Un mes después.
Kyle.
—ten cuidado con los retrovisores y sabes que no puedes distraerte, ¿quedó claro?
—obviamente, lo has repetido como unas mil veces desde que salimos del apartamento.
—y si el maestro de conducción tiene malas...
—Kyle, estaré bien—sentenció seria pero luego sonrió emocionada y me dió un abrazo—. Ah y tengo que decirlo, me gustaba más la otra camioneta.
—ya pronto conducirás tu propio auto así que no me fastidies.
Había tenido que vender la camioneta debido al problema con la prensa de ese día. Ahora conducía una camioneta Renault con los vidrios oscuros para que ningún paparazzi me viera en dado caso de ir con Dely adentro o de yo salir de su apartamento.
—bien, ya me voy. Deséame suerte.
—suerte.
Donna bajó del auto y en eso mi teléfono vibró en el asiento. Contesté.
—¿nuevas noticias?—él iba a responder pero lo interrumpí— ¿Sabes? Ni siquiera puedo escuchar de lo molesto que estoy, ¡ha pasado más de un mes desde que quedaste en darme más información, imbécil!
—necesito que te calmes, idiota, quedamos en que no eres mi jefe, solo me pagas por esta estupidez, ¿sabes quién soy? Puedo darte un balazo si se me pega la gana—bramó.
—quedamos en que darías información con más detalles, ¡¿dónde está la maldita información del pendejo que tienes infiltrado?!
—el pendejo que tengo infiltrado lo encontraron muerto ayer en una zanja a las afueras de Las Vegas.
—¿qué carajos hacía en Las Vegas?—reproché.
—estaba siguiendo al cabeza de uno de los grandes expendios de drogas en Los Ángeles. Ayer me había dado la instrucción de que estaban en Las Vegas para el cumpleaños de la hija de uno de sus amigos.
—¡¿y los tipos?!
—estaba con los tres de acompañantes, como unos escoltas. Al parecer planea subirlos de puestos, hace unos años eran micro vendedores pero ahora serán los proveedores de algunas organizaciones.
—¿y?
—volverán a Los Ángeles en unas tres o cuatro semanas después de cerrar un tratado en Las Vegas de una venta grande que exportarán a Canadá. Van a llenar un camión en el callejón del diablo que será el transporte hasta la frontera, estarán armados hasta los dientes para llenar ese camión y luego se irán a vivir a Canadá por unos años.
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Versos fríos [EN EDICIÓN]✔️
Teen FictionEl frío era un escudo para ella, una capa de invisibilidad para evitar que la dañaran. Pero ella ya estaba rota, la sociedad la había hecho pedazos acabando con cada aspecto importante de su vida, porque cuando ganó el peso de la fama todos se creía...