Cuando A-Yuan se enferma y Wen Qing no tiene los suministros que necesita para tratarlo adecuadamente, Wei Wuxian solo puede pensar en un lugar al que acudir en busca de ayuda.
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Empuja con fuerza, haciendo una pausa solo para cuidar de A-Yuan según las instrucciones de Wen Qing, luego se mueve de nuevo. Pierde la noción del tiempo por completo. Se detiene solo una vez cuando está tan cansado que sabe que si va mucho más tiempo, comenzará a desorientarse. Les encuentra una cabaña vacía y caída y duerme durante unas horas antes de partir de nuevo.
Su cansancio comienza a superarlo nuevamente cuando llega a un pueblo a última hora de la tarde. Es lo suficientemente grande como para tener algo de actividad en las calles, a pesar de lo avanzado. Le lleva casi caerse al río para atravesar el lugar y darse cuenta de que no se trata de una ciudad cualquiera . Esta es la ciudad de Caiyi.
"Ya casi llegamos, pequeño", respira Wei Wuxian y besa la parte superior de la cabeza de A-Yuan. "Solo un poco más allá".
Toma un trago de agua y se deja recuperar el aliento antes de partir de nuevo. Está tan cerca que sería estúpido detenerse ahora. El puede hacerlo. Él sabe que puede lograrlo.
Casi lamenta la decisión cuando llega a la base de la montaña sobre la que se asientan los Nichos de nube, pero sigue adelante.
"Me pregunto si el hecho de que a las personas normales les resulte más difícil llegar hasta aquí es por diseño o por un feliz accidente", se queja.
Hay un dolor constante en su pecho por la falta de Suibian, pero ahora late. Él ya habría estado aquí. A-Yuan ya habría estado recibiendo el tratamiento adecuado durante al menos un día.
Aún así, pone un pie delante del siguiente y sigue trepando.
Parece que la cima nunca llegará, como si estuviera escalando hasta que muera. Esto fue mucho más fácil cuando tenía quince años, por demasiadas razones para contar.
Casi llora cuando ve la luz de las linternas que cuelgan a las puertas de los Nichos. Se permite un solo momento de alivio ante la realidad de que ahora tiene que hablar para golpearlo.
"Joder", respira. Su única esperanza es conseguir que vayan a buscar a Lan Wangji y Wei Wuxian ni siquiera sabe si realmente está aquí .
"Buenas noches, peregrino", dice uno de los guardias. "Indique su negocio".
"Vengo en busca de ayuda", dice Wei Wuxian. "Tengo un hijo muy enfermo".
"Avanza hacia la luz", dice otro guardia con una voz mucho menos amigable. Tira de la honda hacia atrás para que la cabeza de A-Yuan sea visible y haga lo que le dicen.
"¡Wei Wuxian!" el guardia hostil grita y ambos guardias sacan sus espadas.
Cada instinto está gritando para que Wei Wuxian agarre a Chenqing. Respira profundamente en su lugar. "Sí. Solo vengo a suplicar ayuda para mi hijo".
"¿Por qué deberíamos creerte?" el primer guardia antipático pregunta.
Como todavía no estás muerto , no lo dice a pesar de que quiere más que nada.
"Porque él está aquí en mis brazos y obviamente enfermo", responde Wei Wuxian con los dientes apretados. "Y si crees que soy tan peligroso, ve a buscar a Hanguang-Jun. Deja que sea el juez".
Ellos consultan por un momento. "Hanguang-Jun está dormido. ¿Por qué deberíamos despertarlo como tú?"
"Debido a que ha mostrado afecto por este niño en el pasado y estaría molesto contigo por retrasarse. Me someteré a lo que elija hacer conmigo una vez que esté aquí", dice Wei Wuxian.
"Bien", dice el gruñón. "Pero si respiras en la dirección equivocada, estoy haciendo sonar la alarma".
Wei Wuxian asiente. Mantiene ambas manos donde se pueden ver y no se mueve, excepto para presionar un beso en la frente todavía demasiado caliente de A-Yuan.
Parece que pasan horas, o quizás varios años, antes de que escuche el sonido de la puerta abriéndose.
"¿Wei Ying?" Lan Wangji pregunta.
Se ve diferente. Le toma a Wei Wuxian un momento embarazosamente largo de mirar para darse cuenta de que es porque su cabello no está recogido en un casco. La cinta de su frente está, notablemente, todavía firmemente en su lugar.
"Lan Zhan", dice Wei Wuxian, sintiéndose repentinamente pesado y lento. "Lan Zhan, por favor. Está enfermo. No teníamos las cosas necesarias para tratarlo y no podía pensar en ningún otro lugar a donde ir. Le rogaría si fuera necesario. No tengo orgullo en lo que concierne a A-Yuan". "
Para su horror, siente que le arden los ojos y se balancea sobre sus pies.
"¡Wei Ying!" Lan Wangji jadea y de repente está muy cerca y le pasa un brazo por los hombros para sostenerlo. "No necesitas rogar. Te ayudaremos".
El alivio de esas palabras es tan grande que Wei Wuxian se siente como una marioneta cuyas cuerdas han sido cortadas. El lo hizo. Los Lans te ayudarán.
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