Capítulo 36: Reina de Espadas

359 12 1
                                    

Como un No muerto has vivido, como un Elegido fuiste seleccionado por tus defectos y virtudes, como Cazador te adaptaste al ambiente y como un Héroe serás recordado por tus acciones desinteresadas a lo largo del trayecto.

*En la casa de Izuku más tarde*- Localización o tiempo de la narración

(POV de Izuku)- narración del punto de vista de un personaje

-Vaya, y pensar que este dialogo estuvo mal escrito por tanto tiempo, mis disculpas—dialogo de un personaje

(¿The One Above All acaso no es un nombre digno del poder de Entity?)- pensamiento de un personaje

Disclaimer: Los personajes de Boku no Hero Academia le pertenecen a su creado Kosei Horikoshi, por lo cual escribo sin lucro alguno y solo por diversión.

Capítulo 32: Reina de Espadas

Descrita sea la noche tan tranquila que acontece, la acogedora luz de la media luna en el cielo acompañada de las solitarias farolas que iluminan el inmenso jardín delantero de la mansión, la suave brisa que acaricia con delicadeza su piel y el pequeño sonido de un grillo oculto en uno de los arbustos.

Una calma familiar a la que desde que tiene memoria está acostumbrada, caminando en piloto automático hasta las grandes puertas que dan entrada a la estructura que es su hogar, la mansión Yaoyorozu, una vivienda inmensa de tres plantas y un hermoso jardín delantero con una fuente, todo completamente rodeado por muros de 3 metros a excepción de las verjas que dan entrada a la propiedad Yaoyorozu.

Localizada en la parte más adinerada de la ciudad, la mansión estaba un poco aislada de las zonas más concurridas, al menos eran 20 minutos de caminata desde la estación de tren más cercana, exactamente ese es el recorrido que la heredera de la familia ha tenido que recorrer desde que ingresó a Yuuei.

Para muchos resultaría extraño, que la única hija de una de las familias más ricas del país estuviera caminando sola en la noche a su casa sin algún escolta, una barbaridad sin duda alguna. Pero la propia hija le insistió hasta el cansancio a sus progenitores que le dieran su espacio una vez ingresara en la academia, sin limos y sin guardaespaldas, nada de ello.

¿La razón?, no es como si la necesitara, solo quería sentirse más como una chica normal de su edad, pues esas medidas de seguridad le impidieron desde su temprana infancia el hacer algún amigo, todo el tiempo era entrar en la limosina estacionada afuera de la escuela para ir directo a su casa, pero ya no más, ahora caminaba con su grupo de amigos a la estación de trenes y se despedían en el camino, se sentía agradecida por poder experimentar algo tan trivial como eso.

Momo Yaoyorozu, la hermosa joven solo estaba caminando a través del inmenso jardín delantero en dirección a las puertas principales de la mansión, vistiendo su uniforme de la academia de héroes mientras sostiene en un hombro su bolso.

Sin embargo hay un detalle que sitúa a la joven en una situación no común en su cotidiana vida, y es que está muy distante de la realidad, con la mirada perdida, con una mueca indescifrable y un ligero sonrojo en sus mejillas, la chica tenía un salvaje dilema en su mente que ocupa su absoluta atención y la mantiene lejos de este plano del mundo.

Izuku Midoriya... si, es una resumida forma de nombrar a su dilema.

Tanto es su nivel de concentración en el problema que la aqueja, que no prestó ni la más mínima atención a su alrededor desde que torpemente se despidió de su amigo que se bajó unas estaciones atrás, por poner un ejemplo, si algún criminal fuera a intentar asaltarla, ella solo se percataría de su presencia luego de haberle dejado fuera de combate, así de distraída está.

Pero es comprensible, ¿cierto?, después de lo que escuchó de Madam Medea hace unas horas no es como si pudiese pensar en otra cosa como si no le importara, pues ella está sentimentalmente involucrada y mentalmente confundida con lo que debe de hacer ahora.

El solo hecho de que ella estuviera caminando es solo por inercia, sus pies se arrastraron y por si solos la condujeron a su hogar, más no estaría agradecida por estar tan atrapada en su propio mundo, difícilmente recordará como fue que llegó a su casa en el caso de que le preste la más mínima cantidad de interés a ello.

Subió lentamente los escalones de la entrada y al estar a un par de metros las grandes puertas se abrieron hacia adentro, como si reaccionaran a su llegada y le dieran la bienvenida a la legítima integrante de la familia, pues toda esta mansión un día seria de su propiedad.

Pero lo que podría ser un acto fantástico, era obra de la servidumbre de la mansión, específicamente dos mayordomos que abrieron las puertas con las cabezas inclinadas hacia su Ojou-sama que finalmente vuelve a casa.

No son los únicos presentes, en fila estaban tres mucamas con sus cabezas agachadas respetuosamente hacia la hija Yaoyorozu.

-Bienvenida, Ojou-sama-, saludaron las sirvientas y los mayordomos con el mismo nivel de aprecio y respeto a su Ojou-sama para darle la bienvenida a su hogar, no porque fuera su trabajo o por la lealtad que tienen hacia sus padres, sino porque de verdad guardaban cariño por la heredera de la familia.

Pero como no hacerlo, es su Ojou-sama, no es exageración cuando se dice que el 90% del personal de la mansión tuvo que jugar tomar el té con la pequeña Momo de 5 años y sus peluches. Todos la vieron crecer con el pasar de los años y la cuidaron con esfuerzo colectivo para mantenerla segura y siempre mantener una sonrisa en su cara. Satisfacer todos sus caprichos y que no le faltara nada es su trabajo, pero con el tiempo eso se volvió algo secundario y el cariño por la pelinegra se hizo lo primordial.

No es como si la quisiesen solo por eso, Momo siempre fue amable y considerada con todos en la mansión sin importar su estatus como empleados, ella tenía pláticas largas y tendidas y siempre los trató como iguales, sin problemas en expresar su sincera gratitud a las personas que la alimentan y la escuchan cuando lo necesita.

Momo Yaoyorozu es la joya más pura y querida de la mansión.

Por eso mismo no es un problema esperarla en la entrada para dale la bienvenida, pues normalmente llega con una sonrisa que ilumina la mansión y su sola presencia es similar a la llegada de la primavera luego de meses de invierno.

Sin embargo la respuesta que recibieron de su Ojou-sama no fue la que esperaban, o mejor dicho la ausencia de una respuesta en primer lugar, ante ello todos miraron a la chica que parecía no haberse percatado de que ellos estaban allí y caminó de frente pasando de largo en dirección a su habitación.

No la habían visto así nunca, de modo que ante la rareza de la situación todos se miraron entre sí, mostrando en sus miradas el mismo interés en lo que sea que le había pasado a la señorita que caminaba distraídamente por el pasillo.

-¿Algo le sucedió a Ojou-sama?-, preguntó preocupada la más joven de las sirvientas, de unos treinta tantos años, de corto cabello rubio y ojos azules.

La mayor de las mucamas con un rostro serio asintió meditando esa opción. -Debe ser, ella normalmente no está tan distraída-, dijo la mujer de ojos oscuros y canoso cabello que nunca en todos sus años de servicio a los Yaoyorozu vio a la pelinegra de este estado.

-Algo debe haberle sucedido en Yuuei, espero que no sea algo malo-, dijo la sirvienta restante, una mujer de casi 40 años con cabello castaño hasta los hombros y rostro gentil que tiene normalmente sus ojos cerrados.

Sin mediar palabra, los mayordomos les dijeron a las mucamas que les confiaban el averiguar lo que aqueja a su Ojou-sama, a lo cual recibieron como respuesta un asentimiento de ellas tres que sin más tardanza se fueron en persecución de Momo.

*Habitación de Momo*

La puerta se abrió unos segundos y luego se cerró, ya la residente de la gran habitación había llegado y se encontraba con su espalda apoyada sobre la madera de la puerta, aun abstraída de la realidad y perdida en sus propios pensamientos.

Pero como si un interruptor se hubiera apagado, su consciencia tomó de nuevo control de su cuerpo y en consecuencia esta vez fueron sus pensamientos los que se reflejaron en movimientos y expresiones que no tardó en mostrar.

Sus mejillas se tiñeron de carmín y la joven se llevó las manos a la cara en un desesperado intento de ocultar su rostro. -¡Oh dios mío!, ¡oh dios mío!, ¡oh dios mío!, ¡no puede ser cierta la predicción de Madam Medea!, ¡n-no no puede ser correcta!-, decía nerviosa y alterada la pelinegra con su corazón agitado y su mente inquieta.

"Sus destinos están intrínsecamente conectados y los sentimientos de las reinas por el Joker las pueden guiar hacia el final que ellas desean, solo deben hacer caso a sus corazones y tendrán el resultado que buscan..."

Aquellas palabras se han estado repitiendo en bucle dentro de su cabeza con la intención de encontrarles un sentido diferente, de poder modificar su significado para que no sea el que ella cree que es, pero ha sido inútil, pues su lado razonable y lógico le cachetea exigiéndole que abriera los ojos.

-¿E-Entonces lo que quiso decir Madam Medea es que Nejire-Senpai, Uraraka-chan y Toga-chan tienen sentimientos por Izuku-kun?, e-eso no puede ser cierto...-, dijo Momo en voz baja negando aquella loca idea con una sonrisa forzada, pero luego de unos cuantos segundos de falsa seguridad agachó ligeramente la cabeza. –En realidad tiene bastante sentido-, se confesó a sí misma con poca emoción y un deje de tristeza en su expresión.

Momo no es tonta, en realidad es bastante observadora e intuitiva con su entorno a excepción de aquellos temas en los cuales es inexperta como por ejemplo lo es el amor, pero una vez que se pone a pensar en ello todo se le hace tan claro que luego se siente una idiota por no haberlo notarlo antes.

Es decir, es evidente que sus amigas tienen sentimientos por Izuku, debió verlo y sin embargo no se dio cuenta de ello hasta ahora que se pone a meditarlo.

Siempre parecen más alegres cuando él está presente y con frecuencia lo buscan para acompañarlo y charlar, por supuesto eso por sí solo no es señal de algún posible enamoramiento, pero hay más información, Uraraka se pone nerviosa fácilmente cuando Izuku se le acerca y le habla con una sonrisa, Toga siempre es más radiante y juguetona cuando está él para verla, y Nejire se aproxima a él cada que tiene la oportunidad sin importar quien la viera.

Pero la evidencia más contundente sin duda es ese brillo en los ojos de ellas cuando lo ven... ya le es imposible no darse cuenta de que eso es amor, son los ojos de una chica enamorada.

Momo se llevó una mano al pecho, apretando su mano sobre su ropa con... ¿enojo?.

Sus ojos se abrieron al entrar en cuenta de algo. -¡M-Momento!, ¡¿entonces ellas son mis rivales?!... en primer lugar, ¿q-qué es lo que siento por Izuku-kun?-, se preguntó a sí misma con la timidez y la inseguridad de una damisela confundida.

Pero sabe que es una pregunta estúpida, dado que ya sabe la respuesta, la ha sabido desde hace ya un tiempo en el que una tarde texteando con él la revelación llegó a su mente al percatarse de que chilló de emoción con su rostro enterrado en la almohada cuando él le citó una frase romántica de un libro que ella mencionó.

Sabe con certeza que aunque se pusiera a buscar toda su vida a alguien igual a Izuku no lo encontraría jamás, no a alguien tan gentil, cálido, noble, modesto y generoso, no a alguien tan ambicioso, orgulloso, inteligente, carismático, persuasivo y astuto, definitivamente no a alguien tan valiente, decidido, seguro, confiable y heroico.

El verdadero problema es que aunque si milagrosamente encontrara a alguien remotamente similar que cumpla con todas esas cualidades... esa persona no es Izuku, solo eso es suficiente para hacerla perder el interés.

Él es especial, es difícil de ponerlo en palabras, pero es como si irradiara una hermosa luz a su alrededor, transmitiendo calma, seguridad y un acogedor sentimiento de comodidad cuando se está cerca de él. Atrae a las personas como si fuera una ley física, como si su propia naturaleza fuera el eje dominante que atrae a los demás, como la luz a las polillas o la miel a las abejas, él es esa clase de persona... y ella quedó cautivada de aquella luz que ve en él.

Es único y fue esa singularidad suya lo que la encantó, anhela poder caminar a su lado todo el tiempo posible, poder festejarlo en los momentos felices y apoyarlo en los momentos duros, poder serle de ayuda contra las dificultades y contemplar la grandeza del héroe que va a ser algún día... y quizás llegue el momento en que pueda significar algo más que una amiga para él.

Llegados a este punto la conclusión es bastante obvia... está perdidamente enamorada de Izuku Midoriya.

Apoyó su cabeza de la puerta mientras levanta la mirada hacia el techo con cansancio, fue entonces cuando un suspiro escapó de sus labios. -Haaa, esto se volvió complicado, mi primer enamoramiento es de mi mejor amigo y mis mejores amigas ahora son mis rivales-, dijo afligida la chica quedándose en silencio varios segundos hasta que una débil esperanza surgió. -¡Pero Madam Medea dijo que su predicción es 70% acertada!, por lo cual hay un margen de 30% de error, quizás ellas en verdad no estén enamoradas de Izuku-kun y por sentimientos se refiera a solo amistad-, dijo forzando una leve sonrisa tratándose de convencer de que tiene razón, pero a quién engaña. -Eso solo sería bastante conveniente para mí-, admitió decaída y avergonzada de sí misma por inútilmente tratar de evadir los hechos.

Sabe muy en el fondo que solo no quiere aceptar que hay otras interesadas en el chico que le gusta, y sobretodo negar que esas personas son sus mejores amigas.

Mientras tanto del otro lado de la puerta, se encontraban las tres mucamas afuera de la habitación de la chica, apenas logrando escuchar su voz pero sin lograr entender lo que está diciendo la joven. No es que quisieran espiarla, solo que cuando iban a tocar la escucharon hablando sola y decidieron solo mantenerse al margen.

Luego de que ella quedara en silencio, se miraron entre ellas sintiendo un poco de preocupación por su Ojou-sama que estaba lidiando con sus problemas en la soledad de su habitación, seria mentira si dijeran que no querían saber de qué se trata.

-Me preocupa Ojou-sama, está hablando sola de nuevo, debe de importarle mucho lo que sea que la inquiete-, dijo la mujer mayor con calma mientras niega lentamente con la cabeza, deseando poder ayudarla de alguna manera.

-Y estuvo bastante rara cuando llegó, como si estuviera en su propio mundo-, dijo la mucama rubia con el mismo interés que sus compañeras mientras recuerda la expresión de su Ojou-sama.

Una idea surgió en la sirvienta castaña que sonrió ligeramente. -Quizás sea a causa de un chico que está así-, opinó un poco divertida ante aquella opción que no habían considerado y sin duda sería la más favorable.

Sus compañeras meditaron esa posibilidad durante unos segundos y terminaron por opinar igual con el mismo entusiasmo. Y no es sin motivo, estarían encantadas ellas y el resto de sirvientas por apoyar a su querida Ojou-sama en su enamoramiento, ya sea con consejos, advertencias y alguna que otra anécdota, estarían más que dispuestas en ayudarla a conseguir al primer joven en el que presenta interés.

Lejanos pasos comenzaron a escucharse y las tres sirvientas de la mansión se giraron para contemplar como la señora Yaoyorozu se estaba aproximando en dirección a ellas, de modo que tomaron posturas respetuosas hacia la cabeza femenina de la familia.

Una bella mujer de largo cabello azabache que cae por su espalda, con dos hebras de su sedoso cabello a los lados de su frente para dejar esta descubierta, unas gafas de sol sobre su cabeza, un collar de perlas, unos aretes y viste de un vestido rojo sin mangas que se ciñe a su figura, por supuesto cada cosa que posee es mucho más caro que una vivienda entera de la clase media.

Fumiko Yaoyorozu, una mujer glamurosa en todo el sentido de la palabra, desprende clase tan solo con caminar y su aura es bastante autoritaria, solo con respirar podía hacer sentir a otros como seres inferiores que tienen que pedir permiso y perdón por mirarla.

Claro, no es que esta fuera su verdadera naturaleza, solo muestra esa faceta suya cuando ejerce su papel como mujer de la familia Yaoyorozu, como madre y como esposa es abismalmente diferente a esa personalidad fría y estricta que puede mostrar ante otros.

El personal de la mansión sabe eso, después de todo la mayoría han trabajado para ella durante muchos años y han aprendido a entender a la poderosa mujer que es Fumiko, puede ser dura pero en parte es por ella que Momo resultó en una joven tan amable y comprensiva. En pocas palabras le guardaban respeto por la impecable imagen que muestra y sus atribuciones a la familia desde que se unió a los Yaoyorozu.

Si Momo es considerada la joya pura de la familia, entonces Fumiko era el diamante irrompible que corona la mansión, fuerte, hermosa y valiosa.

Fumiko con mirada estricta llegó frente a las tres sirvientas que tenían sus cabezas agachadas. -¿Qué es lo que pasa aquí?-, preguntó directamente exigiendo una respuesta pronta, pues no podía ignorar como estaban de pie afuera de la habitación de su hija, había más tareas en la mansión como para que estuviesen perdiendo el tiempo.

La mayor de las mucamas dio un paso al frente aun con la cabeza agachada. -Señora, Ojou-sama ha estado comportándose algo rara desde que llegó de la escuela, se encerró en su habitación y parece estar hablando sola de nuevo-, informó educadamente a la madre de la joven, quien levantó ligeramente una ceja mientras una ladina sonrisa se dibuja en sus labios.

-¿Momo comportándose extraña?... creo tener una idea de quién es el culpable-, dijo Fumiko con un poco de diversión más para sí misma que para las sirvientas. –Retírense, yo me haré cargo de mi hija, gracias por informarme Catherine-, les dijo con calma a las sirvientas, siendo la mayor quien asintió humildemente para luego retirarse con sus compañeras.

Ellas ya no tenían por qué preocuparse por su Ojou-sama, lo que sea que la esté molestando no va a durar mucho si la señora de la mansión pone sus manos en el asunto, por el momento solo les quedaba esperar unos días para poder averiguar qué es lo que aquejaba a la heredera de la familia.

Fumiko observó como las tres mujeres se iban por el pasillo mientras ella seguía de pie con una mano sobre su cintura. Al perderlas de vista, la mujer se giró a ver la puerta de la habitación de Momo y sin tardar acercó su mano derecha para tocar a la puerta.

Toc Toc

Se escuchó un casi inaudible chillido del otro lado de la puerta, la madre solo pudo atribuir eso a que quizás asustó a su hija, lo cual le divirtió en cierta medida pero no lo reflejó en su serena expresión.

-¿D-Diga?-, la voz nerviosa de Momo se escuchó del otro lado de la puerta.

-Hija, soy yo, por favor ábreme-, le pidió Fumiko con tranquilidad a su hija mientras sigue esperando afuera en el pasillo.

Luego de eso la mujer tuvo que esperar poco más de un insufrible minuto hasta que la puerta se comenzó a abrir desde adentro y se fue asomando la cabeza su hija tímidamente con un sonrojo en sus mejillas.

-¿Q-Qué sucede mamá?-, le preguntó Momo con un deje de nervios a su progenitora, quien no sabía que estaba en Japón, y aunque lo supiera no esperaba que viniera a tocar a su puerta justamente en un momento tan crítico.

Fumiko se desentendió de la pregunta. -No lo sé, tú dime-, contraatacó sonriendo con inocencia mirando a Momo, la cual se sonrojó un poco más y ensanchó los ojos.

-¿Q-Qué?-, preguntó la chica nerviosa y tensa, teniendo el fuerte presentimiento de que su madre acaba de ver a través de ella utilizando su sexto sentido o algún Quirk extra que tienen las madres.

-¿Vas a dejarme entrar o no?, vamos a hablar de eso-, presionó Fumiko a su hija con tranquilidad, pues no es que precisamente el pasillo fuera el mejor lugar para tener una conversación privada.

Momo tímidamente le abrió la puerta a su madre para que entrara, honestamente necesita un poco de ayuda con su dilema, pero sobretodo no está loca como para desobedecer a su madre, si ella dice que van a hablar entonces lo hacen y punto, ni siquiera su padre se atrevería a llevarle la contraria.

La mujer Yaoyorozu prácticamente desfiló al entrar a la habitación de su hija y se dirigió tranquilamente a la cama de su hija donde tomó asiento en el borde. Momo mientras cerraba la puerta y trataba de evitar el contacto visual con su creadora que la está mirando fijamente.

Fumiko observó meticulosamente el comportamiento de su hija, fácilmente por su lenguaje corporal puede notar que está nerviosa e insegura, y ya que la mujer no es fanática de perder el tiempo, quiso ir directo al grano.

-Vamos a ver Momo, ¿qué fue lo que pasó con Midoriya-kun?-, le preguntó Fumiko a su hija con calma, poniendo un poco más roja a la chica.

Momo levantó la mirada tímidamente hacia su madre. -¿P-Por qué esto tiene que ver con él?-, preguntó en un inútil intento de negar su correcta suposición, más que nada porque le irritó un poco que acertara tan rápido como si fuera algo obvio.

La mayor de las Yaoyorozus levantó una ceja inquisitivamente. -¿Acaso es por otro chico?-, preguntó Fumiko a su hija que frunció ligeramente el ceño.

-N-No dije eso, más bien mis problemas no obligatoriamente deben estar relacionados con chicos, mamá-, le reclamó Momo avergonzada a su madre que sonrió divertida por su reacción, por el momento ya jugó suficiente con ella.

-Ya ya, entonces estás así a causa de Midoriya-kun, ¿acaso pasó algo malo?-, le interrogó la mujer de forma más comprensiva y paciente, observando como Momo agacha ligeramente la cabeza.

-No es como si él hubiese hecho algo malo-, aclaró la chica para luego dejar un silencio bastante misterioso que tan solo incrementa la curiosidad de Fumiko por el asunto.

-Entonces comienza a hablar hija, no puedo ayudarte si no explicas que sucede-, le pidió la mujer de forma un poco impaciente mientras que palmea suavemente el lugar de la cama junto a ella para que su hija se sentara y le platicara.

La joven dudó durante unos momentos, después de todo será vergonzoso contarle a su madre sobre sus sentimientos por Izuku y la complicada situación en la que está metida, sin embargo no es que tenga muchas opciones, sin duda ella en su sabiduría podría brindarle algún consejo útil que pueda ayudarla.

Momo se resignó a colaborar y se fue a sentar junto a su madre, luego la miró de reojo con un poco de vergüenza. –Espero que esto sirva de algo-, dijo en voz baja y en respuesta recibió un asentimiento de la mujer que le sonreía tranquilamente.

Fumiko puede que no lo demostrara, pero estaba emocionada de que por fin tendría una conversación madre-hija con Momo sobre el amor, estuvo esperando bastante tiempo y finalmente podría ser la confidente de su pequeña con la cual pueda hablar cuando lo necesite.

Luego de un buen rato de una extendida explicación del contexto, Momo se encontraba avergonzada mirando su regazo con un sonrojo mientras que Fumiko a su lado solo soltó un suspiro luego de haber escuchado en silencio a su hija.

-¿Entonces es solo eso?, pensé que era algo más intenso-, opinó la mujer sinceramente un poco decepcionada mientras relaja sus hombros, no con afán de burla, solo que sus expectativas estaban en una escala diferente.

-¿D-De qué hablas, mamá?, ahora sé que mis mejores amigas pueden estar enamoradas del mismo chico que yo-, le dijo Momo a su madre con incredulidad ante su falta de sorpresa por la complejidad de la situación, ¿acaso lo que le sucede es bastante común?.

-¿Rivales en el amor?, Momo querida, yo me las comía con papitas cada mañana cuando tenía tu edad y me enamoré de tu padre-, respondió la mujer con orgullo mientras le sonríe a la joven pelinegra que se mostró ligeramente sorpresa.

-¿En serio?, papá siempre dice que él fue quien se tuvo que esforzar para salir contigo a pesar de los pretendientes que tenías-, dijo la joven pelinegra un tanto confundida ya que lo que dice su madre no cuadra con la historia de su padre, al menos no con lo que ella escuchó.

Fumiko no desestimó lo que dijo y sonrió con un deje de nostalgia. -Ambos tuvimos nuestros obstáculos... pero eso es cosa del pasado, concentrémonos en tu pequeño problema-, le dijo la mujer a su hija con calma mientras le coloca una mano en el hombro. -¿Qué es lo que quieres hacer?-, la pregunta golpeó como un martillo a Momo que amplió los ojos.

-¿P-Perdón?-, preguntó Momo algo perdida con una sonrisa forzada y un sonrojo intensificándose en sus mejillas.

-Te estoy preguntando qué es lo que quieres hacer, ¿Cuál es tu objetivo ahora que sabes que tus amigas también están enamoradas de Midoriya-kun?-, le preguntó de forma más directa a su hija mirándola fijamente a los ojos para escuchar su respuesta.

La chica dudó, esa duda se volvió miedo e inseguridad, luego surgió un destello de enojo y finalmente ella solo pudo adaptarse a la negación.

Como pudo forzó una sonrisa sobre su rostro. -Hay un 30% de probabilidades de que solo sientan amistad por él-, le dijo Momo a su madre con la débil esperanza de que se lo crea... no, sabe bien que solo lo repite para tratar de creérselo ella misma, como si pensarlo lo fuera a hacer realidad.

Esa es la única manera en que su amistad no estuviera en peligro y su amor pueda ser algún día... mentirse con la dulce esperanza de vivir en un mundo bello.

Fumiko endureció su expresión y con seriedad le habló a Momo. -Hija acéptalo, cuando las conocí en la reunión de padres era más que obvio que estaban interesadas en él, negándolo no vas a cambiar nada-, le dijo sin pelos en la lengua a su hija haciéndole ensanchar ligeramente los ojos.

No es que le gustara ser la voz de la razón, no le gusta decir palabras que seguramente lastimen a su hija o no sean lo que ella quiera escuchar, pero es su deber como madre el serle sincera y obligarla a abrir los ojos, ser firme en estos momentos es un arduo labor que estuvo dispuesta a aceptar durante el embarazo.

Momo agachó la cabeza de nuevo observando su regazo con una mirada decaída, aceptando dolorosamente lo dicho por su madre como la cruda realidad, una de la cual no puede escapar y tiene que encarar obligatoriamente.

-¿Eran tan obvias?-, la débil pregunta escapó de los labios de la chica que tenía una triste sonrisa mientras aprieta sus manos sobre su falda, siendo más un comentario que una pregunta, pues ella ahora se da cuenta que en realidad lo eran y fue su culpa el no percatarse.

Fumiko asintió con una tenue sonrisa mientras aparta lentamente la mirada. -Tú también eras bastante evidente mi niña, no me sorprendería si hasta el mismo Midoriya-kun se dio cuenta de tus sentimientos-, comentó la mujer un tanto divertida, tocando una fibra sensible que alteró bastante a Momo.

La Yaoyorozu más joven abrió los ojos ante aquella posibilidad y su rubor se intensificó notablemente, en vista de su incapacidad para controlarse se cubrió la cara con ambas manos. -¡Waaaahh!, ¡me quiero morir!, ¡trágame tierra!-, exclamó Momo bastante avergonzada de solo imaginar que Izuku sabe de sus sentimientos.

La mujer en vista del arrebato de su hija, se entretuvo y mentalmente se felicitó por causar accidentalmente esa reacción. -Solo es una posibilidad, ahora tranquilízate y responde mi pregunta-, le decía Fumiko con calma mientras la mira directamente a los ojos. -¿Qué es lo que quieres hacer?-, le preguntó nuevamente con más delicadeza, volviendo a plantar aquella cuestión sobre la mesa.

Momo siguió cubriéndose el rostro con sus manos durante varios segundos de silencio, la pregunta de su madre como un interruptor la hizo volver a centrarse en lo que la incomodaba, entonces lentamente fue bajando sus manos de vuelta a su regazo mostrando su afligido y confundido rostro.

-Yo...-, sentía como si tuviera un nudo en la garganta y frunció el ceño sintiéndose frustrada consigo misma por no encontrar la respuesta. -No lo sé-, confesó con amargura. -Honestamente me gustaría tener una relación con Izuku-kun como las que he leído en mis libros, pero no quiero que mi amistad con Toga-chan, Uraraka-chan y Nejire-Senpai se arruine por eso-, decía ella sintiéndose acorralada contra una pared de espinas. -Por un lado quisiera apoyarlas para que alguna sea feliz con Izuku-kun, pero a la vez me pongo ansiosa al imaginármelo y quisiera estar solo yo al lado de él, tenerlo Todo para mí-, confesó nada orgullosa con su forma egoísta de pensar. -Soy una mala amiga-, dijo Momo con tristeza mientras sus manos se apretaban sobre su regazo.

Sin embargo la cálida mano de su madre se posó sobre su hombro para confortarla mientras la ve con cariño. -No, no lo eres Momo, solo eres una chica enamorada, no tienes ninguna culpa porque él te guste, más bien es algo maravilloso-, le decía con una suave sonrisa para animarla a dejar de pensar así de sí misma.

Aun así la chica seguía confundida. –Pero... si llego a ser su novia lastimaría a mis amigas-, dijo desanimada sin levantar la mirada de su regazo, imaginando lo traicionadas que se sentirían sus amigas si les hiciera eso.

A la mayor de las Yaoyorozus no le agrada ver a su hija en este estado tan deprimente, pero en vista de que no debe involucrarse directamente, solo puede darle a su hija un consejo que ayude a su hija a tomar una decisión.

La mujer respiró un poco antes de dirigirse a su única hija. -Momo, solo puedo aconsejarte que hagas caso a tu corazón, quizás tus acciones traigan tensión con tus amigas, pero creo que es mejor vivir sin arrepentimientos a contenerte por el bien de otros-, le dijo Fumiko compartiendo un poco su propia forma de pensar.

En la habitación hubo un breve silencio en el cual ni madre ni hija dijeron algo, la mujer esperaba pacientemente la respuesta de la joven que meditaba mientras observa sus manos con pena.

-Necesito tiempo a solas para pensar-, le dijo Momo a su progenitora sin levantar la mirada, necesitando privacidad para ponerse a reflexionar profundamente sobre lo que debería hacer.

Fumiko se lo concedió con un sentimiento para luego sutilmente ponerse de pie mirando a su hija con una pequeña sonrisa que camufla su preocupación por ella. -Recuerda que estaré disponible si necesitas hablar en cualquier momento que me necesites-, le recordó con tranquilidad a la joven captando su atención.

La pelinegra levantó su cabeza alzó una ceja con intriga. -¿Acaso no tienes 14 reuniones importantes esta semana?-, le preguntó Momo a su madre que usualmente está demasiado ocupada como para siquiera estar en casa, que dijera algo así resulta bastante sorprendente.

La mujer le guiñó el ojo a su hija. -Puedo mantener a esos viejos del comité esperando cuanto tiempo me plazca por mi linda Momo-, le dijo con complicidad a su hija logrando sacarle una tenue sonrisa.

-Gracias mamá-, le agradeció Momo a su madre por mostrarse tan dispuesta a escucharla.

-Para eso estoy-, respondió Fumiko con una encantadora sonrisa para luego darse la vuelta y caminar hacia la puerta de la habitación para salir no sin antes mandarle volando un beso a Momo.

La puerta se cerró cuando la mayor de las Yaoyorozus se retiró dejando sola a Momo en su cuarto. El silencio se hizo absoluto en la habitación y la joven no se movió de su sitio durante un largo rato, solo se quedó sentada en el borde de su cama mirando su regazo.

Confusa e indecisa sobre lo que debe hacer, pues dadas las circunstancias solo tiene dos míseras opciones, dos caminos a elegir y lastimosamente ninguno de los dos la llevan a un final completamente feliz.

Podía elegir perseverar en sus sentimientos por Izuku y ser feliz con él a costa de arruinar su amistad con sus amigas. O podía elegir rendirse con su enamoramiento y apoyar a alguna de sus amigas a ser feliz con él a pesar de que eso le duela.

Ser feliz y entristecer a sus amigas o ser infeliz para que sus amigas puedan ser felices.

Lastimar o ser lastimada.

Elegir entre dos opciones jamás le fue tan difícil como ahora y le resultaba imposible tomar una decisión. Deseó tanto llegar a enamorarse durante años de leer romances asi como deseó tener amigas de verdad con las cuales reír y compartir.

Ahora resulta que tiene que renunciar a una de esas dos cosas, ¡es completamente injusto!.

Suspiró pesadamente con los ojos cerrados para tratar de desahogar su descontento, sin embargo no fue suficiente, con ello en mente y sin intenciones de tomar una decisión con su juicio nublado por su enojo, lo mejor será calmarse con un baño de burbujas.

Sin ánimos se levantó de su cama y con una expresión apagada se soltó el cabello y fue desprendiendo de su uniforme de Yuuei y su ropa interior, exponiendo su desarrollado y desnudo cuerpo en la privacidad de su habitación para proceder a caminar hacia la puerta de su baño privado.

Casi media hora transcurrió mientras Momo tomaba su baño, la puerta del baño se abrió y de allí salió la heredera Yaoyorozu con una toalla blanca cubriendo su desnudez. Su expresión tan amarga delata su falta de avance en cuanto a la decisión que debe tomar, lo cual le molesta bastante.

Sin emoción caminó hacia su armario, su húmedo cabello descendía sobre sus hombros y detrás de su espalda y las gotas residuales del baño descendían lentamente por sus piernas, una joven hermosa que lastimosamente tiene un ánimo que no favorece a su encanto.

Se plantó frente al gran armario de madera y no tardó en escoger sin esfuerzo ropa interior y una pijama rosa con la cual vestirse. Después de poco más de 5 minutos ya estaba cubierta por sus prendas para dormir y se acercó a su gran cama para dejarse caer en el centro.

¡Odia sentirse tan indecisa!, no debería tener alguna duda, debía dejar que sus amigas fueran felices con Izuku, ¿cierto?, sería una mala amiga si hiciera lo contrario, pero aun sabiendo eso, a pesar de que sabe que es lo más correcto... ella no quiere renunciar a lo que siente, ese lado suyo tan egoísta la hace dudar.

Suspiró derrotada, ¿Cuántas veces lo ha hecho ya?, lastimosamente no lo puede evitar, es como si sus penas trataran de escapar por su boca pero se estancan en un inútil intento y vuelven adentro para seguir mortificándola.

Dejando su cabeza reposar termina observando su bolso colocado sobre la mesita de noche junto a su cama, recordando el contenido en su interior sintió la necesidad de mover su cuerpo para sujetarlo en sus manos. Se acercó gateando al borde izquierdo de su cama y sujetó su bolso, lo abrió y de su interior sacó un libro de cubierta de cuero rojizo.

Una linda sonrisa se formó sobre sus labios mientras observa el libro titulado "Un Mundo Feliz" de Aldous Huxley, el cual compró en la librería del centro comercial, tiene entendido de que el contenido de la obra no es lo que su título da a entender, pero de cualquier manera no es que haya comprado el libro por la historia que tiene que contar, sino por la persona que se lo recomendó.

Izuku, si, justamente tenía que ser él.

Es increíble, solo de sostener en sus manos el primer libro que él le recomienda la hace feliz, es sorprendente lo que puede hacerle el amor, lograr que aun pudiera sonreír como tonta cuando está sufriendo por su indecisión, pero es inevitable, es como si... estuviera más cerca de él.

Escuchó el sonido de una notificación de su teléfono que se encuentra dentro de su bolso, honestamente no está de ánimos para entretenerse con el aparato que la sacó de su dulce momento para volver a la problemática realidad, pero en vista de que quizás sea algo relevante se resignó a guardar su libro de nuevo en su bolso para leerlo mañana.

Sacó su celular y al tenerlo en sus manos se dejó caer hacia atrás para terminar mirando el techo de sabanas de su cama. Levantó su teléfono sobre su cara y lo desbloqueó para revisar la notificación que le llegó, la cual al parecer es una foto publicada por Kirishima diciendo: "¡Nos colamos en el cuarto de Bakugou!", en donde se muestra a él, a Sero y a Kaminari sonriendo mientras que de fondo Bakugou los mira con enojo.

(¿Cómo lograron descubrir dónde vive?), se preguntó pero la respuesta rápidamente llegó a ella. (Izuku), pues es el único que sabría su dirección por haberlo conocido desde hace años. Ella rió suavemente al hacerse una idea del porqué él les dio la dirección del explosivo rubio a los chicos, (Seguramente solo para fastidiarlo), eso sería propio de él.

Ella se dio cuenta de que aun ahora no puede sacárselo de la cabeza y se reprendió mentalmente por ello, se supone que debe decidir qué hacer con sus sentimientos, no pensar en él para hacer estos más fuertes, eso solo le dificultaría más tomar una decisión.

