Capitulo XXIV

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Habían llegado a la cabaña ya hace dos semanas con tres dias, al llegar a la arena él rubio recibió un tremendo sermón por parte de los adultos pero también lo comprendieron del porque lo hizo, les dijeron que se llevarán a Menma y que más tarde se juntarían, aún Yasuhiro estaba débil, descansando para que se recupere como cualquier paciente, ahora solo era cuestión de tiempo.

No estaba de acuerdo en separarse pero eran órdenes de los mayores y tenían que acatar él, Mitsuki y Shinki.

Al llegar a la hoja todo fue en secreto, no volvió a ir con su grupo de equipo y tampoco quería, estaba bien así, aunque aún recordaba lo que iba a hacer, atacar a Sarada hasta el punto de robarle sus ojos, decir que se arrepentía de lo que iba a hacer no es verdad, cada que miraba al menor de todos tenía ganas de ir donde la chica y arrancarle los ojos, pero no podía por obvias razones.

- Menma a comer - dijo el rubio que se acercaba al pelinegro que estaba sentado afuera en el corredor de la puerta trasera que daba al patio - Menma - mirando al pelinegro que solo miraba el cielo o la parte donde se encontraban la cabezas de los Hokages, su rostro había cambiado de ser un niño alegre a ser un niño distante, sus ojos todos nublados sin vida, suspiro par calmarse y ir por él - Menma.

- no tengo hambre - respondió al sentir dos manos en sus hombros.

- debes de comer para estar bien.

- pero.

- nada de peros vamos antes que Shinki venga y nos jale de la oreja - eso hizo sonreír un poco al pequeño.

- está bien - se paró y Inojin le ayudo para que fueran juntos al comedor donde llegaron y puso al pequeño en un sitio para que coma mientras que los demás se sentaban en sus respectivos asientos.

Todos empezaron a comer en silencio, cada uno perdido en sus pensamientos ignorando el camino que se estaban trasando cada uno.

- "cuando estuve con mamá" - pensó Inojin - "lo que me contó se perdió".

Flash Back

En una casa de arena solificado, se veía como en la cocina él Kazekage cocinaba y en la mesa había un pelirubio que pelaba una manzana para comer de merienda hasta que la comida estuviera, ya era de noche y por primera vez en su estadía ahí su madre cocinaría para él y pasarían a la noche juntos.

- mamá.

- dime - cortando unos vegetales en cuadrados.

- ¿Que le gustaba más a mí hermano de Menma?.

- um - deteniendo lo que hacía para ver al rubio que peleaba su manzana - ¿Por qué preguntas? - volviendo a las verduras.

- curiosidad, quiero saber.

- haber, cuando le pregunté alguna vez a tu hermano el no me respondió y solo dijo que es Menma y me dejó con la duda - poniendo las verduras en el agua hirviendo.

- ¿Porque es Menma?.

- si, eso me respondió cuando tenía nueve años, cuando cumplió los doce le volví a preguntar.

- espera, tu ya sabías que ellos se amaban.

- era muy obvio, lo único que no sabíamos era en que momento se declararon para que fueran pareja, tu hermano y Menma eran muy cuidadosos y reservados ante eso, claro que veíamos cuánto se amaban pero no si eran algo más.

- ya veo, ¿Y que te respondió a los doce?.

- a los doce me respondió con la misma pregunta, ¿Que le vi a tu padre?.

Una verdad OcultaWhere stories live. Discover now