Capítulo 20: Reunión de Padres

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Como un No muerto has vivido, como un Elegido fuiste seleccionado por tus defectos y virtudes, como Cazador te adaptaste al ambiente y como un Héroe serás recordado por tus acciones desinteresadas a lo largo del trayecto.

*En la casa de Izuku más tarde*- Localización o tiempo de la narración

(POV de Izuku)- narración del punto de vista de un personaje

-Sera mejor que no me te elimine antes de que seas un problema—dialogo de un personaje

(Cual Quirk utilizare con este villano?)- pensamiento de un personaje

Disclaimer: Los personajes de Boku no Hero Academia le pertenecen a su creado Kosei Horikoshi, por lo cual escribo sin lucro alguno y solo por diversión.

CAPITULO 19: Reunión de Padres

Izuku abrió los ojos y se encontró en un paisaje plano y desolado cubierto de oscuridad y tinieblas, no había nada visible en la extensión del páramo en el cual se encontraba. Está vistiendo su traje de héroe en ese desértico lugar donde solo él era el único a la vista.

A él no le fue extraño estar en ese lugar, después de todo había estado allí tantas veces que prefiere ni si quiera mencionar el número. Dejó caer sus brazos con evidente cansancio y su mirada denotaba tristeza mientras agachaba la cabeza.

-Por favor, no de nuevo-, pidió Izuku sabiendo que era inútil lo mucho que lo dijera, siempre que tenía este tipo de sueños le era imposible despertar por su cuenta.

No había tenido un sueño así desde hace un tiempo y pensaba que ya eran cosa del pasado, pero al parecer se equivocó, pues allí estaba, en el lugar más oscuro de su mente, el lugar donde predominaba la esencia de All For One, lugar que ha provocado que él tuviera las pesadillas con las memorias de su predecesor.

Levantó la cabeza para mirar al frente suyo, donde a unos cuantos metros unas sombras ondulando como fuego se agruparon y dieron forma a un humano, un hombre adulto de tez blanca y cabello castaño, vestía de un particular traje de héroe de colores rojos y naranjas con guantes amarillos en sus manos y botas del mismo color.

El hombre comenzó a caminar hacia Izuku, el cual mostró pena en su cara al ver al hombre al frente suyo, este tenía una expresión apagada, sombría y carente de vida o motivación, solo era una coraza vacía de lo que alguna vez fue un gran héroe, ahora estaba vacío y se acercaba a paso lento hasta estar al frente del peliverde que no se movió ni un centímetro, sabía que no tenía escapatoria.

-Oye chico-, dijo el hombre castaño con un tono claramente desmotivado y cansado, pero con un aire tétrico que podría hacer llorar a un bebe al escucharlo. -¿Por qué sigues vivo aún?-, pregunto mientras que posaba sus manos sobre los hombros de Izuku que agachó la cabeza.

-Porque tengo un sueño que cumplir-, respondió Izuku con calma a pesar de que en su rostro pudiera verse clara lastima por el hombre al frente suyo, no podía evitar sentirse algo culpable al verlo de esa manera.

El hombre aferra el agarre de sus manos sobre los hombros de Izuku para comenzar a zarandearle. -¡Yo también tenía un sueño al igual que mi familia y a todos los mataste tú!-, exclamó el castaño con furia reflejada en su expresión dando a transmitir en su tono claro odio hacia el chico que mantenía su rostro tranquilo.

-No fui yo, no es mi culpa, fue el desgraciado de All For One-, respondió Izuku estando internamente afectado por las palabras que dijo el hombre, pero sabía que sus palabras no le llegarían, el castaño al frente suyo estaba cegado por el odio hacia All For One, por lo cual el peliverde lo comprendía.

-¡No mientas desgraciado!, ¡has hecho demasiado daño!-, le dijo el hombre con rabia a Izuku para luego propinarle un fuerte golpe en la mejilla que lo mandó al suelo.

Izuku ni siquiera se había esforzado en esquivarlo y solo lo recibió manteniendo su expresión de lastima para que luego el castaño le levantara del cuello de la camisa.

-¡Di quien soy!-, le reclamó el héroe a Izuku con furia, y el peliverde agachó la cabeza sintiendo un nudo en la garganta para proceder a responder.

-Korima Kayahami, edad 42, eras el héroe " The Inmortal" y anterior usuario de Mom-, contestó Izuku recordando la información de su predecesor que había obtenido a través de sus pesadillas, como All For One lo torturó tanto física como psicológicamente para terminar robando su Quirk y matarle.

Luego de eso más sombras aparecieron y formaron la figura de una mujer de cabello platinado corto hasta los hombros que tenía un parche en su ojo derecho y vestía de un traje de héroe que constaba de un kimono de color blanco con detalles negros.

Ella se acercó a Izuku que se levantaba del suelo con lentitud solo para ser recibido por una patada en su abdomen que lo mandó a rodar unos metros en el suelo.

-Tú eres solo un cobarde que tiene miedo de pagar por sus pecados-, dijo la mujer con una mirada gélida y asesina que podría matar con ella mientras que observa como el peliverde se levantaba del suelo con la cabeza agachada.

-No es cierto, yo no he hecho nada-, respondió Izuku manteniendo su expresión de lastima mientras que se limpiaba el traje que había sido un poco ensuciado.

La mujer y Korima se acercaron a él con claro odio en sus miradas e Izuku solo se quedó de pie sin intenciones de huir o esquivar sus golpes, después de todo alguien tenía que lidiar con su odio, alguien tenía que recibir sus emociones, sin All For One solo quedaba él para pagar por las cosas que el monstruo hizo en vida.

Luego Izuku recibió una patada en su espalda y él se giró a ver como detrás estaba un hombre joven de cabello rojo de puntas hacia atrás, este vestía de una camisa negra, un chándal rojo, unos pantalones oscuros y unos deportivos blancos.

Este miró a Izuku con furia para luego acercarse y tomarle del cuello. -¡Nos has arrebatado lo que más queríamos y nos quitaste nuestras particularidades para quedártelas!, ¡eres un monstruo!-, exclamó el pelirrojo para luego agachar su cabeza mientras apretaba los dientes.

Izuku frunció un poco su ceño de lastima al poder sentir el claro dolor de ellos, pero no podía hacer nada, absolutamente nada por ayudarles... no podía salvarles.

-Yo no soy un monstruo, yo quiero ser un héroe-, respondió Izuku tratando de no sucumbir ante las ofensivas palabras que le dirigían sus predecesores, a lo cual recibe un puñetazo por parte del pelirrojo que lo manda hacia atrás.

Después una cantidad inmensa de sombras hicieron acto de presencia en el páramo y en cuestión de segundos había una gran cantidad de personas rodeando a Izuku. Eran muchas siluetas que al estar tan lejanas no eran visibles sus apariencias, eran fácilmente más de 90 o 100 personas, todas con su odio dirigido hacia el peliverde.

-¡Nunca serás algo tan noble en tu maldita existencia!-, le gritó una de las personas del fondo con ira y rabia mientras que Izuku miraba al suelo y apretaba las manos.

Ni siquiera se esforzó en esquivar una cachetada propinada por la mujer del kimono y el parche. -¡Di quien soy!-, le reclamó ella a él mientras que lagrimas comenzaban a acumularse en sus ojos, pero estos seguían viendo con odio al chico que hizo un esfuerzo en responder.

-Yuriki Tachibana, edad 29, eras una gran heroína y estabas por casarte, eres la anterior usuaria de Frost-, respondió Izuku desanimado pero tratando de mostrarse tranquilo, era lo último que podía hacer, no dejarse mostrar como en realidad estaba... destrozado, triste, deprimido, frustrado y demás sensaciones que ocultaba bajo su máscara de calma.

Luego de eso el hombre pelirrojo le sujeto de los hombros y le dio un fuerte rodillazo en el abdomen que le sacó el aire. -¡Di quien soy!-, reclamó él de forma iracunda mientras que Izuku recuperaba el aliento y jadeaba por el golpe.

-Y-Yatoru Zumikahe, edad 21 y trabajabas para mantener a tu familia de cuatro hermanitos, eres el anterior usuario de Inferno-, respondió el peliverde claramente desanimado pues podía recordar las sonrisas de los pequeños hermanitos de su predecesor, lo cual causó que su corazón sintiera aún más pesar.

-¡Luego tú los mataste a ellos!, ¡es tú culpa!-, exclamó Yatoru con lágrimas en sus ojos llenos de odio para luego darle un golpe en la cara a Izuku, el cual apretó los dientes al recordar la manera en la cual All For One había asesinado a los tres infantes.

Por desgracia las pesadillas que ha sufrido por All For One no se han limitado a solo enseñar memorias de él, sino también a mostrar recuerdos de los antiguos usuarios de los Quirks y de cómo vivieron sus vidas. No había nada más doloroso para Izuku que el ver la feliz vida de alguien verse destruida completamente por las acciones de All For One mientras que él no podía hacer nada para evitarlo, solo eran visiones con las cuales no podía interactuar... eran tan vividas que hasta pensaba que estaba allí.

Nadie lo sabe, ni siquiera le contó sobre eso a All Might. ¿Después de todo qué le diría?, le diría que ha visto las vidas de sus predecesores y sus muertes tantas veces que se habían grabado en su mente a fuego, hasta el punto de recordar su edad, nombre, tipo de sangre, fecha de nacimiento, su familia, sus metas y aspiraciones.

Él podía ver sus vidas como una película, algunos eran héroes, otros civiles mientras que una pequeña minoría eran villanos que tenían claros motivos en sus vidas que en cierta manera justificaron las cosas que hicieron en vida.

Izuku sentía profunda empatía por ellos al conocerles como personas y sus maneras de pensar, pero siempre todos tenían un factor en común y ese era el final de la película, el cual siempre era causado por All For One. Siempre que aparecía en las vidas de los predecesores significaba que estaban por morir y todo lo que una vez amaron se vería destruido.

-Quise intervenir pero no pude por mucho que lo intentara, quien los mató fue All For One-, respondió Izuku mientras se recomponía sin estar realmente herido, pues estaba dentro de su mente y realmente no podía ser lastimado, pero a pesar de eso cada palabra y ataque le dolía aun así.

Luego Izuku recibió un fuerte golpe en su rostro que lo mandó contra el suelo, él levantó la cabeza para ver a un hombre adulto de cabello verde similar a hojas de árboles con orejas puntiagudas, este vestía de un traje de héroe que constaba de un pantalón café, botas de cuero del mismo color, chaleco ceñido al torso y abierto por el medio mientras que de la piel de sus brazos era observable pequeñas flores y hierba.

-¡Di quien soy!-, le gritó el hombre adulto con enojo a Izuku para luego darle una patada en el rostro al chico que escupió sangre.

El peliverde se giró a verle mientras se limpiaba el labio. -Waruta Kirikugen, edad 38, eras un héroe famoso y trabajabas para pagar la operación de tu hija, eres el anterior usuario de Gea-, contestó Izuku desanimado para luego comenzar a levantarse lentamente mientras que le llovían insultos por parte de la multitud a su alrededor.

-¡Suicídate de una vez!-, exclamó una de las siluetas del fondo con furia.

-¡Nos has quitado todo!-, gritó otro con voz femenina con voz llorosa y enojo en su tono.

-¡Irás al infierno!-, exclamaron otros varios en conjunto todos dirigiendo su odio hacia el pobre chico de cabello verde que no tenía culpa de nada, es una víctima al igual que todos ellos, pero parecían no saber eso.

-¡Olvídate de ser un héroe!-, exclamó otro de entre la multitud y luego de eso un joven chico de cabello azul salió de entre ellos para darle un golpe en el abdomen a Izuku que no se movió para esquivarlo.

El chico vestía de ropa civil, pantalón azul, deportivos negros, camisa celeste y una bufanda de color negro. Su cabello era liso hasta los hombros y tenía un flequillo que descendía por su rostro cubriendo la parte izquierda de este.

-¡Dime quien coño soy!-, le reclamó el chico a Izuku con enojo mientras le sujetaba del cuello de la camisa para obligarle a verle a los ojos, ojos llenos de frustración.

-Furata Hijikata, edad 19, tú y tu novia estaban por debutar como héroes, eres el anterior usuario de Flight-, respondió el peliverde sintiendo mucha lastima por el chico al frente suyo, pues All For One había asesinado a su novia frente a sus ojos para hacer que este se viera inundado en desesperación.

-¡Te mereces todo el mal del mundo!-, exclamó Furata con rabia para luego empujar a Izuku al suelo.

-Les prometí a cada uno de ustedes que haría el bien con sus Quirks, voy a tolerar todo el mal si es necesario para lograrlo-, respondió Izuku con calma mientras se levantaba y recordaba las veces en las que fue a las tumbas de cada uno para hacer su promesa.

-¡Cállate y muérete!, ¡quítate la vida!-, exclamaba una de las siluetas del fondo con enojo ignorando las palabras del chico que se encontraba de pie.

Luego de eso una mujer se fue acercando a él, ella tiene cabello purpura hasta la mitad de la espalda, viste de una falda negra hasta las rodillas, medias blancas hasta las pantorrillas, una blusa blanca y una chaqueta beige y ella se colocó justo al frente de Izuku.

-Dime a mi quién demonios soy, estoy segura de que lo sabes-, dijo ella con una mirada seria y llena de resentimiento dirigido al chico que agachó la cabeza mientras apretaba los puños.

-Bianca Biancci, edad 27, te acababas de casar y lograste salvar a un pueblo de una inundación, eres la anterior usaría de Poseidón-, respondió Izuku observando como la mujer solo le fulminaba con la mirada y se daba la vuelta para darle la espalda, esto fue hasta igual de doloroso que alguna agresión física.

-¿¡Por qué mierdas quieres tú ser un héroe!?, ¡solo eres un villano!-, exclamaba otro de los predecesores del fondo con claro enojo e Izuku levantó su mirada hacia el cielo que no existía, solo es oscuridad.

-Porque no quiero que nadie más pierda a un ser querido como yo, por eso quiero salvarlos a todos-, respondió Izuku con una mano sostenida sobre su corazón mientras que por su mente pasó la imagen de su madre sonriéndole maternalmente.

-¡Pura mierda!, ¡tú nos has quitado todo!-, exclamó un hombre mayor mientras llegaba al lado de Izuku para sostenerle de un hombro y comenzar a pegarle unos puñetazos en el rostro con su otra mano.

Ese hombre tenía cabello gris a causa de la edad y tenía una poblada barba del mismo color, vestía de ropas elegantes de color negro similar a un miembro de la alta sociedad y portaba guantes de color blanco que se teñían de rojo a causa de la sangre de la nariz de Izuku.

El hombre se detuvo para luego atraer al chico mientras le sujetaba del cuello. -¡Dime quien soy!-, le gritó el hombre viejo mientras que lagrimas comenzaban a formarse en sus ojos.

Izuku agachó la cabeza con tristeza. -Adelfried Aastor, edad 48, gran hombre de familia y abuelo amoroso que los protegió hasta el final, eres el antiguo usuario de Hellsing-, respondió el peliverde sintiendo profunda lastima por la difunta familia del hombre mayor al frente suyo.

Adelfried no pudo más y soltó a Izuku y luego cayó de rodillas mientras que se llevaba las manos a la cara para aguantar los sollozos de tristeza.

El chico procedió a tomar distancia mientras que sus heridas desaparecían y su traje desarreglado volvía a la normalidad. Esta era una tortura perpetua que ha tenido que soportar desde que obtuvo el All For One, las primeras veces trató de escapar o despertar... no funcionó, después trató de dialogar... tampoco funcionó, luego en un punto se desesperó y trató de callarlos pero siguieron apareciendo de las sombras... siempre estuvo atrapado allí siendo atacado psicológicamente.