Luego de sacudir su cabeza, ella bloqueó su teléfono y lo dejó reposar sobre su abdomen. Está cansada, fue un día bastante largo y honestamente deseaba conciliar el sueño para al menos escapar temporalmente de su dilema en el mundo de los sueños, pero es la incomodidad en su corazón lo que se lo impide cruelmente.

Entonces una idea surgió de improvisto como una revelación: Necesita hablar con ellas.

No sabe de qué va a hablarles o si es lo más indicado en estos momentos, dado que no intercambiaron muchas palabras luego de que salieron de la tienda de Madam Medea, como si existiera cierta tensión creada por haberse reconocido entre ellas como rivales, pero aun con todo eso necesita al menos confirmar que su amistad sigue lo suficientemente estable como para poder seguir escribiéndose.

Levantó nuevamente su teléfono y se dirigió al grupo en el cual solo lo integran ellas cuatro y sus dedos comenzaron a danzar sobre el teclado para redactar el mensaje que envió sin pensarlo mucho, ya que de otra forma se convencería de no hacerlo.

Yo: [Hola a todas, fue algo extraño lo que pasó en la tienda de adivinación, ¿cierto?]

Y estaba en lo correcto, ¿no había una manera más sutil de tocar aquel tema?, sinceramente desearía no haber enviado eso, quizás hablar un poco del libro que compró y desea leer o tal vez mandarles el enlace de un video gracioso, ¡cualquier cosa es más apropiada que mencionar lo sucedido en el centro comercial!.

Ella se sintió tensa cuando observó que sus amigas entraban al grupo y comenzaban a escribir en respuesta a su mensaje.

Nejire-Senpai: [¿Cómo se sintieron ustedes?, yo un poco confundida, fue algo extraña la predicción de Madam Medea, ¿no lo creen?]

Uraraka-chan: [Me alegra no ser la única que lo piensa, también me sentí algo incomoda]

Momo suspiró aliviada de que al menos le siguieran el juego y se hicieran las despistadas, no sabría lo raro que sería si alguna mencionara al elefante en la habitación metafóricamente hablando.

Toga-chan: [Es cierto, pero aun así no olvidemos que hizo su predicción utilizando su Quirk, eso ya significa algo]

Y sus temores se hicieron realidad, fue su amiga rubia quien tuvo la osadía de directamente decir lo que las demás no querían: que Madam Medea no estaba equivocada.

Uraraka-chan: [¿Qué tratas de decir, Toga-chan?]

Toga-chan: [...]

Toga-chan: [¿Qué sienten ustedes por Izuku-kun?]

Si estuviera bebiendo algo ya lo hubiera escupido por la sorpresa, ¿¡qué mosca le picó a Toga-chan para soltar esa bomba!?, ella normalmente escribiría alguna broma y cambiaría el tema o hasta mandaría un GIF de un panda estornudando, es mejor que hubiera hecho eso a haber enviado esa pregunta... porque es evidente que le interesa nuestras respuestas.

Momo frunció el ceño a causa de un inexplicable enojo salido de alguna parte y comenzó a escribir un mensaje que envió al momento.

Yo: [¿Qué sientes tú por Izuku-kun, Toga-chan?]

Se sorprendió un poco a sí misma cuando leyó lo que escribió, quizás fue un poco ruda al contrarrestar con esa pregunta como si estuviera a la defensiva, ¡No!, no fue ruda, es culpa de Toga-chan por preguntar eso en primer lugar, ¿Qué derecho tiene ella a saber lo que pensamos si ella no dice primero lo que siente por él?.

Observó cómo su amiga estaba escribiendo solo para después borrar lo que escribía, eso se repitió varias veces y Momo se sentía impaciente esperando a que finalmente Toga enviara su mensaje.

Toga-chan: [Él es mi mejor amigo, lo quiero mucho por todo lo que me ha ayudado desde que lo conocí, mi vida no sería la misma si no lo hubiera conocido, pero no siento algo más que gratitud, asi que no tienen que preocuparse por mi]

Mentira.

Uraraka-chan: [Yo también lo considero un valioso amigo, me salvó en el examen de ingreso y ha sido bastante amable conmigo, yo admiro a Deku-kun como héroe y espero poder llegar a estar remotamente cerca de ser tan genial como él]

Mentira.

Nejire-Senpai: [Izuku-kun es un buen amigo y mi Kouhai, lo quiero mucho pero no hasta el punto de verlo de la manera en la que dijo Madam Medea, asi que no habría ningún problema si alguna de ustedes quisiera intentar algo con él]

Mentira.

Toga-chan: [¿Y tú, Momo-chan?]

Sus dedos se congelaron durante unos segundos antes de comenzar a escribir y enviar su respuesta.

Yo: [Lo mismo, solo es un buen amigo, nada más ni nada menos, lo respeto como presidente de la clase y como aspirante a héroe, solo eso]

¡Una gran mentira!.

Uraraka-chan: [Oigan, ¡deberíamos hacer una promesa!]

Miró con preocupación el mensaje de su amiga castaña, esto le da un mal presentimiento.

Nejire-Senpai: [¿Qué clase de promesa, Ochako-chan?]

Uraraka-chan: [Solo por precaución, prometamos que ninguna intentará ser pareja de Deku-kun y todas seremos solo sus amigas]

¿Por qué?, ¿por qué las cosas terminaron de esta manera?, se supone que solo hablarían de lo incomodo que fue la predicción de Madam Medea, dejarían eso en el pasado y nunca lo volverían a comentar, no esto, una repentina promesa en la cual debe comprometerse a rendirse con Izuku cuando todavía no tomó su decisión.

Toga-chan: [De acuerdo]

Nejire: [Es una promesa]

Está obligada a aceptar, no tiene otra opción, estaría mal que se rehusara a prometerlo ya que dejaría en evidencia que de verdad siente algo por Izuku, que lo supieran arruinaría completamente su amistad y no puede permitírselo.

Por eso le dolió cada tecla que presionó para escribir su respuesta.

Yo: [Bien]

Y lo contempló como un gran error que no debió permitir que sucediera, algo de lo que seguro se arrepentiría.

Uraraka-chan: [Debo comenzar a cocinar la cena, hablamos luego, ¡Bye!]

Nejire-chan: [Yo también tengo asuntos que atender, ¡adiosito!]

Toga-chan: [Nos vemos mañana en Yuuei]

-Adiós-, dijo con tristeza mientras lo escribe y envía, observando como sus amigas se desconectaban siendo ella la última en salir.

Derrotada lanzó su teléfono a una esquina de su cama y se colocó un brazo sobre sus ojos ocultando su afligida mirada. Sintiéndose decepcionada de sí misma, frustrada, enojada, decaída, desmotivada, sencillamente se arrepiente de haber escrito el primer mensaje que inició la conversación... No debió hacerlo.

Pero había otra cosa de lo cual se arrepentía. –Soy una estúpida, si les hubiera dicho la verdad podía tener el camino libre con Izuku-kun-, se dijo reprendiéndose por haber sido una cobarde y mentirles. Pero momentos después se recompuso seriamente y se comenzó a limpiar los ojos. -No, sé que estaban mintiendo al igual que yo, si hicieron eso es porque también eligieron nuestra amistad, no puedo traicionarlas-, se convenció a sí misma por mucho que le duela el corazón.

Antes de que su mente comience a titubear, remotamente apagó la luz de su habitación con un control, luego se arropó con su sabana y se acomodó para dormir acurrucándose a un lado, esperando que finalmente su fatiga termine por dejarla dormir.

-Es mejor que las cosas se queden como están, todos somos amigos y estamos bien así-, decía la chica con voz frágil mientras cierra lentamente los ojos, comenzando a sentirse abrumada por el cansancio mientras el sueño poco a poco la va dominando. -Estoy bien así-, fueron sus últimas palabras antes de dormirse mientras que una lagrima se le escapa.

La forma en que lo dijo expresó una tristeza que solo ella puede comprender, no tendría dulces sueños esta noche.

*En Yuuei*

A primera hora de la mañana la academia se encuentra casi totalmente vacía, los únicos que están en su interior a esas horas es el personal de limpieza y el profesorado que estaban organizando las clases que les tocaba impartir en casi media hora.

Sin embargo una estudiante ya se encontraba caminando por los pasillos, y no es otra que la impecable vicepresidenta de la clase 1-A, quien tranquilamente se dirigía hacia su salón portando una expresión serena y un caminar elegante digno de su estatus.

La pelinegra luego de caminar un rato llegó a la entrada de su clase y desplazó la puerta a un lado para ingresar y observar el interior. (Entonces soy la primera hoy), pensó nada sorprendida, pues es consciente de que a estas horas no estaría ni siquiera Lida-kun, calculando aún faltan 20 minutos para que comiencen a llegar sus compañeros.

Sin ningún atisbo de emoción caminó hasta su asiento y dejó su bolso sobre el escritorio, ya que está sola puede leer el libro que compró hasta que las clases inicien, no todo el tiempo el salón está en completo silencio.

Pero no ejecutó su plan a causa de que cierto lugar entró en su rango de visión, a un par de puestos no muy lejos de ella se encuentra el asiento de él, el lugar donde se sienta Izuku, solo se quedó quieta observándolo en silencio.

Izuku siempre se queda allí, mirando el exterior a través de la ventana, aislado en sus propios pensamientos la mayoría del tiempo sin importar que estuvieran en medio de una clase. Ella bien lo sabe, disimuladamente lo ha observado de reojo y él siempre está igual.

Con una pequeña sonrisa y con su mentón apoyado sobre una mano mientras que su mirada desborda una tranquilidad sorprendente, como si estuviera viendo algo más allá del horizonte, algo que quiere alcanzar al extender la mano pero por el momento solo es una dulce promesa de un posible futuro.

Ella se ha sentido bastante curiosa por ese aire tan enigmático que lo rodea, ¿Qué ve?, ¿en qué está pensando?, se ha hecho esas preguntas varias veces y nunca encuentra el valor para obtener las respuestas directamente de él, ¿acaso no es esta la oportunidad ideal para quizás averiguarlo?.

Un suave sonrojo se dibujó sobre sus mejillas y con cierto nerviosismo se acercó lentamente al puesto del chico, miró a su alrededor a sabiendas de que está sola y terminó por quedar de pie frente al lugar ubicado junto a la ventana.

Quiere sentarse allí, está un poco dudosa por todo el asunto de la promesa con sus amigas, pero solo va a sentarse, no es que esto signifique otra cosa, además no hay quien pueda verla, esta es una oportunidad que debe aprovechar casi obligatoriamente, ¿cierto?, ¡¿cierto?!.

Notablemente avergonzada Momo se sentó en el puesto de su amigo, con un sonrojo más intenso en sus mejillas y con las manos apretadas sobre su regazo, volviendo a mirar a su alrededor para asegurarse por segunda vez que no hayan muros en la costa.

Respiró un poco para tranquilizarse y luego de un minuto logró apaciguar en cierta medida su nerviosismo. Siendo razonable esto no es nada para alterarse, pero contrario a su razonamiento es su acelerado corazón lo que entorpece su juicio y la hace ser quizás un poco vulnerable a cualquier cosa que tenga relación con aquel chico de profundos ojos verdes.

Sus ojos fueron cegados durante unos segundos por la luz proveniente del exterior, cubriéndose un poco aturdida se giró al exterior y comenzó a abrir uno de sus ojos, fue entonces cuando se sintió maravillada y el asombro se plasmó en su expresión al apreciar el paisaje.

El mañanero sol ubicado sobre el horizonte y bañando con su luz cada superficie de los terrenos de la escuela, el follaje de los árboles se sacude suavemente por la brisa mientras que algunas aves surcaban el aire libremente, todo mientras que más a la lejanía se apreciaba el resto de la ciudad.

Todo se ve bastante hermoso, desde este lugar solo puede ver este panorama ante sus ojos, no ve a los villanos, no ve la corrupción de varios adultos, no ve los males que acechan en la oscuridad, ante sus ojos solo está un retrato, uno que enmarca la belleza y paz que acontece bajo la radiante luz del sol, quien está por encima de todo y gobierna en los cielos.

Una suave sonrisa se dibujó en el rostro de ella. (Entonces esto es lo que él ve), pensó extrañamente tranquila sin apartar los ojos del panorama del exterior.

Ya no le sorprende que siempre se viera tan sereno y sumergido en sus pensamientos durante las clases, pues esta vista es algo que él no podría ignorar ya que está tan profundamente relacionada con lo que desea hacer, lo que quiere llegar a lograr.

"Voy a ser aquel por encima de todo, porque solo aquel que es el más fuerte puede salvar a todos los que quiera proteger, el único que decide, ese es alguien que puedo ser"

Esas palabras solo podían ser dichas por él, arrogantemente asegurando que se volverá el más fuerte, mejor que nadie más, alguien tan poderoso que sea imposible ignorarlo. Siendo razonable su sueño es absurdo, es imposible un mundo sin violencia y perdidas, el ser humano por naturaleza tiende al conflicto, no hay manera en que una persona pueda lograr contener esa oscuridad en la gente que desee dañar a otros.

Pero... eso es lo maravilloso de él, está consciente de todo eso, de todo lo que tiene que sacrificar, de todas las decepciones que le esperan, de todo lo que tiene que trabajar, es consciente y aun así desea ser el mejor héroe por el bien de los demás, por mantener una sociedad pacífica y suprimir el crimen.

Izuku lucha para ser Entity, el sol que brille hasta en la noche más oscura, la luz que inunde cada callejón para que nadie pierda a un ser querido como le sucedió a él... ¿Cómo no admirar un sueño tan bello e infantil?.

Si All Might se convirtió el símbolo de la Paz para tratar hacer de Japón un sitio donde todos pudieran sonreír, entonces Izuku quiere ser algo superior a un Símbolo para cambiar todo el mundo, quiere ser un Sueño y una Advertencia, una Esperanza y un Recordatorio, quiere ser una Entidad.

Algo que todos confíen que está allí, en todos lados y a la vez en ninguno, siempre preparado para salvar e inspirar esperanza en los corazones de la gente, siempre preparado para castigar y aterrorizar a los podridos criminales que alteren la paz.

Si, solo Izuku Midoriya puede desear algo así con tanta seriedad y convicción, un sueño imposible que solo él puede lograr: Entity.

El sonido de la puerta del aula desplazándose llamó su atención y tranquilamente giró su cabeza en dirección a la entrada, sorprendiéndose un poco al ver a cierta persona allí. -Izuku-kun-, dijo su nombre con una sonrisa que inconscientemente se formó al verlo.

De pie, con las manos en los bolsillos, ligeramente encorvado, con una expresión tan serena como de costumbre y con una tenue sonrisa jovial, de nuevo con la corbata del uniforme un poco floja y sus ojos verdes la fijaron al momento en que dijo su nombre.

-Buenos días, Momo-chan-, dijo Izuku tranquilamente ensanchando un poco su sonrisa mientras levanta una mano como saludo a la vez que camina en dirección a la Yaoyorozu que en medida de lo posible mantuvo la compostura.

-Buenos días, Izuku-kun-, devolvió Momo el saludo con una pequeña sonrisa mirando a su amigo acercándose, agradeciendo internamente el ser capaz de ocultar los nervios que él produce en ella con solo mirarla.

El chico llegó junto a Momo y se quedó de pie, solo dedicándole una amistosa sonrisa a su amiga que quedó prendada durante varios segundos hasta que la ausencia de cierta rubia llamó su atención. Observó detrás de Izuku para verificar si Toga entró detrás de él pero sencillamente no se encontraba en el salón, además sería imposible que la rubia pasara inadvertida con lo ruidosa y enérgica que es.

-¿Y Toga-chan?, ¿no está contigo?-, las preguntas de una curiosa Momo fluyeron por si solas mientras vuelve su mirada hacia su amigo, pues cabe decir que es bastante raro que ellos no llegaran juntos como todo el tiempo hacen... su amiga es demasiado suertuda ahora que lo piensa.

Izuku se encogió de hombros con indiferencia mientras se soba el cuello con una mano. -Me dijo que me adelantara sin ella, no quiso decirme el motivo y no insistí, no soy su padre para traerla tomada de la mano a la escuela, de cualquier manera fue refrescante gozar de silencio durante el camino-, dijo él tranquilamente mirando a su amiga que sonrió divertida al escucharle.

-No digas eso, sabes que estar con Toga-chan es divertido-, le dijo Momo al peliverde que bien sabe eso luego de haber estado con ella tanto tiempo.

Él sonrió de lado mientras cierra sus ojos. -Eso no puedo negarlo-, admitió quitándose la mano del cuello para volverla a meter en el bolsillo de su pantalón.

-¿No vas a sentarte, Izuku-kun?-, le preguntó Momo con una pequeña sonrisa a su amigo que debía sentirse incomodo por solo quedarse de pie junto a ella para conversar.

Izuku se mostró un poco divertido mientras observa a su amiga y lentamente señaló el lugar donde ella está sentada. –Es que estás sentada en mi puesto-, dijo el chico mirando entretenido a la pelinegra que ensanchó los ojos y su sonrisa se congeló.

Ella se quedó así durante varios segundos mientras que un sonrojo se iba intensificando en sus mejillas hasta que se levantó de golpe. -¡L-Lo siento!-, exclamó Momo realmente avergonzada por haber sido pillada justamente por él, se le había olvidado completamente que estaba sentada en su puesto.

El alto chico le sonrió amablemente a su amiga mientras cierra sus ojos. -No te preocupes Momo-chan, no me molesta-, le dijo a la Yaoyorozu que seguía bastante avergonzada y esa sonrisa solo empeoró su estado.

-V-Voy a leer hasta que lleguen los demás para entretenerme-, informó ella sonriendo nerviosamente para proceder a irse a su asiento, en donde de inmediato se sentó dándole la espalda a Izuku, sacó el libro que compró el día anterior y sumergió su rostro entre las paginas para ocultar su rostro.

-Vaya, ¿Acaso soy tan aburrido cuando hablamos?, Auch-, dijo Izuku con una sonrisa haciéndose el dolido por la preferencia de su amiga de hacer otra cosa en vez de hablarle, saltando nuevamente las alarmas de la pelinegra que despegó su cara del libro.

-¡N-No lo decía por eso, Izuku-kun!-, declaró la nerviosa y sonrojada chica tratando de aclarar el malentendido, no es como si prefiriera leer el libro a hablarle, ¡a ella le encanta charlar con él!, ¡más bien ella desearía poder conversar durante horas y horas sin descanso!, p-pero no sería sano para su corazón... menos ahora.

El chico satisfecho con su reacción le hizo un ademán a su amiga para que no se preocupara. -Solo estoy bromeando contigo, lee tranquila, no te voy a interrumpir-, dijo Izuku serenamente mirando a su amiga mientras él toma asiento en su puesto.

Momo suspiró aliviada y cansada por partes iguales mientras vuelve a darle la espalda, de verdad que Izuku-kun juega demasiado con ella, ocasionalmente acelerando su corazón consciente o inconscientemente, aunque... no es que eso la moleste.

El silencio se hizo en el aula 1-A, Momo sostenía el libro de tapa rojiza en sus manos intentando leer la primera página, pero no logra continuar más allá del primer párrafo sin importar cuantas veces lo intente. No es su culpa, honestamente se está esforzando pero es que sencillamente no está concentrada del todo, su interés inevitablemente se desvía hacia la presencia del chico unos puestos detrás de ella.

En vista de que no puede continuar así, decidió saciar su curiosidad y lenta y disimuladamente fue volteando su cabeza para observarlo de reojo, intrigada por lo que estará haciendo en tanto silencio.

Y allí está de nuevo, tranquilamente contemplando el exterior a través de la ventana con una pacífica sonrisa, los rayos del sol reflejándose en la piel de su rostro detallando cada peca, es imposible distinguir si el brillo en sus ojos esmeralda es debido al sol o por su propia admiración.

Verlo allí, tan inmerso, tan tranquilo, es como si en cualquier momento fuera desaparecer.

-El libro no está en esta dirección, Momo-chan-, dijo serenamente el chico con una pequeña sonrisa sin despegar su atención de la ventana, no es como si fuera difícil percibir la intensa mirada de su amiga cuando justamente ambos son los únicos presentes en el aula.

La Yaoyorozu al verse descubierta de nuevo rápidamente volvió a enterrar su sonrojado rostro en su libro, ahogándose en su propia vergüenza y sintiéndose bastante tonta por distraerse con tanta facilidad, así no es normalmente, pero es que... es que... ¡todo es culpa de él!.

¿Cómo poder concentrarse cuando el mayor elemento distractor está detrás de ella?, ambos están solos lo cual es algo que no pasa muy a menudo, sin Toga-chan, sin Uraraka-chan, sin Nejire-Senpai, sin Todoroki-kun ni Lida-kun, solo ellos dos, ¿Cómo se supone que lea cuando en realidad lo que quiere es charlar largo y tendido con el chico que le gusta?.

Pero es algo que lastimosamente no se puede permitir, porque está segura de que cuanto más tiempo intime con él más se va a enamorar, y siendo honesta lo que menos quiere es sufrir más de lo que está aguantando actualmente.

Sin embargo está bien, duele pero puede soportarlo, al menos esa promesa con sus amigas es de utilidad para que todas mantengan su amistad intacta, todas negaron sus sentimientos para que las cosas siguieran igual, solo debe acostumbrarse a esa presión en su pecho cuando piensa en mantener la distancia del peliverde que es tan amable con ella.

*En el Campo de Entrenamiento Beta*

Unas cuantas horas transcurrieron desde el inicio de las clases, nada fuera de lo normal superficialmente hablando, los profesores llegaron, impartieron sus clases y luego se fueron dejando breves intervalos de tiempo para que los estudiantes interactuaran, lo mismo de siempre.

Pero varios de los integrantes de la clase percibían algo diferente el día de hoy, como cierta tensión estancada en el aire, casi como si hubiera algún tipo de incomodidad entre ciertas personas que se contagiaba al resto de la clase. Por supuesto esta tensión no era un incordio y varios podían ignorarlo sin problemas, pero aun así no quita el hecho de que cierto grupo de amigas no está comportándose como normalmente lo hace.

Momo charlaba tranquilamente con Jirou, Uraraka hablaba alegremente con Tsuyu¸ y Toga se la pasaba bromeando y riendo con Mina y Toru, no es como si no hablaran entre sí, se saludaron al verse y mantuvieron una que otra breve conversación antes de separarse para charlar con las otras chicas.

Izuku solo se quedó en su asiento hablando con Lida y Todoroki, disimuladamente percatándose de las ocasionales miradas que sus amigas se dirigían entre sí, obligándose a sí mismo a no interferir ya que probablemente empeoraría las cosas.

Pero de nuevo aclarar que esos detalles por si solos no fueron relevantes en el transcurso de la mañana, la clase seguía tan animada como de costumbre cuando finalmente llegó el momento de ir al Campo de Entrenamiento Beta por orden de All Might.

Todos tenían sus trajes de héroes puestos y el grupo de 21 estudiantes estaba frente al héroe número uno, quien como de costumbre tiene una gran sonrisa en su rostro y posa como héroe de comic americano.

-¡Muy bien jóvenes, voy a explicarles el ejercicio de hoy!-, dijo enérgicamente All Might con las manos en su cintura. -Vamos a formar equipos de tres integrantes, habrá un bando de los héroes y el de los villanos, por encuentro un integrante de los héroes va a estar cautivo por los villanos y el objetivo de los héroes es rescatarlo antes de que el tiempo finalice, si no lo logran entonces el equipo de villanos gana, ¿¡sencillo, verdad!?-, exclamó el sonriente héroe mirando a sus estudiantes.

-¡Una duda, Sensei!-, exclamó Lida alzando la mano captando la atención de su maestro que le permitió hablar. -Faltan 3 estudiantes para que haya un número de equipos iguales de ambos bandos, ¿Cómo solucionará eso?-, interrogó Tenya arreglándose los lentes mientras carga su casco debajo de su brazo izquierdo.

-¡Fácil joven Lida!, se formarán 3 equipos de héroes y 4 de villanos, el último enfrentamiento será de un equipo de héroes contra los dos equipos restantes de villanos, ¡ese será un plus de dificultad para los buenos!, ¿no suena emocionante?-, le explicó el hombre rubio al chico de lentes que respetuosamente asintió con la cabeza.

-¿Cómo seleccionará a los integrantes?, Gero-, le preguntó Tsuyu con curiosidad a su profesor, esperando que no fuera lo que ella imaginaba.

-¡Con las cajas, por supuesto!-, respondió All Might enérgicamente sacando de algún lugar las mismas dos cajas de siempre, una marcada como "Heroes" y la otra como "Villians", en ambas habían papeles con los nombres de cada uno.

(Demasiado simple), pensaron todos los integrantes de la clase con gotas en las sienes a causa de la simplicidad de su profesor en cuanto a métodos de selección, al menos ya se acostumbraron a ese aspecto del Símbolo de la Paz.

Luego de casi 10 minutos los equipos fueron elegidos y a cada uno se le asignó un bando, quedando los resultados de la siguiente manera:

Equipos de héroes:

Grupo A [Tsuyu Asui, Mashirao Ojiro, Hanta Sero]

Grupo B [Minoru Mineta, Tenya Lida, Yuga Aoyama]

Grupo C [Izuku Midoriya, Shoto Todoroki, Momo Yaoyorozu]

Equipos de Villanos:

Grupo A [Kyouka Jiro, Toru Hagakure, Fumikage Tokoyami]

Grupo B [Denki Kaminari, Rikido Sato, Koji Koda]

Grupo C [Mina Ashido, Katsuki Bakugou, Ejirou Kirishima]

Grupo D [Mezo Shoji, Ochako Uraraka, Himiko Toga]

Mina se volteó a ver a sus dos compañeros de equipo. -¡Somos los malos, chicos!, ¡vas a hacerles pasar un mal rato!-, exclamó la pelirosa emocionada golpeando el aire con un puño.

-¡Me gusta tu entusiasmo Mina!, ¡vamos a darlo todo!-, apoyó Kirishima igual de motivado que la pelirosa mientras que junto a ellos está Bakugou, quien como de costumbre es el amargado del grupo.

-Son muy ruidosos-, les dijo Katsuki fastidiado a los dos que no disminuyeron su entusiasmo y en cambio comenzaron a practicar sus risas malévolas.

De la misma forma los integrantes de los grupos se comenzaron a agrupar, los villanos para planear sus estrategias mientras que los héroes elegían al miembro que estarían cautivos por los villanos.

Momo solo se quedó de quieta mirando el suelo mientras los demás se reunían, internamente maldiciendo su suerte de que justamente le tocara estar en el mismo equipo que Izuku cuando se propuso mantener cierta distancia de él. Se había hecho a la idea de no interactuar tanto con él para que esos sentimientos fueran desapareciendo lentamente y pudiera verlo solo como un amigo, pero tal parece que su suerte es consciente de lo que en verdad quiere y está jugando en su contra.

-Yaoyorozu-, Momo levantó su mirada para percatarse de que al frente suyo se encuentra Todoroki, quien como de costumbre tiene una expresión neutral. –Esforcémonos-, dijo el chico mitad-mitad tranquilamente, ante lo cual la Yaoyorozu asintió con una pequeña sonrisa forzada.

Luego ambos se voltearon a ver como el presidente de la clase se aproximaba a ellos con una jovial sonrisa, plantándose frente a ellos con los brazos cruzados. -Parece que nos toca juntos, Todoroki-kun, Momo-chan-, les dijo Izuku a sus amigos mientras se inclina un poco hacia adelante.

-A-Así parece-, respondió Momo un poco sonrojada mientras da un paso atrás para no estar tan cerca de su amigo peliverde.

-¿Quién de nosotros va a ser el prisionero?-, le preguntó Todoroki a sus dos compañeros héroes, ya que entre los tres deben escoger a quien va a tener que ser salvado durante el ejercicio.

Creati tímidamente agachó un poco la cabeza y juntó sus manos al frente. -I-Izuku-kun-, dijo la chica tomando por sorpresa a ambos chicos que se giraron a verla extrañados, pues poner al más fuerte de los tres como el capturado no es lo más razonable que digamos.

Bueno, independientemente de si es o no lo más razonable, al chico trajeado no le importó y se encogió de hombros con sencillez. -Bueno, si tú me lo pides entonces no me negaré, Momo-chan-, le dijo Izuku con una leve sonrisa a su amiga, quien apresuradamente se dio entender.

-M-Me expresé mal, quise decir que Todoroki-kun y tu deben participar en el ejercicio mientras yo seré la prisionera-, les aclaró Momo a sus dos amigos sintiéndose un poco avergonzada por no haberse explicado y dar lugar a un malentendido. Luego bajó un poco la cabeza con una sonrisa triste. -Honestamente dudo mucho que pueda ser de alguna ayuda para alguno de ustedes si participo-, confesó la Yaoyorozu insegura de sí misma y sus habilidades, no viéndose a la altura de sus dos compañeros.

Izuku tenía algo que decir al respecto, no es como si pudiese quedarse callado cuando oye a su amiga hablar así, es algo que Todoroki sabia y decidió tomar la palabra antes que su amigo.

-Yo seré el prisionero-, dijo Shoto con calma captando la atención de Izuku y Momo que se voltearon a verle, siendo la chica la más sorprendida por su ofrecimiento.

-También puedo hacerlo yo Todoroki-kun, ¿estás seguro?-, le preguntó Izuku al pelimixto que no tiene por qué hacerlo cuando él está dispuesto a tomar ese puesto.

Prometeo solo asintió con la cabeza mientras mira a sus dos compañeros de equipo. -Confió en ustedes-, les dijo tranquilamente sabiendo que ambos lograrían rescatarlo durante el ejercicio.

Entity en vista de que su amigo estaba tan seguro, decidió no decir más y aceptar su decisión, de modo que se giró a ver a Momo y le sonrió levemente. -Ya lo escuchaste Momo-chan, vamos a esforzarnos juntos-, le dijo el peliverde a su amiga de forma amistosa, provocándole un tenue sonrojo.

-D-De acuerdo-, aceptó Momo sonriendo un poco nerviosa mirando al chico que está un poco muy cerca de ella, sigue pensando que no le será muy útil durante la prueba pero ya no puede insistir cuando parece tan animado.

Es bastante injusto que no pueda resistirse cuando él le dice eso con esa sonrisa.

Los primeros encuentros se dieron en distintas localizaciones de la ciudad falsa, el equipo A de los héroes liderado por Sero perdió contra el equipo D de los villanos al no poder rescatar a Ojiro dentro del límite de tiempo. El equipo B de los héroes encabezado por Lida sufrió una apabullante derrota debido a que por iniciativa de Bakugou los villanos capturaron tanto a Tenya como a Mineta, dejando un resultado no esperado pero aun así elogiado por All Might.

Finalmente el último enfrentamiento se llevaría a cabo, el equipo C de los héroes vs los equipo de los villanos, el ejercicio en vista del aumento de participantes se llevaría a cabo en un gran centro comercial, en donde ya los villanos tuvieron 10 minutos para acomodarse y ocultar a Prometeo.

Afuera del edificio se encontraban los dos héroes protagonistas del ejercicio, Entity y Creati, ambos llevaban allí varios minutos esperando la señal que diera inicio a la actividad mientras que el chico platicaba con la pelinegra.

-Muy bien Momo-chan, ¿ninguna duda con respecto al plan?-, le preguntó Izuku a su amiga con calma girando la cabeza para verla a su lado, percatándose de que ella parecía distraída mirando a alguna parte del cielo.

Momo se dio cuenta de que él le estaba hablando y se volteó hacia él. -¿Plan?...-, preguntó ella sonriendo algo confundida dejando al chico de piedra. –D-Discúlpame, creo que no te presté atención, ¿podrías repetírmelo, por favor?-, le pidió la apenada Yaoyorozu al peliverde mientras agacha la cabeza sintiendo no haberle escuchado, estaba demasiado sumergida pensando en algo.

Izuku se pellizcó el puente de la nariz sintiéndose tonto por no haberse percatado de que estaba siendo ignorado, si lo hubiera hecho se habría ahorrado la humillación de haber estado hablando solo durante varios minutos, aunque tampoco ayudó que ella respondiera con un: "Uh-hu" mientras le hablaba.

De cualquier manera no es que pudiese molestarse por algo tan insignificante, mucho menos con ella cuando parece apenada, así que él solo soltó un suspiro para retomar la compostura con la mirada puesta en su amiga.

-En resumen estaremos juntos adentrándonos y haciéndonos paso entre los villanos para llegar hasta Todoroki-kun, a quien encontraré con Eyes'God-, le explicó Izuku de forma bastante corta a la pelinegra, quien no dudó en mostrar sus dudas.

-¿No es muy directo?, sería más efectivo si nos separamos y atacamos desde distintas direcciones-, dijo Momo dando a conocer su opinión, algo que Izuku agradecía y reconocía la validez de ese estrategia, la verdad parecía bastante complacido mientras asiente con la cabeza con los brazos cruzados.

-Sería lo más apropiado, pero confió en que tú y yo somos capaces de sobreponernos a los villanos si trabajamos juntos-, le contestó Entity confiado con una pequeña sonrisa, poniendo algo nerviosa a Momo.

-M-Me estás sobreestimando-, dijo ella tímidamente mientras desvía un poco la mirada.

Él posó su atención en la entrada del centro comercial. -De cualquier manera no subestimo a nuestros oponentes, Kyo-chan debe tener un plan para frenarnos hasta que el tiempo se acabe-, decía serenamente el peliverde con su gabardina ondeando un poco a causa de la brisa.

Creati no pudo evitar notar algo en las palabras de él. -¿Kyo-chan?-, preguntó Momo un poco confundida. -¿Hablas de Kyouka-chan?-, interrogó ella bastante intrigada mirando a Izuku que se giró a verla y asintió.

-Sí, ¿por?-, preguntó él extrañado por ese repentino interés de su amiga.

La chica sintió una pequeña punzada en su pecho y en consecuencia frunció un poco el ceño. -¿Desde cuándo son tan cercanos?-, preguntó Momo mirando con más seriedad al peliverde, incapaz de pensar en que su amiga e Izuku interactuaran tanto como para que él le haya puesto un apodo, de alguna forma eso la molesta.

Él por su lado ignoraba los celos internos de la Yaoyorozu y respondió con normalidad. -No lo diría de esa manera, solo nos llevamos bien y nos gustan las mismas bandas de música, ¿la has escuchado tocar?, es bastante sorprendente, por ejemplo recuerdo la vez en que...-, dijo el chico con una pequeña sonrisa comenzando a relatar la vez en que la encontró probando una guitarra en una tienda de música.

Por supuesto él no es consciente de que cada uno de sus elogios a Jirou ponía un poco más celosa a Momo, quien dejó de escuchar luego de unos segundos y tenía las manos juntas sobre su pecho tratando de suprimir esa incomodidad que la carcome.

Siendo sincera consigo misma quizás esté un poco celosa de Kyouka-chan, que Izuku tuviera una impresión tan buena de ella la haría bastante feliz.

-¿Momo-chan?, ¿sigues conmigo?-, la voz del peliverde captó la atención de Momo que puso los pies en la tierra de nuevo y observó cómo su amigo agitaba su mano frente a ella.

-C-Claro-, respondió la Yaoyorozu con una sonrisa forzada que buscaba esconder esos celos que guarda en su interior.

PEEEEEEEEEEEM

Momo escuchó el fuerte sonido emitido por los altavoces y luego volvió a mirar a su amigo, quien se mostró preparado para comenzar de una vez el ejercicio para rescatar a Prometeo de las garras de los villanos.

-Esa es nuestra señal, vamos-, le dijo Entity a Creati con una pequeña sonrisa y una mirada desbordante de confianza para luego comenzar a caminar hacia el interior del centro comercial, siendo seguido por la pelinegra que se convenció de ayudarlo lo más posible.

Ambos entraron al edifico y se encontraban caminando en dirección al centro de que conecta todas las alas de la estructura. En el camino Momo observaba en todas direcciones alerta contra cualquier posible ataque sorpresa, unos pasos adelante estaba Izuku con Eyes'God activado para encontrar a Todoroki.

Ningún sitio estaba fuera del alcance de sus ojos, podía ver todo y atravesó de todo, cualquier superficie se convertía en solo líneas flotando en el espacio en el cual él logra ver lo que ocultan. Es capaz de aumentar la precisión de su visión y no le fue para nada difícil encontrar la señal de calor perteneciente a su amigo pelimixto.

-Veo a Todoroki-kun en el interior de un almacén de una tienda de zapatos que está ubicada en la segunda planta, ala norte para ser más preciso-, le informó Izuku serenamente a Momo mientras ambos se aproximaban a las escaleras eléctricas que llevaban a la segunda planta.

Momo honestamente está bastante segura de que Eyes'God bien puede ser considerado una ventaja bastante injusta a su favor, pero al menos no es que Izuku-kun estuviera planeando utilizar Black Portal para traer a Todoroki-kun en tan solo un segundo, si fuera así el ejercicio de rescate no tendría sentido.

Cuando ambos estaban por subir a las escaleras eléctricas, Izuku se detuvo y extendió un brazo a un lado para impedir que Momo siguiera avanzando, extrañando a la pelinegra que se volteó a verlo.

-¿Qué sucede, Izuku-kun?-, le preguntó la Yaoyorozu al peliverde en voz baja para no alertar a los villanos de su ubicación.

-Es una trampa-, dijo Entity sin apartar la mirada de las escaleras. -Kaminari-kun está junto a un panel de electricidad para detener las escaleras con su Quirk, dejándonos atascados en el medio para que Sato-kun y Tokoyami-kun nos rodeen de ambos lados para atacarnos y restringir nuestros movimientos-, decía mientras que sus globos oculares de aspecto cósmico seguían mirando al frente.

Momo endureció su expresión y entrecerró los ojos mirando de reojo a sus lados. -¿Por qué lo dices?-, preguntó interesada en los indicios que le dieron a entender que estaban por caer en una trampa.

Izuku sonrió de lado. -Porque es algo que yo haría si estuviera en su lugar-, respondió sin mirarla. -Además veo sus señales de calor, Sato-kun está escondido detrás de un pilar en el final de las escaleras, Tokoyami-kun está dentro de esa tienda de ropa a nuestro lado izquierdo, a Kaminari-kun lo puedo ver de pie junto al panel de electricidad en el ala norte-, decía Entity tranquilamente, pues utilizando Not Alone creó varios ojos de Eyes'God escondidos que le brindan una vista panorámica del centro comercial entero. -Por cierto Koda-kun, Toru-chan y Kyo-chan están dentro de la zapatería custodiando a Todoroki-kun, además hay varias señales de calor pequeñas en la segunda planta que pertenecen a animalitos, supongo que es un intento de Koda-kun por frenarnos-, agregó con tranquilidad rascándose la cabeza con una mano.

-¿Qué hacemos?-, le preguntó Creati a su compañero esperando sus instrucciones para lidiar con la situación.

El chico bajó su brazo y se volteó a ver a su amiga. -Lo mismo estaba por preguntarte, ¿qué tienes en mente, Momo-chan?-, le preguntó tranquilamente con una ligera sonrisa a la pelinegra, la cual se sorprendió un poco y luego negó con la cabeza.

-Resultará mejor si tú me dices que hacer, Izuku-kun-, aseguró Creati dudando de su propia capacidad y optando por seguir las ordenes de Izuku, quien internamente se molestó por volverla a oír hablar de esa forma.

Él le colocó una mano en la cabeza y la observó directamente a los ojos. -Ten un poco más de confianza, te dejo el liderazgo a ti Momo-chan, sé que lo harás bien-, dijo con una amable sonrisa y una mirada que refleja la fe que le tiene.

Creati se sintió feliz al oír sus palabras y en vista de que no quiere defraudar la confianza que él depositó en ella, se mentalizó para dirigir. -De acuerdo-, aceptó Momo decidida a desempeñar bien su papel para lograr rescatar a Todoroki antes que el tiempo se acabe.

Ella se cruzó de brazos y se llevó una mano al mentón para pensar profundamente sobre su plan de acción. Una postura apropiada para ella según Entity que pacientemente esperaba sus instrucciones.

-¿Kaminari-kun está tocando el panel?-, le preguntó Creati a su compañero que sin demora respondió.

-Eso es correcto-, dijo él volviendo a activar Eyes'God durante unos segundos para confirmar la posición del villano.

Momo terminó de planear y fijó su seria mirada en el peliverde. -Cuando de la señal lo electrocutas con Red Volt a través del cableado de electricidad, en ese momento me encargaré de Tokoyami-kun y tú de Sato-kun para hacernos paso a la segunda planta-, explicó la chica autoritariamente recibiendo un asentimiento del chico.

-Entendido jefa-, respondió Izuku sonriéndole ligeramente a su amiga para después darle la espalda y mirar fijamente las escaleras eléctricas.

Creati cerró los ojos mientras descendía sus brazos a los lados, aflojó los dedos de sus manos y respiró suavemente mientras serena su mente. A su señal el combate iniciaría y debe desafiarse a sí misma para superar este primer obstáculo en la prueba.

Solo debe iniciar la creación mental de lo que va a emplear.

5

Juzgando el concepto de creación.

4

Revisando formulación de su estructura básica.

3

Duplicando la composición del material.

2

Ejecutando la destreza de fabricación.

1

¡Condensar toda la manufactura en un circuito que espera el percutor que de luz a sus creaciones!.

-¡Ahora!-, Creati alzó su voz al momento de abrir los ojos y como si de respirar se tratara, creó en sus manos un par de granadas aturdidoras que lanzó hacia la tienda donde según Izuku se ocultaba Tokoyami.

Un grito se escuchó en la lejanía, no, concretamente eran gritos de dos personas distintas, uno de dolor mientras que otro era un rugido de ataque. Creati no se podía permitir apartar la mirada de la tienda, pero puede asegurar que el grito de dolor pertenece a Kaminari por haber sido electrocutado por Red Volt.

PIIIIM

Las granadas explotaron luego de atravesar los ventanales de la tienda de ropa y segundos después Tokoyami se encontraba saliendo torpemente por la puerta a causa del fuerte pitido y el cegador destello de luz que causó que Dark Shadow volviera a su interior.

Momo no desperdició ni un solo segundo y corrió en dirección hacia el villano para aprovechar su guardia baja, sin Dark Shadow protegiéndolo sería sencillo encargarse de él, como mínimo tiene medio minuto antes que el ser de sombras salga para defender a su usuario.

Fumikage se encontraba frotándose los ojos furiosamente para tratar de recuperar la vista, pero su visión difícilmente se acostumbraba a la luminosidad, no fue hasta que fue demasiado tarde que abrió los ojos y en ese momento recibió el golpe ascendente de un bastón celeste de metal sorprendentemente duro impactándole el mentón.

La heroína pelinegra mantuvo la postura de ataque y sin darle la oportunidad para recuperarse, deslizó su bastón corto alrededor de su torso para ejecutar un golpe horizontal hacia uno de los costados de Tokoyami, quien a medias logró intermediar su brazo en el ataque para disminuir el daño recibido.

Él chico aguantó el fuerte dolor apretando los dientes y a su orden surgió Dark Shadow de un tamaño regular dado que no recuperó completamente de las granadas. El ser de sombras fue al ataque de Momo, quien aun en la adrenalina del momento reconoce que en un combate cuerpo a cuerpo no tiene muchas posibilidades contra Dark Shadow, aun sí este no está en todo su potencial, de modo que solo puede proceder de una forma.

Sin cerrar los ojos, su proceso mental fue tan rápido como de costumbre y la facturación en un pestañeo fue completada, no es que se le dificultara crear un objeto con el que está más que familiarizada dado que comenzó a producirlo en masa desde el festival deportivo.

El escudo solar se armó y fue interpuesto en el zarpazo de Dark Shadow a su persona, logrando bloquear exitosamente el ataque pero retrocediendo unos pasos por la fuerza detrás del golpe. Dark Shadow y Tokoyami decidieron no presionarla cuando observaron el escudo que tantos problemas les dieron en el festival deportivo, uno capaz de expulsar una potente luz como si de un reflector se tratara.

Momo sonrió satisfecha cuando observó a Dark Shadow no acercarse, efectivamente mordieron el anzuelo.

-Sabes Tokoyami-kun-, comenzó a hablar ella captando la atención del villano que no apartó la vista. –Pude decirle a Izuku-kun que se encargara de ti con White Ether, pero siéndote sincera quería una pequeña revancha por lo del festival-, confesó la pelinegra mirando directamente a los ojos al chico con cabeza de cuervo.

Él entrecerró los ojos. –Un héroe deseando venganza, que trágico, pero el resultado de aquel entonces no cambiará, en este sitio no puedes activar esa bomba inmensa sin hacer demasiados daños-, replicó el villano Tsukuyomi de forma misteriosa y sombría.

De nuevo Creati se regocijó internamente por la ignorancia de su oponente, quien no se dio cuenta de que las tornas acababan de cambiar en su contra. Fue entonces cuando la chica acomodó su postura para encarar al villano, quien ensanchó los ojos a la vez que Dark Shadow se estremecía ante la luz que yace frente a él.

El bastón de metal que había creado Momo estaba brillando, el arma irradiaba luz desde su interior. Momo contempló las expresiones de sorpresa de sus contrincantes y se permitió el darles una breve explicación.

-¿Pensaste que estaba hecho de metal?, errado, solo es un material bastante duro con las cualidades para proyectar luz, su nombre: diamante-, decía la chica con una pequeña sonrisa mientras sostiene su arma que no mide más de 1 metro y medio. –Desde que perdí contra ti estuve pensando en un arma con la cual pudiera estar a la ofensiva contra Dark Shadow sin recurrir a Cruel Sun, entonces pensé en esto, un bastón hueco hecho de una fina capa de diamante, como su material es más pesado que el metal tuve que hacerlo más pequeño, pero lo que disminuye en rango lo aumenta en dureza, lo sentiste, ¿verdad?-, le decía ella ligeramente divertida a Tokoyami, quien aún sentía su brazo y mentón entumecidos por los golpes de ese bastón.

El villano frunció el ceño mirando a la heroína, quien se comporta un poco raro. (Quizás pasar tanto tiempo le contagió un poco esa actitud tan arrogante), pensó para sí mismo el chico. -¿Cómo es que está brillando?-, se permitió preguntar dado que ese factor es el más decisivo para él y Dark Shadow.

-Te dije que es un bastón hueco, ¿cierto?, solo fue cuestión de crear en su interior una bombilla que se enciende con este botón-, explicó ella tranquilamente mostrando un diminuto botón plateado ubicado en la centro del arma.

Luego Creati con una tenue sonrisa mantuvo su arma inclinada hacia el suelo, preparándose para atacar. –No importa que no libere tanta luz como mi escudo solar, con esto si voy a ser capaz de pelear y hacerle daño a Dark Shadow-, aseguró la heroína y sin necesidad de más conversación fue a atacar al ser de sombras que rugió desafiante hacia la chica.

Un zarpazo voló hacia Momo que deslizó su bastón para golpear el brazo de la criatura que gruñó por el daño pero volvió a atacar, resultando herido cuando Momo rodó a un lado para evitar las garras y contraatacar con un bastonazo en la quijada del Quirk viviente.

Cada golpe producía un ardor en el ser de sombras a causa de la luz, a medida que era atacado se debilitaba más y su velocidad disminuía, haciéndolo más propenso a recibir los ataques de la implacable Creati que no dio misericordia contra Dark Shadow, quien terminó tan débil que decidió volver al interior de Tokoyami.

Momo corrió en dirección al chico sin desperdiciar ni un solo segundo, el tiempo corre en el ejercicio y no puede permitirse más distracciones. Sin vacilar llegó frente a Tokoyami que intentó escapar, pero ella se agachó y deslizó una patada en el suelo para derribar al villano, quien cayó de espaldas al piso y acto seguido fue aprisionado contra el suelo por una rara sustancia pegajosa, la cual en I-Island se usó contra los robots de seguridad.

La chica relajó su postura y le sonrió amablemente a su compañero de clases. –Buena pelea Tokoyami-kun, gracias por derrotarme aquella vez, nos vemos-, le agradeció honestamente a su amigo para luego darle la espalda y alejarse en dirección a las escaleras eléctricas.

Tokoyami que solo podía ver su espalda alejándose, cerró sus ojos y sonrió ligeramente. –No debo subestimar otra vez a la vicepresidenta-, se dijo a sí mismo reconociendo su fuerza y su intelecto, pero sobretodo esa capacidad para darle las gracias por haberla forzado a superarse a sí misma.

Verdaderamente aterradora.

Momo dejó atrás Tsukuyomi y encontró a Izuku esperándola con una pequeña sonrisa frente a las escaleras que por algún motivo estaban destruidas desde la mitad hasta la segunda planta.

Él observó la pelea de su amiga, pero no la elogiaría por su victoria contra Tokoyami, no hace falta y ella no lo necesita, además sería una ofensa el felicitarla por una efímera victoria cuando todavía no han pasado la prueba.

Creati llegó frente a su compañero héroe. -¿Y Sato-kun?-, le preguntó a su amigo que sencillamente señaló la segunda planta.

-Lo paralicé con Immobilize y está descansando en el suelo, lástima que no pude hacerlo antes de que rompiera las escaleras-, respondió tranquilamente Izuku mirando a su amiga, quien por unos momentos reflexionó sobre cuánto tiempo les tomaría llegar a otras escaleras que los lleven a la segunda planta.

Entity sonrió divertido logrando intuir lo que está preocupando a su amiga, así que extendió su brazo sujetándola de la cintura para apegarla a él, tomando a la Yaoyorozu por sorpresa y rápidamente los nervios y la confusión se plasmaron en su rostro.

Él sabiendo lo que iba a preguntar, decidió explicarse. -Así subiremos más rápido-, dijo entretenido utilizando Flight para levantarlos a ambos en el aire y volar hasta la segunda planta donde aterrizaron sin problemas.

Una vez arriba Entity liberó la cintura de Momo, la cual avergonzada y sonrojada se alejó unos pasos de él y se tomó unos momentos palmeándose las mejillas para despejar sus nervios y centrar su mente en el ejercicio.

Luego de enfocarse nuevamente, Creati se fijó en Sato que estaba acostado inmóvil en el suelo junto a las escaleras rotas con los brazos extendidos, este no les dirigió la palabra a los héroes solo por mantenerse en el papel de villano derrotado.

La atención de ambos héroes rápidamente fue captada por varios animales que los rodearon, entre ellos habían ratones, palomas y algunas arañas, todos fijando como objetivos a los dos adolescentes que se encontraban sin escapatoria alguna.

-¿Qué hago ahora, jefa?-, le preguntó el chico serenamente a su amiga pelinegra, quien mentalmente se disculpó con los animales antes de responder.

-Fear Alpha-, ordenó Creati y en respuesta el aire se volvió pesado y cada uno de los animales vieron la mismísima muerte provenir del peliverde trajeado, vieron en él al depredador más fuerte eliminándolos con la sola mirada.

Solo una cosa se volvió clara, sus instintos animales refinados a lo largo de millones de años de evolución les estaban dando un único mensaje: corran.

Y así lo hicieron, cada uno de los animales huyeron despavoridos por donde vinieron sin importarles lo más mínimo ayudar a ese amable joven que les había pedido apoyo, sus vidas son prioridad y tenían la certeza de que cerca de ese aterrador chico es el lugar más peligroso sobre la faz de la tierra.

Al tener el camino despejado, Izuku desactivó su Quirk y comenzó a correr guiando a Momo al lugar donde sabe que está cautivo su compañero Prometeo.

Sin problemas se encontraron en el ala norte y les quedaba poco para llegar, pero entonces frente a ellos saltó un chamuscado Kaminari desde una esquina para interponerse en su camino.

-¡Deténganse héroes!, ¡no los perdonaré por haber utilizado electricidad contra mí!, ¡me las van a pagar!-, exclamó el enojado villano eléctrico con su cabello erizado a causa de Red Volt, cualquiera pensaría que por utilizar electricidad es inmune a ella, pero Red Volt es un caso especial.

-¡Mira Kaminari-kun, un alíen!-, exclamó Izuku fingiendo asombro mientras señala un punto detrás de Denki, quien frunció el ceño ofendido.

-No voy a caer en eso, Midoriya-, le dijo Kaminari al presidente de la clase que debe pensar que es estúpido para que cayera en ese truco tan básico.

-¡Y tiene sombrero vaquero!-, agregó el peliverde señalando el mismo punto con más asombro.

-¿¡En serio!?-, preguntó sorprendido el villano girándose a ver el lugar que estaba señalando el héroe.

-No-, dijo Entity con una pequeña sonrisa lanzándole un aro de Immobilize a Denki que inmovilizado cayó al suelo de forma bastante graciosa, lo cual provocó una pequeña risilla en Momo.

-¡Mierda!-, se quejó Kaminari desde el suelo por haber caído en el engaño. -¡No es justo que utilices mis gustos en mí contra, Midoriya!-, le reclamó el rubio a su presidente que caminó hasta estar junto a él para arrodillarse de cuclillas.

-Lo siento Kaminari-kun, quizás para la siguiente si haya uno-, bromeó el peliverde con una pequeña sonrisa para luego levantarse y seguir corriendo hacia la zapatería seguido de Momo que trató de disculparse con Kaminari, pero que tratara de contener su diversión hacia menos convincente su disculpa.

Luego de correr por casi un minuto llegaron a ver la tienda en la cual estaba cautivo Todoroki, una zapatería con un gran ventanal que facilitaba el ver el interior del local aun desde el escondite donde se ocultaban.

-Muy bien, aquí estamos, espero tus órdenes Momo-chan-, le dijo Izuku a Momo con tranquilidad girándose a verla de pie a su lado.

-¿Toru-chan dónde está?-, le preguntó la Yaoyorozu al peliverde que activó de nuevo Eyes'God para ver el interior, fue precavido de esconderse bien ya que no puede cometer el descuido de que la villana invisible lo vea usar sus ojos que todo lo ven.

-Sentada sobre mostrador, Kyo-chan y Koda-kun están en el almacén de atrás con Todoroki-kun-, respondió serenamente el joven héroe observando las señales de calor para luego desactivar sus Quirks y voltearse a ver a su amiga de nuevo.

Creati se tomó unos breves momentos para crear un plan en su mente. -Haremos lo siguiente-, le dijo a su amigo acercándose a su oído para comenzar a contarle su estrategia.

Mientras tanto en el almacén de la zapatería se encontraba Todoroki sentado contra una pared con sus brazos sujetados con una cuerda detrás de su espalda. En el lugar también se encontraba Koda que estaba de pie junto a Jirou, quien tenía sus jacks tocando la superficie del suelo.

-Aunque no pudieron retenerlos mucho tiempo, estamos a tan solo 3 minutos de ganar, solo debemos evitar que entren-, decía la villana Earphone Jack con calma retrayendo sus lóbulos mientras mira a su compañero de equipo que asintió tímidamente.

-Entonces debo suponer que ya están afuera, ¿cierto?-, dijo Todoroki neutralmente observando a la villana que seguramente los localizó utilizando su Quirk.

Kyouka se volteó a ver al héroe aprisionado y le sonrió levemente. -Te tocó un equipo bastante competente, Todoroki-, comentó la villana con calma pensando en este desventajoso encuentro, sin importar que fueran 6 villanos contra 2 héroes, no hay que olvidar que YaoMomo es capaz de crear cualquier cosa e Izuku tiene un repertorio extenso de Quirks, esa combinación es aterradora.

