Capítulo 28

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—¿Baekhyun?—la voz masculina sonó tras su espalda, obligándole a girar para ver de quien se trataba.

La altura diversa era notoria, las facciones y los cabellos azabaches siendo reflejados deslumbrantes con los focos de los postes en la calle. Al igual que él, traía un paraguas color azul oscuro entre su mano ya que con la otra sostenía un paquete embolsado, al parecer había comprado comida por la simetría que el contenido de la bolsa presentaba.

—¿Lucas?, ¿Qué haces..?—le interrogó, teniendo al momento en que el ajeno se acercaba hasta donde él, para confirmar su inesperada visita. Cuando estuvo a su costado, sonrió amplio levantando la bolsa que brotaba vapor sigiloso en la bolsa.

—Decidí ir a comprar un poco de Kimchi a la tienda, ¿Y tú?—cuestionó, buscando una conversación mientras caminaban a paso lento.

—Mnm, yo solo caminaba por aquí en busca de un poco de distracción.—vaciló en un tono que lo delataba entre los ruidosos sonidos de la lluvia suave.

—¿Y la has encontrado?

Baekhyun se quedó analizando un poco su respuesta, en realidad se suponía que había salido para distraerse un poco pero lo único que hizo fue recordar momentos dolorosos junto a Chanyeol y aquello, sin duda no ayudaba para levantar su estado de ánimo.

—No, no hay nada interesante aquí.—Su delicada muñeca se levantó en grados altos de los noventa, logrando sacar los delgados falanges blancos fuera de la sombrilla, para conseguir que las perladas gotas de la lluvia se encargaran de mojarlos tras el contacto. Flácidas y frías gotas le rodaron como nieve derretida.—El clima es relajante, pero no me consigue distraer.

—Bueno, no soy un tipo para sacar buenas conversaciones, pero creo que no estaría mal atreverme a pedirte algo.

Baekhyun ladeó su rostro hasta donde Lucas.—¿Qué deseas de mí?

El hombre sonrió socarrón, volviendo a levantar el paquete caliente dentro de la bolsa.—¿Te gustaría ir a comer kimchi conmigo a casa?— preguntó —En poco de lo que restan veinte minutos, la lluvia no va cesar, en cambio empeorará con corrientes fuertes y no creo sea buena idea seguir merodeando por las calles con un clima así, podrías coger un resfriado.

—¿Te preocupas por mí?—el rubio enarcó una ceja entre divertido con la propuesta.

—Es lo que los amigos hacen ¿No?

—Si tu lo dices.

Baekhyun sonrió coqueto, y Lucas le volvió a preguntar.

—Entonces ¿Qué me dices?

El bajo se lo pensó un momento, ¿Estaría mal acompañar a un hombre a su casa? ¿Aceptar la invitación de un amigo? No, claro no lo estaba. Él no era un tonto como para no darse cuenta del significado de sus palabras, ''ir a comer'' una buena forma de iniciar una conversación en busca de una amistad. Pero era fácil acatar las indirectas del interés que el alto, tenía sobre él. ¿Pues quien no las encontraría? Un hombre con el cual solo había conversado un poco durante la fiesta de los niños, resulta que luego de haberle descrito de una forma inusual al lado de Seohyun, justamente ahora lo estaba invitando a comer a su casa. Una propuesta tan directa. Baekhyun era consciente de lo que hacía, y de lo que esa invitación podría causarle. Pero, ¿Porqué en el fondo algo le decía que no lo hiciera? ¿Acaso su amor egoísta hacia Chanyeol le estaba consumiendo la parte buena de su corazón? Que irónico, querer detenerse sus propios instintos por una promesa olvidada. Entonces, solo quizás decidió dar un cambio a todo lo que rodeaba su vida, tomando nuevas medidas y riesgos que lo azotarían peligrosamente. Después de todo, aunque quisiera Chanyeol ya no iba a estar más en su vida.

—Esta bien.















El camino hacia la casa de Lucas, no fue tan largo. En unos cuantos minutos estuvieron caminando tranquilos por las calles húmedas de Seúl, y en los siguientes ya se encontraban entrando en el pequeño departamento de aquel vecindario.

Por un momento pensó que el alto, viviría en una de esas casas lujosas y exageradas como todos los que rodeaban a los Park, lo hacían. Pero en viceversa, los lujos y prestigios al parecer no iban con el tipo, porque su departamento se podía catalogar como el de una persona normal y cotidiana.  

El espacio era cómodo para los cuantos electrónicos y muebles en el lugar; sofás de cuero color verde lima con cojines blancos, una alfombra bajo la mesita de la sala, y un televisor. Las paredes estaban pintadas en colores pastel como el tono verde lima que combinaba con los sofás, y las dos secciones de paredes blancas que dividen el cuarto de baño, una pequeña cocina y la habitación. Un cuánta decoración con cuadros de arte y algún que otro florero.

Lucas se sacó los zapatos y el abrigo para dejarlos en el perchero y el estante, indicándole al rubio que hiciese lo mismo para que luego lo siguiera a la cocina en donde se encargaría de servir y arreglar los platos. Primero se despojó de su abrigo caliente, doblándolo para recargarlo en el perchero, acto a lo que siguió con sus zapatillas mojadas. Desató un poco los cordones, y retiró ambos zapatos, dejándolos en el estante de madera. Cuando se dispuso a ir tras la puerta donde Lucas se había perdido, el resonante sonido de su teléfono celular, intervino en su camino.

Regresó los pasos que había dado para sacar de la bolsa del abrigo, el teléfono que vibraba llamativo. La pantalla del aparato iluminada con la llamada timbrando, el pulso le tembló un poco al responder una llamada de un número desconocido.

No dijo nada para esperar escuchar la voz de la persona tras el número, pues no iba a decir que él era el portador del número sin saber de quién se trataba. Incluso podría ser un señor secuestrador, o uno de esos bastardos violadores. Todo podía ser posible. Su madre le dijo que siempre fuese precavido con lo que hacía; lo estaba haciendo ¿No?, ella de seguro estaría orgullosa de saber qué hizo caso a sus palabras.

—¿Baekhyun?

Y todo rastro de diversión o tranquilidad, pudo verse cayendo nuevamente dentro de aquel hoyo profundo y oscuro que sobre limitaba sus acciones y pensamientos, arrastrándolo a las maravillosas profundidades de lo prohibido y vedado. Esa voz ronca que añoraba escuchar desde su partida, esa entonación pesada que lo hacía estremecerse con tan solo apreciarla en el silencio abrumador.

—Chanyeol...



Continuará....

Two Faces «ChanBaek»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora