Park Chanyeol podía asegurar que nunca estuvo convencido con la idea de haberse casado, mucho menos imaginó que después de un polvo terminaría convirtiéndose en padre de dos mellizos. Una noche, su esposa decide contratar a un niñero, sin saber que...
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Las noches de Otoño solían ser cálidas y frías, intrépidas brisas danzaban entre las hojas de los arboles que con fragilidad sus hojas caían una tras la otra, terminando por abandonar sus hogares.
Avanzar al siguiente nivel en la vida de un padre, era algo un tanto dificultoso, pues habían muchos cargos que tomar cuando pequeños infantes corrían por la casa sin descansar, y un nuevo bebé se preparaba para ir a dormir.
Baekhyun tarareaba una canción suave y tranquila mientras acunaba al pequeño bebé entre sus brazos, balanceándose de un lado hacia otro. Su voz salía melodiosa, cual música angelical brotando del campo de los dioses. Y al pequeño Bohnny le encantaba escucharlo cantar mientras dormía, pues su facciones reflejaban todo ello.
Baekhyun se inclinó un poco para plantarle un suave beso en la coronilla, provocando que el niño se removiera un poco y sonriera inconsciente al recibir la caricia. Siendo honesto sus brazos ya dolían de tanto cargar al menor, por lo cual tanteando de tener cuidado se acercó hasta la cuna que yacía instalada en la habitación del bebé.
Parecía cómico decir aquello, pero Baekhyun realmente se sentía feliz de saber que ahora compartían un nuevo hogar con todos, puesto que la casa en la que inicio su trabajo había sido construida para Seohyun, y al rubio no era como que le agradase del todo vivir de nuevo entre esas paredes, por lo cual agradeció cuando Chanyeol le prometió hacer un nuevo hogar a su lado, una nueva familia junto a él. Y que más que empezar comprando una nueva casa que fuese para él.
No obstante se vio de brazos cruzados cuando el hombre decidió instalar demasiados lujos en la casa, y cuando se refería a lujos, hablaba enserio de lujos, como por ejemplo cuando antes su armario solo era un cajón grande y alto en donde guardaba lo necesario para vestir, en cambio ahora tenía una habitación privada donde variadas prendas de diseñador, relojes, maquillaje, joyas, perfumes y una infinidad de artículos y objetos caros, hacían ordenados y guardados.
No era que no le gustasen ese tipo de cosas, por supuesto que no era tonto para negarse a tener muchas pertenencias que colocarse para seguir viéndose bonito y radiante, pero lo que si le desagradaba era saber que exageraba demasiado al realizar algunas compras. Tal y como cuando compró un vehículo solo para uso familiar, era claro que no necesitaban de otro auto teniendo ya dos en el garaje. ¿Quien en su sano juicio necesitaba tres carros? Pues era claro, Park Chanyeol los necesitaba. Y no hablar de la habitación del nuevo integrante.
Paredes forradas con un tipo de pintura color verde pastel, decoradas con lineas verticales en toda su extensión. Una cuna con techo personal en tonos celestes y blancos, el alrededor de ella se cubría con una tela de seda fina, sujetada por unos lazos delicados con moños celestes que hacían combinación con los colores. Al lado de esta, descansaba un enorme peluche de felpa azul sobre la alfombra de puntos blancos y azules.
Y no era lo único en el lugar, también se encontraba un guarda ropa del mismo color pastel, una silla cómoda, una lampara y una cesta en donde resguardaban la ropa sucia del infante menor.