La chica se llevó una mano al comunicador en su oído. -Tokoyami, Sato, informen-, les dijo Jirou a sus compañeros de equipo para confirmar si estaban en condiciones de venir a ayudar contra los héroes.

[Estoy en camino, pero Dark Shadow está débil], respondió Tokoyami que logró liberarse de la sustancia pegajosa gracias a la ayuda de las garras de Dark Shadow.

[¡Yo fui paralizado por un Quirk de Midoriya!], contestó Sato aun acostado en el suelo a causa de Immobilize.

Jirou chasqueó con la lengua, sin la ayuda de ellos no lograrían detener a Midoriya por tres minutos, y lo más posible es que Kaminari haya sido derrotado por los héroes en el camino, asi que no sería apropiado contar con que él sea de ayuda.

-Se supone que contábamos con la superioridad numérica-, dijo Kyouka un poco molesta por la presión sobre ellos que tienen que custodiar a Todoroki.

Ni ella, ni Toru, ni Koda son buenos en peleas cuerpo a cuerpo, pero se tuvieron que quedar en pos de que sus compañeros lograran detener a los héroes la mayor cantidad de tiempo trabajando en equipo.

[Todavía no los veo, Kyouka-chan], le avisó Toru a su amiga mediante el comunicador, causando sorpresa en la villana que ensanchó los ojos.

-¿Qué?, pero si deben estar frente a la tienda-, le dijo Kyouka a su compañera para luego de nuevo tocar el suelo con sus jacks para localizar a los dos héroes. -¿¡En donde se metieron!?-, exclamó alarmada la villana cuando no los encontró en ningún lugar.

-¡Kyaaaa!-, el chillido de la villana invisible se escuchó desde el vestíbulo de la zapatería, alterando a Kyouka y a Koda.

-¡Toru-chan!-, exclamó Kyouka preocupada por su amiga que seguramente terminó en manos de los héroes. -¡Koda-kun, bloquea la puerta!-, le ordenó a su compañero que rápidamente obedeció y empujó un gran estante de madera que bloqueó la única entrada del almacén.

¡POOM!

Luego de haberse escuchado el golpe del mueble, todo el almacén quedó en completo silencio. Jirou estaba en posición para atacar usando las ondas sonoras contra los héroes mientras que Koda estaba temeroso por la sensación de sentirse acorralado.

Cada segundo se hizo eterno, el silencio se hacía incomodo, los villanos y Todoroki observaban la puerta bloqueada esperando la brusca entrada de los héroes mientras que una presencia pasaba inadvertida justo por encima de sus cabezas.

La ventanilla del conducto de aire en el techo cayó al suelo y los presentes pusieron sus miradas en la granada que llegó el suelo y se quedó inmóvil por solo unos segundos hasta que explotó liberando una cortina de humo que nubló la visión del lugar.

Los villanos se cubrieron los ojos y tosieron mientras se esforzaban en ver a través del humo, para su suerte y su desgracia el humo no tardó en disolverse y en ese momento pudieron observar a la heroína Creati, quien con una mirada seria apuntaba a las cabezas de los villanos con dos Revolvers.

-Levanten las manos, villanos-, ordenó Momo fulminándolos con la mirada como los villanos que aparentan ser, haciéndoles temblar y por consecuente aceptar su desventajosa posición en la que si intentan algo recibirán un doloroso disparo de balas de goma entre las cejas.

Kyouka se permitió relajarse y levantar los brazos en forma de rendición mientras se sienta inofensivamente en el piso, Koda del mismo modo se sentó sin dejar de ser amenazados por los dos Revolvers que seguían apuntando a sus cabezas.

Jirou levantó un poco la cabeza para mirar a su amiga. -¿Cómo fue que lograste entrar sin que te oyera?-, le preguntó a la vicepresidenta de la clase que no debió ser capaz de poder pasar inadvertida de esta manera por su cuenta.

-Izuku-kun utilizó Echoes a mí alrededor para anular mis sonidos para una infiltración exitosa-, respondió la pelinegra mirando a la villana con seriedad sin quitar los dedos de los gatillos.

La puerta bloqueada por un mueble fue destruida fácilmente por un pequeño empujón de Entity que ingresó al almacén con una capturada Toru que tenía sus dos manos sujetadas por el chico detrás de su invisible espalda, impidiéndole algún escape o resistencia.

-Lo siento Kyouka-chan, se hizo invisible y no pude verlo-, le dijo la villana invisible a Jirou lamentando haber sido tomada por sorpresa.

-Qué ironía-, comentó Todoroki neutralmente desde la pared en la que está recostado.

-¿Y qué pasó con Tokoyami?-, le preguntó Kyouka intrigada al trajeado Izuku que al oír su pregunta materializó un aro de Immobilize en su mano libre solo para mostrarlo.

-No se podrá mover por un rato-, dijo Entity con una tenue sonrisa para luego desaparecer el aro azul.

Sin duda el plan de Momo-chan fue ingenioso, usar Echoes para ambos evadir la audición de Kyo-chan, ella se infiltraría a través de los conductos mientras que él se encarga de Toru y de cualquiera villano que viniera como refuerzo.

Todo resultó tal y como ella lo planeó.

-Midoriya, ¿te importaría?-, le dijo Prometeo a su compañero héroe que se volteó a verle y asintió levemente.

-Claro Todoroki-kun, para eso vinimos-, respondió Izuku con calma creando con Not Alone una mano detrás de la espalda de Todoroki, la cual convirtió en metal y la hizo una navaja que cortó la cuerda que sujeta las manos del pelimixto.

Una vez libre, Shoto se colocó de pie mientras se soba las muñecas, de modo que ya era libre y los héroes habían cumplido su misión.

Otro pitido se escuchó de los altavoces seguido de un mensaje. [¡Los héroes lograron rescatar a su compañero!, ¡los héroes ganan este enfrentamiento!], declaró All Might energéticamente dando por finalizado el ejercicio.

Earphone Jack agachó la cabeza con una pequeña sonrisa en su rostro. -Fuimos completamente derrotados, eh-, dijo la chica aceptando su derrota, no se quejaría, al menos ideó una estrategia que les permitió aguantar 9 minutos contra Entity y Creati, eso es un logro.

Izuku en vista de que el ejercicio terminó, liberó a su amiga invisible. -Lo siento si fui un poco brusco, Toru-chan-, le pidió disculpas a su compañera que movía sus guantes en el aire haciendo un gesto para que él no se preocupara.

-No hay problema Midoriya-kun, ¡por cierto no sabía que te podías hacer invisible!-, decía Toru emocionada mirando al presidente de la clase que al parecer posee un Quirk como el de ella.

-Yo tampoco lo sabía-, dijo Todoroki acercándose a su amigo, quien se llevó una mano a la cabeza para rascársela decidiendo no darles detalles sobre Chamaleon ya que no es invisibilidad técnicamente.

-No se presentan muchas oportunidades donde tenga que usar ese Quirk-, él mintió con una sonrisa relajada como cubierta, no es como si pudiera revelar que utiliza esa particularidad con bastante frecuencia cuando hace de vigilante. –Por cierto Koda-kun, lamento asustar a tus amigos-, le dijo con serenidad a su compañero que tímidamente le hizo señas para que no se preocupara.

Mientras Izuku charlaba con Koda, Toru y Shoto, a unos metros Momo seguía de pie apuntando con su arma a la cabeza de Jirou, quien se mantiene sentada en el suelo a causa de que no desea atentar contra la seriedad plasmada en el rostro de la vicepresidenta.

-¿Ya puedes dejar de apuntarme a la cabeza, YaoMomo?-, le preguntó Kyouka a su amiga con una gota de sudor en la sien, el ejercicio terminó, ya no son una heroína y una villana, no hace falta que la amenace con una pistola.

Momo se quedó en silencio durante unos segundos mirando fijamente a los ojos a Kyouka. -¿Qué tan cercanos son tú e Izuku-kun?-, preguntó la pelinegra comprometida a obtener una respuesta directamente de su amiga.

-¿Por qué preguntas algo así?-, preguntó Kyouka confundida mirando a la heroína que parece más una asesina a sueldo, ella entrecerró los ojos y acomodó su dedo sobre el gatillo del Revolver.

-Él te llama Kyo-chan-, respondió Momo con un poco de injustificado enojo filtrándose en su voz, no comprendiéndose a sí misma, pero inevitablemente dejándose guiar por esa molestia en su pecho al pensar que su amiga pudiera ser muy cercana al pecoso chico de ojos verdes.

Jirou se sorprendió un poco al oír que Momo sabe de eso. -¡Midoriya!, ¡te dije que no me llamaras así en la escuela!-, le reclamó una molesta y avergonzada Kyouka a Izuku, quien al oírla se volteó a verle y sonrió divertido.

-Se me escapó, de cualquier forma es solo un apodo cariñoso, Kyo-chan-, contestó el peliverde un tanto juguetón encogiéndose de hombros con sencillez para luego guiñarle el ojo a su compañera de clases, quien solo contuvo su descontento mientras se pellizca el puente de la nariz.

Izuku y los demás salieron del almacén hacia el vestíbulo de la tienda, dejando solas a ambas chicas.

Kyouka luego de calmarse alzó la mirada para ver a Momo. -No es lo que estás pensando YaoMomo, solo somos buenos amigos, ¿de acuerdo?, nos gusta la misma música y hablamos de bandas, nada más-, aclaró ella mirando a los ojos a su amiga, quien parecía estudiarla detalladamente en busca de algún indicio de engaño.

Sin embargo parece decir la verdad y no le quedó de otra que confiar en sus palabras.

La vicepresidenta cerró sus ojos con el ceño fruncido mientras un ligero sonrojo se mostraba en sus mejillas. -D-De cualquier manera eso no me incumbe a mí-, dijo Momo tratando de aparentar indiferencia mientras recoge su pistola dejando de apuntar a Jirou, la cual se permitió suspirar más tranquila.

Momo le ofreció la mano para ayudarla a levantarse, gesto que Jirou agradeció y aceptó para ponerse de pie y quedar frente a la Yaoyorozu.

-Me das miedo YaoMomo, tienes que controlar esos celos tuyos-, le dijo Kyouka con una pequeña sonrisa a su amiga una vez que estaban frente a frente.

-¿Q-Qué?-, preguntó Momo con una sonrisa nerviosa, incrédula de que Kyouka-chan se diera cuenta de que está celosa, no, está más sorprendida de que en realidad lo que la ha estado molestando son celos en primer lugar.

-Por favor, ¿de verdad creíste que no lo notaria?, eres bastante transparente con lo que sientes, YaoMomo-, le decía Kyouka a la pelinegra que agachó la cabeza mientras sus mejillas se van colorando más y más. -No le diré a nadie, pero que sepas que estoy de tu lado-, agregó la rockera de la clase con amabilidad sorprendiendo un poco a Momo, quien luego sonrió agradeciendo las buenas intenciones de su amiga.

(Lástima que Kyouka-chan se acaba de unir a un lado que se rindió), pensó la pelinegra para sí misma con tristeza que no mostró en el exterior.

Entonces Entity asomó su cabeza en la salida del almacén para ver a sus dos amigas. -Señoritas, debemos reunirnos con Sensei y el resto-, les dijo con tranquilidad ya que las estaban esperando para reunirse con el resto de la clase.

-Ya vamos-, le dijo Kyouka al peliverde que no insistió más y se adelantó hacia la salida de la zapatería.

Jirou se ubicó justo al lado de Momo mientras mira la puerta por la cual se fue el chico. -Pero sabes YaoMomo, es un problema que no seas la única que es bastante obvia con lo que siente-, opinó Kyouka un poco preocupada por sus otras amigas que también parecen sentir algo por Midoriya, si tan solo lo ocultaran perfectamente, entonces YaoMomo no tendría remordimientos.

Después de eso la chica se fue del almacén, dejando a Momo sola mirando el suelo con una mirada afligida. -No tienes que decírmelo, ya lo sé-, respondió en voz baja a sabiendas de que está sola y su amiga no podía escucharla.

Por supuesto que sabe que hubiera sido mejor no darse cuenta de que sus amigas están también enamoradas de Izuku, pero no puede cambiar lo que sucedió ni puede olvidar lo que sabe de forma conveniente.

Es por eso que ahora debe mantener la promesa con sus amigas, si no va a por él entonces al menos protegerá la amistad que han formado.

*En la Azotea*

Un tiempo luego de terminar la clase con All Might, llegó la hora del almuerzo y los estudiantes se repartieron por el territorio escolar aprovechando su pequeño descanso, la mayoría fue a la cafetería como es usual mientras que otros solo vagaban en los pasillos.

Por su parte la heredera de la familia Yaoyorozu se encontraba sentada en un banquillo en la azotea de la academia, debajo del bello cielo azul que acontece y recibiendo la suave brisa que acaricia su piel. La chica se encontraba sola en el sitio y tenía una expresión profunda mientras su mirada se pierde en el vasto cielo, de nuevo abstraída en sus pensamientos debido al mismo tema que la distrajo antes de comenzar el ejercicio con Izuku.

Necesita encontrar una manera de volver a interactuar con normalidad con sus amigas.

Desde que se encontraron en la mañana solo han intercambiado pocas palabras y no se han juntado en los recesos como acostumbraban, es evidente a que se debe eso y es que están igual de incomodas que ella con respecto a lo que hablaron ayer en el grupo. Con decir que Nejire-Senpai no las buscó para charlar con ella es suficiente para deducir que también está manteniendo su distancia.

Y no es que esté enojada con ellas, por el contrario a estado todo el día tratando de armarse de valor para entablar una conversación con sus amigas, pero es como si existiera una rara presión que la hace echarse para atrás, solo puede suponer que las demás también sienten esa presión y por ello ninguna ha tomado la iniciativa.

Por todo eso de nuevo se encontraba pensativa, tratando de encontrar una manera sencilla para volver a interactuar con normalidad con sus mejores amigas y así sentirse aliviada de que al menos su amistad no corre el mismo destino que su enamoramiento... el fracaso.

La puerta de la azotea se abrió y quien atravesó el umbral no fue otro que Izuku, quien con la misma calma que siempre caminó directamente hacia el lugar donde estaba sentada su amiga.

-Izuku-kun-, dijo Momo con tranquilidad mirando al chico que ya ni le sorprendía verle, es como si muy en el fondo esperara que él hiciera aparición, por supuesto eso no quita que esté feliz de verlo.

Él alzó un poco su mano izquierda como saludo. -Yo, ¿qué haces aquí, Momo-chan?-, le preguntó con una relajada sonrisa a la pelinegra que de nuevo alzó la vista al cielo sobre su cabeza.

-Nada en concreto, solo vine a respirar un poco de aire fresco para variar-, respondió Momo con una tenue sonrisa mientras cierra los ojos fingiendo disfrutar el ambiente, internamente rehusándose a contarle a Izuku lo que la atormenta.

No puede permitirse el involucrarlo cuando seguramente su participación volverá más difícil todo el asunto, por muy buenas que fueran sus intenciones, él sigue siendo el culpable indirecto de que ellas se sientan incomodas de hablar.

La Yaoyorozu bajó su mirada para mirar a su amigo. -¿Y tú que haces aquí?, si no te conociera bien pensaría que me estás acosando, Izuku-kun-, dijo intentando bromear un poco con él mientras observa cómo se acerca al barandal y apoya sus brazos sobre este.

-Tan lista como siempre-, contestó Izuku algo divertido mientras se inclina hacia adelante para quedarse viendo la vegetación de la montaña en la que están. -Le pregunté a Kyo-chan donde estabas y me dijo que te vio subiendo aquí, asi que decidí venir contigo-, se explicó serenamente el chico, causando intriga en la joven.

-¿Puedo preguntar el motivo?-, dijo Momo alzando una ceja viendo a su amigo, que ella supiera ha sabido comportarse de forma natural para no levantar sospechas de su preocupación.

-¿Tengo que tener alguno?, solo quise subir a respirar un poco de aire fresco y sentir la brisa en mi rostro-, respondió el peliverde sonriendo ligeramente y cerrando los ojos fingiendo disfrutar el agradable ambiente como momentos antes hizo su amiga.

Ella sonrió suavemente mientras lo observa. -Entonces no vas a decírmelo-, dijo haciéndose a la idea de que él no la complacería con una respuesta.

-Y tú tampoco a mí-, replicó Izuku sin despegar la vista del paisaje para luego encogerse de hombros. -Pero está bien, no te voy a forzar a decírmelo, siéntete libre de compartirlo cuando te sientas preparada-, decía tranquilamente el joven mientras que el aire ondulaba un poco sus rizos.

Momo se llevó una mano al pecho mientras que un ligero rubor se asentaba en sus mejillas, viéndose de nuevo afectada por las palabras de su amor platónico. Aun cuando seguramente terminaría contándoselo todo si la presionaba lo suficiente, él decidió esperar y confiar en que ella se lo dirá en algún momento.

Es por culpa de que él es así, que ella terminó enamorada.

Ella agachó un poco su cabeza para ver sus manos juntas sobre su regazo. -¿Por qué confiaste tanto en mi durante el ejercicio?, si lo hubiéramos hecho a tu modo entonces habríamos ganado de forma más eficaz-, las palabras escaparon de su boca, expresando una duda que ha estado guardando desde que él le encomendó el liderazgo.

Él no se lo pensó dos veces antes de responder. -Porque eres una chica capaz, hábil y bastante inteligente Momo-chan, puede que no lo creas, pero tienes mucha madera de líder y tus decisiones reflejaron lo capacitada que estás para lidiar con situaciones difíciles, sinceramente creo que encajas mejor como presidenta de la clase que yo-, dijo Izuku sin problemas en decir sinceramente lo que piensa.

El sonrojo en el rostro de la chica se intensificó un poco más y su corazón comenzó a latir más rápido. -M-Me estás dando demasiado crédito, es gracias a tus múltiples Quirks que logramos ganar, yo solo te ayudé un poco-, decía Momo apenada por sus elogios y dudando de si en realidad los merecía.

Él frunció el ceño luego de escucharla. -Y de nuevo estás restándote importancia-, dijo cansado de oírla así, alejándose del barandal para voltearse a verla directamente a los ojos. -Momo-chan, eres hábil, muy lista y tus movimientos de combate están bien pulidos, pero te falta confianza en ti misma y eso limita tu potencial-, argumentó mirándola intensamente, no guardándose las palabras que hacía falta decirle a la cara.

