Our Story

Días increíbles. Capítulo 28.

Hola, bueno queria advertir que este capitulo contiene material explicito y si eres pura e inocente como yo, tal vez no quieras leerlo así que yo cumplo con mi labor para evitar traumas :3

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POV Lauren

El lunes por la mañana entré a la escuela más temprano para poder ver a mi novia.

–Buen día –susurré en sus espaldas y puse una rosa roja frente a ella.

–Buenos días, amor –tomó la rosa y se giró para mirarme –Gracias –me dio un beso en los labios y sonreí.

–Te extrañé como no te imaginas –la abracé con cariño y necesidad.

–Yo también te extrañé mucho –escuché en mi oído.

Cuando tomó sus cosas y comenzamos a caminar en dirección a su salón podía jurar que su forma de andar era distinta, cuando la miré, un gesto de incomodidad se reflejaba en su rostro.

– ¿Sucede algo princesa? –me preocupé.

–Nada importante, te explico más tarde. Pero por favor no me vulvas a dejar sola con el trio satánico de nuestras amigas –con el ceño fruncido por la confusión y una risa, asentí.

Durante el almuerzo estábamos sentadas junto a nuestro extenso grupo de amigos en los que se incluían deportistas, algunos de las más brillantes mentes del colegio, niñas superficiales y los chicos más sexys de nuestras clases.

– ¿Es cierto que tu hermano hará una fiesta este fin de semana en su departamento? –preguntó Troy, el chico que abrazaba a Ally.

–Eso creo, no estoy segura –respondí mientras Camila se removía con incomodidad en su lugar – ¿Estas segura que estas bien? –le pregunte en un susurro para que sólo ella escuchara mientras los demás estaban en sus conversaciones.

–Ya te dije que más tarde te diría –me dijo con el mismo tono que yo pero a la vez noté como sus mejillas se volvían de color carmín.

–Cielos, debe ser algo serio –bromeé y ella bajó la mirada – ¿Lo es? –ella negó.

–No, pero es algo vergonzoso –volvió a susurrar.

–Bien, esperaré –dejé un beso en su sien y me adentré a la calurosa conversación con nuestros amigos.

Entre las clases observaba a Camila con los mismos gestos que en la mañana pero yo ya no preguntaba.

–Yo no entiendo porque sigues trayendo pantalón en lugar de la falda como todas las demás –comentó Normani acompañándome a mi casillero.

–La verdad es que me agrada más y nadie me ha dicho nada así que… –me encogí de hombros –además sabes que no me gustan mucho las faldas y por cierto a Camila le gusta como luzco –dije restando importancia. Mi amiga sonrió y  movió la cabeza.