-Señor-, Izuku escuchó la voz de una niña y se voltea a ver como a su lado estaba una pequeña niña de cabello rubio con un bonito vestido de color blanco. -¿Puede decirme quien soy yo?-, le pidió la pequeña al chico de una forma más inocente que el resto de los presentes.

Izuku sonrió con tristeza mientras se acercaba a ella y se arrodillaba al frente para posar una mano sobre su cabeza.

-Tú eres Emilia White, tú tenías solo 9 años y una feliz pareja te había adoptado finalmente de tu orfanato, eres la anterior usuaria de Red Volt-, respondió Izuku con un fuerte dolor en su corazón recordando la manera en la cual All For One se encargó de los padres de la niña y de ella, el ver eso causó que él tuviera pesadillas por la siguiente semana.

-¿Por qué mataste a mis padres, Señor?, ¿Por qué me quitaste mi Quirk y me mataste?-, le preguntó Emilia al peliverde claramente estando triste y decaída mientras agachaba su cabeza.

Izuku sintió un fuerte nudo en su corazón y le miró apenado. -No fui yo, ese fue All For One-, le dijo Izuku con su pequeña sonrisa triste.

Alice levantó su cabeza con un rostro carente de vida y el resto de los presentes se encontraban en el mismo estado. -¡TÚ ERES ALL FOR ONE!-, gritaron todos de manera contundente causando que Izuku ampliara levemente los ojos y que volviera a sentir ese miedo, el miedo a dejar de ser él mismo... el miedo a estarse volviendo All For One, el bastardo que mató a su madre.

Pero de la nada un fuerte resplandor de luz se hizo mostrar ante todos y de esta manera Izuku se cubrió los ojos mientras que las sombras desaparecían y todo el páramo se vio más iluminado llegando a mostrar un cielo nublado.

Izuku se fijó en el lugar donde se originó el resplandor de luz y en el lugar estaban Nana y el primer usuario del One For All. Ambos se estaban acercando a Izuku mientras que este se ponía de pie más calmado que antes.

-De verdad lamentamos llegar tarde Noveno, estamos ocupados reteniendo a mi hermano-, dijo el Primero con algo de pena en su tono mientras llegaban al frente del peliverde.

Nana por su parte se acercó a Izuku para colocar una mano sobre su hombro. -Un joven como tú no debería experimentar esto, es traumático hasta para un adulto-, le dijo ella a Izuku sintiendo lastima por él, después de todo tanto ella como el resto de predecesores han podido ser testigos de las pesadillas de Izuku desde que él obtuvo el One For All.

-No se preocupen, estoy acostumbrado, casi dos años hicieron que sepa cómo lidiar con esto-, respondió Izuku sonriendo levemente sin querer preocuparles, después de todo se había fortalecido psicológicamente a causa de esa constante tortura.

Nana negó con la cabeza y le miró con más seriedad. -Esto es culpa de All For One que está tratando de debilitarte a ti, hacerte caer en la desesperación para apoderarse de tu cuerpo-, le dijo al peliverde que solo se mantuvo en silencio unos cuantos segundos.

-¿Puedo verlo?-, preguntó Izuku con seriedad viendo a sus antecesores que se observaron el uno al otro preocupados.

El Primero dio unos pasos al frente captando la atención de Izuku. -Lo mejor será que no te encuentres con mi hermano el mayor tiempo posible, hablar con él no ayudará en nada-, dijo el rubio de la forma más clara y amable posible.

-Entiendo, de cualquier manera gracias por aparecer-, dijo Izuku sonriendo de forma amistosa y tranquila.

-No hemos hecho nada por ti por mucho que me avergüence decirlo, has aguantado con esto por mucho tiempo, niño-, respondió Nana bajando la cabeza con cierta frustración al solo poder observar como el chico sufría psicológicamente viéndose obligado a ver cosas que le marcarían de por vida.

El Primero sonrió con un poco de alegría viendo al chico. -Pero eres especial, eres diferente a todos nosotros, tú vas a terminar con lo que nosotros no pudimos, solo date tiempo y lo lograrás-, le dijo el primer usuario de One For All a Izuku. -Desde que obtuviste el One For All el núcleo ha crecido exponencialmente, a causa de eso ahora has comenzado a vernos y ahora podemos ayudarte-, reveló y Nana de la misma forma sonrió más animada, pues el One For All llegó a un punto en el cual les permitía a ellos el intervenir con el All For One.

De esa forma disminuyeron el número de pesadillas del peliverde, sus visiones con All For One se han visto más reducidas y las veces en las cuales rememoraba recuerdos de los predecesores de sus muchos Quirks no han sucedido de nuevo desde el ataque a USJ.

El One For All se estaba haciendo más poderoso y podían hacer frente a All For One.

-Tengo muchas preguntas que hacer-, dijo Izuku con calma mirando a sus dos superiores.

-Tendrás las respuestas que buscas a su debido tiempo, Noveno-, respondió el Primero con una pequeña sonrisa.

-Por favor dile a Toshinori que se alimente adecuadamente, lo veo muy flacucho-, le dijo Nana al chico peliverde con una amplia sonrisa característica en ella para luego darle unas palmadas en la espalda a Izuku.

-¿Nos volveremos a ver pronto?-, le preguntó Izuku a ellos con la esperanza de poder aclarar sus dudas, de poder conocerles mejor, de poder diluir la oscuridad que se encontraba dentro de él.

-Eso ni nosotros lo sabemos, pero recuerda que estaremos aquí contigo ayudándote-, contestó el Primero de forma reconfortante mientras que extendía su mano derecha hacia Izuku.

-No estás solo, niño-, le dijo Nana al discípulo de Toshinori con una cálida y esperanzadora sonrisa mientras que copiaba al primero y extendía una mano para señalar a Izuku.

Él sonrió levemente mientras que también extendía su mano hacia las de ellos. -Gracias-, agradeció mientras cerraba sus ojos y sintió como su mano entró en contacto con las 8 manos de los usuarios anteriores, las cuales despidieron un calor familiar que le devolvieron a la realidad.

-¡Despierta, Izuku-kun!-, exclamó Toga enojada al lado de la cama de Izuku para luego dar un salto sobre él y aterrizar con sus rodillas golpeando con fuerza su abdomen, provocando que el dormido peliverde despertara abruptamente a causa del dolor y se comenzara a retorcer un poco mientras que la rubia se levantaba de la cama.

-¿N-No puedes despertarme de una forma más amable?-, le preguntó Izuku a su amiga rubia con una sonrisa adolorida mientras tenia ambas manos sobre su herido abdomen.

-He estado tratando por 10 minutos y no despertabas, por lo que tuve que utilizar la fuerza-, respondió Toga con sencillez y cruzándose de brazos mientras que recostaba su espalda en una de las paredes ignorando la queja del peliverde, ella lleva puesta su ropa cómoda para andar en casa.

Luego de la nada Himiko es acorralada contra una de las paredes por Izuku que sonreía levemente de lado con una mirada intensa puesta en ella que se sonrojó y estaba sorprendida por la repentina acción de su mejor amigo.

-Dicen que un beso es más efectivo a la hora de despertar a alguien-, dijo Izuku en voz baja y ronca mientras que se comenzaba a acercar levemente a Toga, la cual comenzó a sudar y su sonrojo aumentó de intensidad.

-Y-Ya quisieras, déjate de bromas y vístete para irnos a visitar la tumba de tu madre-, decía Toga con una sonrisa nerviosa y con su corazón latiendo como loco mientras que la distancia entre ella e Izuku se iba a acortando poco a poco.

-¿Quién dijo que estaba bromeando?-, preguntó Izuku retóricamente con un tono seductor, causando que ella tragara saliva con nervios y vulnerable para luego cerrar los ojos esperando a que Izuku fuera a besarla, pero luego de unos segundos él se aparta de ella sonriendo divertido.

-Jeje, tranquila Toga, solo jugaba contigo, no es como si yo fuera a hacerte hacer eso, no sería bueno para ti-, le dijo Izuku con tranquilidad mientras le daba su espacio y ella salía de su sorpresa para que luego su rostro se encendiera en rojo vivo mientras que de sus orejas comenzaba a salir vapor.

-P-Prepárate rápido o no te voy a dar los sándwiches que preparé-, dijo Toga nerviosamente y sin mirar a la cara a Izuku para luego comenzar a caminar hacia la salida del cuarto.

-Okey, dame solo cinco minutos y estaré listo-, respondió Izuku con una pequeña sonrisa viendo a su amiga salir de su habitación.

Izuku cerró sus ojos unos momentos para respirar tranquilamente y luego mostrar una mirada decidida. Independientemente de su sueño no podía dejar que eso le afectara en su vida, la misma Nana le había dicho que todo era causado por All For One que quería hacerle caer en la desesperación, pues él no le daría el placer y viviría su vida para convertirse en el héroe que quiere ser, no había tiempo para lamentarse.

Mientras tanto del otro lado de la puerta estaba Toga recostando su espalda de esta mientras que su rostro se mostraba entre avergonzada y nerviosa y tenía sus manos sostenidas sobre su pecho pudiendo sentir como el latido de su corazón todavía no se había relajado luego de lo que hizo Izuku.

-B-Baka-, dijo Toga estando avergonzada y molesta con el peliverde por hacerle esa broma de mal gusto y por dejarla en ese estado donde se ponía nerviosa al tan solo recodar la manera en la cual fue acorralada... ni siquiera él tuvo la decencia de terminar lo que empezó.

*En el Cementerio*

Un tiempo después luego de vestirse y desayunar, Izuku y Toga ya se encontraban subiendo por las escaleras del cementerio donde estaba la tumba de Inko. Izuku llevaba en sus manos un balde de madera y una cuchara de madera con la cual limpiaría la tumba mientras que Toga llevaba las flores y el incienso que darían como ofrenda.

Toga lleva puesto unos jeans ajustados de color azul, unas botas cafés hasta las pantorrillas y una blusa blanca. Izuku por su parte llevaba unos deportivos rojos, un pantalón azul oscuro, una camiseta blanca y un suéter de color negro abierto por el medio.

-Gracias de nuevo por venir conmigo-, le dijo Izuku a su amiga con una leve sonrisa cálida y agradecida con ella, pues desde que ella había comenzado a vivir con él se ofrecía a acompañarle a visitar a su madre.

Toga sonrió ampliamente viendo al peliverde. -No te preocupes, hubiera venido aun si no lo pedias-, respondió ella con felicidad y ambos llegaron al frente de la tumba de Inko Midoriya, la madre de Izuku.

Ambos notaron como esta estaba limpia además de ya haber unas flores e incienso encendido, lo cual causó que ambos se sorprendieran levemente.

-Alguien más vino, ¿sabes quién pudo ser?-, le preguntó Toga a Izuku mientras que se giraba a verle con curiosidad, pero él solo negó con la cabeza.

-No lo sé, pero se lo agradezco-, dijo Izuku con una pequeña sonrisa agradecida con el extraño que visitó a su madre.

Luego de eso Toga coloca las flores en el jarrón vacío y coloca el incienso al lado del otro para encenderlo. Tanto Izuku como Toga se colocaron arrodillados frente a la tumba para juntar sus manos en plegaria y cerrar sus ojos para rezar.

(Hola señora Midoriya, ha sido un tiempo desde la última vez que vinimos y varias cosas sucedieron, Izuku-kun y yo hemos quedado entre los primeros en el festival deportivo y todas las personas nos estaban animando, Izuku-kun terminó en el primer lugar y fue asombroso aunque también me preocupó un poco), decía Toga mentalmente mientras que una pequeña sonrisa estaba dibujada en su cara al recordar los sucesos del festival.

(Izuku-kun ha hecho muchas cosas por mí y le agradezco a usted muchísimo por haber sido su madre y traerlo al mundo, no sé dónde estaría yo en este momento sin él, me aseguraré de que no haga muchas cosas peligrosas y no lo dejaré solo, además ahora tenemos muchos amigos en Yuuei con los cuales puedo contar para cuidar de Izuku-kun), prosiguió la rubia con un cálido y acogedor sentimiento en su interior para luego sonreír con alegría disponiéndose a cumplir con lo que estaba diciendo.

Izuku por su parte rezaba con un rostro neutro y tranquilo. (Mamá, lamento no haber podido venir antes, estuve ocupado con algunos asuntos en Yuuei como el ataque de los villanos a USJ y mi entrenamiento para el Festival Deportivo), decía Izuku disculpándose por su ausencia para luego proseguir. (He logrado estar en el primer lugar del festival y estoy seguro de que acabo de dar un paso para estar más cerca de mi meta de convertirme en un héroe que los salve a todos, no dejaré que otras personas pierdan a sus seres queridos a causa de los villanos, juro que me esforzaré en evitar que eso suceda), dijo él con determinación y frunciendo un poco el ceño.

Luego de eso el peliverde suavizó su expresión en la cual se reflejó un poco de tristeza. (Me haces mucha falta, te extraño mucho y también el comer la comida hecha por ti, extraño que pudiéramos hablar durante la cena o las noches de películas, extraño cuando me despedías para ir a la escuela, espero que me sigas viendo ya que quiero que veas en el tipo de héroe en el cual me convertiré, solo observarme... mamá), dijo Izuku para luego abrir los ojos y separar sus palmas al mismo tiempo en que Toga terminaba de rezar.

Luego de eso ambos se quedan por unos minutos en silencio para luego voltear a verse el uno al otro.

-¿Quieres ir a Paradise a almorzar?-, propuso Izuku con una leve sonrisa tranquila mientras que se ponía de pie al mismo tiempo que Himiko que sonrió alegre.

-Claro, el encargado hasta podría hacernos un descuento por ganar en el festival deportivo-, dijo Toga contenta y optimista con las manos detrás de su espalda para que luego ambos comenzaran a caminar alejándose de la tumba para ir en dirección a la salida.

-Lo dudo mucho-, contestó el peliverde con una gota de sudor en la sien sabiendo lo estricto que llegaba a ser el encargado del local.

Luego después de unos minutos ya se encontraban bajando por las escaleras del cementerio y cuando se fijaron pudieron ver en el pie de las escaleras a un demacrado hombre rubio que vestía de una camisa blanca sencilla y holgada, pantalón café más grande de lo que él necesitaba, zapatos simples y llevaba puesto una gabardina beige abierta por el medio... era All Might en su apariencia esquelética.

Izuku se extrañó de ver a su maestro y mentor en ese lugar y tanto él como Toga se colocaron al frente del rubio que estaba en su forma normal.

-¿Usted no es el señor de la enfermería?, Mmm... Yagi-san, ¿verdad?-, preguntó Toga con una sonrisa agradable y cordial viendo al hombre que recordaba haber visto en la enfermería cuando ella y sus amigos visitaron a Izuku luego de su batalla contra Todoroki.

El rubio sonrió y asintió con la cabeza. -Correcto, por cierto felicidades por quedar de tercera en el festival, joven Toga-, felicitó All Might viendo a la amiga de su discípulo.

-Muchas gracias, al llegar a casa estuve realmente agotada y caí dormida-, respondió Toga divertida mientras se rascaba una mejilla

-Es normal considerando lo que lograste sin usar tu Quirk-, comentó All Might sinceramente impresionado con el logro de ella al haber ganado de esa manera, después de todo no había registro de que alguien que no empleara su Quirk lograra ganar el festival deportivo.

-¿Qué hace aquí, Sensei?-, le preguntó Izuku a su maestro con calma y leve intriga captando la atención del hombre.

-Solo estaba de paso e iba buscando algún lugar en el cual comer-, respondió All Might sonriendo con amabilidad omitiendo algo de su respuesta, pero Izuku decidió no indagar sobre eso.

-En ese caso venga con nosotros, vamos a un lugar con excelente comida-, propuso Toga animada y alegre como ella es mientras que tenía intenciones de conocer más al hombre que entrenó a Izuku para entrar a Yuuei, después de todo ella no sabía de eso pues Izuku decía que entrenaba solo.

-Espero no ser una molestia-, dijo All Might sonriendo algo nervioso de formar un mal tercio al estar presente, después de todo quería que su discípulo pudiera pasear tranquilo y disfrutar de los momentos de calma de su juventud.

-Para nada Sensei, la verdad es que también tengo algo que contarle-, dijo Izuku con una leve sonrisa insistiendo también en que All Might les acompañe a comer, le informaría de su encuentro con Nana y el Primero ignorando lo sucedido con los predecesores de sus otros Quirks, no quería preocuparle.

-¡Entonces está decidido!-, exclamó Toga emocionada y golpeando el aire con un puño sin darle la oportunidad al hombre de responder, a lo cual All Might suspira con una sonrisa aceptando el ofrecimiento de ambos jóvenes.

*En Paradise*

-No, por última vez no hay descuento para ganadores-, le decía el encargado del local a Toga de forma estricta mientras tenía los ojos cerrados y le daba la espalda.

-¿¡Pero por qué!?-, preguntaba Toga quejándose de forma infantil mientras descansaba su cabeza sobre la superficie de la barra.

-Porque trato de mantener un negocio yo solo, si sigues insistiendo no voy a añadirle picante a tu Katsudon-, respondió el pelinegro de mechones rojos con seriedad y la rubia infló sus mejillas haciendo un puchero.

-Buuuuh-, decía Toga desanimada y haciendo ojos de cachorro al encargado que se fue a la cocina para evitar verse influenciado por la mirada de la chica.

Izuku y All Might estaban sentados en una de las mesas viendo la escena con diversión para que luego el hombre rubio se girara a ver a su alumno y sucesor.

-¿Qué necesitabas decirme, mi chico?-, le preguntó All Might al peliverde con curiosidad mientras que este se giraba a verle.

-Hoy me encontré con el primero y con Nana-Senpai en mi sueño-, respondió Izuku con tranquilidad y con un tono de voz moderado para no captar la atención de Toga que quería hablar con el encargado, después de todo no podía dejar que ella se enterara de lo que sucedía con él y The One Above All, estando implícito el conflicto de All For One y One For All dentro de él.

-¿En serio?, ¿y qué te dijeron esta vez?-, preguntaba All Might con interés y seriedad también regulando su volumen para mantener la conversación en privado.

-Dijeron algo sobre que terminaré lo que los predecesores no han logrado, además de que al parecer al yo obtener el One For All el núcleo se ha ido expandiendo y por eso soy capaz de hablar con ellos-, informó Izuku con tranquilidad y mirando la mesa mientras recordaba lo que le dijeron en su sueño.

-Interesante, ¿alguna otra cosa?-, dijo All Might con una mano sobre su mentón con curiosidad viendo a su alumno que asintió con la cabeza.

-Que a su debido tiempo me darán respuestas y que estarán ayudándome, Nana-Senpai dijo... que no estoy solo-, respondió Izuku sonriendo levemente recordando las palabras de ánimo de la mujer, era reconfortante escucharle ya que en cierta manera le recordaba a su madre.

All Might sonrió ante la mención de su maestra y asintió con calma. -Ya veo, sin duda son buenas noticias el saber que los anteriores usuarios te están apoyando-, dijo el rubio con alegría y el peliverde asintió de la misma forma en lo que Toga se acercaba a la mesa.

-¿De qué hablan?-, les preguntó Toga a ambos con curiosidad y una sonrisa mientras se sentaba al lado de Izuku.

-Oh, Mmm... le preguntaba al joven Midoriya como les iría en la escuela mañana-, mintió All Might con una sonrisa nerviosa tratando de cambiar el tema en otra dirección, pero al parecer no pensó en que no fue la más adecuada.

Toga sonrió tratando de no mostrarte triste mientras bajaba al cabeza. -Pues nos toca traer a nuestros padres, pero... por ciertas circunstancias los míos no van a poder ir-, respondió Himiko recordando su delicada situación familiar y su inestable relación con sus padres.

Izuku se encogió de hombros con sencillez mientras cerraba los ojos, -En mi caso Aizawa-Sensei y el director Nezu saben que no tengo ningún familiar vivo y me dijeron que no debía molestarme en llevar a alguien-, contestó él mostrándose despreocupado a pesar del pesar que guardaba dentro de su corazón.

All Might les miró con lastima y luego les sonrió de forma esperanzadora. -Solo puedo decirles que fuera de sus situaciones personales ustedes tienen otra familia, no una de sangre sino una formada por lazos, sus amigos y compañeros forman parte de ella, no lo olviden-, les dijo el símbolo de la paz a ambos con intenciones de animarles, provocando que Toga e Izuku le vieran y sonrieran agradecidos por sus palabras y asintieran de acuerdo con él.

Luego el encargado del local llegaba a la mesa con los platos de comida. -De acuerdo, dos Katsudon para estos dos mocosos que ahora son famosos-, decía él con una pequeña sonrisa mientras les dejaba a ambos sus Katsudon con el detalle de que estos emitían un cierto resplandor celestial que daba por hecho que fue preparado espléndidamente por la ocasión de la victoria de ambos en el festival.

El encargado sonrió divertido al ver la alegría en el rostro de Toga y luego procedió a dejarle a All Might su comida. -Y aquí está la porción grande de fideos Udon para usted, Yagi-san-, dijo de forma cordial y amable viendo al rubio que había venido varias veces a su tienda.

-Y-Yo no lo pedí tan grande-, decía All Might sonriendo algo nervioso al ver el Udon del doble o casi triple de la cantidad a la cual estaba acostumbrado a comer.

-Yo fui quien ordeno que fuera de ese tamaño, Sensei-, dijo Izuku sonriendo divertido al ver la reacción de su mentor.

-¿Por qué?-, preguntó All Might intrigado por la petición del chico.

-Nana-Senpai también me dijo que usted debía de alimentarse mejor por estar tan delgado-, respondió el peliverde de forma amable y sonriendo cálidamente viendo al demacrado hombre que se sintió feliz al escuchar algo tan típico que le diría su maestra, a lo cual buenos recuerdos del pasado volvieron a su mente y le alegraron.

Luego de esto Toga, Izuku y All Might cerraron los ojos y juntaron sus palmas. -Itadakimasu-, dijeron todos para proceder a comer sus alimentos mientras que el encargado observaba todo desde la barra con una leve sonrisa tranquila.

*Al día Siguiente*

Ahora estaban Izuku y Toga vistiendo sus uniformes de Yuuei mientras estaban en el tren de camino a la academia. Afuera estaba lloviendo y el tren estaba tan ocupado hasta el punto en que la distancia entre Toga e Izuku era casi nula denotando la diferencia de altura entre ambos.

-No entiendo por qué insististe en que vayamos en tren-, dijo Izuku algo fastidiado y cansado estando encorvado viendo a Toga que estaba al frente suyo con un sonrojo en sus mejillas mientras evitaba verle a la cara.

-P-Porque está lloviendo, no quiero mojarme ni coger un refriado-, respondía Toga tratando en lo posible de mantenerse calmada e ignorar su cercanía con el peliverde que le hacía ver pequeña a su lado.

-Sabes bien que puedo utilizar Pulse para repeler las gotas de agua y mantenerte seca-, dijo el chico con calma y sencillez dado que no era la primera vez que caminaba entre la lluvia con Pulse haciendo de paraguas.

-Y tú olvidas que no puedes utilizar tus Quirks fuera de la escuela, no debemos jugar mucho con nuestra suerte-, replicó Toga con molestia y mirándole con seriedad a modo de reproche pues debía recordarle que no era legal utilizar los Quirks en la calle a menos que tuvieran una licencia de héroe.

-Pero aquí está algo apretado-, trató de argumentar Izuku para justificar su punto mientras que empujaba su espalda un poco para atrás chocando contra otro pasajero que le estaba presionando contra Toga que se sonrojó nuevamente mientras desviaba la mirada.

-N-No me molesta-, dijo Himiko no muy disgustada con su distancia del peliverde... podía tolerarlo.

-Hey, es Midoriya de la clase de héroes-, dijo uno de los pasajeros del vagón captando la atención de ambos jóvenes y de varios pasajeros que se enfocaron en ellos.

-Buen trabajo en el festival deportivo, lo hiciste increíble-, le dijo un hombre al chico peliverde mientras le daba un pulgar en alto.

-A mí me asustaste en varias ocasiones, pero eres asombroso con tus Quirks-, dijo un hombre joven con una sonrisa recordando los sucesos que vio en televisión y que en esos momentos se retransmitían en las pantallas de las calles.

-También está Toga, de verdad increíble trabajo contra Tokoyami-, felicitó una mujer joven animada felicitando a la rubia.

-El primero y el tercer lugar, que grandioso-, dijo un hombre emocionado por la presencia de los dos jóvenes promesa a ser héroes.

-Es más alto de lo que pensé-, dijo una chica joven vestida de uniforme escolar con admiración y un sonrojo en sus mejillas viendo al alto chico.

-Ella es en realidad hermosa-, dijo la amiga de la chica con emoción al ver a la rubia que había ganado el tercer lugar sin usar su Quirk.

-Quisiera haber sido así de joven-, decía un hombre mayor con una sonrisa gentil envidiando un poco el espíritu de los jóvenes.

-¡Den lo mejor, héroes!-, exclamaron todos los pasajeros del vagón dándole ánimos a Izuku y a Toga, a lo cual ella sonríe ampliamente mientras que él lo hace de forma más leve y suave.

-¡Por supuesto!-, respondió Toga emocionada y motivada mientras que Izuku los miraba a todos y asentía con la cabeza dispuesto a cumplir su meta de volverse un héroe que los protegiera.

*En la entrada de Yuuei*

Ahora ambos caminaban de camino a la academia mientras que Izuku sostenía el paraguas que compartía con Toga que "olvidó" el suyo en casa.

-Eso fue emocionante, ¿no lo crees?-, le preguntó ella a Izuku con una sonrisa alegre mientras se giraba a verle sin dejar de caminar.

-Supongo, aunque aun así insisto en que hubiéramos venido volando-, respondió Izuku con una leve sonrisa mirando el camino, aunque aún así no podía negar en que le agradó ser reconocido de manera positiva entre las personas.

-¡Buenos días Midoriya-kun, Toga-san!-, exclamaba Lida trotando en dirección a ellos mientras que se acercaba por detrás.

-¿Lida-kun?-, preguntó Toga intrigada mientras que se giraba a ver a su amigo solo para cubrirse la boca. -¡Pff!, ¡llevas un poncho y botas de lluvia!-, exclamó ella divertida por lo gracioso que se veía su amigo de lentes de esa manera.

-¿¡Por qué caminan tan lento!?, ¡van a llegar tarde!-, les decía Lida a ambos de forma estricta y motivada por la responsabilidad para luego rebasarles sin detener su velocidad hacia la academia, a lo cual Izuku tomó de la mano a Toga para aplicar Flight en ambos y comenzar a seguir al pelinegro a la misma velocidad.

-¿Tarde?, pero si aún quedan 5 minutos para la primera campana-, dijo Izuku con calma por lo que decía su amigo de lentes.

-¡Los estudiantes de Yuuei llegan 10 minutos antes!, ¡por ser el presidente deberías saberlo!-, respondía Lida diligentemente y con movimientos robóticos mientras corría.

-Bueno, digamos que pude haber llegado mucho antes pero ciertas circunstancias me lo impidieron-, decía el peliverde con calma para luego mirar de reojo a Toga a modo de reproche silencioso, a lo cual la rubia infla las mejillas y desvía la mirada.

-Phm, Baka-, dijo Toga molesta con Izuku ya que no apreciaba los esfuerzos de ella por pasar más tiempo juntos, pues si utiliza sus Quirks llegarían rápidamente a la escuela con sus amigos y no era lo mismo a solo ser ellos dos.

Minutos más adelante estaban los tres en los casilleros de la entrada, Izuku guardando su paraguas mientras que Lida se quitaba la capucha de su impermeable.

Luego de eso tanto Izuku como Toga vieron preocupados a Lida que le daba la espalda a ambos. No podían evitarlo al no saber cómo estaría por lo sucedido con su hermano mayor y no sabían cómo tocar el tema.

-Um... Lida-kun-, le decía Izuku a su amigo mientras que se acercaba un poco a él con la intención de animarle.

-Si es por mi hermano no se preocupen, me disculpo por hacer que se preocuparan sin necesidad-, decía Lida para luego darse la vuelta a verles con una sonrisa.

-No me molesta si quieres hablar sobre eso-, dijo Izuku con amabilidad mientras que Toga asentía con la cabeza claramente preocupada por su amigo, cosa que conmovió al chico.

-Gracias pero todo está bien, lo mejor será que nos movamos-, respondió Lida de la mejor forma que pudo para luego quitarse su impermeable e irse caminando por los pasillos en dirección a su clase mientras que Izuku y Toga le veían alejarse.

-Lida-kun-, decía Toga preocupada por Lida y por cómo se sentiría en esos momentos ya que ella también había experimentado esa sensación tristeza y enojo cuando sus tíos fueron asesinados.

Izuku por su parte mantenía el silencio mientras observaba como la espalda de Lida se alejaba de ellos. Por ahora le daría su espacio pero sin duda tomaría cartas en el asunto para animar a su amigo y demostrarle que allí estaban ellos para él si lo necesitaba.

*En la clase 1-A*

Por su parte en la clase A todos parecían animados mientras conversaban entre si estando algunos sentados en sus asientos mientras que otros se reunieron en grupos.

-¡Muchas personas hablaron conmigo de camino aquí!-, dijo Mina emocionada y con una gran sonrisa mientras se señalaba así misma.

-Conmigo también, no pararon de felicitarme por esforzarme tanto-, dijo Kirishima alegre y de brazos cruzados sintiéndose un poco orgulloso de haberlo dado todo sin tener remordimientos, ¡porque es lo que un hombre hace!.

-Eso es porque nos asombraste a todos-, comentó Sato con una sonrisa viendo al pelirrojo mientras le daba un pulgar en alto, sin duda sus batallas contra Tetsutetsu y Bakugou fueron sorprendentes.

-Muchas personas estaban a mi alrededor, ¡fue un poco vergonzoso!-, decía Toru encogiéndose de hombros un poco avergonzada.

-Algunos educadores de primaria me dijeron: "Está todo bien"-, dijo Sero algo desanimado mientras se señalaba así mismo por la lástima que le tenían todos a causa de su aplastante derrota en su pelea contra Todoroki.

-Está todo bien-, dijo Tsuyu mirando al pelinegro que se llevó las manos a la cabeza desesperado de esa estúpida frase, provocando que algunos rieran divertidos.

-Después de un solo día fuimos empujados al centro de la atención-, comentaba Kaminari sonriendo relajado mientras veía a sus amigos que asintieron.

-¿Cómo te fue a ti, Bakugou-kun?-, le preguntó Mina al rubio cenizo con una sonrisa y varios se giraron a ver al segundo lugar del festival que debía ser mucho más reconocido que ellos.

-Esos extras no me dejaban caminar tranquilo y tuve que gritarles para que dejaran de joder-, respondió Bakugou con el ceño fruncido y las manos en sus bolsillos mientras mantenía sus pies sobre su puesto con rebeldía.

-Una respuesta así viniendo de ti es muy predecible-, comentó Kirishima sonriendo divertido mostrando su dentadura mientras se rascaba la nuca, cosa que provocó que Katsuki chasqueara con la lengua.

-Cállate, Kirishima-, dijo Bakugou irritado y desviando la vista para diversión de algunos.