La Yaoyorozu se sintió apenada y agachó la cabeza un poco decaída sabiendo que él tiene razón.

Quizás sea así porque toda su vida aspiraba a ser perfecta para estar a la altura de las expectativas de sus padres y los demás a su alrededor, siempre esforzándose para ser merecedora del título de única heredera de los Yaoyorozu. Quizás es a causa de eso que nunca consideró que lo estaba haciendo bien, que hace un buen trabajo y que no tiene que sentirse inferior a otros que la superen en otros aspectos.

Pero ahora esa marca está en su persona, sencillamente no puede evitar dudar de sus capacidades cuando se ha percatado de que las habilidades que ha entrenado por años no son suficientes para ser la heroína confiable que desea convertirse.

Si el mismo Nomu de USJ volviera a atacar, ¿ella podría si quiera hacerle un rasguño?, si otro Nomu como el de la casa de los padres de Toga-chan fuera a atacar la escuela, ¿ella podría ser al menos de ayuda?, varias dudas de esa índole la carcomían desde adentro.

Debe aceptar su debilidad y confiar en que los que de verdad son fuertes como Izuku-kun, Todoroki-kun o Bakugou para que hagan un cambio.

Una mano se posó sobre su hombro y ella levantó lentamente la cabeza para mirar a Izuku, quien estaba inclinado hacia ella observándola con una gentil sonrisa.

-Lo repetiré, no confías en ti misma y te crees inferior a los demás, pero eso no importa, porque eso no cambia el cómo te veo-, decía mirándola con esos profundos ojos verdes. –Si tu complejo es tu defecto, entonces aquí siempre estaré yo para recordarte lo maravillosa y genial que eres Momo-chan, si te lo propusieras podrías conquistar el mundo y nadie te detendría, te lo aseguro-, dijo él con una acogedora sonrisa sin algún indicio de falsedad en su voz, de verdad confía en que ella es capaz de grandes cosas.

Aquellas palabras calaron con fuerza en el corazón de Momo, la cual hizo su mayor esfuerzo para contener su felicidad y vergüenza por iguales, solo alcanzó a agachar la cabeza para tratar de que Izuku no la viera en tal estado.

Después de unos cuantos segundos de silencio, la chica se permitió volver a hablar. -¿Ni siquiera tú?-, preguntó sin levantar la cabeza, pues en el hipotético caso de que fuera a conquistar el mundo, la única persona a la cual ella escucharía para detenerse seria a Entity, al héroe que encantó su corazón.

Él le soltó el hombro y se irguió en toda su altura con las manos en los bolsillos. -¿Bromeas?, yo sería el primero en ayudarte en tus planes de conquista mundial-, contestó Izuku con una leve sonrisa sin dejar de mirar a los ojos a su amiga, quien se vio sorprendida por su respuesta y después comenzó a reír risueña.

Momo rió con una mano tratando de contener su risa mientras que Izuku la contemplaba en silencio y grababa el sonido de su adorable risa en su memoria.

Después de varios segundos la risa de la joven comenzaba a apaciguarse y ella se limpiaba una lagrimilla en el borde de su ojo derecho. -¿Qué hacen dos aspirantes a héroes hablando de conquistar al mundo?-, preguntó la chica aun divertida con el absurdo de la situación.

Izuku le dio la espalda y levantó su vista al inmenso cielo azul. -¿Es raro?, si yo fuera a conquistar el mundo algún día, quisiera hacerlo un lugar más... pacifico-, se expresó él con una cálida expresión con un deje de añoranza.

Él lo haría si fuera el único camino posible, conquistaría todo el mundo solo para que las personas puedan sonreír con sus seres queridos sin preocuparse por los sucios villanos que desean el caos, lo haría sin dudar porque quiere cumplir su sueño:

Salvarlos a todos.

Por su madre que confiaba en que sería un gran héroe, por aquel cabeza hueca que juró que lo ayudaría a cumplir ese sueño, por su Sensei que lo apoya incondicionalmente, por los predecesores del One For All, por todas las victimas de All For One, por sus amigas y compañeros de clase, por toda familia que necesite un héroe y quiera un mañana de paz.

Él conquistaría el mundo por todos ellos.

El peliverde cerró sus ojos y dejó caer su cabeza al suelo, internamente reafirmando su determinación en volverse más fuerte para lograr su sueño, porque algo de tal escala requiere una fuerza sin igual, necesita ser el mejor héroe, aquel por encima de todo... Entity.

-Izuku-kun-, decía Momo sin poder despegar su mirada de la amplia espalda de su amigo, puede afirmar que aquellas palabras escondían un significado más profundo del que ella puede imaginar, algo que solo él puede entender perfectamente, lo que ha vivido ha forjado a la persona que es ahora, el Izuku Midoriya que definitivamente cambiará este mundo.

Él volteó su cabeza para mirar a su amiga por encima del hombro. -Oh, y hablando de paz, me gustaría hablar de ese libro que me recomendaste recientemente-, dijo el chico con una sonrisa jovial queriendo entablar otro tema de conversación con su compañera de lectura.

Una linda sonrisa se dibujó en el rostro de la Yaoyorozu mientras atesora esa calidez que él causa en su pecho. Ella palmeó el lugar junto a ella en el banquillo invitándolo a sentarse. -Me gustaría escuchar tu opinión-, le dijo con suavidad al peliverde que no tardó en sentarse a su lado y contarle lo que piensa.

Momo escuchó con una sonrisa y expresó su emoción cuando Izuku mencionaba una de las partes que más le gustaron. En ese momento solo estaban ellos dos en la gran azotea de la academia, con la privacidad suficiente para conversar amenamente sobre la lectura que a ambos amigos agradaba.

La pasaron bien.

*Más tarde*

Las clases finalizaron hace aproximadamente una hora, la luz del atardecer iluminaba en los pasillos de la academia en la cual actualmente apenas había personal docente, mucho menos estudiantes, hasta los del curso de apoyo ya habían dejado su labor en el taller y se fueron a sus casas, claro que cierta inventora pelirosa mostró algo de resistencia.

La puerta de la oficina de los profesores se abrió y de ella salieron Momo e Izuku, tanto el presidente como la vicepresidenta de la clase 1-A se veían cansados mientras comenzaban a caminar en dirección a la salida del edificio.

-No pensé que ayudar a Mic-Sensei con esos exámenes fuera a quitarnos tanto tiempo-, se quejó Izuku rascándose la cabeza con un poco de fastidio mientras que a su lado camina su amiga pelinegra que asintió comprendiéndolo.

-Pero hubiera sido grosero de nuestra parte rechazarle cuando somos los representantes de nuestra clase-, dijo Momo con una pequeña sonrisa mirando al peliverde, recordando las suplicas de su profesor de inglés para que le ayudaran.

¿Por qué ellos dos?, principalmente porque ambos hablan fluidamente en inglés y tienen las notas más altas en su clase. Momo agradeció al haber estudiado tanto aquel idioma ya que al menos para ella no fue tan agotador el quedarse hasta tarde en la escuela como seguro lo fue para su amigo, el motivo es fácil de intuir.

Solo estuvieron revisando los exámenes y anotando los errores, no charlaron tanto ya que habían varias pilas de papeles que corregir, pero fue agradable para ella el solo estar junto al chico que ocasionalmente le proponía que se escaparan, de modo que tuvo que convencerlo de seguir corrigiendo.

Cabe decir que si él le pidiera eso en otro contexto, muy posiblemente ella aceptaría.

Izuku se metió las manos en los bolsillos mientras cierra sus ojos. -Cierto, pero aun así se fue hace media hora dejándonos todo el trabajo a nosotros, ¿no se supone que él es el profesor?-, preguntó retóricamente el chico con un poco decepción, Mic-Sensei tiene suerte de que no le contaría a Aizawa-Sensei que le dejó el trabajo a dos estudiantes.

-Que bien que avisamos a los demás que no nos esperaran, habrían esperado mucho-, opinó la pelinegra con calma mirando al frente, recordando cuando Izuku recibió una llamada en altavoz de los demás que estaban esperándoles afuera de la escuela para ir todos a la estación, algo bastante sorprendente tomando en cuenta la tensión entre sus amigas, que aun quisieran ir juntas a la estación le sorprendió.

Izuku sonrió ligeramente. -Aun así Nejire siguió insistiendo en venir a ayudarnos-, comentó recordando las palabras optimistas de su Senpai que parecía motivada en serles de ayuda.

-Nejire-Senpai es bastante amable-, dijo Momo con una sonrisa admirando ese lado de su amiga de tercer año, quien cuando vio a un gato atorado en un árbol no dudó en treparlo para bajar al gato, un también globo, una cometa y pelota para dárselos a los niños que perdieron sus posesiones y le agradecieron a la genial Onee-chan.

El peliverde por su lado suavizó su expresión mientras volteaba la mirada hacia el atardecer a través de la ventana del pasillo. –Asi es ella-, agregó con una calidez que no pasó inadvertida para Momo que le observaba de reojo.

Y de nuevo esos molestos celos la hicieron enfadarse un poco.

-Ehem-, ella se aclaró la garganta con el ceño fruncido para llamar la atención de Izuku que se giró a verle. -¿Y cómo te va en eso que tienes entre manos?-, preguntó la joven forzando una inocente sonrisa en su rostro.

-¿Intrigada?-, dijo Izuku de forma juguetona, entretenido por el interés que ella está mostrando.

-Quizás un poco-, contestó Momo con el mismo tono mientras junta sus manos y fija su atención al frente, no le avergüenza admitir su curiosidad.

Él se decepcionó un poco por su falta de reacción, pero la complacería de todas formas. -Voy bastante bien la verdad, hoy solucioné un asunto pendiente e hice un progreso considerable-, dijo el chico satisfecho con su avance a lo largo del día.

Obtuvo la firma de All Might, también la de Hound Dog luego de ofrecerle un bistec para que al menos escuchara lo que tenía que decir, obtener la firma la de Midnight fue un poco incómodo porque tenía el presentimiento de que en cualquier momento ella le pediría hacer algo indecente a cambio. Y por último consiguió la firma de Power Loader luego de ayudarle a sacar a Hatsume Mei del taller, solo tuvo que argumentar que podría crear planos de más "Bebes" en su casa.

Solo le queda obtener la firma de Cementoss y la del profesor que seguramente vaya a ser más duro convencer: Aizawa-Sensei. Solo debe obtener esas dos firmas y le quedaría casi nada para obtener el permiso de llevar su traje de héroe a donde sea mediante Reborn.

-Queda poco para que pueda mostrarles a ustedes lo que oculto-, le dijo Izuku a Momo con una pequeña sonrisa, esperando ver sus reacciones cuando les enseñe su traje Reaper fuera de la escuela.

-Es bueno oírlo, tener que recolectar las firmas de los profesores debe ser muy trabajoso-, opinó Momo con calma mirando a su amigo con una sonrisa.

Él se guardó su sorpresa al oír que ella sabe sobre su recolecta de firmas. -Parece que alguien estuvo husmeando por su cuenta, te concedo que me sorprendiste-, le dijo Izuku divertido mirándola con otros ojos, de Toga o de Nejire se lo podía esperar, ¿pero de Momo?, es inesperado.

Ella sonrió un poco orgullosa. -Aizawa-Sensei solo me dijo que recolectabas firmas para una clase de permiso, no indagué más porque prefiero que me lo cuentes tú-, decía la Yaoyorozu con suficiencia acorde a su refinado caminar.

Izuku hizo lo posible para contener su diversión y agachó la cabeza respetuosamente. -Que amable de su parte, detective Momo-, le dijo con una sonrisa a su amiga mientras que ambos comenzaban a bajar por las escaleras.

-Pero te advierto que será mejor que lo reveles pronto antes de que mi curiosidad exceda mi paciencia-, le avisó una divertida Momo a su amigo mientras desvía la mirada en otra dirección, como si dijera: "No digas que no te avisé".

-Lo tendré en cuenta-, respondió el peliverde con calma mirando a su amiga para luego quedarse quieto en la zona intermedia de las escaleras.

Momo se percató de que su amigo se había detenido y se volteó a verle, notando como él estaba observando una gran caja de metal acostada en el suelo donde cabria una persona.

-¿Sucede algo, Izuku-kun?-, le preguntó la joven al chico con curiosidad, preguntándose por qué parece tan enfocado en una simple caja que posiblemente alguien dejó allí.

Él negó lentamente con la cabeza. –No es nada, solo recordaba algo-, contestó el joven apartando la mirada y volviendo a caminar junto a su amiga en dirección a la salida de la escuela.

No es necesario que le cuente a ella lo que sucedió dentro de esa caja en el receso previo a la clase de Entrenamiento de Héroes.

*Estación de Trenes*

Ambos estudiantes de Yuuei caminaron juntos desde la academia hasta la estación más cercana donde ambos se sentaron en un banquillo esperando el mismo tren. Durante todo el trayecto han estado conversando sobre pequeñeces del día a día o debatiendo sobre algún libro que ambos hayan leído, tiempo no les faltó para charlar.

El peliverde gesticulaba con las manos mientras le habla a la Yaoyorozu sentada a su lado. -Entonces Himiko no pudo aguantar más la risa y su malteada se le salió por la nariz-, contaba con calma él, entretenido solo por recordar aquello mientras hace reír un poco a Momo.

-Eso debió ser bastante gracioso y asqueroso de ver-, opinó la pelinegra sonriendo divertida mirando a su amigo, quien no cambió esa jovial y relajada sonrisa.

-Lo fue, estaba tan molesta y avergonzada que me exigía que lo borrara de mi memoria-, dijo Izuku recordando la adorable vergüenza de su amiga que le estaba pegando el pecho reclamándole por haberla hecho reír.

Momo asintió entendiendo a su amiga rubia. -Yo también te diría lo mismo si estuviera en sus zapatos, esa clase de cosas nos avergüenza bastante a las chicas-, decía la joven cerrando los ojos comprensivamente mientras se cruza de brazos.

Él se percató del entendimiento en la expresión de su amiga y su sonrisa se ensanchó un poco. -Uh-hu, ahora captaste mi interés, ¿alguna vez pasaste por algo similar?, ósea algo muy vergonzoso que quieras olvidar-, le preguntó interesado en escuchar un recuerdo vergonzoso de su confiable vicepresidenta.

Ella se mostró seria y desvió la mirada en otra dirección. -No te lo diré-, respondió con una mueca rehusándose a hablar, prefiere no arruinarle la imagen que tiene de ella.

Sin embargo el peliverde no se rendiría fácilmente. -Oh vamos, solo soy yo, ¿verdad?, puedes decírmelo y no se lo contaré a nadie, a cambio también te contaré algo vergonzoso que me ha ocurrido-, argumentaba el chico tratando de convencerla mientras se inclina hacia ella.

Momo trató de mantener su posición, pero la sola curiosidad de oír algo penoso del perfecto presidente de la clase le ganó por completo. -D-De acuerdo-, aceptó la chica con un tenue sonrojo en sus mejillas mientras se gira a ver a Izuku, quien satisfecho se reincorporó en su sitio.

La joven giró su cabeza al frente, juntando sus manos sobre su bolso que del mismo modo está sobre su regazo. Se tomó unos segundos para prepararse dado que estaba por compartir algo personal con Izuku, es inevitable que se sintiera un poco nerviosa.

-Fue cuando estaba comenzando la primaria en una escuela nueva, la institución Retsuichi en la cual mis padres invirtieron bastante dinero para inscribirme, era una de las escuelas más caras en donde ingresaban los hijos de personas importantes-, contaba la chica con calma mientras memorias de aquella lujosa escuela vuelven a su mente.

-Si vas presumir mejor sáltate a la parte interesante-, bromeó Izuku con una tenue sonrisa mirando a la pelinegra.

-Ya llego a eso-, le dijo Momo al chico pidiéndole paciencia con la mirada para luego proseguir. -Un día en segundo grado la profesora de arte nos mandó a dibujar a nuestros ídolos, todos mostraron a pintores, músicos y científicos, pero yo dibujé a un conejo de peluche que tenía en aquel momento llamado Sr Hugs, lo cual provocó que todos mis compañeros se rieran de mi-, decía con una sonrisa triste mientras recuerda aquellas crueles risas. -Fue bastante vergonzoso, desde ese día comenzaron a hacer chistes sobre mí y no quise ir más a esa escuela, entonces mis padres dejaron que estudiara primaria en casa con los mejores profesores privados-, contó la Yaoyorozu para luego quedarse callada mirando sus manos, dejando un incómodo silencio en el aire.

Izuku se quedó en silencio viéndola para después mirar en otra dirección. -Oye Momo-chan, se supone que me tiene que divertir, no hacerme sentir mal por hacerte hablar de eso-, decía el chico rascándose la parte posterior de la cabeza.

-L-Lo siento, debí haber escogido otra cosa-, decía Momo avergonzada y un poco molesta consigo misma por haber arruinado el buen ambiente que había.

El peliverde enfocó su mirada al frente y mostró una pequeña sonrisa en su rostro. -Aunque me hubiera gustado elogiar a la pequeña Momo-chan por su dibujo sin importar lo feo que fuera-, comentó con serenidad y un deje de burla.

Momo infló hizo un mohín. -Que malo-, dijo frunciendo el ceño para luego mostrarse orgullosa. -Pues para tu información las sirvientas de mi casa decían que yo dibujaba bastante bien-, decía sonriendo con suficiencia la heredera Yaoyorozu mientras se cruza de brazos.

-No cuenta cuando les están pagando para cuidarte y hacerte feliz-, dijo el peliverde cerrando los ojos despreocupadamente para luego ser pellizcado en su mejilla por una molesta Momo. –¡H-Hey!, Solo bromeaba solo bromeaba, Momo-sama era la mejor pintora de Retsuichi-, se corregía apresuradamente con diversión para que su amiga le soltara.

La victoriosa Yaoyorozu le pellizcó durante unos segundos y luego soltarlo, permitiéndose reírse ligeramente acosta del pequeño dolor que le infringió al peliverde que se sobaba la mejilla con una mano.

Él la observa con una suave sonrisa mientras que el dolor desaparece. -Que ruda, de cualquier manera ahora es momento de que te cuente mi historia, prepárate para escuchar sobre el pequeño y patético Izuku Midoriya-, decía Izuku de forma quizás algo exagerada para crear expectación en la pelinegra, la cual se acomodó para escucharle. -Un día lloré al ver una serpiente-, dijo él con calma.

Ella alzó una ceja confundida. -Tenías miedo-, opinó creyendo que es algo normal.

-Sentí lástima porque no tienen brazos-, aclaró el chico rascándose una mejilla con un dedo.

