semanas. Las estaciones variaban, y el clima cambiaba con cada diferente noción del tiempo. Las gotas de la lluvia intrépida, golpeaban los cristales de las ventanas en silencio, siendo solo notorio las perlas fluyendo en la superficie dura y transparente. 

Yoora tomó cuidadosamente la tetera de cristal, protegiéndose con un trozo de franela al momento de inclinarla para verter té caliente en la taza. El líquido rosa entró caluroso en el objeto, emanando los botones de las rosas salir flotando a la superficie. Las paredes de la taza, se empañaron por el calor ferviente y el aroma de las rosas párvulas, se disolvió en todo el contenido.

—¿Me dirás qué es lo que te sucede?—Yoora le preguntó a su hermano, quien durante todo el trayecto en el cual se habían encargado de despedir a sus padres para que tuviesen un buen viaje en las zonas de Canadá; solo se había mantenido serio y neutral.

—¿De qué hablas?

—No te hagas el desentendido, sabes bien a lo que me refiero.—comentó, acercándose hasta una silla para tomar asiento y beber tranquila de su té de rosas.—Y bien, ¿Me lo dirás?—reiteró, dándole un pequeño sorbo para dejar la taza en la mesita de la sala.

—No tengo nada que decirte.

—Vamos Chanyeol soy tu hermana mayor, no me intentes engañar mocoso.

—Cumpliré treinta y cuatro el siguiente mes.—el de cabellos azabaches, levantó ambas cejas con ironía al escuchar el ''Mocoso'' proviniendo de su hermana; cruzando el par de brazos, se recostó sobre el respaldo de la silla.

Yoora cogió uno de los botones rosales que decoraban la taza, al tenerlo entre sus manos no se lo pensó ni dos veces para tarárselo en la cara al hombre sentado frente a ella. —No te lo pregunté, seas un adulto o no, siempre soy la mayor.

—Pobre MinJae, ¿Cómo es que soporta estos maltratos?

—Oye, no metas a Min en la conversación, además como mi esposo debe dejarse maltratar.—la castaña rió un poco, retomando los sorbos a su té. Se llevó la taza a la punta de los labios, tomando un trago de la infusión que bajó por su garganta hasta discernirse en su organismo. La relajación que el té provocaba, no tardó en llegarle, inundando cada parte dentro de ella con una amplia sensación tranquila.

—Aún no olvido tu cambio de humor, la forma en que tu mirada está perdida y el como cortas cada una de las preguntas que se te hacen. Dime ¿Qué es lo que sucede Yeol?—moduló suavemente.

Rindiéndose fácilmente, Chanyeol tuvo que hablar ya que competir con su hermana era de vida o muerte. Y aunque no deseara hablar del tema, hacerlo le sería muy difícil, pues la mujer frente suyo, estaba como un tigre feroz observando a su presa entre las sombras. —Baekhyun se fue de la casa.—dijo en un tono bajo pero audible.

—¿Qué?—el ceño de su hermana se frunció, y la entonación en su voz cambió por completo.—¿Cómo fue que..?

—No lo sé, él simplemente un día no regresó.

—Eso no puede ser posible, algo sucedió. Baekhyun no se iría y dejaría a los niños sin una buena excusa.—la mayor se levantó de la silla unilateral, cruzando los brazos al empezar a caminar sin rumbo alguno por toda el salón.

—Tengo mis sospechas de que Seohyun tuvo que ver en todo esto.

—¿Por qué lo dices?—le preguntó.

—Seohyun escuchó la conversación que tuvimos en el cumpleaños de los niños, ella le dijo algo a Baekhyun para que este se marchara.—eso lo había descubierto por las palabras tan fáciles de descubrir, que Baekhyun le había dicho.

Two Faces «ChanBaek»Where stories live. Discover now