Capitulo XXXIII

419 55 32
                                    

- ¡Maldita sea! - golpeó el tronco molesto para seguir dando unos golpes más.

Sus compañeros solo lo veían desde sus lugares, ya había pasado un mes con tres semanas, una semana más y se cumpliría dos meses con exactitud donde no consiguieron nada más que estar de aquí para haya como en un laberinto que solo los atrapaba y les daba una entrada que les llevaba a otro callejón sin salida y así hasta que ya no sabían que hacer.

Habían estado de un punto a otro que al final les llegaba aún mismo lugar, había algunas emboscadas por ninjas renegados que a la mayoría resultaban tan patéticos de vencer sin usar sus verdaderas habilidades. Todo parecía un simple juego  no hallaron pistas ni nada y tampoco la hoja les había enviado un informe de algo útil. Perdieron un mes con tres semanas casi ya dos meses y los informes que enviaban a Sarada no era muy buenos sin contar que la azabache reprochaba su trabajo y en como era que estaban igual que los demás ninjas diciendo que como sea deberían encontrar alguna forma de encontrar a los culpables que es necesario si o si.

Ahora estaban descansando dónde se acababa la pista otra vez, un lugar lleno de árboles dejando solo un espacio pequeño de pasto verde, una roca y acantilado para subir y seguir con más árboles.

Inojin miraba al rubio que daba otro golpe al árbol con rabia y decepción, le resultaba en cierta forma gracioso, ver a ese rubio alegre, diligente y con la mente abierta a más camino como cuando eran pequeños ahora se sucumbe en la desesperación y angustia al no poder encontrar algo más para seguir, había algo que le alegraba de eso y es que esa forma tan infantil, egoísta y inmadura que traía al siempre conseguir un camino y jactarse que es el mejor incluso más que su padre solo se iba apagando hasta no quedar nada de que pueda presumir, era en cierta parte satisfactorio bajar de las nubes a ese rubio, también estaba el Nara, no demostraba su furia como el otro seguro lo habría sacado de su padre pero también ver como este solo fruncia y a veces gruñía por lo abajo era satisfactorio.

Mitsuki por su parte todo lo que veía ya no le importaba como cuando era pequeño, antes a cada rato habría estado preguntado el ¿Por qué?, Pero ahora no, no lo hacía por qué ya se sabía que era eso y la razón, ahora solo veía como los otros no paraban de estar de mal humor por no hallar nada, si era sincero Menma había echo un buen trabajo al dejar las pistas y por dónde ir, lo más curioso era cuando pasaban por un lado había algunos los aliados que no los miraban y pasaban de largo, era como un juego pasar por dónde estaban ninjas que les podrían dar información pero que no los vieran y "ellos" tampoco, si quiera por el que si los había visto, cuando ellos iban otros llegaban, en el transcurso también era lo mismo llendo por diferentes direcciones pero una misma ruta, tal y como estaba en el mapa que les dio el azabache hace tiempo.

Ahora tenían que esperar para hacer lo siguiente de la misión.

Mientras que los otros dos estaban molestó, frustrados y cansados con los miles de reproches de su adorada Hokage que no ayudaba en nada, ya iba a pasar dos meses y nada ninguna pista o algo tenían, debían de hacer algo y encontrar la solución a su problema.

- Boruto no creo que si sigues golpeando al árbol este te diga algo - con una sonrisa mirando al otro que volteo a mirarlo.

- tu no estás preocupado, no vez que no estamos llegando a nada y tenemos que encontrar a los culpables - mirando al Yamanaka que se veía aburrido pero a la vez juguetón, algo extraño no lo describía, su cabello suelto y que pasaba por un hombro suyo.

- pero no lo haremos - bufo, estaba con los brazos cruzados y apoyado su hombro en el árbol mirando en dirección del otro.

- ¡No ayudas Inojin! - dijo entre dientes - esto es serio.

- y lo que yo te digo también lo es, lo único que nos queda es regresar a Konoha.

- tenemos una semana más.

Una verdad OcultaWhere stories live. Discover now