-Pfft-, Momo se llevó una mano a la boca para contener su diversión.

-Hubo una vez en la que me tropecé con una piedra mientras comía helado y un poco me entró en la nariz, Kacchan se burló bastante de eso-, siguió contando el peliverde observando como ella hacia un mayor esfuerzo por contener su risa. -También estuvo la vez en que lloré cuando un chihuahua me ladró y pensé que me iba a comer-, dijo recordando cuando se escondió temeroso detrás de las piernas de su madre. -O la ocasión en que llamé "mamá" a mi profesora de primaria cuando los padres vinieron de visita, si tan solo hubieras visto la cara de mi madre-, agregó sonriendo divertido mientras se lleva la palma de la mano a la frente.

Momo le dio unos pequeños golpecitos al brazo de Izuku para que se detuviera. -P-Por favor para, n-no puedo aguantar más-, decía la chica con lagrimillas en los ojos y una sonrisa graciosa, no aguantando más el dolor abdominal por la risa que trataba de contener.

Él se mostró satisfecho y se recostó del espaldar del banquillo. -¿Mejor?, espero que el pequeño llorón que fui te haya animado-, le dijo con una pequeña sonrisa a la chica, la cual se sintió conmovida por su intención.

Ella se tomó unos momentos para calmarse. -No es justo, me contaste más de una historia-, le dijo Momo a su amigo prefiriendo que ambos estuvieran a mano.

Izuku se encogió de hombros sin darle importancia a ese detalle. -Es que quería hacerte reír Momo-chan, te ves bastante linda cuando lo haces-, confesó sin ninguna vergüenza, provocando un sonrojo en las mejillas de Momo, la cual se quedó callada mirando su regazo y con una mano sostenida sobre su pecho.

-Mira mamá, una pareja-, dijo un niño pequeño parado a unos metros del banquillo señalando a ambos estudiantes mientras sostiene la mano de su mamá.

El corazón de Momo se agitó un poco más por el comentario del niño, lo cual se demostró cuando su sonrojo se hizo un poco más intenso.

-No señales, hijo-, reprendió la madre a su hijo para que dejara de hacerlo.

En eso el tren llegó a la estación y tardó un poco en detenerse completamente, entonces las puertas se abrieron y varios de los pasajeros bajaron mientras que otros comenzaban a subir.

Izuku se puso de pie con las manos en los bolsillos y se volteó a ver a su amiga. -Vamos Momo-chan, creo que es el último tren de hoy-, le dijo esperándola para ambos entrar juntos.

La joven levantó la cabeza para verlo y asintió con un poco de nerviosismo para después ponerse de pie y seguirlo al interior del vagón.

*En Otra Estación de Tren*

Luego de casi 20 minutos de trayecto, el tren llegó a una desolada estación y tardó unos segundos en detenerse por completo, al hacerlo sus puertas se abrieron y del interior solo salieron unos pocos pasajeros.

En el interior del casi vacío vagón se encontraba Izuku, quien estaba viendo a su amiga de pie al lado suyo. -Muy bien, está es mi parada, nos vemos mañana Momo-chan-, se despidió el chico con una leve sonrisa mientras cruza el umbral y sale del tren.

Pero Momo sentía una presión en su pecho al verlo irse. -¡E-Espera, Izuku-kun!-, dijo nerviosa extendiendo la mano hacia él sujetándole la manga del uniforme para impedir que se fuera todavía.

No quería que se fuera, no quería que este breve tiempo en el cual lo tuvo solo para ella se acabe, tan solo desea poder seguir disfrutando de su compañía aunque sea un poco más. Por supuesto sabe que eso es irracional, ella debe ir a su casa y él debe ir a la suya donde Toga-chan debe estar esperándolo, ambos si o si deben despedirse aquí.

-¿Qué sucede, Momo-chan?-, le preguntó Izuku con curiosidad a su amiga que le estaba sujetando la manga del uniforme.

Lo sabe, es inevitable que su tiempo a solas acabara aquí, pero... al menos puede hacer el intento de tener otra oportunidad igual.

La bella joven se mostraba nerviosa mientras que se le dificultaba mantener el contacto visual. -Y-Yo, umm... m-me preguntaba si de casualidad, tu... no sé, ¿quisieras ir a ver una película mañana?-, preguntó torpemente con las mejillas ruborizadas. -E-Es la adaptación del libro del que estábamos hablando y me pareció buena idea que fuéramos a verla ju-juntos-, decía con timidez la vicepresidenta de la clase 1-A.

-Claro, me gustaría-, fue la sencilla respuesta de Izuku, no es que tuviera que pensarlo mucho, solo va a ir al cine con su amiga a ver una película que ambos van a disfrutar, no es nada del otro mundo.

A Momo se le iluminaron los ojos por un momento cuando escuchó su respuesta. -¿E-Estás seguro?, p-podrían confundirnos con... con una pareja-, decía tímidamente agachando un poco la cabeza y juntando las manos.

-Lo que crean los demás no lo hace verdad-, dijo el chico de forma indiferente, desilusionando un poco a Momo. -Sin embargo no me molestaría en lo absoluto que me relacionaran con una flor tan bella como tu Momo-chan-, agregó el alto peliverde con una sincera sonrisa.

Las mejillas de la joven se enrojecieron un poco más. -G-Gracias-, decía ella sintiendo que su corazón casi se le sale del pecho por el cumplido de él.

-Son inmerecidas, de cualquier forma te veo mañana Momo-chan, espero que llegues bien a tu casa-, se despidió Izuku con calma de su amiga mientras retrocede unos pasos y levanta una mano para despedirla.

Entonces las puertas del tren se cerraron con la Yaoyorozu en el interior y el vehículo comenzó a moverse hacia su siguiente parada.

-¡A-Adiós Izuku-kun!-, se despidió Momo torpemente de su amigo sacudiendo una mano mientras el tren la aleja cada vez más del peliverde, el cual sonreía divertido observando el tren partir.

El tren se movilizaba por los rieles y abandonó la estación en cuestión de segundos. En el interior se encontraba Momo de pie frente a la puerta de salida, la joven estaba profundamente aliviada de que no hubiera nadie además de ella en el vagón que pudiera ver la boba sonrisa de felicidad en su rostro.

Puede afirmar sin reparos que está muy contenta con el resultado que obtuvo.

*Mansión Yaoyorozu*

Una noche preciosa sin lugar a dudas, la luna creciente posada en la inmensidad del oscuro cielo nocturno y la suave brisa fría que sacude la vegetación del jardín, ambos elementos comunes que particularmente se ven maravillosos a ojos de la joven heredera de la adinerada familia.

La hermosa joven caminaba alegremente por el jardín de su hogar en dirección a la entrada. Su buen humor se refleja fácilmente en su rostro mientras tararea una linda canción en el camino, se podría decir que la risueña chica tenía bonitos pensamientos desde que salió de la estación de trenes.

Momo saltó de manera infantil cada escalón de la entrada y caminó directamente hacia las puertas que como siempre se abrieron por obra de sus mayordomos mientras que en el interior estaban las tres mucamas de ayer para recibirla.

-Bienvenida Ojou-sama-, dijeron respetuosamente las tres sirvientas al unísono con las cabezas agachadas, dándole la bienvenida a su Ojou-sama que se acercó a ellas con una radiante sonrisa.

-Hola a todos, gracias por recibirme, ¿Cómo están?-, les preguntó la linda chica a su servidumbre de forma amistosa, aliviando a los mayordomos y a las tres mucamas que se alegraban por el buen ánimo de su Ojou-sama en contraste con la noche anterior.

-Más tranquilos ahora que llegó a salvo a casa, Ojou-sama-, dijo la mayor de las sirvientas con una sonrisa hablando en nombre de los demás que opinaban igual.

-¿Hay comida preparada, Kami?-, le preguntó la alegre y un poco hambrienta Momo a la mujer mayor que asintió en respuesta.

-Por supuesto, en breves Michael se la servirá en la mesa-, contestó la mucama con una pequeña sonrisa.

-¡Fantástico!-, dijo deseando probar la cena preparada por Michael, el cual si bien no cocina como el gerente de Paradise, sigue siendo un chef profesional que la ha alimentado desde niña. -Marie, ¿podrías llevar mi bolso a mi habitación, por favor?-, le preguntó amablemente a la sirvienta rubia.

-Por supuesto Ojou-sama, no es ninguna molestia-, respondió gustosamente la mujer de ojos azules tomando el bolso de la señorita.

-Muchas gracias, entonces voy yendo al comedor-, agradeció Momo con una bella sonrisa para luego caminar a través del pasillo en dirección al comedor.

La servidumbre de la joven Yaoyorozu la observaban marcharse con sonrisas en sus rostros, sinceramente complacidos de que la joven estuviera tan contenta y risueña. Sinceramente eran muy pocas las veces en las que la han visto así de feliz, es como si volviese a ser la traviesa y energética niña de 5 años.

Le joven no tardó en recorrer todo el trayecto necesario para finalmente llegar al amplio comedor de la mansión, el cual como no puede ser de otra manera, es igual de lujoso como el resto de habitaciones en la mansión.

En el centro del sito se encuentra una amplia mesa de madera con un mantel de seda blanco y patrones de colores. Lo único sobre aquella mesa es un caro plato de porcelana ya vacío que hace no mucho contenía comida, y por suerte la causante estaba sentada en su cómoda silla mientras se limpia refinadamente la boca con una servilleta.

Fumiko como si de una digna reina se tratara, le dio las sinceras gracias a la sirvienta a su lado que humildemente procedió a llevarse el plato y los cubiertos a la cocina. La Yaoyorozu mayor no tardó en percatarse de la presencia de su hija que se aproxima.

-Hola mamá, llegué de la escuela-, saludó Momo con una linda y feliz mueca mientras llega frente a su progenitora, la cual mostró una ligera sonrisa en sus labios.

-Hola hija, tal parece tuviste un buen día, eso es lo único que puede explicar esa gran sonrisa en tu rostro-, dijo Fumiko con tranquilidad preguntándose el motivo por el cual su niña estaba tan feliz.

-Invité a Izuku-kun a ir al cine conmigo mañana-, notificó la más joven de las Yaoyorozus con una risueña y radiante expresión que casi podría emitir luz.

Cierta sorpresa se plasmó en el sereno rostro de Fumiko. -¿Ho?, muy bien hecho Momo, no esperaba que fueras a tomar la iniciativa pero me enorgulleces-, elogió la madre a su hija que sin dudas tuvo que armarse de mucho valor para hacer aquello.

-Invité a Izuku-kun a ir al cine conmigo-, dijo Momo con la misma expresión de alegría.

-Te escuché la primera vez hija, fuiste muy valiente-, le dijo la mujer permitiéndose darle un pulgar en alto por su buen trabajo.

-Invité a Izuku-kun al cine-, dijo la chica oyendo lo que acaba de decir.

-¿Momo?-, preguntó Fumiko intrigada por el comportamiento de su hija.

-Una cita-, dijo la joven analizando el significado y si encaja en su situación. -¿Una cita?-, preguntó desconcertada cuando se dio cuenta de que efectivamente es una, de modo que un creciente sonrojo se mostraba en sus mejillas. -¿¡Una cita!?-, exclamó alarmada ensanchando los ojos y llevándose las manos a la cabeza. -¿¡Que hice!?, ¿¡Que hice!?, ¿¡Que hice!?, ¿¡Por qué lo invité al cine!?, ¿¡en qué rayos estaba pensando!?-, se preguntaba sacudiendo la cabeza con desesperación.

¡Sucedió en el calor del momento!, estaba tan cómoda en ese cálido y agradable ambiente al estar a solas con él que terminó por proponerle prácticamente que fueran a una cita, olvidando por completo la promesa que hizo con sus amigas.

La preocupada Momo clavó sus ojos en el suelo. -¡No no no!, no debí haberle dicho eso, se supone que prometimos que no nos acercaríamos a Izuku-kun con esas intenciones, ¡no puedo tener una cita con él!, ¡eso lo arruinaría todo!-, exclamaba afligida sintiéndose también incapaz de llamar a su amigo y cancelar el plan, porque siendo sincera de verdad quiere ir con él.

Su corazón y su mente están en conflicto y siendo honesta ya no sabe qué hacer, se encuentra en el mismo punto que ayer antes de hablar con sus amigas.

Fumiko se levantó de su silla y se acercó a Momo para tratar de tranquilizarla. -Momo hija, cálmate-, le decía la mujer a la chica que está demasiado alterada.

La pelinegra miró a su progenitora con tristeza. -No lo entiendes mamá, no quiero arruinar mi amistad con Uraraka-chan, Toga-chan y Nejire-Senpai, son mis mejores amigas y las quiero mucho, no quiero perder este lazo que tenemos-, decía Momo con los ojos húmedos y con una mano recogida sobre su pecho. -Yo no puedo estar con Izuku-kun, porque si lo hago nuestra amistad va a terminar y no quiero eso-, dijo con amargura despreciando la situación en el que se encuentra.

Fumiko sostuvo de los hombros con firmeza a su hija para que le prestara atención. -Momo, escúchame cuidadosamente, eres la mejor hija que una madre pudiera querer-, dijo con una mirada seria puesta en Momo. -Estudias diligentemente, nos apoyas a tu padre y a mí cuando estamos cansados, no das problemas, eres amable con quienes te rodean y los tratas como iguales, no pasa un día en que no me enorgullezca de tenerte como hija-, decía honestamente la mujer de ojos oscuros feliz de haberla dado a luz.

-Mamá-, decía Momo con lagrimillas en los ojos mirando a su madre.

-Es por eso mismo que solo quiero lo mejor para ti, quiero que seas feliz, que tengas todo lo que quieras en este mundo, quiero que vivas tu vida sin arrepentimientos-, dijo Fumiko con una gentil expresión mientras le acaricia una mejilla a su niña. -Es maravilloso que te preocupes y ayudes a otras personas, pero se te olvida la persona a la que más tienes que complacer-, decía la mujer con una leve sonrisa.

-¿A quién?-, preguntó Momo intrigada por esa persona de la que habla su mamá.

-Pues a ti, Momo-, respondió la Yaoyorozu mayor con calidez sorprendiendo a la menor. -Sé todo lo egoísta que quieras, eres maravillosa y te mereces el hacerte feliz, si estás enamorada de Midoriya-kun entonces ve a por él con todo lo que tengas-, la animó a hacer caso a sus sentimientos antes que a lo demás.

Momo bajó un poco su cabeza con tristeza. -P-Pero mis amigas, no puedo hacerles eso-, decía la chica no queriendo herirlas de ninguna manera cuando sabe que deben sentir lo mismo por Izuku, si ella estuviera en sus zapatos se sentiría devastada.

-Hija, ¿acaso tu valiosa amistad con ellas va a terminar por un chico?, estoy segura de que pase lo que pase, ustedes van a seguir siendo amigas-, le dijo Fumiko sabiamente a su hija que ensanchó los ojos un poco.

Es cierto, todas están enamoradas del mismo chico, pero antes que eso son amigas, todos los momentos que pasaron juntas no desaparecerían solo porque alguna comenzara a salir con él. Aun si en un principio ella está triste cuando alguna comienza a salir con Izuku, terminaría por querer seguir siendo una buena amiga para cada una, porque ellas son personas maravillosas.

Fumiko movió el mecho de cabello de su hija a un lado para verle bien el rostro. -No te rindas por el miedo a lo que puede pasar después, ya sabes lo que dice tu padre-, le dijo con una pequeña sonrisa.

Momo sonrió ligeramente. -"Un Yaoyorozu no se retira, apuesta el doble con la cabeza en alto"-, citaba la misma frase que su papá ha estado repitiendo desde que tiene memoria.

-Por imprudente que fuese, me enamoré de él porque nunca daba un paso atrás en sus ambiciones-, decía Fumiko aun profundamente enamorada del hombre que aun hoy en día es su querido esposo.

La joven chica se comenzó a limpiar los ojos con el dorso de una mano. -Mamá, ¿de verdad está bien?, ¿puedo ser egoísta?-, le preguntó en voz baja a su madre, la cual le dio un beso en la frente y luego la miró amablemente a los ojos.

-Cuanto quieras con tal de que seas feliz, mami estará aquí para abrirte los ojos si haces una tontería-, le contestó la mujer con amor maternal solo deseándole lo mejor a la pequeña que cargó en su vientre durante 9 tortuosos y maravillosos meses, su mayor orgullo: su hija.

Momo levantó la cara más animada con una pequeña sonrisa. -Entonces creo que mañana tengo una cita-, dijo tomando finalmente su decisión: ella lucharía por lo que quiere, en el caso de que su amistad con sus amigas se arruine entonces la arreglaría sin importar qué.

-Asi se habla, mi pequeña finalmente va a tener novio-, celebró Fumiko soltándole los hombros a su hija para ponerse a pensar en qué decoraciones elegir para la futura boda entre ella y el joven de los muchos Quirks.

La vicepresidenta de la clase 1-A se sonrojó por el comentario. -T-Te estás adelantando mamá, todavía no sé si Izuku-kun piensa en mí de esa manera-, le decía Momo a su progenitora con una sonrisa nerviosa tratando de no ilusionarla mucho.

La mujer se acercó para sujetarla de las manos. -Te ayudaré a escoger tu ropa para tu cita, vas a estar hermosa-, declaró Fumiko con cierta emoción ignorando olímpicamente lo que dijo su hija.

Momo se sintió afortunada por tener a alguien tan maravillosa como madre y la abrazó. -Gracias mamá-, le dijo a Fumiko, la cual correspondió al abrazo con calma.

-No es nada Momo, sabes que yo tengo un excelente sentido de la moda-, le dijo la señora Yaoyorozu a la chica con sencillez sin creer merecer las gracias por escoger su vestimenta.

-No solo por eso, por todo, gracias mamá-, agradeció de nuevo la dulce joven de cabello azabache abrazando con un poco más de fuerza a su mamá, la cual con cariño le acarició la espalda a su niña.

-Por algo soy tu madre, estoy para ayudarte en estas ocasiones-, contestó Fumiko con una pequeña sonrisa mientras cierra sus ojos. -Por otro lado tu padre estaría más dispuesto en matar a Midoriya-kun-, agregó la mujer con cierta diversión conociendo bastante bien a su esposo y lo sobreprotector que es.

Momo se estremeció al imaginarse la reacción de su padre cuando se entere de que va a tener una cita. -M-Mantengámosle esto en secreto-, le pidió con un poco de nervios a su madre que accedió sin problemas.

*Fin del Capitulo*

Todo para MiWhere stories live. Discover now