Luego de eso la puerta del lugar se abre y entran Toga, Lida e Izuku siendo este quien entraba con las manos en los bolsillos y con tranquilidad.

-¡Buenos días a todos!-, exclamaba Toga contenta saludándolos a todos para que algunos le devolvieran el saludo mientras que ellos tres se dirigían a sus asientos donde también estaban Momo y Uraraka.

-Hola Deku-kun, Toga-chan, Lida-kun-, les saludaba Uraraka con alegría mientras hacia un ademán con su mano.

-Es bueno verles de nuevo-, dijo Momo sonriendo levemente viendo a sus amigos con los cuales solo ha podido hablar por mensaje.

Izuku asintió con serenidad y una leve sonrisa. -Lo mismo digo, espero que lo hayan pasado bien durante los días de descanso-, les dijo Izuku a sus dos amigas para luego él sentarse en su asiento junto con Toga y Lida, estaba más que claro que ellos eran un grupo y la cercanía de sus asientos les permitían hablar sin problemas.

-Pues las personas me reconocían cuando salía a caminar, me ponía un poco nerviosa-, decía Uraraka sonriendo un poco nerviosa y rascándose una mejilla al recordar los cumplidos de completos desconocidos.

-¡Es lo normal gracias a haber participado en el festival deportivo!, ¡eso demuestra lo increíble que es Yuuei!-, dijo Lida con movimientos rígidos y alzando una mano al aire con entusiasmo y clara motivación por su escuela, esto por lo menos alivió a sus amigos al verle actuar con normalidad.

Luego de eso la puerta del aula se abre revelando a su profesor asignado que llegaba con su usual expresión cansada y desmotivada.

-Buenos días-, dijo Aizawa cerrando la puerta y saludando a sus alumnos que se dirigían a sus respectivos asientos.

-Buenos días, Sensei-, respondieron la gran mayoría devolviendo el saludo a su profesor que llegaba a su asiento y se mostraba sin vendas en su cuerpo y con una cicatriz debajo de su ojo derecho.

-Gero, Aizawa-Sensei, ya no está vendado, me alegro-, dijo Tsuyu con un dedo en su mentón viendo al profesional que ya no era una momia.

-La vieja ya cumplió con el tratamiento-, respondió Aizawa con sencillez mientras se rascaba la cabeza. -Más importante, Midoriya, Yaoyorozu-, dijo mirando a los dos mencionados que se levantaron de sus asientos con calma. -Quiero que guíen a toda la clase en dirección al salón de eventos, allí ya deberían estar las otras clases con sus padres-, ordenó él y estos dos asintieron con la cabeza.

-Entendido-, respondieron Momo e Izuku como representantes de la clase que eran para proceder a hacer lo que debían.

*En el Salón de Eventos*

Ahora la clase 1-A caminaban de forma ordenada por un pasillo que llevaba directamente al Salón de Eventos mientras eran guiados por Izuku y Momo a la cabeza junto con Aizawa.

-Tengo intriga por ver a los padres de todos-, comentaba Toga viendo a sus amigos con una sonrisa.

-La verdad yo también, es un poco emocionante ver cuánto se parecen ustedes a sus padres-, dijo Jirou de forma relajada y tranquila mientras que todo el grupo seguía caminando.

-Deberíamos jugar a identificar los padres, no debemos saber su identidad y en base a su apariencia opinaremos quien es su hijo-, propuso Kaminari emocionado por su juego mientras esperaba que el resto estuviera de acuerdo.

Momo se giró a verles de forma un poco severa. -No me parece muy educado eso, el punto es que nos mantengamos tranquilos frente a nuestros padres para dar una buena impresión-, le dijo ella al rubio y este agachó la cabeza desanimado pero no le dio más importancia, de esa manera era mejor ya que no se enfocarían en sus padres que muy seguramente le avergonzarían.

-Hagan silencio, ya llegamos-, les decía Aizawa a sus alumnos y luego todos llegaron a un amplio y espacioso Salón en el cual se encontraban alumnos de otros cursos y años acompañados de sus padres y sus profesores asignados.

El lugar estaba bien iluminado con candelabros en el techo, paredes y suelos de cerámica y en el fondo había una tarima con un micrófono en medio. En el lugar también habían amplias mesas con aperitivos y bebidas y en algunas mesas estaban sentados algunos padres hablando con sus hijos.

-Por el momento son libres de hablar con sus padres, en unos tantos minutos el director Nezu dirá algunas palabras, traten de no hacer un escándalo-, les decía Aizawa a toda su clase con relativa seriedad y todos asintieron, a lo cual el pelinegro se fue a una mesa donde estaban Present Mic, Vlad King, Midnight y Snipe.

-Ya escucharon, traten en lo posible de no causar un alboroto-, les decía Izuku a sus compañeros con calma pero con la mirada puesta en alguien es especifico.

-¡No me veas a mi cuando dices eso, Nerd!-, exclamó Kacchan irritado para que luego toda la clase se dispersara en busca de sus padres que ya debían estar en el lugar.

Izuku al ver como Bakugou se alejaba entró en cuenta de algo importante y amplió los ojos. (¡Oh mierda!, ¡se me había olvidado Mitsuki!), exclamó en su mente con un poco de pánico, debía asegurarse de que nadie supiera de su particular relación con la madre de su rival a la cual no había visto en meses desde que Toga comenzó a vivir con él, si acaso solo hablaban casualmente por mensajes.

-¿Estás bien, Deku-kun?-, le preguntó Uraraka al peliverde con intriga y un poco de preocupación al verle sudando levemente.

-S-Si, por supuesto-, respondió Izuku sonriendo calmado y volviendo a la realidad para notar que a su lado estaban Toga, Momo y Uraraka que le veían con miradas inquisitivas.

-Voy a buscar a mi madre, ya vuelvo-, les dijo Momo a sus amigos con una pequeña sonrisa para luego separarse e ir en busca de la autora de sus días.

-Hola Ochako-, todos escucharon la voz femenina detrás de ellos y los tres se giraron a ver a una mujer de largo cabello castaño similar al de Uraraka y ella tenía un sonrojo natural en sus mejillas.

-¡Mamá!-, exclamó Ochako con alegría para ir a abrazar a su madre que vestía de una blusa blanca de manga larga, una falda beige que le llega hasta los tobillos y por ultimo una zapatillas sencillas.

Izuku y Toga sonrieron levemente viendo como su amiga abrazaba a su madre que correspondía con una expresión amable y gentil.

-¿No vas a presentarnos?-, le preguntó la Sra Uraraka a su hija con una sonrisa y la menor asintió con la cabeza separándose del abrazo.

-Cierto, chicos esta es mi mamá, mamá ellos son Toga-chan y Deku-kun-, los presentó Ochako contenta mientras que Izuku y Toga hacían una leve reverencia a la madre de su amiga.

-Mucho gusto señora Uraraka, me llamo Himiko Toga-, dijo Toga con educación y con una sonrisa alegre viendo a la mujer al frente suyo.

Izuku levantó la cabeza y plantó su vista en la madre de su amiga castaña. -Y mi nombre es Izuku Midoriya, un placer conocerla señora Uraraka, su hija es una gran amiga mía, se nota que la ha criado muy bien-, dijo él de forma cordial y serena con un aura carismática.

-Vaya, que educado eres Midoriya-san, veo que eres un joven muy simpático-, dijo la Sra Uraraka con una mano sobre su mejilla sonriendo amablemente viendo al alto chico del que le había hablado su hija, era más alto de lo que parecía por televisión.

-Sip, por algo Deku-kun es el presidente de la clase-, dijo Ochako animada viendo a su madre ya que quería que ella tuviera una buena impresión del peliverde.

-Debe ser algo trabajoso tener que representar a tu clase-, comentó la Sra Uraraka con tranquilidad viendo al chico que negó con la cabeza con calma.

-Por el contrario, es de cierta manera gratificante llevar a cabo mis tareas y apoyar a mis compañeros si necesitan de mi ayuda, me gusta ser útil para los demás-, dijo Izuku con una leve sonrisa y una mirada segura que sorprendió gratamente a la mujer castaña.

-Me alegra ver que pienses de esa manera, sin duda pareces un muchacho trabajador-, dijo la mujer adulta internamente anotando las buenas impresiones que tenia del chico, sin duda sabía que a su esposo le caería bien conocer al muchacho.

Toga dio unos pasos al frente y asintió con la cabeza. -Lo es, Izuku-kun lava la ropa, cocina muy bien, limpia la casa, hace la compra, saca la basura y hasta cose la ropa-, decía la rubia mientras contaba con los dedos las cosas que hacia el peliverde, cosa que sorprendió un poco a madre e hija al prácticamente enterarse de que el chico tenia habilidades de ama de casa.

-¿Cómo lo sabes, Toga-chan?-, le preguntó Ochako a Himiko con intriga, a lo cual Toga se lleva una mano al pecho con una expresión orgullosa.

-Soy su amiga de la infancia, claro que he visto a Izuku-kun hacer esas cosas-, respondió Toga haciendo uso del engaño de que era amiga de la infancia de Izuku, no podía decir que vivía con él. -Deberías probar el Ramen o el Sashimi que hace, son deliciosos-, agregó ella con una amplia sonrisa mientras que el chico solo se rascaba una mejilla algo apenado por los halagos hacia él.

-Eso suena muy bien-, dijo otra voz femenina que captó la atención del grupo que se giraron para ver a una mujer de largo cabello azul sujetado en una cola de caballo que giraba sobre si a la altura de la espalda.

Esta tenía sus ojos del mismo color y dos mechones de su cabello descendían por los laterales de su rostro hasta sus hombros y tenía un flequillo de corte desigual. Su cuerpo y su apariencia joven eran de envidiar y vestía de unos jeans azules ajustados, unas botas cafés hasta las pantorrillas, un suéter de lana negra y cuello de tortuga que acentuaba más su figura, a simple vista tenia similitudes con cierta Senpai curiosa.

-¡Izuku-kun!-, hablando de ella apareció Nejire con una gran sonrisa desde atrás de la mujer peliazul para saludar a Izuku que sonrió al verla.

-Hola Nejire-Senpai-, saludó Toga de forma agradable a su Senpai con la cual había congeniado bien cuando estaban animando a Izuku en su pelea contra Bakugou.

Izuku se acercó a Nejire y a la mujer a su lado. -Hola Nejire, por lo que veo trajiste a tu hermana mayor, mi nombre es Izuku Midoriya, un placer conocerla-, se presentó él de forma cortes y educada haciendo una reverencia formal acompañada de una sonrisa sutil.

La mujer peliazul se llevó una mano a la mejilla mientras miraba al apuesto chico. -Are Are, que chico tan adulador, soy la madre de Nejire, Akiko Hado-, se presentó la madre de Nejire de nombre Akiko teniendo una buena primera impresión del chico por lo que alcanzó a oír hace unos minutos.

Izuku honestamente se sorprendió al saber que era madre de Nejire y no su hermana. -¿De verdad?, se ve muy joven, disculpe mi equivocación-, dijo el peliverde sinceramente asombrado de lo joven que se veía ella.

Luego de eso Nejire se plantó frente al chico con su usual expresión alegre y curiosa. -¿Cómo has estado, Izuku-kun?, ¿Cuál es el nombre de tu transformación?, ¿de verdad eres bueno cocinando?, ¿me cocinarías alguna vez?-, preguntaba ella invadiendo un poco del espacio personal del chico, después de todo no había podido hablar con él como se debe desde el festival deportivo y estaba algo ansiosa por saber más de su amigo.

Por su parte Toga y Ochako estaban un poco molestas por la cercanía de su Senpai con Izuku que solo sonreía divertido al ya estar acostumbrado a la personalidad de la peliazul. La Sra Uraraka por su parte miraba con interés la aparente cercanía que debían tener Izuku y la chica para que esta invadiera su espacio personal, quizás su hija tenía una rival.

Akiko sonrió de manera un poco burlona viendo a su hija. -Dale espacio Nejire, hay maneras más sutiles de pedirle que cocine para ti si quieres acercarte a él-, le dijo a Nejire y esta se sonrojó y se alejó lentamente de Izuku.

-N-No lo decía en ese sentido-, le decía Nejire a su madre con un sonrojo en sus mejillas y un poco nerviosa por lo que estaría pensando Izuku de ella, por lo cual se giró a verle y este seguía sonriendo con amabilidad, cosa que por alguna razón causó que la chica de tercer año se avergonzara un poco más.

-De cualquier manera te vi por televisión, tengo que decir que me sorprendiste con las particulares maneras con las cuales superaste las pruebas y las batallas-, le decía Akiko al chico con tranquilidad y de brazos cruzados por debajo de sus pechos para luego acercarse un poco más. -¿Fue muy difícil para ti?, ¿de verdad solo tienes 15 años?, en realidad no lo aparentas, ¿haces mucho ejercicio o comes sano?, ¿Nejire te molesta mucho?-, le preguntaba la mujer peliazul a Izuku mientras que Nejire se tensó ante la última pregunta de su mamá.

(De verdad es su madre), pensaba Izuku con una gota de sudor en la sien el reconocer de quien había sacado Nejire su curiosidad. -Pues... si, fue difícil lograr ganar el festival, voy a cumplir 16 en unos meses, hago ambas cosas para tener una buena salud, y no, no me molesta para nada Nejire, más bien me agrada su presencia-, respondió él con tranquilidad y girándose a ver a su Senpai para sonreírle y esta devolvió la sonrisa aliviada y feliz, cosa que puso un poco celosas a Uraraka y Toga.

-Me alegro, mi hija puede llegar a ser un poco invasiva en la privacidad de las personas-, dijo Akiko con tranquilidad causando que Izuku, Toga y Ochako tuvieran gotas de sudor en las nucas.

-Izuku-kun, chicas-, decía Momo acercándose al grupo y captando la atención de sus amigos que se voltearon a ver como ella era acompañada de una hermosa mujer de largo cabello negro hasta la mitad de su espalda.

Esta vestía de un hermoso y elegante vestido rojo ceñido a su figura que mostraba pequeña parte de su escote. Ella tiene un collar de perlas, unos aretes costosos, tacones altos de color rojo y lleva unas gafas de sol negras encima su frente. Sus rasgos faciales eran refinados y de belleza notoria para varios del lugar que la veían, honestamente tenía más clase que el resto de los presentes como si se hubiera preparado para un evento de gala.

La Sra Yaoyorozu se colocó frente a las chicas con una sonrisa. -Veo que ustedes son las amigas de Momo, les agradezco por ser amigas de mi hija, ella no es de las chicas que hacen muchas amistades a menos que fuera con nuestro servicio de sirvientas-, decía la elegante y bella mujer sorprendiendo un poco a Toga, Nejire pero sobretodo a Uraraka.

-¿T-Tienes sirvientas, Momo-chan?-, le preguntó Uraraka a su amiga pelinegra con una sonrisa nerviosa y esta asintió con calma.

-Sí, todas son muy amigables conmigo y las conozco desde que tengo memoria-, respondió Momo viendo a su amiga que casi se hiperventilaba mientras que la Sra Uraraka sonreía divertida al verla.

-Ahora la razón por la cual vine aquí-, dijo la Sra Yaoyorozu fijando su atención en Izuku. -¿Tú eres Midoriya?-, preguntó ella con una sonrisa ladina mientras que colocaba una mano sobre su cintura.

Izuku reconoció el estatus social de la mujer y la tomó de su otra mano de manera caballerosa y educada. -Si señora Yaoyorozu, mi nombre es Izuku Midoriya y soy amigo de su hija, es un placer para mí el conocerla, veo de donde Momo ha sacado su aura y belleza-, respondió el chico actuando instintivamente con cortesía y carisma para luego besar la mano de la mujer.

