Capitulo XXIII

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Si la vida fuera fácil y sencillo, ¿Sería lo peor del mundo? O ¿No?, nadie sabría la respuesta ya que en la realidad no es así.

Un poco más, un poco más y lo lograría, no sabía cuánto ya llevaba ahí intentando curar a su hermano, pero, pero lo estaba logrando o eso esperaba, ya se estaba cansado y sentía su cuerpo desvanecer.

- "y-ya ya no aguanto" - su vista se veía borrosa y sus piernas flaquean para caer al piso, su cuerpo ya estaba debilitado y en eso se hizo un click donde ya no aguanto y se fue para atrás siendo sujetado por su padre.

- ¿Está bien? - mirando al pelirojo mayor que miraba la herida del más menor mientras que los otros mayores ayudaban a Sai.

- lo logro - susurro mirando en la parte donde debía haber la herida, estaba sanada.

- mamá - de acercó a su madre y vio como de sus ojos salían lágrimas - acaso.

- lo logro - miro al azabache - lo logro Shinki, tu hermano lo logro - abrazo al menor que estaba en shock y los adultos también miraban sorprendidos dónde estaba el mayor abrazando a su hijo.

- eso significa - dijo Naruto mirando a Sasuke que asintió - Menma - volteo a ver a su hijo y se volvió pálido cual papel al ver sus ojos, estaban apagados, un caparazón sin vida, se paró rápidamente para agacharse donde su hijo y agarrarle de los hombros - Menma - llamo pero este no respondida, le sacudió un poco volviendo a llamar pero nada, el azabache parecía fuera de este mundo, fuera de la realidad.

Sasuke se paró para ir y ver que es lo que pasaba, prendió su Sharingan y volvió a ese lugar lleno de sangre, busco con su vista a su hijo y lo encontró, estaba a la mitad de todo con cadenas, especialmente sus ojos donde a simple vista se podía ver qué el agarre es doloroso, se iba acercar para ayudar a su hijo pero en eso unas cadenas salieron de la sangre que se envolvieron en su cuerpo para después lo hundiera abajo, lucho para ir donde su hijo pero nada, la sangre llego a su boca haciendo que le dé asco y una cadena rodeó su cuello apretándolo haciendo que pierda el aire por completo y con su Dojutsu saliera de ese lugar.

Al salir de ese lugar dejo escapar la sangre que había entrado en su boca sorprendiendo a todos, Sasuke frunció su ceño, eso no era normal, la sangre era verdadera y ese lugar también, que clase de maldición llevaba su hijo, tendría que volver a pedir ayuda a Orochimaru si la maldición continuaba después que entregarán los ojos para que Menma recuperará la vista, volvió a entrar a ese lugar pero rápidamente al entrar las cadenas lo ataron y lo volvieron a sacar, hizo eso por unas cuatro veces pero nada ya no podía entrar ayudar al menor.

- Sasuke - mirando a su pareja.

- no puedo entrar, me está rechazando - limpiándose la boca.

- ¿Que está pasando?.

- la maldición ata a Menma, son como unas cadenas que tapan su vista y lo tiene encadenado, ahora mismo no tiene mucha conciencia como dijo Orochimaru, esta en la primera fase tenemos que darnos prisa ese lugar, es asqueroso.

- asqueroso.

- es un lugar lleno de sangre y la sangre proviene de ellos - se paró - no se bien como funciona pero, ellos estaban ahí antes que Menma fuera encadenado debe de ser del pasado.

- es más peor de lo que nos dijo Orochimaru.

- creo que si - miro a Yasuhiro en la cama y de ahí al rubio que estaba entre los brazos de su padre junto a Gaara y a su otro lado Shinki - esto esta mal.

- ¿Que hacemos? - dijo Gaara y empezaron a hablar de que podrían hacer ahora, se la pasaron un buen tiempo discutiendo.

Todo era oscuro, solo escuchaba voces de las personas que conocía, abrió lentamente sus ojos y se topo que estaba en una esquina junto a Menma que dormía, estaban tapados con una sábana blanca ajenos a lo que hablaban, giro su vista para ver el cuerpo de su hermano menor y se quedó pálido al ver que seguía en la cama y que la máquina estaba apagada, miro a los mayores que estaban discutiendo, bajo la cabeza no había podido salvarlo, no lo salvó, una lágrima cayó, se sentía débil aún y en eso le llegó el recuerdo de Menma, había perdido la vista, giro su cabeza para mirar al pequeño que dormía en paz.

Una verdad OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora