Golf. Capítulo 23.

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POV Lauren

A la mañana siguiente abrí los ojos gracias a la luz del sol que entraba por la ventana de mi habitación.

–Buenos días señorita –escuché a Isabella. Ella fue quien abrió las cortinas.

–Buenos días Isabella –dije adormilada.

–Sus padres la esperan para que baje a desayunar –me anunció y con los ojos entreabiertos vi como recogía el vestido de anoche y los zapatos –También dice que se preparé para ir al club.

Recostada boca abajo abrí los ojos de golpe –Pero les dije que pasaría el fin de semana fuera de casa –me apoyé en mis codos para despegar mi pecho de la cama.

–Bueno, eso me ha dicho su padre –no podía reclamarle a ella algo que no era su culpa.

–A veces odio que haga eso, tomar decisiones por todos –susurré levantándome de la cama. De inmediato Isabella retiró las sabanas de mi cama para cambiarlas.

–Señorita, no es mi intención pero creo que debería decírselo a su padre y no al viento –suspiré.

–Tal vez tengas razón Bella –mi inusual pijama me recordó a Camila –Mierda –murmuré  tomando mi teléfono.

Durante nuestra conversación me enteré de que no sólo mi padre nos estaba obligando ir al prestigioso Hanah Mountain Resort and Country Club. Camila y su familia también irían.

–Vaya, esto parece divertido –dije sarcásticamente al subirme a la camioneta familiar al mando de mi padre.

–Vamos Lau, no te pongas así –Taylor tomó mi mano y recargó su cabeza en mi hombro –Hace mucho que no salimos todos en familia.

–Pero tú sabes que es lo que me molesta de todo esto –ella asintió sabiendo perfectamente que era mi fin de semana con mi novia.

–Pero también por lo que sé, ella va a estar ahí –susurró apenas para nosotras.

Eso era cierto pero no era esa mi idea para estar juntas.

Una vez llegamos, nos dirigimos a la recepción donde encontramos a la familia Cabello.

–Hola princesa –susurré en su oído mientras miraba su móvil sin percatarse de mi presencia.

–Hola Lolo –sonrió girando y se abstuvo de besarme.

–Buen día –por mis odios entró una voz que comenzaba a molestarme.

–Hola Josh –saludó mi novia fingiendo una sonrisa. Dejó un beso en nuestras mejillas.

–Hola Michael –saludó a mi padre quien se había acercado a nosotros –Mi padre y unos amigos están a punto de ir a jugar golf, los están esperando –ellos siguieron hablando mientras yo había llevado de la mano a Camila hasta el exterior del establecimiento.

Tenía que aceptar que me gustaba este lugar pues el aire era más limpio y estaba libre del molesto sonido del tráfico. Muy relajante.

– ¿Qué haremos? –preguntó Camila abrazando mi cintura.

–Lo que tú quieras –puse mis manos en sus mejillas y le sonreí sin poder dejar de mirar sus ojos.

–Vamos a caminar un poco –me sonreía con toda ternura y era obvio que no podía decirle que no.

Caminamos sobre el perfectamente recortado césped. Alejadas de las miradas ajenas, abracé su cintura y ella también la mía.

–Tengo ganas de un helado –Camila rompió el tranquilo silencio entre nosotras.

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