Taylor Jauregui. Capítulo 8.

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POV Camila

Lauren y yo éramos amigas ante los ojos de los demás pero cuando estábamos solas nuestros labios no dejaban de jugar los unos con los otros y nuestras manos no parecían poder estar quietas. Pero no pasaba de caricias en los brazos, el rostro o la espalda ya que de cierta forma queríamos ir despacio.

Salíamos juntas pero siempre cuidando nuestra distancia y la manera en que nos comportábamos pues nadie sabía lo nuestro.

–Camila y Lauren Jauregui como mejores amigas –escuché a Dinah decir al sentarse junto a mí en el comedor.

– ¿Celos DJ? –le pregunté divertida y vi su entrecejo fruncirse.

–Claro que no –mordió un trozo de panque.

–Vamos Dinah, es apenas una amiga, tu sabes que mi mejor amiga eres tú y siempre serás sólo tu –estire mis brazos y los pasé a su alrededor.

–Lo sé Cabello, pero me gusta escucharlo –sonrió antes de morder el panecillo.

POV Lauren

 En medio del comedor estaba yo con mis mejores amigas y unos cuantos chicos más del equipo de softball en el que Normani y yo participábamos.

La plática era entretenida pero yo no podía quitar la mirada de cierta chica que de vez en cuando me sonreía.

–Creo que la perdimos –las palabras de Normani a penas parecían entrar por mis oídos.

–Tienes razón –noté que había hablado Ally –Lauren –me llamó y al mismo tiempo agitó mi hombro.

– ¿Qué sucede? –pregunte mirándolas.

–Te nos fuiste por unos minutos –Normani mordió una pequeña zanahoria y me percaté que los chicos se habían alejado y sólo estábamos nosotras tres.

–Lo siento, es que tengo muchas cosas en que pensar –dije mirando de reojo como Camila se ponía de pie junto a Dinah.

–Pues llevas así casi más de una semana –Ally bebió de su jugo y yo me paré de mi asiento.

–Lo siento chicas, nos vemos en clase –dije saliendo de ahí.

–Rayos ¿Dónde puede estar? –escuché a Camila decirse a sí misma con su casillero abierto.

– ¿Buscabas esto? –puse su libro frente a mi dejando ver solamente mis ojos y volteó con una sonrisa.

–Cierto, lo olvidé en tu habitación –dijo como si fuese obvio su descuido.

– ¿Será que estar junto a mi te está afectando? –siguió buscando algunas cosas en su casillero.

–Tal vez y más afectadas se verán mis calificaciones ya que no me dejaste estudiar anoche –fingió molestia al verme.

–Pues no parecía que te eso te molestara anoche –susurro con una coqueta sonrisa.

–Es que tienes los labios más irresistibles de este universo –contestó acercándose a mí pero se detuvo y se volvió a su casillero cuando pasaron unos chicos junto a nosotras.

–Cuidado Cabello, cuidado –dije alejándome y sabía que estaría sonriendo.

 Por la tarde pasé a mi casa y sólo me encontré con Taylor, su enfermera y nuestra Nana.

–Hola cielo –dije besando su frente al verla sentada en una silla frente a los rosales que tanto amaba –Esta vez sí que han dado rosas –comenté y me sonrió.

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