La madre de Momo sonrió complacida por la actitud del muchacho. -Buena respuesta, ahora déjame preguntarte, ¿Cuál es la manera en la que ves a mi hija?-, le preguntó ella al peliverde que se recomponía con tranquilidad, pero Momo por su parte se sonrojó sorprendida.

-¡M-Mamá!-, exclamó Momo avergonzada y nerviosa viendo a su madre para que se detuviera.

-Por favor silencio Momo, mamá está teniendo una conversación-, le dijo su madre sin despegar la vista de Izuku que sonrió de forma suave.

-Considero que su hija es una chica increíblemente inteligente, astuta, capaz, elegante y amable, una joven ejemplar de la cual muchos deberían tomar ejemplo además de que es mi confiable mano derecha para dirigir a nuestra clase, sinceramente tengo mi confianza en ella-, respondió Izuku con honestidad mientras que Momo tenía las manos sostenidas sobre su pecho sorprendida y feliz por la manera en la que él la veía.

Esta vez también fue el turno de Nejire de ponerse algo celosa junto con Toga y Uraraka mientras que la Sra Hado observaba interesada que quizás su hija tendría competencia contra Momo.

-Muy bien, ahora la siguiente pregunta, ¿ser el primer humano con más de un Quirk como ha influenciado en tu vida?-, le preguntó la Sra Yaoyorozu al muchacho sin borrar la sonrisa de su cara.

-Dado mi situación personal he tratado de no utilizar mis Quirks en lo posible debido a que sabía el impacto que causaría el que se supiera esa noticia-, decía Izuku con tranquilidad mientras cerraba los ojos.

Ante eso la madre de Nejire chasqueó con los dedos captando la atención del resto. -Como el incidente del villano de lodo que mostraron en televisión, me sorprendí realmente cuando vi que tu habías saltado a salvar a ese chico Bakugou-, decía Akiko recordando el incidente de hace casi un año.

Izuku asintió ante lo dicho por la mujer peliazul. -Es como usted dice, a causa de eso he tratado de mantener el perfil bajo, pero la verdad no me afecta la atención que puedo recibir por parte de las personas, más a causa del festival deportivo comienzan a reconocerme más seguido pero para mí no es una molestia en lo absoluto-, respondía el peliverde con una pequeña sonrisa para volver su atención a la madre de Momo que sonrió complacida.

-Interesante, sin duda puedo notar que no eres un chico ordinario, según mis contactos eres el primero de tu clase tanto en notas como en resultados físicos, además eres educado, tranquilo y humilde como he podido ver, me agradas-, dijo la señora Yaoyorozu con calma mientras que en su mente anotaba que el muchacho era un buen partido para su hija, además este parecía poder mezclarse bien entre personas de alta clase.

-¿P-Por qué le interrogas, Mamá?-, le preguntó Momo a su madre con una sonrisa nerviosa tratando de aguantar la vergüenza que le estaba haciendo pasar su progenitora.

-Es sencillo Momo, solo estoy tanteando el terreno para conocer al chico del que tanto hablas, tu padre haría lo mismo pero de forma más directa-, respondió la Yaoyorozu mayor con una leve sonrisa viendo a su hija que se sonrojó nerviosa y apenada, pero su comentario causó que la Sra Uraraka y la Sra Hado se tensaran y que el ambiente se volviera más pesado para sorpresa de los jóvenes.

-Oh vaya, parece que no nos hemos presentado adecuadamente-, dijo la madre de Uraraka con una expresión amable mientras se acercaba a la madre de Momo. -Mi nombre es Kioko Uraraka y soy la madre de Ochako, amiga de su hija y de Midoriya-san-, se presentó Kioko de forma educada y por alguna razón en su tono se podía percibir cierta competitividad que no fue ignorada por las otras madres.

Luego la madre de Nejire también se acercó a ambas. -Yo soy Akiko Hado, madre de Nejire que es Senpai de sus hijas y amiga cercana de Midoriya-, se presentó Akiko con un aura competitiva a pesar de su expresión serena, como si estuviera presumiendo de la cercanía de su hija con el muchacho.

-Que error por mi parte el no haberme presentado antes, mi nombre es Fumiko Yaoyorozu y como ya sabrán soy la madre de Momo que al igual que sus hijas es una amiga cercana de Midoriya-, se presentó Fumiko con una sonrisa tranquila mientras que ella también aplicaba tensión en el ambiente mientras veía a las dos mujeres.

De esa manera las tres madres se sonreían con expresiones gentiles y amigables mientras que sus miradas al chocar producían chispas de competitividad las cuales afectaban a sus hijas que estaban algo avergonzadas por el actuar de sus madres que llamaban mucho la atención... hasta se podía ver a Mineta y a su padre de fondo muriéndose por una hemorragia nasal al fijarse en tan hermosas mujeres.

-M-Mamá, ¿q-qué estás haciendo?-, le preguntaba Ochako a su madre con una sonrisa nerviosa mientras le jalaba de una mano para llamar su atención.

-Ahora no Ochako, estoy en medio de algo-, le dijo Kioko a Ochako con calma sin apartar la vista ya que debía mostrar su posición en nombre de su hija, debía dejarle en claro a las otras madres que era su hija la que se quedaría con el educado peliverde.

-¿Qué haces mamá?, ¿por qué te ves tan aterradora?-, le preguntó Nejire a su madre sinceramente intrigada por su repentina actitud ya que parecía participar en una competencia de miradas con las otras madres.

-Ara ara, solo estoy velando por los intereses de mi pequeña niña, ¿es acaso eso malo?-, dijo Akiko con gentileza sin apartar la mirada ya que tenía que mostrarse firme por la relación que quiera tener su hija con Izuku.

-S-Sabes mamá, creo que podrías ir con Aizawa-Sensei para conversar un rato-, le decía Momo a su madre con una sonrisa nerviosa mientras le movía un poco el brazo con la intención de alejarla, después de todo se hacía una idea por la cual estuviera siendo tan competitiva y no quería que dijera algo que la avergonzara más frente a Izuku.

-Estaré ocupada conversando con las madres de tus amigas, Momo-, respondió Fumiko con gentileza e inocencia sin moverse ni un centímetro, después de todo tenía que asegurarse de que Momo obtuviera lo que quería y en este caso era el destacable chico peliverde.

-Ehem, disculpen-, dijo Izuku con una pequeña sonrisa captando la atención de las madres y sus hijas. -Lamento por interrumpirles, pero honestamente quiero darles las gracias ahora que tengo la oportunidad-, decía el chico causando que la competitividad se esfumara y que todas le vieran con intriga.

-¿Por qué?-, le preguntó Akiko al muchacho con intriga y un poco confundida, pues no ha hecho nada para que él le diera las gracias.

-No puedo entender completamente el ambiente pero tengo la certeza de que de verdad están interesadas en la felicidad de sus hijas y me alegro de que así sea, se nota que son madres dedicadas y cariñosas que han criado muy bien a mis amigas a quienes valoro mucho-, decía Izuku con una expresión suave y gentil mientras que sus amigas se sonrojaban conmovidas. -Por lo cual solo puedo agradecerles por el duro trabajo que hacen... gracias-, agregó haciendo una reverencia a las madres que estaban sinceramente sorprendidas por las palabras del chico.

-Yo también quiero mucho a mis amigas, ¡por lo cual gracias por hacer que sean tan buenas personas!-, dijo Toga contenta y opinando lo mismo que Izuku para también hacer una reverencia.

(De verdad que se fijaron en uno especial), pensaron las tres madres honestamente asombradas con el chico en el cual estaban interesadas sus hijas.

-No tienes que agradecer nada Midoriya-san, el preocuparse por su hija es el trabajo de una madre-, dijo Kioko con una expresión amable y jovial mientras que Izuku y Toga levantaban la cabeza.

-Es cierto, ya ni llevo la cuenta de cuantas veces tuve que buscar desesperada a Momo por la mansión al ella perderse para jugar-, comentaba Fumiko cruzándose de brazos divertida, provocando que su hija se sonrojara.

-¡M-Mamá, no digas eso!-, le decía Momo a su madre claramente avergonzada mientras se cubría la cara con sus manos para ocultar su rostro de sus amigos.

-Cuidar a Nejire si fue un reto difícil, al ella manifestar su Quirk hacia un desastre en la habitación que acababa de arreglar y los papeles terminaban en todo el lugar-, decía Akiko suspirando con una leve sonrisa y con una mano sobre su frente mientras que Nejire se rascaba una mejilla y sonreía con inocencia.

-Debió ser difícil, Ochako por ejemplo le gustaba cambiar la posición de los muebles para hacerse un fuerte-, dijo Kioko divertida y con una mano en su mejilla recordando a su pequeña hija levitando la mesa del comedor, no podía negar que se veía adorable en ese entonces.

-¡E-Eso no es cierto!-, decía Uraraka roja de vergüenza y agachando la cabeza mientras que se cubría la cara con las manos.

Luego de eso las tres madres comenzaron a conversar amigablemente entre ellas contando historias graciosas de sus hijas y también tocando otros temas que tenían en común.

-Parece que al final se están haciendo amigas-, comentó Toga sonriendo mientras veía como las madres de sus amigas parecían llevarse bien.

Izuku asintió con la cabeza. -Al parecer, me alegra que se lleven bien, no sé si fue impresión mía pero antes parecía que estaban compitiendo-, dijo sonriendo de lado divertido al siquiera pensar en esa posibilidad, sin duda era poco probable ya que se acababan de conocer.

-Imaginaciones tuyas-, dijo Himiko mirando de reojo a Izuku con seriedad ya que ella sabía que las tres madres estaban peleando por ver cuál de sus hijas se quedaría con él. En esos momentos la rubia agradecía que Izuku fuera tan denso en ese aspecto e ignorara que era él el causante indirecto de todo, de cualquier manera ella no creía que sus amigas estuvieran enamoradas de Izuku por lo cual no le dio más importancia al asunto.

Luego de eso Lida se acercó a sus amigos acompañado de una mujer de cabello negro y lentes. -Midoriya, Toga, Uraraka, Yaoyorozu y Nejire-Senpai, les presento a mi querida madre-, les decía el chico de lentes mientras que su madre hacia un ademán para saludarles.

-Un placer conocer a los amigos de Tenya, por favor cuiden de él-, les decía la Sra Lida de forma amable y gentil, a lo cual Izuku asiente con calma.

-Lo haremos Señora Lida, si lo desea puede ir a hablar con las madres de Uraraka-chan, Momo-chan y Nejire-, le dijo Izuku de forma serena y educada mientras que le indicaba a la mujer el lugar donde estaban las otras madres conversando, a lo cual ella acepta gustosa y se retira para unírseles.

-Se te da bien conversar de forma tan educada y tranquila, Midoriya-, le dijo Lida a su amigo con una sonrisa mientras se arregla los lentes.

-Pues hago lo que puedo, además resultaría bueno que sus madres se lleven bien y se hagan amigas-, dijo Izuku con tranquilidad y colocando sus manos en sus bolsillos.

-Eso es cierto, podría aprender más de ustedes, por ejemplo podríamos hacer un fuerte hecho de muebles, ¿verdad, Uraraka-chan?-, decía Toga sonriendo de forma juguetona mientras le daba unos leves codazos a Uraraka que se avergonzó de nuevo.

-P-Por favor olviden todo lo que oyeron-, les pidió Uraraka a sus amigos cubriéndose la cara con vergüenza, cosa que causó que la rubia y Nejire rieran divertidas.

-Por cierto Nejire, ¿Dónde están Mirio-Senpai y Tamaki-Senpai?-, le preguntó Izuku a la peliazul con calma queriendo conversar un rato con sus amigos que le habían felicitado en el festival deportivo.

-Oh, esos dos están con sus padres y el resto de nuestra clase-, respondió Nejire sonriendo contenta viendo al peliverde mientras que internamente esperaba que esos dos no llegaran para llevarla de vuelta con su clase, prefería pasar tiempo con Izuku y sus Kouhais que le caían bien.

En ese momento el director Nezu subía a la tarima del lugar y se puso al frente del micrófono que fue arreglado por Snipe para que estuviera a la altura del pequeño animal de especie dudosa. De esta forma se aclaró la garganta captando la atención de los presentes que fijaron su atención en él.

-Para mí es un gran placer el tener a los padres y representantes de nuestros alumnos en este lugar, como ya sabrán nuestro festival deportivo ha terminado sin percances de villanos similares a lo ocurrido hace más de dos semanas en USJ, por lo tanto podemos asegurar que nuestra seguridad sigue siendo la mejor de Japón a pesar de los incidentes que ocurrieron-, decía el animal de gran inteligencia con una sonrisa. -Pero hoy yo les pido a todos ustedes, padres y representantes de esta generación de futuros héroes de la sociedad, sigan confiando la educación y seguridad de sus hijos en nuestras manos y nos aseguraremos de hacer de ellos grandes personas de provecho-, dijo Nezu de forma inspiradora y motivada para luego recibir aplausos de los padres y de la mayoría de estudiantes.

-Ahora por favor denle la bienvenida al héroe número uno y a nuestro símbolo de la paz... ¡All Might!-, exclamó Nezu con emoción dándole la entrada al héroe número uno que llegaba a la tarima en su forma súper vistiendo su traje formal amarillo para luego tomar el micrófono.

-¡Hahahaha!, ¡Estoy aquí parado al frente de todos ustedes!, como seguramente ya todos sabrán llevo poco tiempo siendo profesor en Yuuei, pero a pesar de eso puedo asegurarles a ustedes que he notado en la mirada de sus hijos verdadera convicción por lograr sus metas-, decía All Might con su característica sonrisa deslumbrante aumentando los ánimos de los estudiantes.

-Sea crear los mejores herramientas de apoyo y avances científicos, sea ayudar en distintos ámbitos de la sociedad, sea aportar al sistema comercial y publicitario, o finalmente sea como valiosos héroes que salven el día, ¡sus hijos tienen sus sueños en mente y por eso yo y toda la escuela estamos determinados a ayudarles a que se cumplan!, ¡queremos que crean en nosotros que creemos en sus hijos!-, exclamaba el símbolo de la paz de manera inspiradora y alzando un puño al aire con entusiasmo y causando que todos los presentes le aplaudieran y algunos vitorearan.

Luego de eso All Might le dio el micrófono a Nezu. -Ahora por favor sigan disfrutando, al fin y al cabo este es un evento realizado exclusivamente para que todos podamos conocernos mejor, padres, alumnos y la propia Yuuei, ¡formemos lazos irrompibles aprueba de la maldad de los villanos!-, exclamó Nezu de forma esperanzadora para que luego All Might les diera un pulgar en alto a todos para después proceder a bajar de la tarima junto con el roedor u oso montado sobre uno de sus hombros.

-Fue un buen discurso-, decía Izuku con una pequeña sonrisa y aplaudiendo tranquilamente viendo como su maestro bajaba del escenario.

-Fue emocionante, de verdad que All Might-Sensei siempre sabe cómo hacer un discurso inspirador-, comentó Toga dejando de aplaudir para voltearse a ver a sus amigas.

-Supongo que es lo que tiene ser el símbolo de la paz, sinceramente es digno de admiración-, dijo Momo con tranquilidad y una leve sonrisa apreciando los ánimos que les daba su maestro.

-Me pregunto qué clase de animal es Nezu-Sensei, ¿es un oso o una rata?, quizás es un hibrido-, decía Nejire sonriendo con curiosidad teniendo en dedo en su mentón buscando saciar su sed de información.

-Solo sé que a los padres les encantó el discurso, ahora todos se muestran más animados-, comentó Uraraka alegre viendo como varios padres se encontraban felices y el ánimo en general había aumentado luego de las palabras dichas por el símbolo de la paz.

-¡Cállate vieja bruja!-, escucharon la voz de Bakugou resonando e Izuku, Lida y las chicas a excepción de Nejire suspiraron al reconocer su característico tono agresivo.

-¿¡Que dijiste mocoso!?-, fue una voz femenina de la misma forma hostil y esta vez fue solamente Izuku quien la reconoció y decidió tomar cartas en el asunto como presidente de la clase.

-Discúlpenme un momento, tengo que ir un momento a atender algo, ustedes quédense aquí con sus madres-, les dijo Izuku a sus amigos con una pequeña sonrisa y con tranquilidad recibiendo un asentimiento de ellos para luego comenzar a caminar al origen del alboroto.

En cuestión de minutos Izuku llegó a la escena donde podía ver a Mitsuki jalándole una oreja a Bakugou que apretaba los dientes como un perro salvaje mientras que a su lado estaba Kirishima sonriendo nervioso sin saber cómo detener la situación.

-¡Te dije que dejes de insultar a tu amigo!-, le gritó Mitsuki a Katsuki con enojo y severidad mientras le jalaba más la oreja.

-¡Cállate vieja!, ¡yo hago lo que quiera!-, replicó Bakugou enojado y sin dejarse intimidar por su madre para seguir forcejeando.

-EHEM-, dijo Izuku aclarándose la garganta con los ojos cerrados y de brazos cruzados captando la atención de madre e hijo que se voltearon a verle.

-Izuku-, dijo Mitsuki un poco sorprendida al ver al muchacho peliverde mientras que Bakugou solo le miraba con su usual ceño fruncido.

-¿Qué fue lo que dije, Kacchan?, nada de alborotos-, le dijo Izuku a su rival con una mirada seria a la vez que cansada como si estuviera regañando a un niño problemático.

-Tsk, ya sé esa mierda, no soy idiota Deku-, respondió Bakugou desviando la mirada con molestia de tener que ser reprendido por su rival para luego irse de allí con las manos en los bolsillos sin querer más problemas por culpa de su madre.

Luego de eso Kirishima se acercó a Izuku. -De verdad gracias por intervenir Midoriya, ya me estaba sintiendo incomodo-, le dijo el pelirrojo al presidente agradecido ya que todo comenzó porque Katsuki le había dicho "pelo mierda", cosa que no le molestó en absoluto pero a su madre si y esta se puso a reprenderle.

-Te acostumbraras-, respondió Izuku sonriéndole levemente a su amigo que luego siguió a Bakugou para que no se metiera en problemas, quizás el rubio podría llegar a conocer a la madre de Mina que estaba con su hija en la mesa de aperitivos.

Luego de que Bakugou se fue, Izuku se quedó con Mitsuki que parecía algo dudosa de como comenzar la conversación.

-Emm... hola Izuku, hace tiempo que no te veo-, le decía Mitsuki al muchacho peliverde con una pequeña sonrisa y con un ademán de su mano, a lo cual Izuku le mira de forma amistosa.

-Lo mismo digo Mitsuki, lamento no haberme comunicado pero han pasado muchas cosas que me han mantenido ocupado, espero lo entiendas-, dijo el peliverde con tranquilidad y una leve sonrisa mientras que se acercaba a ella y ambos se sentaban en una de las mesas desocupadas.

-No te preocupes, soy una mujer adulta, no una colegiala enamorada-, respondió la hermosa mujer sonriendo relajada, después de todo no es como si fuera novia del chico para que este estuviera en contacto diariamente. -Y he visto que ahora eres el centro de atención en Yuuei, ¿Cómo se siente?-, le preguntó ella a él mientras apoyaba su cabeza sobre sus manos.

Izuku sonrió de forma algo nostálgica mientras levantaba la cabeza. -No siento nada en especial, solo... supongo que un poco de satisfacción, quizás por el hecho de saber que ahora es diferente a cuando mi madre murió-, respondió él con un deje de tristeza en su tono que la madre de Bakugou pudo notar.

-Sé qué no suena muy adecuado viniendo de mi dado las cosas que hemos hecho tú y yo, pero te garantizo que conocí bien a Inko que fue mi mejor amiga y en definitiva estaría orgullosa de ti, le hubiera gustado asistir hoy a esta reunión para hablar maravillas de ti y quizás avergonzarte contando historias divertidas de cuando eras un niño-, le decía Mitsuki a él honestamente con una reconfortante sonrisa y con intención de animar al chico, el cual sonrió agradecido.

-Gracias, a mí también me hubiera gustado tenerla aquí avergonzándome-, respondió Izuku mientras se imaginaba a su madre contándole a sus amigas sobre su fanatismo de All Might y los vergonzosos nombres de héroe que él pensaba para sí mismo cuando era un niño. -Por cierto, debo decirte que... bueno, que creo que yo no debo seguir teniendo esa clase de relación íntima contigo, quizás podemos ser solo amigos-, le dijo él a Mitsuki de forma sutil ya que ahora no veía correcto el seguir teniendo encuentros sexuales con ella.

-Lo entiendo, seguramente hay alguna chica que haya captado tu atención y no piensas que sea correcto seguir continuando lo nuestro-, dijo Mitsuki con sencillez y despreocupada dando justamente en el clavo mientras que observaba al chico con una mirada pícara.

-Es algo más complicado que eso, pero gracias por entender-, respondió Izuku rascándose una mejilla agradeciendo que haya sido tan sencillo ya que por alguna razón esperaba que las cosas se pusieran incomodas entre ambos.

-Debe de ser hermosa si estás dispuesto a dejar este cuerpo-, dijo Mitsuki de forma burlona bromeando con el chico mientras que colocaba una mano sobre su pecho estando orgullosa de su excelente y sexy figura.

Izuku sonrió divertido por lo dicho por ella. -Jeje, yo diría que son hermosas-, contestó el chico para luego sonrojarse un poco mientras bajaba la mirada recordando de manera simultánea a Uraraka, Toga, Nejire y Momo.

-Oh oh, entonces hay más de una-, dijo Mitsuki sorprendida y causando que Izuku se pusiera algo nervioso.

-¿Qué?, no... eso creo... no sé cómo responder a eso-, decía el peliverde agachando la cabeza mientras se rascaba el cuello un poco apenado sin en realidad saber muy bien cuáles eran sus sentimientos hacia sus cuatro amigas.

-Izuku, puedo decirte con sinceridad que estoy sorprendida de que estés interesado en más de una chica, no pensé que fueras de esos-, dijo la rubia ceniza cruzándose de brazos con una sonrisa juguetona viendo al galán que al parecer no había perdido el tiempo al entrar a Yuuei.

Izuku se sonrojó y se sentía algo culpable. -N-No creo que sea correcto que piense de esta manera, no estoy muy seguro de lo que siento, solo sé que son muy importantes para mí-, decía él mientras que su corazón latía más rápido al solo pensar en ellas cuatro.

-Antes de que te des cuenta las consideraras invaluables y las querrás tener todo el tiempo a tu lado, solo date tiempo-, dijo Mitsuki con tranquilidad y una leve sonrisa mientras que el chico se sonrojaba un poco más pues ya pensaba de esa manera.

-¿Qué hago?, no es correcto que yo... bueno, tu sabes-, le decía Izuku a Mitsuki estando confundido y preocupado, pues lo que menos quería era hacerle daño a alguna de ellas y menos aun quería que pensaran mal de él ya que de verdad apreciaba su amistad.

-No tengo ni idea, esa respuesta la tienes que encontrar tú mismo, pero si necesitas algún consejo ya tienes mi número-, le dijo Mitsuki al muchacho de forma amable ofreciendo su ayuda para luego levantarse de la mesa. -Ahora debo acompañar a mi idiota hijo para que no haga ninguna estupidez-, agregó ella frunciendo un poco el ceño mientras que estiraba su brazo preparándose para darle algún golpe en la cabeza a Katsuki.

Izuku sonrió divertido viendo a su amiga y la madre de su rival. -Sabes que lo amas-, le dijo él a ella sabiendo lo mucho que cuidaba de su amigo de la infancia.

-Claro que sí, pero aun así no quita que sea un idiota grosero e impulsivo-, respondió Mitsuki sonriéndole divertida a Izuku para luego retirarse en busca de su hijo.

Izuku se quedó en la mesa por unos segundos en silencio tratando de poner en orden sus pensamientos. Había quedado en buenos términos con Mitsuki pero ahora tenía una pequeña disputa en su mente sobre sus sentimientos hacia sus amigas. Sea lo que sea necesitaba tiempo para pensar y asegurarse de no llegar a herir a ninguna, eran demasiado importantes para él.

-Midoriya-, dijo Todoroki acercándose a Izuku con calma captando la atención del peliverde.

-Oh, hola Todoroki-kun-, saludó Izuku con una pequeña sonrisa tranquila al ver a su amigo peli mixto.

-No pude evitar ver que te llevas bien con la madre de Bakugou-, comentó Todoroki sin cambiar su expresión e Izuku no lo demostró pero estaba algo tenso por lo observador que era su amigo.

-Pues la conozco desde que tengo memoria y la considero una buena amiga a pesar de mi relación con Kacchan-, respondió el presidente de la clase con serenidad y diciendo una verdad a medias, pero lo mejor era omitir el hecho de lo que hizo de forma más íntima con la hermosa mujer.

-Ya veo, solo quería decirte que ya he dado el primer paso para convertirme en el héroe que deseo ser-, le dijo Todoroki al peliverde de forma más segura y determinada al recordar la conversación que tuvo con su madre. -Por lo cual espero que estés preparado para cuando nos volvamos a enfrentar-, agregó el peli mixto con una pequeña sonrisa decidido a dominar su lado de fuego, a lo cual Izuku se pone contento.

-Por supuesto Todoroki-kun, me alegra escuchar eso-, respondió Izuku con una leve sonrisa de lado estando feliz por su amigo que ya comenzaba a seguir su propio sueño de volverse un héroe sin influenciarse por los deseos de su padre.

-Shoto-, le decía Fuyumi a su hermano pequeño mientras se acercaba con una pequeña sonrisa.

-Todoroki-kun, dime por favor que esta hermosa chica no es tu madre-, le dijo Izuku a Todoroki con tranquilidad y una sonrisa tensa y la mencionada se sonrojo y se puso algo nerviosa por lo dicho.

-N-N-No, s-soy su hermana mayor-, aclaraba Fuyumi nerviosa y sacudiendo las manos al frente suyo para luego tranquilizarse. -Mi nombre es Fuyumi Todoroki, un placer-, dijo la hermana de Shoto con una pequeña sonrisa gentil para luego hacer una leve reverencia.

-Izuku Midoriya, el placer es mío-, respondió Izuku con educación y agachando la cabeza.

-Gracias por ser amigo de Shoto, por favor cuida de él en lo posible si no es mucha molestia-, le pidió Fuyumi al presidente de la clase con amabilidad.

-No necesito que alguien me cuide-, le dijo Shoto a su hermana con monotonía pero le ignoraron.

En eso Izuku se levantó de la mesa y se colocó al lado de Shoto para colocarle una mano en un hombro. -No te preocupes Fuyumi-san, trataré de tener siempre un ojo puesto en Todoroki-kun-, le dijo a la hermana de su amigo con serenidad y ella sonrió agradecida.

-Tengo el presentimiento de que es a ti a quien deben tener vigilado-, comentó Todoroki viendo a su amigo que era el más propenso a meterse en problemas, solo había que recordar USJ y el festival deportivo.

-Hey Midoriya-, dijo Shinso con una pequeña sonrisa y rascándose el cuello mientras se acercaba captando la atención de Izuku y los hermanos Todoroki.

-Hola Shinso-kun, ¿Cómo has estado?-, le preguntó Izuku a su amigo pelimorado con el cual ha hablado por mensajes recientemente.

-No me quejo, me he hecho un poco famoso desde el festival, supongo que es difícil olvidar a alguien vencido de esa manera-, respondió Shinso sonriendo relajado y tranquilo con las manos en los bolsillos.

-No digas eso, de verdad creo que varios vieron potencial en ti, solo es cuestión de tiempo para que decidan ingresarte al curso de héroes-, le dijo el peliverde a su amigo de forma amistosa mientras le daba un pulgar en alto. -Más espero que tengas algo preparado para nivelarte a nosotros-, agregó él ahora con un poco de competitividad en su tono.

-Ya estoy en eso-, respondió Shinso de la misma manera desafiante recordando cierto entrenamiento secreto que estaba haciendo bajo la tutela de cierto héroe pelinegro con frecuentes ganas de dormir.

-Es una suerte que no me haya enfrentado a ti, no soy como Midoriya para liberarme del control mental-, le dijo Todoroki a Shinso con calma captando la atención del pelimorado.

-Creo que pude haber ganado si no hubiera tenido a Midoriya como oponente-, opinó Shinso con una pequeña sonrisa tranquila mientras que Izuku negaba con la cabeza.

-Honestamente lo dudo, varios en el torneo hubieran mantenido el silencio al saber tu Quirk-, dijo Izuku y los otros dos tuvieron que darle la razón, el lavado de cerebro solo funcionaria una vez ya que el resto tendrían cuidado de no responder verbalmente a Shinso.

-Supongo que tuviste la mala suerte de enfrentarte primero a Midoriya-, comentó Todoroki con tranquilidad viendo a Shinso que se encogió de hombros con sencillez.

-No diría que mala, al final me vino muy bien-, dijo el pelimorado la verdad conforme con el resultado ya que había abierto los ojos y ahora se esforzaba por hacerse notar por sus propios medios en su meta de volverse un héroe.

-Opino lo mismo-, dijo Todoroki cerrando los ojos agradecido con el peliverde que había influenciado en él para tomar las riendas de su propia vida dejando de ser prisionero de su sangre.

-¿Y tus padres, Shinso-kun?-, le preguntó Izuku con curiosidad a su amigo pelimorado que parecía andar solo.

-Ellos están conversando con el resto de padres de mi clase, yo me aburría y me separé para encontrarte-, respondió Shinso rascándose la cabeza despreocupado mientras que más personas se acercaban.

Allí se estaban acercando Toga, Lida y su madre, Uraraka, Nejire, Momo y las madres de las tres que se acercaron a hablar directamente con Izuku.

-Hey Midoriya, te estábamos buscando-, le decía la Sra Hado al chico peliverde con una sonrisa amigable y tranquila.

-¿Dónde está tu madre, Midoriya-san?, queremos conocerla y hablar con ella-, le preguntaba la madre de Ochako a Izuku mientras que miraba en distintas direcciones buscando a la madre del muchacho.

Izuku amplió sus ojos y se puso rígido sintiendo su corazón presionarse mientras que Toga, Uraraka, Momo y Lida se tensaban al escuchar el tema sensible que acababa de tocar la mujer, tema el cual sería doloroso para el peliverde.

-Cierto, seria grandioso entablar una amistad con ella para planes futuros-, decía Fumiko sonriendo con calma y cruzándose de brazos con claras intención de ir conociendo a la mujer con la cual planificaría el futuro de sus hijos.

-No si nosotras nos adelantamos-, dijeron Akiko y Kioko al mismo tiempo con expresiones gentiles que ocultaban competitividad ya que ambas madres también tenían ese plan.

-L-Lo siento-, dijo Izuku agachando la cabeza y sus ojos se vieron ocultos por la sombra producida por su cabello. -Por desgracia no podré presentarles a mi madre-, respondió él con un deje de tristeza en su tono que preocupó a las madres al escucharle. -Si me disculpan debo irme un momento a tomar aire fresco-, agregó el chico sin levantar la cabeza para proceder a irse con calma del lugar dejando a sus amigos y amigas preocupados.

*En la Azotea*

Izuku minutos después se encontraba sentado en el barandal de la azotea mientras que el cielo seguía nublado pero la lluvia se había detenido. Al salir del edificio lo primero que había hecho fue utilizar Flight para llegar hasta ese lugar donde tendría soledad y privacidad para sufrir silenciosamente.

El peliverde aprieta los dientes mientras que sus ojos se ensombrecen recordando el innegable hecho de que su madre no estaría de nuevo con él. Estaba muerta y nunca más la podría ver reír de nuevo, su futura pareja o sus hijos nunca conocerían a la maravillosa mujer que fue su madre. Solo podría intentar describirla con palabras pero no había alguna descripción que le hiciera honor a la mujer que le había cuidado con tanto amor, que se preocupaba tanto por él, que le había dado ánimos en todo, sencillamente nadie la conocería como él pudo hacerlo.

Las madres de sus amigas, sus amigos y el resto de sus compañeros nunca podrían conocer a la mujer que fue la madre del que será el héroe más grande de todos los tiempos. Solo podía pensar en lo que haría ella si estuviera viva o como interactuaría con sus amigos, pero era solo eso, pensar, no vería esas escenas volverse realidad nunca por mucho que lo deseara... todo se reduciría a solo un: "Si ella estuviera con vida".

Luego la puerta de las escaleras que llegaban a la azotea se abrió revelando a All Might en su forma normal, el cual se fijó en la solitaria figura de su alumno que estaba sentado en el barandal y no se había girado a verle.

-Mi chico, aquí estás-, dijo All Might con alivio mientras cerraba la puerta y comenzaba a acercarse al peliverde que se volteó a verle con calma.

-Sensei, ¿qué hace aquí?-, le preguntó Izuku al rubio con disimulo ocultando sus sentimientos para no preocupar a su maestro.

-Las jóvenes Toga, Yaoyorozu, Hado y Uraraka me contaron lo que sucedió y me pidieron que te buscara, es bueno que se preocupen por ti-, respondió All Might sonriendo levemente mientras que apoyaba sus manos del barandal y veía a su alumno.

-No había razón para buscarme, solo estoy tomando un poco de aire-, dijo Izuku sonriendo levemente mientras alzaba la vista al nublado cielo, ahora también se sentía culpable por preocupar a sus amigas y seguramente al resto.

All Might se quedó en silencio unos segundos viendo a Izuku y le colocó una mano en el hombro. -No hace falta que tengas que aparentar conmigo, estamos solos, puedes desahogarte si así lo prefieres-, le dijo el símbolo de la paz al joven de forma gentil y amable ya que sabía perfectamente que él estaba suprimiendo sus emociones.

-Gracias Sensei, pero de verdad estoy bien, solo un poco nostálgico-, respondió el chico viendo a Toshinori con una sonrisa forzada para luego bajarse del barandal con tranquilidad y después disponerse a ir a las escaleras para volver al salón de eventos.

Pero All Might le sujeta del hombro causando que se detenga. -Izuku-, dice el maestro y el chico se gira a verle por encima del hombro. -Está bien sentirte triste, está bien sentirse frustrado y hasta enojado, eso es parte de lo que te hace humano-, le decía Toshinori a su sucesor con calma. -No puedes guardar todo lo que sientes dentro por mucho tiempo, en algún momento todo eso explotará y podrías hacerle daño a las personas a tu alrededor-, continuaba el héroe de forma más suave mientras que Izuku apretaba los puños enojado consigo mismo por preocupar a su mentor.

Pero para su sorpresa es repentinamente abrazado paternalmente por All Might que hace que su cabeza descanse en uno de sus hombros. Izuku tenía los ojos levemente ensanchados sin poder creer que su ídolo le estuviera abrazando, ante eso una extraña sensación crecía en su interior.

-Por eso estoy aquí, para escucharte y darte un hombro en el cual llorar-, dijo All Might con una sonrisa reconfortante y cálida. -Las sonrisas más esperanzadoras son aquellas que han pasado por penas y tristezas y las han superado, por eso... estoy aquí para ti mi chico, para ayudarte a cargar con tu sufrimiento-, agregó el héroe para luego separar a Izuku con las manos en sus hombros para verle a la cara con afecto paternal que provocó que Izuku agachara la cabeza mientras que se asomaban lagrimillas en sus ojos.

-Yo... y-yo...-, decía Izuku mientras que trataba de librarse de un nudo en su garganta para poder hablar. -La extraño mucho-, dijo él mientras que en su rostro se reflejaba tristeza y nostalgia. -La última vez que hablé con ella fue cuando me despidió para ir a la escuela, me deseó suerte como siempre y me sonreía con ese cariño que no he recibido en casi dos años, apenas puedo recordar cómo se sentía ser querido de esa manera-, decía el chico apretando los puños con impotencia y amargura que ha estado guardando por mucho tiempo.

-Yo... solo asentí con la cabeza sin poder decirle un "Gracias mamá", "Gracias por todo" o un "Te amo mamá"... ¡No pude decírselo!-, exclamó Izuku con ojos llenos de pesar y con rabia en su tono para luego agachar la cabeza desanimado. -Y ahora nunca podré-, agregó para luego sollozar silenciosamente.-S-Solo puedo rezarle y pedirle que me observe para enorgullecerla, ¡pero eso no quita que ella solo pueda vivir en mis recuerdos!, ¡nadie más la podrá conocer como mi asombrosa madre!-, exclamaba enojado y con su tono quebrado mientras apretaba los puños con frustración y tristeza. -¡Ni mi esposa ni su familia podrán conocerla!, ¡ella no podrá consentir a mis hijos como siempre deseo hacer cuando fuese abuela!-, exclamaba él con furia y su corazón apretujándose.

Después Izuku agachó la cabeza con sus ojos cubiertos mientras que su ira desaparecía reemplazándose con una sensación de vacío y tristeza. -S-Solo quedo yo... solo yo soy lo que la mantiene en este mundo-, dijo el chico sintiendo unas imperiosas ganas de llorar, pero se rehusaba a hacerlo... no podía hacer tal cosa como mostrar ese lado suyo el cual había mantenido suprimido desde la ocasión en la cual lloró la muerte de su madre el día en que obtuvo el All For One.

-Ayer fui a la tumba de tu madre-, dijo All Might con una pequeña sonrisa causando sorpresa en Izuku que levantó la mirada. -Le agradecí por haberte criado de una manera tan humilde y noble, por haber hecho crecer en ti el corazón de un héroe a pesar de difícil que lo tuvo al cuidarte sola-, decía el rubio mientras que miraba cálidamente a su sucesor. -Le agradecí por haber dado al mundo al futuro mejor héroe de todos los tiempos, por haber cuidado de un joven tan esplendido y amable, por haberme dado un sucesor al cual pasarle la antorcha de mi voluntad y la de los anteriores usuarios a mí-, continuaba el hombre de forma afectuosa y sincera para luego levantar la mirada al cielo que se comenzaba a despejar. -Le agradecí por haberme dado a un muchacho al cual considero como un hijo-, agregó Toshinori con una paternal expresión en su rostro para bajar la cabeza y ver al chico peliverde que estaba incrédulo.

-S-Sensei-, decía Izuku sin palabras ante lo dicho por su ídolo y maestro al cual ha admirado desde que tiene memoria.

-Por eso te digo que aunque es cierto que no está aquí con nosotros, no será olvidada dado que a través de ti ella sigue viviendo, siendo la persona que eres das a conocer la clase de persona tan fuerte que fue tu madre-, prosiguió hablando All Might con seguridad en lo que decía. -Yo he estado visitando la tumba de ella desde que comenzamos a entrenar en la playa, le he platicado de tus avances, de tu determinación, de tu brillante futuro como héroe, ya ni sé que tema no he tocado al hablarle-, dijo sonriendo gentilmente viendo al chico que se mostró sorprendido.

Comenzaron a entrenar en la playa Dagoba hace casi un año, eso significaba que su maestro el mismísimo All Might fue la persona que ha estado visitando la tumba de su madre, fue la persona que había dejado flores e incienso en ocasiones además de limpiar la lápida... su ídolo la recordaría.

-Ayer pude ver como la joven Toga te acompañó a visitarla-, comentó All Might sonriendo con amabilidad mientras que Izuku asentía con la cabeza levemente.

-E-Ella me ha acompañado todo el tiempo desde que vive conmigo-, contestaba el chico peliverde recordando con felicidad como su amiga rubia no le había dejado ir solo en ninguna ocasión.

-Allí lo tienes muchacho, la joven Toga también tiene cosas que decirle, por lo tanto recuerda mi chico que pase lo que pase no estarás solo en esto, tu madre seguramente fue una mujer maravillosa y le gustaría que su hijo siga cumpliendo sus sueños sin entristecerse por ella-, le dijo Toshinori a su sucesor con gentileza y una sonrisa reconfortante.

-S-Sensei-, decía Izuku conmovido y sin palabras mientras que sus ojos se comenzaban a acumular de lágrimas.

-Hay igual que yo hay gente que se preocupa por ti y te va a apoyar, no tengas miedo en expresar tus sentimientos y en mostrar tu lado humano, recuerda que un héroe no siempre va a tener momentos buenos pero para eso están tus seres queridos... para ayudarte-, decía el símbolo de la paz con calidez mientras que acercaba a Izuku para volverle a abrazar. -Por eso estoy aquí para ti y lo seguiré estando, Izuku-, dijo el hombre con paternidad dándole libertad al muchacho para liberar toda la tristeza que ha estado cargando.

Izuku aferró sus manos sobre el traje de su mentor mientras que sus ojos llorosos miraban al suelo y de estos comenzaban a caer lágrimas en torrente.

-¡Gahhhhhhhh!-, lloró Izuku desgarradoramente con fuerza cerrando sus ojos liberando las lágrimas que se ha rehusado a liberar desde aquel fatídico día en que su infierno comenzó.

Allí reveló toda su tristeza, frustración y odio, mediante ese llanto se desahogó y liberó aquellos sentimientos que ha estado suprimiendo. Ni él ni su madre tenían la culpa de nada, solo fueron otras víctimas de All For One que sin aviso les había arruinado las vidas. Su madre perdió la vida mientras que él se vio obligado a una constante tortura psicológica, la cual lo dejaba con el anhelo de ser reconfortado por el amor maternal de su difunda madre, se le había puesto un castigo muy grande a un chico inocente causando que tuviera que madurar apresuradamente.

All Might por su parte abrazaba con fuerza a su sucesor mientras cerraba los ojos para reconfortarle lo mejor posible. Sabía que el chico había sufrido lo impensable y que había estado lidiando con All For One a pesar de que nadie podría seguir cuerdo luego de ver lo que él se había visto obligado a ver. Pero allí estaba Izuku, aun deseando ser un héroe con una determinación tan sólida que parece imposible que fuera real. Este muchacho había vivido un infierno y a pesar de eso seguía decidido en su meta de salvar a las personas.

El símbolo de la paz, el héroe número uno, el símbolo que mantenía la paz admiraba al chico peliverde que estaba llorando desgarradoramente en su hombro. No había otra persona más digna que él para heredar el One For All, no había otra persona que tuviera la convicción similar con la cual volverse el héroe más grande del mundo. All Might había conseguido no solo a un sucesor sino a un hijo al cual enseñarle y protegerle todo el tiempo que su cuerpo le permitiera, hasta que diera su ultimo respiro se aseguraría de que este muchacho que lloraba en su hombro cumpliera sus sueños y alcanzara la felicidad, pues se la merecía luego de lo que tuvo que pasar.

Luego de varios minutos de llanto ahora estaban All Might e Izuku apoyados en el barandal de la azotea viendo el paisaje tan hermoso mientras que el cielo se encontraba completamente despejado. Las nubes se habían ido y en su lugar ahora estaba el radiante y esperanzador sol iluminando todo con su cálida luz.

-¿Mejor?-, le preguntó All Might a su discípulo con una pequeña sonrisa mientras que se giraba a verle.

Izuku se frotó el brazo sobre los ojos que estaban un poco rojos para luego sonreírle alegremente a su maestro.

-Mucho, muchas gracias Sensei-, respondió Izuku honestamente mejor y más liberado como si se hubiera quitado una inmensa carga de sus hombros, como si sus lágrimas hubieran limpiado la tristeza que cubría a su corazón, de alguna forma u otra ahora se sentía en paz.

-Siempre que me necesites allí estaré, mi chico-, le dijo el rubio al joven peliverde para luego darle un pequeño golpe en la cabeza. -Pero por ahora tienes asuntos más importantes que atender, vuelve con tus amigos que deben estar preocupados por ti-, agregó el símbolo de la paz sonriendo divertido mientras que su alumno se sobaba la cabeza asintiendo con la cabeza.

Izuku comenzó a caminar en dirección a las escaleras mientras que All Might miraba el paisaje con el viento chocando contra su rostro.

-Sensei-, dijo Izuku desde la puerta causando que el profesional se volteara a ver como el muchacho le sonreía con gentileza. -Yo lo veo a usted como mi padre-, reveló el peliverde con felicidad causando que All Might ensanchara un poco los ojos.

Después de eso el chico se fue de la azotea en dirección al salón de eventos dejando allí al símbolo de la paz que volvió a mirar la hermosa vista, pero luego bajó la cabeza mientras que se limpiaba los ojos con su brazo.

-Vaya... me pregunto si Nana-Sensei se habrá sentido así conmigo-, se decía All Might sonriendo sentimental por las palabras de su sucesor que de verdad le habían conmovido.

*En el Salón de Eventos*

Devuelta en el gran salón de eventos, Izuku caminaba buscando a sus amigos y no le costó mucho encontrarles y de la misma manera estos al verle se fueron acercando a él.

Izuku levantó la mano un poco para saludarles con un ademán. -Hola a todos, lamento haberme ido de esa mane!-, decía el peliverde pero es interrumpido antes de terminar la frase.

-No tienes por qué sentir nada, Izuku-kun-, le dijo Momo a su amigo apenada y con las manos sostenidas sobre su pecho con tristeza.

-Mi hija tiene razón, fue nuestra culpa el haber tocado el tema de tu madre-, dijo Fumiko viendo con lastima al muchacho y sintiéndose culpable por haberle hecho sentir deprimido.

-De verdad lo lamentamos, debe ser duro para ti-, dijo Akiko acercándose a Izuku para colocar una mano en su hombro para tratar de reconfortarle mientras que a su lado Nejire asentía con la cabeza sintiendo pena por el peliverde.

-También fue culpa nuestra por no haberles contado antes, lo siento Deku-kun-, le decía Ochako agachando la cabeza sintiéndose culpable.

-N-No hace falta que se disculpen, de verdad no pasa nada, estoy bien-, les decía Izuku sonriendo nerviosamente a sus amigas y las madres de estas para aclararles que ya se encontraba mejor y no hacía falta que se disculparan, pues solo hacían que él se sintiera culpable por preocuparles.

Luego la madre de Ochako se acerca a Izuku mirándole de forma un poco estricta. -No digas eso Midoriya-san, no es bueno que te guardes las cosas para ti mismo-, le reprendía Kioko e Izuku se sentía algo feliz por su preocupación.

-Uraraka-san tiene razón, si llegas a sentirte triste solo dilo, Midoriya-, le dijo la madre de Nejire al muchacho con una sonrisa gentil siendo apoyada por la madre de Momo.

Entonces la Sra Yaoyorozu se acercó mientras que tenía una mano sobre un hombro de su hija. -Debes saber que los Yaoyorozu cuidamos muy bien de los nuestros, eso lo sabe muy bien Momo-, dijo Fumiko sonriendo mientras que Momo se sonrojada y se ponía nerviosa ante lo dicho por su madre.

-Are are, pues los Hado sin duda nos interesamos más en el bienestar de nuestras personas importantes, ¿cierto, Nejire?-, le dijo Akiko a su hija que se sonrojó levemente y desvió la mirada en otra dirección para asentir levemente con la cabeza y mirar de reojo a Izuku.

-No hace falta hacer un escándalo, después de todo los Uraraka somos los más adecuados para ser una familia feliz, diles Ochako-, decía Kioto con amabilidad para luego mirar a su hija que estaba a punto de comenzar a flotar a causa de los nervios y la vergüenza que le hacía pasar su mamá.

-P-Pues, y-yo... n-no sé si realmente eso sea así-, decía Uraraka sonriendo muy nerviosa y jugando con sus dedos tratando de no mirar a la cara a Izuku.

-¿P-Por qué me avergüenzas, mamá?, ¿acaso lo disfrutas?-, le preguntó Nejire a su madre un poco avergonzada causando que Akiko sonriera divertida por lo tierna que se veía su hija así.

-N-No le hagas caso a mi mamá, Izuku-kun-, le decía Momo al peliverde con un poco de pena mientras se rascaba una mejilla.

El chico por su parte sonrió feliz viendo primeramente a Toga que estaba a su lado sonriéndole gentilmente, luego se volteó a ver a sus avergonzadas y nerviosas amigas que también se habían preocupado por él.

-Gracias-, respondió Izuku honestamente conmovido y agradecido de estar acompañado de tan buenas personas, pues podía ver que Lida, Todoroki y Shinso también se habían preocupado por él, en este momento el chico se consideraba suertudo de tener tales amistades.

Toga al ver a Izuku sonreír de esa manera sintió que era su oportunidad para hacer algo que solo ella podía hacer y las otras no a pesar de que contaran con el apoyo de sus madres.

-¡Muy bien!, ¡es hora del abrazo!-, exclamó Toga con alegría y una gran sonrisa para luego abrazarse a Izuku para sorpresa de sus amigas y sus madres.

Izuku se sonrojó levemente y luego sonrió gentilmente viendo a su amiga que tenía la costumbre de ser muy cariñosa, es de las personas que cuando estaban felices daban abrazos y él se sentía cómodo por esa muestra de afecto.

-Supongo que puedo aceptar esto-, respondió Izuku para luego envolver a su amiga con sus brazos para corresponder al abrazo en el cual Toga se acurrucó un poco más con un sonrojo en sus mejillas, cosa que puso realmente celosas a Uraraka, Toga y Nejire que querían estar en su lugar.

(Una poderosa oponente), pensaron las tres madres con seriedad al ver a "la amiga de la infancia" del peliverde la cual en términos de cercanía era superior a sus hijas y tenía ciertas libertades como lo eran los abrazos y otras muestras de afecto... no podían dejar que la rubia se saliera con la suya.

-Tú tampoco te quedes atrás, Momo-, le dijo Fumiko a su hija con seriedad mientras le empujaba levemente por la espalda para acercarla a Izuku y Toga.

-¿A-Ah?, p-pero qué...-, decía Momo nerviosa y sonrojada viendo a su madre, cosa que solo empeoró al ver que Izuku y Toga le estaban viendo curiosos.

-Tú también Nejire, no te dejes vencer-, le dijo Akiko a su hija mientras le empujaba por los hombros hasta dejarla al frente de sus tres Kouhais.

-P-Pues a mí también me gustan los abrazos-, dijo Nejire con una sonrisa inocente y encogiéndose de hombros sin ver problemas en un abrazo grupal, aunque en el fondo prefería que fuese solo con Izuku.

-Ochako, darle un abrazo a Midoriya-san puede que lo haga sentir mejor-, le susurró Kioto en el oído a su hija con tranquilidad y las mejillas de Ochako se coloraron pero ella se mostró un poco valiente.

-E-En ese caso c-creo que puedo ayudarlo-, se dijo Ochako a sí misma un poco nerviosa pero decidida a hacer sentir mejor a su mejor amigo.

-Pues no he tenido un abrazo grupal en años, ¡así que vengan!-, les dijo Toga a sus amigas con alegría mientras les extendía un brazo para invitarlas a unirse al abrazo, cosa que hizo que Izuku se sonrojara levemente y antes de que él pudiera decir algo, Nejire los abrazó a los dos con entusiasmo seguido de Uraraka que estaba un poco más nerviosa pero sonreía de forma amistosa y por ultimo Momo se unió al abrazo grupal con una pequeña sonrisa calmada a pesar del sonrojo en sus mejillas.

Izuku a pesar de sentirse algo nervioso por tener a sus cuatro amigas pegadas a él, se sintió feliz por haberlas conocido y de tener su amistad y con eso en mente correspondió al abrazo mientras cerraba sus ojos.

-Todoroki, al parecer aquí hay un trasfondo del que no me he enterado, ¿por qué se están abrazando?-, le preguntaba Shinso al chico peli mixto que estaba a su lado.

-Después lo sabrás, por el momento es mejor dejarlos-, respondió Todoroki con calma y una leve sonrisa mientras que su hermana mayor a su lado sonrió al oírle.

-Me alegra que pienses así Shoto, deberíamos ir a visitar a mamá más tarde-, le dijo Fuyumi a su hermanito pequeño con una sonrisa recibiendo un asentimiento de él, desde que Shoto visitó a su madre ha estado cambiando sutilmente y ella como hermana se sentía feliz por eso.

-¡Yo también me uniré a este abrazo de amistad!-, exclamó Lida con movimientos robóticos rompiendo el momento emotivo para luego unirse al abrazo, cosa que causó algunas risas en las chicas y en Izuku que trataban de acomodarse para darle espacio a su amigo.

Mientras tanto la Sra Lida observaba la escena con una pequeña sonrisa feliz. (Lo que más necesita Tenya ahora son sus amigos, luego de lo que sucedió con Tensei parece decaído), pensaba la mujer preocupada por su hijo menor que había estado algo diferente desde lo sucedido con Tensei... Tenya había empezado a buscar información del asesino de héroes en Hosu.

Mientras tanto Izuku observaba como sus amigas se reían divertidas de Lida que se acomodaba los lentes mientras trataba de acomodarse de la mejor manera pero no quedaba conforme.

(Sensei, es como usted dijo, si tengo una familia), pensó Izuku recordando las palabras que le había dicho All Might minutos atrás y el día anterior en Paradise, sus amigos eran su familia, una familia formada por sus lazos de amistad y se sentía afortunado de tenerlos a su lado. -No estoy solo-, se dijo el peliverde a sí mismo en voz baja.

-¿Dijiste algo, Izuku-kun?-, le preguntó Nejire a Izuku con una sonrisa curiosa de las suyas causando que las demás enfocaran su atención en el presidente de la clase.

-Nada en particular, solo que hay una mano que está apretando mi trasero-, respondió Izuku sonriendo un poco nervioso y de esa manera los rostros de sus amigas se pusieron rojos.

-¿¡Q-Qué!?-, exclamaron las cuatro avergonzadas y nerviosas mientras que se separaban del peliverde.

-¡Eso no es moralmente correcto, chicas!, ¡además hay un momento y lugar para esas cosas indecentes!-, les decía Lida a ellas cuatro de forma estricta y sintiéndose decepcionado de ellas, cosa que solo provocó que las cuatro se avergonzaran más.

-¡Yo no fui!-, exclamaron las chicas al mismo tiempo buscando defenderse de las acusaciones para después empezar a culparse las unas a las otras para alejar las sospechas de su persona, cosa que solo provocó que Izuku riera divertido mientras que ellas seguían culpándose entre ellas.

Las madres de Ochako, Momo y Nejire por su parte miraban la escena con tranquilidad y estando felices de que sus hijas se llevaran tan bien y parecieran divertirse. Además también estaban alegres de que el chico se viera más feliz y animado que antes.

Allí la Sra Yaoyorozu con disimulo se acercó a las otras dos madres para hablar en voz baja. -Solo para aclarar, mi hija será la que se quedará con Midoriya, los Yaoyorozu conseguimos lo que queremos-, dijo Fumiko con calma dado que quería a ese chico en su familia para que cuidara de su hija, después de todo si Momo tenia de esposo a un chico con tantos Quirks estaría más que segura de cualquier villano.

-Suena interesante esa declaración, pero Nejire por ser su Senpai tiene más puntos a favor que puede utilizar-, respondió Akiko de brazos cruzados con una sonrisa arrogante viendo a sus amigas y teniendo plena confianza en las habilidades naturales de su hija para actuar por instinto y tomar la iniciativa de ser necesario.

-No deberíamos hablar de esto, después de todo es la amabilidad de Ochako lo que atraerá a Midoriya-san por si solo-, dijo Kioto tranquila y gentil sin despegar la vista de su hija, la cual es una chica amable, valiente, gentil y tierna cuando se avergonzaba, solo era cuestión de tiempo para que el chico cayera enamorado de ella.

-Ya lo veremos-, dijeron Fumiko y Akiko sonriendo tranquilas mientras que despendían de nuevo esa aura de competitividad que Kioko correspondió de la misma forma.

-De verdad estoy perdido con lo que está sucediendo, ¿esta escena es normal?-, se preguntaba Shinso rascándose la cabeza confundido al ver como las tres madres se miraban de forma algo atemorizantes, las chicas se echaban la culpa entre ellas, Lida les reprendía por pervertidas mientras que Izuku solo parecía divertido viendo todo. -Nah, mejor no pensarlo mucho-, agregó el pelimorado sonriendo despreocupado para luego irse de allí, de la nada le dieron ganas de ir con sus padres.

*En la Casa Midoriya*

Ya era de noche y en esos momentos Izuku terminaba de limpiar los platos de la cena mientras que Toga estaba acostada en el sofá descansando luego del día que habían tenido. Se había divertido bromeando con sus amigas al saber historias graciosas de cuando eran pequeñas además de que resultaba agradable hablar con sus madres.

-Es una suerte que nos hayan dado el día de mañana libre, ahora tenemos viernes, sábado y domingo para nuestros asuntos-, decía Izuku desde la cocina con una pequeña sonrisa dibujada en su cara, causando que Toga se levante del sofá para verle.

-Suenas emocionado, Izuku-kun-, dijo la rubia sonriendo alegre al notar el buen ánimo que tenía el chico en su tono.

-Algo así, mañana voy a entrenar un poco el Modo Asalto: Berserk, tengo que aprender a controlarlo sin perder el control-, respondió el peliverde con tranquilidad viendo a su amiga para luego acercarse al sofá para sentarse a su lado.

-Pues si es así voy a acompañarte-, dijo Toga con calma y estirando los brazos hacia arriba.

-No tengo problema, pero debes saber que Yagi-Sensei va a estar allí también-, contestó Izuku con una leve sonrisa viendo a la rubia a su lado para luego tomar el control del televisor para buscar algún programa entretenido.

Luego de eso el timbre de la puerta se escucha y de manera automática Toga sacó tijeras mientras que Izuku sacó piedra sin apartar la vista del televisor, por lo cual la rubia suspiró derrotada para luego ponerse de pie e ir en rumbo a la entrada.

Al caminar por el pasillo notó que de la rendija de cartas sobresalía un sobre blanco que hizo que ella alzara una ceja. -Oye Izuku-kun, hay una carta-, le decía Toga a Izuku pero este al parecer no le había escuchado.

Ella solo se encogió de hombros y se agachó para tomar el sobre, abrirlo y luego leer la carta que tenía en su interior. El principio mostró sorpresa en su expresión y de allí su cara reflejó angustia, miedo y tristeza para que luego agachara la cabeza causando que sus ojos se vean cubierto por la sombra de su cabello.

Toga aprieta los puños con enojo arrugando la hoja y luego haciéndola bola para apresarla en un puño. Se fue caminando de vuelta a la sala donde Izuku se dirigía a su habitación mientras bostezaba un poco somnoliento.

-¿Qué sucede, Toga?, te veo decaída-, le dijo Izuku a su amiga con preocupación mientras se acercaba a ella para ver qué le había pasado.

Toga levanta la mirada mostrando una sonrisa un poco forzada y rígida. -No es nada Izuku-kun, solo me siento un poco mal del estómago-, decía ella tratando de no preocupar a su amigo que solo se mostró serio ante lo dicho y le sujetó de los hombros.

-En ese caso recuéstate en tu cama, yo buscaré las medicinas y el termómetro para ver si tienes fiebre, no creo que algo de la comida te haya caído mal, espero que no sea grave-, decía Izuku con seriedad y divagando un poco en su preocupación mientras que Toga sonreía enternecida por la usual forma de ser de él.

Pero luego ella recuerda la carta que había leído y disimuladamente frunce los labios con molestia. Sin poder evitarlo abraza repentinamente a Izuku para sorpresa de él que había sido tomado por sorpresa.

-¿P-Por qué es este abrazo?-, le preguntó Izuku a Toga un poco sonrojado mientras que bajaba su cabeza para verle.

Ella levantó la mirada para sonreírle ampliamente. -Solo quería hacerlo, puedo hacer lo que yo quiera después de todo-, respondió Toga sonriendo de forma juguetona para luego guiñarle un ojo a su amigo que sonrió divertido.

-Así eres tú después de todo-, dijo Izuku aliviado de que ella no se sintiera tan mal como para dejar de ser tan alegre y divertida.

Luego Toga agachó la cabeza hundiéndola en el pecho de Izuku mientras que aferraba sus manos sobre la camisa del peliverde. -¿Si me fuera a ir pronto estarías triste?-, le preguntó la rubia a él con un tono más triste y serio dándole una extraña sensación al ambiente.

Izuku alzó una ceja ante la pregunta. -¿Por qué preguntas algo como eso?, no me asustes de esa manera-, le decía él a su amiga con una pequeña sonrisa pensando para sí mismo que ella se estaba comportando algo extraño.

Luego de unos cuantos segundos de silencio Toga se separa de Izuku para sonreírle alegre. -¡Solo era una bromita!, siempre voy a estar pegada a ti como un chicle, Izuku-kun-, le decía ella al chico con un buen ánimo y con las manos detrás de su espalda donde apretó la bola de papel que había arrugado.

Esta vez fue el turno de la rubia para sorprenderse al ser abrazada repentinamente por Izuku que la envolvió entre sus brazos con afecto y gentileza. -Gracias por ser mi amiga Toga, de verdad que aprecio mucho nuestra amistad y te considero muy importante para mí-, le dijo él a la chica con una cariñosa y amable sonrisa mientras que Toga tenía los ojos ampliados, las mejillas sonrojadas y su corazón se aceleraba.

-Yo... yo también te considero importante, I zuku-kun-, respondió Toga sonriendo feliz para luego corresponder al afectuoso abrazo que muy pocas veces ha llegado a experimentar, se concentraba mucho en memorizarse cada detalle de este, pues... quizás sea el último abrazo que tendría con Izuku.

Después de un minuto Toga se separa del abrazo con calma y luego se va caminando en dirección a su habitación mientras que Izuku le veía confundido.

-Solo necesito dormir y mejoraré, mañana tenemos que ir a entrenar, ¿cierto?-, le decía Toga al peliverde con una sonrisa forzada mientras que se despedía con un ademán de su mano.

-Si... buenas noches-, respondió Izuku preocupado por ella pero decidió no preguntar nada por el momento, conociendo a Toga quizás solo estaría planificando alguna broma para él o quizás de verdad se sentía mal del estómago, pero él no podía evitar pensar que había algo más que parecía ignorar, como si cierto sentido en su interior le avisara de que algo estaba por suceder.

Luego Toga entra a su habitación y cierra la puerta detrás de ella para luego recostar su espalda de esta con cansancio. Su cabello cubre sus ojos mientras que se ve como lagrimas descendían de sus mejillas hasta caer al suelo. Ella observó de nuevo la carta arrugada en su mano y se fijó en el nombre de los autores: Hikuro Toga y Chisami Toga... sus padres.

*Fin del Capitulo*

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