5. Sin tanto hielo

44 8 0
                                    

Dalia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dalia.

Llevaba una semana con el régimen de Stella y habíamos notado que aumenté un poco de peso, no demasiado, pero era suficiente para considerarlo un avance. Con Newt no habíamos vuelto a tocar el tema de Donna y Kyle llevaba desaparecido desde hacía ya varios días pero no me atreví a preguntarle a Newt sobre la vida de él.

Solté un suspiro al terminar de de vestirme para la salida con Newt, últimamente los de la prensa estaban actuando como locos y debíamos darles más de que hablar antes de concederles una entrevista en la que negáramos todo, justo como lo indicaba el plan de Moyra y Marcus. Estaba agotada por tener que lidiar con todo esto y más aún con el indicativo de que Stella se encontraba en casa por mi culpa, no digo que no me guste verla pero ella aparece cuando las cosas no van bien, y claramente no lo iban.

—¡ya estoy aquí!—el grito que venía de la sala era de Newt quien se había acostumbrado a gritar para informar su llegada.

Bajé las escaleras y Newt me vió con el ceño fruncido.

—no llevarás eso, ¿o si?

—¿qué tiene de malo?

—iremos a caminar, con esos tacones no quiero ni imaginarme cómo se verán tus pies luego de llegar.

Rodé los ojos y volví a subir las escaleras. Si no fuera porque no quería ganarme unas ampollas innecesarias en mis pies, le hubiera dicho a Newt que se jodiera pero simplemente asentí para evitarme discusiones y posteriormente cambié mis zapatos por las ya constantes zapatillas y bajé de nuevo.

—así está mucho mejor, ¿dónde está Stella?

En el poco tiempo que Newt llevaba yendo al apartamento Stella ya lo había consentido lo suficiente con sus batidos y snacks deleites de su paladar.

—hoy debía acompañar a su hermana al doctor.

—que triste, hoy quería un batido.

—sin llorar, Newt.

—bien—bufó como niño pequeño—. ¿nos vamos?

—supongo.

Subimos al ascensor y estábamos en un silencio muy incómodo hasta que Newt habló:

—no sé si Marcus te lo dijo pero mañana haremos unos ensayos en la disquera para la colaboración.

—¿mañana? Marcus no lo mencionó.—dije un poco confundida.

—pues ya te lo informo.

—¿no se suponía que Kyle nos ayudaría con eso?

—cierto.

—¿y dónde está?—bajamos del ascensor y caminamos por el sótano del estacionamiento—. Sería bueno usar la cabina para un cambio de ambiente o algo así.

Versos fríos [EN EDICIÓN]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora