Capítulo 21: Visita e Invitación

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Como un No muerto has vivido, como un Elegido fuiste seleccionado por tus defectos y virtudes, como Cazador te adaptaste al ambiente y como un Héroe serás recordado por tus acciones desinteresadas a lo largo del trayecto.

*En la casa de Izuku más tarde*- Localización o tiempo de la narración

(POV de Izuku)- narración del punto de vista de un personaje

-Sera mejor que no me te elimine antes de que seas un problema—dialogo de un personaje

(Cual Quirk utilizare con este villano?)- pensamiento de un personaje

Disclaimer: Los personajes de Boku no Hero Academia le pertenecen a su creado Kosei Horikoshi, por lo cual escribo sin lucro alguno y solo por diversión.

CAPITULO 20: Visita e Invitación

Ya era el día siguiente a la reunión de clases que había sucedido en Yuuei. Es un viernes por la tarde y el sol estaba en su apogeo en el cielo, quizás es el mediodía o las 1 pm, el día había comenzado temprano para los dos habitantes de la casa Midoriya que en estos momentos estaba vacía.

Izuku y Toga habían decidido el día anterior el ir a entrenar en la playa donde a tempranas horas Izuku se permitió el practicar el Modo Asalto: Berserk con libertad gracias a la ausencia de personas en el área circundante. Luego con su forma base solo practicó combate contra Toga que se ofreció a ser de ayuda para su entrenamiento aprovechando también de mejorar sus habilidades.

Luego de toda una mañana de entrenamiento, ambos jóvenes aspirantes a héroes entraban por la puerta principal quitándose los zapatos al entrar y ambos llevando ropa deportiva. Izuku utilizaba un conjunto de color negro con verde oscuro, pantalones, camisa holgada sin mangas y muñequeras. Toga por su parte llevaba un conjunto blanco con azul, mini shorts, camisa sin mangas, unas tobilleras al igual que unas muñequeras y llevaba su cabello recogido en una cola de cabello, algo que solo hacia cuando entrenaba con Izuku o cuando estudiaba con él, pero ese es un dato irrelevante.

Izuku y Toga llegaron a la sala y el peliverde se volteó a ver a su amiga.

-Por favor coloca el agua a hervir, voy a hacer espagueti a la boloñesa-, le pidió Izuku a Toga con tranquilidad y de forma amable mientras que relajaba los músculos de su hombro izquierdo que estaban algo entumecidos.

Toga por su parte estiraba sus brazos hacia arriba y se mostró un poco sorprendida por su petición. -Guao, ¿es que acaso vamos a tener visitas?-, preguntó ella un poco bromista, después de todo el peliverde solo cocinaba algo así cuando estaba de buen humor o si era un evento de relevancia.

Izuku asintió levemente con la cabeza con una leve sonrisa. -Pues la verdad es que si, por mensaje Momo-chan me pidió que nos reuniéramos para hablar un rato-, respondió Izuku causando que Toga se pusiera rígida y que sintiera una leve incomodidad en su pecho. -Entonces se me ocurrió invitarla a ella, a Uraraka-chan y a Lida-kun a nuestra casa-, agregó él aliviando un poco esa incomodidad en la rubia.

-¿De verdad?, que bien-, dijo Toga con una sonrisa un poco fingida en su rostro. Claro que estaba feliz de que sus amigos vendrían, sería la primera experiencia que tendría de ese tipo, pero ella había planeado quedarse todo el fin de semanas a solas con Izuku como había sido hasta ahora, de cualquier manera trató de no verse muy afectada por el cambio de planes.

Después la rubia apreció como el peliverde se mostró un poco desanimado. -Pero Lida-kun no va a poner venir, me dijo que estaba ocupado y que será otro día-, dijo Izuku con una ligera preocupación por su amigo de lentes con el cual no había hablado desde el día anterior.

Toga entendió la preocupación de Izuku y agachó un poco la cabeza. -¿Crees que siga afectado por lo que le pasó a su hermano?-, preguntó ella sabiendo la respuesta con anticipación, en la reunión podía apreciar cómo se forzaba a mostrarse bien ante ellos, él en algunas frases o acciones se mostraba un poco distante, como si su mente estuviera en otro sitio.

-Tu y yo sabemos que esa clase de cosas no se olvidan con facilidad, solo debemos darle tiempo y esperar a que Ingenium se recupere-, declaró Izuku mostrando un poco de firmeza para ganarse un asentimiento de Toga, ambos sabían que su amigo estaría pasando por un momento difícil, pero aun así si llegara a necesitar ayuda ellos estarían con él.

Toga optó por cambiar la dirección de la conversación y colocó sus manos sobre su cintura con cierto aire demandante mientras veía a Izuku.

-Sabes, me hubieras dicho que invitarías a alguien, tengo que ponerme presentable-, le decía Toga a su amigo con el ceño levemente fruncido, no quería que sus amigos llegaran y la vieran toda llena de sudor y con posible mal olor.

Izuku en cambió solo se mostró indiferente y le dio la espalda mientras que relajaba su brazo derecho. -Tú eres linda por naturaleza Toga, no necesitas arreglarte ni nada-, respondió él con calma sin ver realmente el problema, lo cual le vino bien a Toga ya que él no podía ver el leve sonrojo que se formó en sus mejillas a causa de sus palabras.

-E-Eso no quita que debes de avisarme si van a invitar a alguna persona aquí, en esta casa vivimos los dos y debo mantener la fachada de amiga de la infancia-, le reprendida Toga tratando de mantener la compostura y mostrándose un poco molesta con él aunque en realidad no lo estuviera.

Izuku suspiró y se volteó a verla por encima del hombro con una leve sonrisa gentil. -Lo siento, supongo que había olvidado lo que es invitar a alguien a casa, creo que ahora que tenemos amigos va a suceder más seguido-, contestó el peliverde sintiendo un poco de felicidad en su interior, cosa que Toga pudo notar y se tranquilizó mientras sonreía al igual que él.

Luego ella se dio la vuelta fingiendo desinterés e hizo un gesto con la mano para que se fuera. -Pondré el agua a hervir, tú vete a bañar rápido que yo también estoy sudada-, le dijo la rubia al chico que suspiró mientras se rascaba la cabeza.

-Sabes, puedes bañarte en el baño de la habitación de mi madre-, le dijo Izuku a ella con calma, pues en todo el tiempo que Toga llevaba en su casa solo había utilizado ese baño en un número reducido de ocasiones, hasta se podrían contar con los dedos de las manos, la razón lo desconocía completamente.

-P-Prefiero utilizar el del pasillo como siempre-, respondió Toga desde su lugar con la voz un poco nerviosa y con un leve sonrojo en sus mejillas.

Izuku se percató de que sus orejas estaban un poco rojas, en circunstancias normales se preocuparía pero quizás solo estaba afectada por el cambio de temperatura del caluroso exterior al fresco interior de la casa.

-Vale, como quieras-, respondió Izuku encogiéndose de hombros con desinterés para luego irse por el pasillo al baño dejando a una sonrojada Toga en la sala que para pasar sus nervios se fue a la cocina a hacer lo que debía.

Ya media hora más adelante eran las 1:30 pm y fuera de la puerta casa Midoriya se encontraban paradas Uraraka y Momo con ropas casuales. Uraraka lleva una blusa azul marino, una falda rosa hasta las rodillas, unas botas cafés y una pulsera roja en su mano derecha. Momo por su parte vestía de un suéter de cuello de tortuga de color gris, una falda hasta los mulos de color blanco, unas medias negras que cubren sus piernas y unas zapatillas blancas.

Ambas se habían encontrado de camino y llegaron al lugar juntas. Momo se acercó a tocar el timbre de la casa y luego de adentro se escuchó una voz.

-¡Ya voy!-, exclamó Toga desde el interior y ambas escucharon unos pasos acercándose a paso rápido para que luego la puerta fuera abierta por la sonriente rubia que ahora llevaba una vestimenta diferente luego de su baño. Lleva una camisa blanca de tirantes, un pantalón azul y medias blancas debajo de las zapatillas que usaba luego de quitarse su calzado en el Genkan.

-¡Hola chicas!-, las saludó la rubia con una gran sonrisa feliz de verles, siendo correspondida por sus amigas que le sonrieron de igual manera.

-Hola Toga-chan, veo que llegaste primero que nosotras-, dijo Momo con tranquilidad y una leve sonrisa viendo a su amiga que se tensó un poco.

-Seguramente vives muy cerca de aquí, ¡posiblemente son vecinos!-, comentó una alegre Uraraka con una gran sonrisa ignorando la sonrisa tensa que Toga tenía en su rostro.

-C-Cierto, vivo extremadamente cerca de aquí-, respondió Toga agradeciendo que ellas no tuvieran ni la más mínima sospecha de que ella en realidad viviera en la casa junto con Izuku.

-¡Hola a todas!-, las tres chicas escucharon una voz familiar y se voltearon para ver a Nejire con ropa casual saludándoles con un ademan de su mano derecha mientras tenía una gran sonrisa grabada en su cara.

-¿Nejire-Senpai?, ¿Qué hace aquí?-, preguntó Uraraka un poco confundida e intrigada de ver a la peliazul en ese lugar, claro que le alegraba verle ya que se había comenzado a hacer muy amiga de su Senpai desde el festival deportivo, pero aun así la curiosidad estaba allí.

Nejire entrelazó sus manos detrás de su espalda sin quitar su deslumbrante expresión de entusiasmo constante. -Estuve hablando con Izuku-kun y me invitó a venir a charlar en su casa, por lo que veo ustedes también fueron invitadas-, contestó la chica de los tres grandes provocando que las tres chicas sintieran una pequeña incomodidad.

Por alguna razón sentían que ese encuentro tan gratuito entre las cuatro era demasiada coincidencia, todas habían sido invitadas a la casa de Izuku (Menos Toga) y las cuatro se encontraban en la entrada de la casa del peliverde. Por algún motivo parecía una escena similar a cuando una chica descubre al amante secreto de su pareja tocando el timbre, como si hubiera atrapado a su novio con las manos en la masa en un acto de infidelidad imperdonable.

Claro que todas sabían que estaban exagerando, después de todo ciertamente cada una sentía algún tipo de atracción hacia el peliverde pero no había nada concretado entre ellos, además todas eran amigas y no había razón alguna para que se inquietaran por la presencia de las otras. En realidad el fundamento de su molestia era el que cada una planeaba pasar su tiempo a solas con el chico pero la compañía de las otras se los evitaba, claro que ninguna diría eso en voz alta y mantendrían la boca cerrada.

Uraraka bajó la cabeza con una sonrisa un poco triste. -Es una lástima que Lida-kun no haya podido venir-, dijo la castaña recordando el mensaje que recibió de su amigo de lentes cuando le preguntó si iría a la casa de Izuku, estaba preocupada por él y las demás al oírle estuvieron igual, pudieron percatarse de la actitud del pelinegro durante la reunión.

Nejire como el rayo de sol que es, optó por cambiar el camino de la conversación, por lo que se acercó a Momo con una gran sonrisa invadiendo un poco su espacio personal.

-¿Puedes crear comida con tu Quirk, Momo-chan?, tengo hambre-, le preguntó Nejire a la pelinegra que le alejó con una mano y negó con la cabeza lentamente.

-No puedo crear nada orgánico con mi Quirk, lo siento-, respondió Momo con una leve sonrisa y una gota de sudor en la nuca ante lo invasiva que podía ser su Senpai, debía de corregirle en ese aspecto para que no se acercara tanto a Izuku.

-No se preocupen por eso, en estos momentos Izuku-kun está cocinando el almuerzo-, les dijo Toga a sus amigas con una sonrisa mientras que apuntaba al interior de la casa con un pulgar, luego de eso las demás ampliaron los ojos al momento en que un atrapante y exquisito olor llegó a narices.

-Deku-kun...-, decía Uraraka incrédula y con un leve sonrojo en sus mejillas al igual que Momo y Nejire.

-Cocinando-, completaron Nejire y Momo en el mismo estado que la castaña mientras que en la mente de las tres se formaba una imagen fantasiosa del peliverde.

De manera automática sus cerebros trabajaron a toda potencia y se adentraron en la casa quitándose sus calzados para dirigirse al interior tomando por sorpresa a Toga que luego cerró la puerta para seguirles pensando que era algún tipo de carrera.

Las tres chicas llegaron a la sala al mismo tiempo seguidas luego de Toga para que después las chicas plantaran su atención en la figura del chico que se encontraba en la cocina. Izuku se encontraba vestido con un short negro, una camisa verde sencilla de cuello abierto mostrando parte de su clavícula y pectorales, por encima lleva un delantal blanco de cocina.

Momo, Uraraka y Nejire se quedaron incrédulas al ver al chico preparando la salsa boloñesa con una leve sonrisa en su rostro y un aura de calma rodeándole. Ellas estaban atónitas y tenues sonrojos se dibujaban en sus mejillas al mismo tiempo que la exquisita fragancia de la comida llegaba a sus narices.

El peliverde al percatarse de sus amigas desvía la atención de la salsa para verles con una sonrisa serena. -Hola chicas, lamento no poder recibirlas como se debe pero me alegro de que hayan venido-, les decía él a las recién llegadas que apenas y le escuchaban, estaban demasiado ocupadas deleitándose con el sentido del olfato y la visión, pues había que decir que tenían una buena vista.

A causa del buen aroma de la salsa, los estómagos de las recién llegadas les traicionaron y rugieron en conjunto levemente, no tan alto pero si lo suficiente para que Izuku lo pudiera escuchar, cosa que provocó que las tres se avergonzaran sujetándose los estómagos mientras que el chico sonreía divertido.

-La comida estará lista en unos minutos, por favor esperen-, les dijo él de forma gentil y amable para luego proseguir en su tarea mientras que las chicas se quedaban de pie observándole por unos cuantos segundos más.

Toga infló el pecho con orgullo y sonreía con cierta burla a sus amigas. -Esto es el pan de cada día para mí-, les dijo la rubia a ellas jactándose de los privilegios que tenía sobre ellas, pues ella podía ver a Izuku cocinar a diario entre varias cosas más, cosa que puso un poco celosas a las invitadas.

Minutos más adelante y ya la comida estaba lista y preparada sobre la mesa en la cual estaban sentados los cinco jóvenes. Las recién llegadas se deleitaban con la apariencia y el olor de la pasta y decidieron probar el platillo italiano al mismo tiempo, por lo cual dieron gracias con las palmas juntas para después llevarse la primera probada.

Las tres ampliaron sus ojos asombradas, cosa que divirtió a Toga e Izuku que querían ver sus reacciones.

-¡Está delicioso!-, exclamó Nejire realmente impresionada y con una gran sonrisa para luego seguir comiendo del delicioso platillo hecho por Izuku.

-De verdad no esperaba que cocinaras tan bien, Izuku-kun-, le dijo Momo al peliverde con una pequeña sonrisa genuina para luego volver a llevarse otra probada a la boca, sin duda le resultaría difícil decir cual comida sería más deliciosa, si una preparada por uno de sus chefs o esta hecha por su amigo.

-¡Te doy un cinco estrellas, Deku-kun!-, le exclamó Uraraka a Izuku con una gran sonrisa mientras levantaba un pulgar en alto para después volver a deleitarse con otro bocado de su alimento, sencillamente era increíble para sus papilas gustativas.

Izuku les sonrió agradecido por sus palabras. -Gracias chicas, aunque no creo que sea tan bueno, no he estudiado cocina para decir que es apropiado-, respondió él rascándose un poco una mejilla, cosa que intrigó a las chicas.

-¿Entonces cómo es que cocinas así de bien?-, le preguntó Momo a Izuku con curiosidad, después de todo debía de haber alguna razón por la cual su amigo cocinara de manera similar a un chef profesional de su familia, sencillamente es difícil de creer que no haya tenido entrenamiento previo.

-Pues en parte es gracias a que recuerdo la manera en la que mi madre me enseñó a cocinar y en base a eso trato de mejorar por mi cuenta-, contestó Izuku con calma para luego sonreír con un poco de confianza mostrándose en su tono, cosa que asombró un poco a las chicas que dejaron en pausa la comida por unos momentos.

-¿Ustedes se acuerdan del encargado de Paradise?-, les preguntó Toga a sus amigas mientras apoyaba su cabeza sobre su mano viéndoles, recibiendo un asentimiento de ellas. -Él también le ha enseñado a cocinar a Izuku-kun-, agregó la rubia señalando al peliverde con un pulgar y este asintió con la cabeza.

-Necesitaba aprender más variedad de platillos o seria aburrido preparar todo el tiempo lo mismo-, dijo el chico con calma y sus amigas parecían impresionadas por él, era de cierta manera admirable que se esforzara o pusiera enpeño en la cocina, pues ciertamente él se preparaba su propia comida a diferencia de ellas que tenían a sus madres para hacerlo la mayoría del tiempo, Momo particularmente tenía a sus chefs.

Nejire finalizó su platillo gustosa para después extenderle su plato al peliverde. -¿Puedo comer más?-, preguntó Nejire con una gran sonrisa queriendo probar más de la deliciosa comida de su kouhai, el cual le sonrió con calma.

-Por supuesto, ustedes son mis invitadas, pidan cuanto gusten-, respondió Izuku mirando a sus amigas para después tomar el plato de Nejire para levantarse e ir a servirle más espagueti.

La atención de las chicas siguió al peliverde hacia la cocina para verle en la cocina preparando otro plato para Nejire, luego se aseguró de limpiar los trastos sucios que había dejado para después secarlos y dejarlos en su respectivo lugar para después volver a la mesa donde le dejaría el espagueti a Nejire.

-De verdad es cierto lo que me dijo mi mamá, serias un gran esposo Izuku-kun-, le dijo Nejire al peliverde con una amplia sonrisa acompañada de un leve rubor en sus mejillas mientras miraba como el chico se sentaba en su asiento.

-¿T-Tu mamá dijo eso sobre Deku-kun?, la mía dijo algo parecido-, dijo Uraraka algo descolocada y sonrojándose un poco, luego trató de evitar mirar a la cara a Izuku a causa de la vergüenza, sencillamente el haber venido solo causaba que las palabras de su madre con respecto a Izuku volvieran a su mente... quizás ella debería practicar para ser una buena esposa.

-Y la mía-, agregó Momo agachando la cabeza un poco para ocultar el tenue sonrojo en su cara, aun podía recordar claramente el discurso de media hora que le dio su madre con respecto a las ventajas de Izuku y sus posibilidades de salir juntos, el que él tuviera cualidades de esposo también estuvo en la conversación y eso le causaba un poco de vergüenza a la pelinegra.

Toga por su parte no le dio importancia a las palabras de las madres de sus amigas, después de todo es cierto que Izuku tenía las aptitudes para ser un ama de casa, ella lo sabía muy bien luego de vivir con él por tanto tiempo, más bien le agradaba que fuera reconocido por eso ya que lo normal sería que se fijaran en su descomunal fuerza o sus Quirks, pero en cambio las madres de sus amigas pudieron comentar ese apartado tan simple.

El peliverde por su parte sonrió agradecido mientras se rasca la cabeza. -Me siento halagado-, respondió el peliverde un poco incómodo internamente ya que no es como si estuviera muy acostumbrado a ese tipo de halagos, solamente Toga hacia bromas por el estilo de vez en cuando, cosas como: "Cuando vayamos a casarnos quiero comer esto todo el tiempo" o "No tengo que limpiar yo sola ya que voy a tener un esposo amable que me ayudará, ¿cierto, Izuku-kun?", sencillamente no se la podía tomar en serio.

TOC TOC

Se escuchó el sonido de un golpeteo en la puerta captando la atención del grupo.

-¿Quién podrá ser?, no espero a nadie más-, decía Izuku algo extrañado para luego levantarse de su silla con tranquilidad e irse en dirección a la entrada donde al llegar no dudó en abrir la puerta para ver a la persona del otro lado del umbral.

Al frente suyo estaba un hombre joven de cabello lacio rubio de largo hasta los hombros con un mechón elevándose de forma rebelde como una clase de antena. Sus ojos son dorados y tiene ligeras bolsas debajo de sus ojos, tiene una contextura delgada y a la vez trabajada como Aizawa, su rostro era monótono y calmado. Este viste de un traje negro elegante en su totalidad con todo el conjunto además de que él desprendía un cierto aire de nobleza a su alrededor.

-Dígame en qué le puedo ayudar-, dijo Izuku de forma cordial y tranquilo viendo al hombre al frente suyo que mantenía su mirada en él con monotonía e impasible.

-Izuku Midoriya-, dijo el hombre rubio mirando al chico peliverde.

-Sí, ¿Qué desea?-, preguntó Izuku con serenidad viendo al hombre que frunció ligeramente el ceño.

-Voy a pedirte que a partir del día de hoy cortes cualquier tipo de conexión que tengas con Himiko-, respondió el rubio con un tono de voz tranquilo, pero se podía percibir veneno en sus palabras y un aire serio en su expresión, cosa que provocó que esta vez fuera Izuku quien frunciera ligeramente el ceño.

-¿Quién eres?-, preguntó Izuku con seriedad y con las manos en los bolsillos viendo al sujeto al frente suyo, no tenía ni la más mínima idea de la razón de sus palabras, pero estaba claro que no obedecería tal cosa.

Mientras tanto Toga caminaba por el pasillo en dirección a la entrada. -Izuku-kun, ¿Quién tocó la puerta?-, preguntó la rubia sonriente y con buen ánimo solo para quedarse atónita y perpleja al ver al joven hombre rubio que estaba al frente de Izuku. -O-Onii-chan-, dijo incrédula al ver a nadie más ni nadie menos que su hermano mayor, cosa que provocó que Izuku ampliara ligeramente los ojos para girarse nuevamente hacia el sujeto.

El rubio cerró los ojos y se colocó una mano en su pecho así como un mayordomo. -Soy Toussen Toga, soy el hermano mayor de Himiko-, se presentó el hombre de nombre Toussen revelándose y causando sorpresa en el peliverde que ante este nuevo descubrimiento tendría que ver la manera correcta de proceder.

Izuku abrió ligeramente la puerta y se hizo a un lado para darle espacio al rubio. -Por el momento te invito a pasar-, le dijo el peliverde a Toussen con una mirada seria y este no dudo ni un segundo para entrar al hogar sin quitarse su calzado y pasando de largo de Toga que seguía incrédula.

Luego Izuku y Toga siguen a Toussen hasta la sala donde se encuentran Uraraka, Momo y Nejire conversando en la mesa luego de terminar de comer, después ellas enfocaron su atención en sus amigos y en el hombre que acababa de llegar.

-¿Quién es él?, ¿Un amigo de Izuku-kun?, ¿es extranjero?-, les preguntó Nejire a Izuku y a Toga con una gran sonrisa curiosa como siempre, las mismas preguntas se hacían Uraraka y Momo en sus mentes con respecto al recién llegado.

Toussen miró a las tres chicas con monotonía y repitió el anterior gesto. -Mi nombre es Toga Toussen y soy el hermano mayor de Himiko-, dijo el rubio causando sorpresa en las tres chicas que se impresionaron al conocer su identidad como hermano de su amiga, ciertamente compartían similitudes en algunos rasgos faciales y por supuesto en el color de sus ojos, cabello y piel.

Izuku dio unos pasos al frente mientras estaba cruzado de brazos. -Chicas, lamento mucho que tenga que pedirles esto, pero por favor déjennos hablar a solas a él y a mí-, les dijo él a sus amigas que se mostraron curiosas por instinto.

-¿Sucede algo, Deku-kun?-, preguntó Uraraka un poco preocupada al ver la aparente seriedad del peliverde, como si lo que estuvieran que hablar era de vital importancia.

-Yo también quiero saber eso-, respondió Izuku viendo de reojo a Toussen que se mantenía callado y quieto en su lugar devolviéndole la mirada con tranquilidad, en definitiva el ambiente era tenso entre ambos a pesar de que no mostraran hostilidad contra el otro.

Toga desde que vio a su hermano se mantuvo callada con la cabeza agachada al recordar la nota de sus padres que leyó ayer. Tenía miedo, miedo de preguntarle a su hermano qué hacía en ese lugar, por qué había tenido que aparecer ahora luego de tanto tiempo que ella lleva afuera de casa.

Pero al escuchar que Izuku quería hablar a solas con Toussen le hizo despertar de sus pensamientos y levantó la cabeza para ver a su mejor amigo.

-Y-Yo voy a quedarme aquí, quiero hablar con Onii-chan-, dijo Toga con un poco de seguridad en su voz pero a la vez había duda, cosa que pudo notar Izuku al escucharle, ella se oía dudosa o inquieta y más aún cuando la mirada de Toussen se posó en ella con frialdad mandándole un escalofrió.

-Toga-, dijo Izuku con calma acercándose hacia su amiga para estar al frente de ella que levantó la mirada. -Por favor, déjanos un momento-, le pidió él nuevamente pero con más amabilidad y sin quitar su expresión firme, dando por sentado de que de verdad quería hablar sobre un asunto serio, pues seguramente ella no escuchó que su hermano había dicho que ambos cortaran la conexión que tienen.

Luego Izuku sintió la mano de Toussen en uno de sus hombros y le miró de reojo con calma, el rubio tenía el ceño fruncido dando por sentado que estaba molesto dentro de lo que cabe en su expresión tranquila.

-No tienes el estatus para darle una orden a Himiko, entiende tu lugar Midoriya-, le dijo Toussen al peliverde con un tono venenoso y cauteloso sin dejar de lado su aura de alta clase como si un noble le estuviera hablando a un mendigo, cosa que enfureció a las amigas de Izuku y sorprendió a Toga.

-¿Onii... chan?-, preguntó Himiko con los ojos ampliados y la boca ligeramente abierta por el shock, nunca en su corta vida había visto a su hermano actuar de esa manera con nadie, él siempre había sido un grandioso hermano y una fantástica persona que no le importaba las clases sociales a diferencia de sus padres, el ver a su hermano actuando así le dolía a ella.

Luego Toussen soltó el hombro del peliverde para girarse a ver a Toga con frialdad. -Pero concuerdo con él, déjanos solos para hablar y llévate a tus amigas de clase baja contigo-, le dijo él a su hermana y causando que las chicas se sintieran un poco ofendidas por la manera en que él se refirió a ellas.

Claro que todo es fue opacado, la sencilla razón es que el ambiente se volvió pesado a causa del aura que emanaba Izuku que tenía el cabello haciendo sombra sobre sus ojos.

-Oye-, dijo Izuku con un tono de voz seco y firme repleto de una seriedad fulminante para luego levantar la mirada hacia el monótono hombre. -No me importa si eres el hermano mayor de Toga, no tienes el más mínimo derecho a hablarle de esa manera a mis amigas-, le dijo él a Toussen con un porte autoritario y demandante defendiendo a sus amigas para después girarse a ver a Toga calmando completamente su furia para verle con suavidad. -Por favor Toga, déjanos unos minutos-, le pidió el peliverde de la forma más amable que podía.

Toga agachó la cabeza un poco triste para asentir con la cabeza. -D-De acuerdo-, aceptó la rubia para que luego ella se llevara a sus amigas por el pasillo dejando solos en la sala a Izuku y a Toussen que se miraban el uno al otro con una falsa calma en sus expresiones, pues ciertamente había una tensión asesina entre ambos.

Toga llevó a Uraraka, Momo y Nejire a su propia habitación que antes le perteneció a la madre de Izuku, con su estadía en el hogar fue cambiando ligeras cosas en la habitación, pero lo más relevante seria algunos peluches adorables que se encontraban sobre la cama matrimonial.

-¿De quién es esta habitación?-, preguntó Momo un curiosa ojeando en la habitación que parecía de una chica, cosa extraña ya que por lo menos lo que ella sabía es que Izuku no tiene ningún familiar vivo, no tiene hermanas o primas, por lo tanto no tiene sentido que tuviera un cuarto tan femenino en su casa.

-Es de la difunta madre de Izuku-kun, él me dejó traer algunas cosas mías para cuando me quedo a dormir-, respondió Toga un poco decaída ingeniándose una buena excusa para calmar la curiosidad de sus amigas que junto a ella se sentaron en el borde de la cama matrimonial.

-¿De verdad ese es tu hermano, Toga-chan?, no parece muy amigable-, comentó Uraraka algo extrañada de que el rubio fuera hermano de su amigable y divertida amiga, sencillamente la idea no cuadraba bien.

Momo asintió con seriedad y se cruzó de brazos. -Es cierto, además no parece poseer modales ni buen carácter ya que vino con el descaro de hablarnos de esa manera-, decía la pelinegra sintiéndose especialmente insultada debido a su orgullo como Yaoyorozu, no es como si le importara mucho su alto estatus social, pero se sentía ofendida por la manera en la cual el hermano de su amiga se refirió a ella.

Nejire le colocó una mano en el hombro a Toga. -¿Estaba de mal humor?, ¿están peleados?-, le preguntó la peliazul con un poco de preocupación viendo a su decaída amiga, pues este parecía ser un asunto serio.

Toga miraba su regazo notándose un poco triste. -Lo lamento chicas, de verdad no sé qué le sucede a Toussen-niichan, el de verdad no era así antes-, les decía ella a sus amigas ya que no quería que pensaran mal de su hermano, el la verdad era una buena persona, quizás algo le sucedió para que se comportara de esa manera.

-¿De qué crees que va a hablar Izuku-kun con él?-, le preguntó Nejire a su kouhai con intriga.

-No lo sé, pero voy a averiguarlo, vengan-, respondió Toga con una mirada determinada para luego ponerse de pie e ir en dirección al baño de la habitación seguida de sus amigas que no supieron qué es lo que ella planeaba.

Al llegar al espacioso baño vieron como la rubia se acercó a la bañera para ponerse de pie sobre ella para estar a una altura considerable y comenzar a posar sus dedos sobre la cerámica de la pared.

-¿Qué haces?-, le preguntó Uraraka a su amiga con intriga para luego ver que Toga desprende unos trozos de la porcelana revelando varios orificios en la pared.

-Por favor no le digan esto a Izuku-kun, pero abrí unos pequeños orificios en esta pared que daban vista completa a la sala-, les confesó Himiko a sus amigas que se mostraron confusas por eso.

-¿Por qué hiciste eso?-, le preguntó Nejire a ella con intriga y las demás coincidieron, no sabían qué clase de motivo tendría ella para hacer tal cosa.

-Pues... tenía mis motivos-, respondió Toga con una sonrisa nerviosa y un leve rubor en sus mejillas, no les contaría que todo formó parte de un pequeño experimento que hizo para averiguar si Izuku era un pervertido que se atrevería a espiarle en el baño por medio de esos orificios.

Claro que el peliverde nunca la espió y eso le alivió y enojó por partes iguales pero lo dejó pasar, al final esos orificios solo los utilizaba cuando quería averiguar que estaba haciendo Izuku en la sala sin tener la necesidad de salir de su habitación para averiguarlo, ciertamente era un poco raro que ella hiciera eso pero no es como si sucediera seguido.

Las tres chicas se dejaron llevar por su curiosidad y también se subieron sobre la bañera para espiar la conversación que tendrían los dos chicos en la sala de la casa.

En la sala de estar se encontraban Izuku y Toussen sentados en dos sofás mirándose el uno al otro. El rubio mantenía un porte tranquilo y rígido con su mirada serena puesta en el peliverde que por su parte estaba cruzado de brazos y tenía los ojos cerrados.

-Ahora vamos a dejar las cosas bien claras antes de comenzar a dialogar como personas civilizadas que somos-, decía Izuku con calma para luego abrir los ojos de forma fulminante. -Por mucho que seas familia de Toga, si intentas alguna clase de acto de violencia tengo más de 50 formas diferentes de hacerte una herida mortal en segundos y si intentas algo contra ellas entonces el número aumenta, ¿entendido?-, dijo el peliverde dando una clara amenaza a Toussen que se mantuvo sereno.

-Eso no sonó muy civilizado-, dijo Toussen cerrando los ojos por unos segundos para suspirar. -De cualquier manera contaré la razón por la cual he venido-, agregó para levantar la mirada y ver con seriedad al chico. -La familia Toga no seguiremos permitiendo que Himiko resida en este lugar ni tampoco que continúe sus estudios en Yuuei-, dijo el rubio causando que Izuku frunciera levemente el ceño. -Claro que hubiéramos evitado que algo así sucediera en un principio, pero mis padres desconocían de su paradero luego de la muerte de nuestros tíos, por ese motivo luego de lo mostrado en el festival deportivo de Yuuei solo fue cuestión de horas para localizarla y descubrir la relación que ella guarda contigo al vivir aquí-, continuó Toussen con calma ignorando que la conversación estaba siendo escuchada por las chicas.

-¿V-V-Vives con Izuku-kun?-, le preguntó Momo a Toga a su lado con un fuerte sonrojo en sus mejillas mientras el dedo con el que le señalaba temblaba, Nejire y Uraraka estaban en un estado un poco similar mientras observaba a la rubia que ahora si estaba atrapada

-Es una larga y complicada historia, después les contaré pero de verdad tiene explicación-, les dijo Himiko a ellas para tranquilizarlas ya que por el momento lo más importante era escuchar la conversación entre los chicos, por lo cual las demás hicieron un esfuerzo por dejar el tema de un lado para seguir espiando.

Toussen se cruzó de brazos con calma. -Por supuesto tú no tienes voz ni voto para evitar que ella vuelva con nosotros, la única razón por la cual te cuento esto es por simple lastima, deberías agradecer mi generosidad-, dijo el hermano de Toga causando leve irritación en el peliverde que mantuvo la compostura con facilidad.

-Sus tíos murieron y ella no quiso volver con ustedes por un motivo, esa fue su decisión y yo estoy dispuesto a dar la cara por ella, no voy a dejar que se la lleven contra su voluntad-, declaró Izuku dejando en claro su posición, no dejará que su amiga fuera forzada a volver a un lugar al cual no quiso volver por casi dos años, lo que no notó es que sus palabras hacían feliz a cierta rubia detrás de un muro.

-Como quiero irme de aquí lo más pronto posible, lo mejor será que escuchemos nosotros mismos lo que desea Himiko-, propuso Toussen con seriedad viendo al peliverde que asintió con la cabeza.

-Me parece bien-, contestó Izuku con calma para luego cerrar los ojos. -Vengan para acá, chicas-, dijo él abiertamente dirigiéndose a las espías que estaban en el baño de Toga.

-¿¡Sabias que estamos aquí!?-, preguntó Toga sorprendida desde el baño al verse ellas descubiertas por el chico que les miró de reojo con Eyes'God.

-Descubrí esos orificios cuando pinté la casa hace meses-, respondió Izuku calmado y completamente al tanto de los planes de su amiga rubia al hacer esos orificios, claro que él es un hombre y bien estaba la tentación de espiar, pero su sentido de lo correcto era superior y nunca cayó en la trampa. Vivir con una hermosa chica por casi un año lo había vuelto un maestro en resistir la tentación de hacer algo indecente con su preciada amiga.

Luego de eso en un par de minutos las chicas habían salido de su escondite y habían vuelto nuevamente a la sala estando Toga rodeada de sus amigas y las cuatro estaban mirando a Izuku, más precisamente Uraraka, Momo y Nejire le veían con el ceño fruncido mientras que Toga le pedía ayuda.

-Después les explicaré la razón por la cual Toga vive conmigo, no se hagan ideas equivocadas-, les dijo Izuku a sus amigas con una pequeña sonrisa para calmarlas y luego fijó su vista en Toga para acercarse hasta estar al frente de ella. -Toga, ya escuchaste de lo que hablamos, por lo tanto quiero escuchar lo que deseas-, le decía él mientras colocaba sus manos delicadamente sobre los hombros de ella. -¿Quieres volver con tu familia o quedarte aquí conmigo?-, le preguntó él a la rubia con una mirada intensa puesta en ella.

Toga agachó la cabeza un poco sonrojada mientras se retorcía un poco avergonzada. -Y-Yo... yo...-, decía ella ya que la manera en la cual se lo preguntó podía interpretarse de una manera más profunda.

Toussen dio un paso al frente captando la atención de su hermana. -Himiko, eres una Toga y por lo tanto tienes responsabilidades con las cuales cumplir, nuestros padres ordenan que vuelvas con nosotros de inmediato para que tomes tu lugar-, le dijo e rubio a la menor con seriedad y sin alguna pizca de cariño en su tono, parecía todo tan calculado que era frío el solo escucharle.

Toga se sintió dolida de escuchar a su hermano diciendo eso, el escuchar que era orden de sus padres solo causaba miedo en ella y viejas inseguridades volvían al recordar la manera en la cual le criaban de pequeña. Pero aun con eso ella resistió la duda en su interior y optó por decir lo que de verdad pensaba.

-Yo... no quiero volver-, respondió Toga agachando la cabeza para no ver la cara de su hermano. -No quiero verlos a ellos de nuevo, n-no quiero volver a ser mirada con desprecio-, decía ella apretando los puños con fuerza mientras que pequeñas lagrimillas se formaban en el borde de sus ojos. -Quiero quedarme con Izuku-kun y con mis amigos de Yuuei-, contestó Himiko con un tono delicado mientras recogía sus manos contra su pecho tratando de proteger los hermosos recuerdos que formó con sus amigos.

Las chicas e Izuku sonrieron ante la respuesta de Toga y luego el peliverde la rodea con sus brazos para abrazarla con afecto para darle abrigo y calor, a lo cual la rubia aferra sus manos sobre el pecho de él y entierra su cara en su camisa sollozando silenciosamente al poder sentir un apoyo en él.

-Entiendo, entonces esa es tu decisión-, dijo Toussen con tranquilidad y sin verse afectado. -Menos mal que vine preparado para este resultado-, agregó él para luego meter su mano en su saco en busca de algo, a lo cual Izuku se voltea a verle y le señala de forma amenazadora con un brazo mientras que con el otro protege a Toga contra su pecho, las demás chicas se pusieron en guardia en caso de que el rubio estuviera armado.

-Tranquilízate Midoriya, son invitaciones-, respondió Toussen levantando las manos en señal de rendición y sacando de su saco dos cartas adornadas y refinadas.

-¿Invitaciones?-, preguntó Toga intrigada y limpiándose los ojos mientras que Izuku bajaba el brazo para escuchar al hombre.

-Himiko, te invitamos a nuestro hogar el día de mañana para que hables con padre y madre, quizás conversar con ellos haga que cambies de opinión-, le dijo Toussen a su hermana menor con neutralidad y monotonía mientras le entregaba una carta a Toga y la otra a Izuku. -Por supuesto si lo deseas también pueden ir tus amigas para acompañarte-, agregó el hermano con desinterés en su tono que provocó de nuevo molestia en Izuku y las chicas.

-¿Qué buscan con esto?-, le preguntó Izuku a Toussen con seriedad y abrazando aún más a Toga contra su pecho, cosa que sonrojó un poco a la chica y enceló a las demás.

-Es obvio, solo queremos recuperar a una valiosa miembro de nuestra familia-, respondió Toussen con monotonía como si de verdad no le viera importancia a las palabras que decía, como si todo fuera practicado y no tuviera ningún tipo de interés en la rubia que agachó la mirada triste. -Conozco la salida, me retiro-, dijo el joven hombre arreglándose el traje con calma para luego ir caminando en dirección al pasillo que daba a la salida del hogar.

-¡Onii-chan!-, exclamó Toga mirando la espalda de su hermano que se detuvo en silencio y sin voltearse a verle. -¿Qué te sucedió?-, le preguntó ella con pena en su mirada ante lo cambiado que estaba su hermano mayor a como lo recordaba.

Toussen entrecerró los ojos viendo la salida. -Alguien tenía que hacerse cargo del puesto que decidiste abandonar-, respondió dejando sin palabras a Toga para luego irse de la casa Midoriya.

La casa se sumergió durante un silencio tenso en el cual Izuku estaba preocupado por la situación con su amiga que estaba desanimada luego de las palabras de Toussen. Ella ciertamente tenia asuntos personales con su familia que no le había dicho, pero ciertamente él tampoco ha querido indagar en eso dado que las cosas estaban bien.

-Nosotras necesitamos respuestas-, la voz de Uraraka captó la atención de Izuku y Toga que se voltearon a ver a sus amigas que estaban de brazos cruzados y tenían el ceño fruncido.

-Opino lo mismo, hay algo que nos están ocultando-, dijo Momo coincidiendo con la castaña a su lado, de verdad que esos dos tendrían que aclarar las dudas que tenían.

-Tengo muchas preguntas que hacer-, dijo Nejire aparentemente molesta, algo que no es muy poco común ver en ella, pero dadas las circunstancias sentía una obligatoria necesidad de obtener respuestas, tanto con lo que sucedía con Toga como la relación que tenía ella con Izuku.

-De verdad es una historia muy larga y complicada para contar-, dijo Izuku algo dudoso de si contarles realmente su verdadera relación con Toga, seria revelar el que ella antes estaba en un camino más oscuro y podrían cambiar la imagen que tienen de la rubia.

-No importa, parece ser algo serio para Toga-chan y nos importa saber para apoyarle-, replicó Uraraka mostrando decisión en su rostro y Momo y Nejire estuvieron de acuerdo con ella y se mantuvieron firmes, cosa que provocó que Izuku suspirara cansado mientras se rasca la nuca debatiéndose mentalmente en qué hacer.

Luego él sintió un jalón en su camisa y bajó la cabeza para ver como Toga le miraba a los ojos. -Debemos decirles Izuku-kun, son nuestras amigas-, le dijo Toga al peliverde confiando en sus amigas que sin duda tenían derecho de saber.

Izuku entonces sonrió levemente y luego levantó la mirada para verles a ellas. -De acuerdo, por favor pónganse cómodas que esto da para rato-, les dijo él recibiendo un asentimiento de ellas tres para que luego todos se fueran a sentar en los sofás donde Toga e Izuku se encargarían de aclarar las dudas de sus amigas.

Primero Toga comenzó explicándoles que ella había escapado de casa a causa de los estrictos que eran sus padres y el modo de vivir de ella, por lo cual sus tíos la recibieron con los brazos abiertos y la cuidaron como si fuera su propia hija. La hicieron ir a la escuela donde era humillada solo por su Quirk pero ella lo mantuvo en secreto y finalmente hace casi dos años sucedió la muerte de ellos en el mismo incidente que la madre de Izuku.

Después ella contó que desde ese momento se sumió en el deseo de venganza y anduvo en busca del villano que mató a sus tíos por todo un año, donde trató por distintos medios el atraer a personas de malas intenciones para matarlas con la esperanza de encontrar al villano que lo hizo. En este punto ella aclaró que nunca llegó a matar a causa de la interrupción de la policía y los héroes que llegaban para detenerla y eso conllevó a aquel día hace casi un año donde casi cometería su primer asesinato.

A partir de este punto Izuku les explicó que fue él quien evitó que Toga lograra matar al hombre y con cierta dificultad la detuvo para traerla a casa donde se contarían lo de la muerte de sus tíos y su madre y la aparente "muerte" del villano que los mató. Con eso ella se tranquilizó con su venganza y él le propuso vivir con él para que ambos pudieran entrenar para aplicar al examen de admisión de Yuuei, ambos con la meta de volverse héroes que eviten que alguien más pierda a sus seres queridos.

Las tres chicas estaban asombradas e inusualmente calladas al escuchar la historia, pues debían procesar esa información y distintos sentimientos afloraron al saber que su amiga también tenía un pasado duro con la muerte de sus tíos y su etapa donde casi se vuelve una asesina. Por suerte Izuku estuvo allí para evitarlo y ellas lo agradecían enormemente, pues querían mucho a su amiga rubia y sería realmente triste que ella hubiera seguido por ese camino.

-Ahora lo saben-, dijo Izuku suspirando para luego recostarse del sofá y apoyar su cabeza del respaldo para mirar al techo, tuvo que hacer un esfuerzo para crear algunas excusas y leves mentiras para ocultar cualquier información de All For One y que él fue quien lo "mató".

-Fue gracias a Izuku-kun que pude redirigir mi vida en el buen camino, él fue quien me abrió los ojos-, decía Toga con una leve sonrisa en su rostro viéndolas a ellas para después girarse a ver a Izuku, el cual le respondió de la misma manera con una expresión amable.

-¿U-Ustedes son pareja?-, les preguntó Uraraka a ambos con un fuerte sonrojo en su rostro y con su corazón apretujándose ante la expectación de una respuesta, esta misma pregunta causó que Nejire y Momo se pusieran rígidas y que la misma inquietud les atacara.

El rostro de Toga se volvió rojo como un tomate y ensanchó los ojos al momento de comenzar a sacudir sus manos al frente suyo. -¡N-No para nada!, ¡s-solo somos amigos!-, respondía la rubia con muchos nervios mientras que a su lado Izuku parecía calmado pero tenía un tenue y casi imperceptible sonrojo en sus mejillas mientras veía en otra dirección.

Momo se cruzó de brazos y entrecerró los ojos viendo a su amiga. -Es sospechoso e indecente, dos jóvenes viviendo bajo el mismo techo por casi un año sin haberse casado primero-, dijo la pelinegra con seriedad que solo ocultaba lo vulnerable que estaba internamente, de verdad quería creer que ellos solo eran amigos y no llegaron a nada más que eso.

-¿De verdad no ha sucedido nada entre ustedes dos?-, le preguntó Nejire exclusivamente a Izuku mientras que sostenía sus manos sobre su pecho con cierta preocupación y angustia reflejada en su cara, por algún motivo que no comprendía solo quería escuchar un rotundo "NADA SUCEDIÓ" para así quedarse tranquila... aunque tampoco le molestaría escuchar: "Yo no haría nada ya que te tengo a ti, Nejire".

Toga supo guardarse los nervios en su interior, ya que ciertamente a lo largo de un año pasaron sucesos comprometedores al vivir bajo el mismo techo. Por ejemplo al primer día de llegar ella se quedó en ropa interior a ojos de él, también hubo momentos donde ella utilizó su Quirk y al deshacerlo quedó desnuda frente al chico, al principio no tenía tanta vergüenza pero a medida que se hacían más cercanos la vergüenza y nervios también aumentaban.

Hubo tropezones, malentendidos, bromas que se salieron de control, entradas al mismo baño sin saber que el otro estaba adentro, sencillamente decir que sucedieron cosas era lo correcto, pero en el contexto romántico o sexual no hubo absolutamente ningún movimiento por parte de ambos, cosa que a ella le entristecía y decepcionaba un poco ya que en perspectiva tuvo varias oportunidades para formalizar esa clase de relación con él, ser más que amigos.

Izuku se puso de pie con tranquilidad y con las manos en los bolsillos. -Por favor no piensen de esa manera, nunca le haría algo a Toga y menos aún sin su consentimiento, nuestra relación fue y es de buenos amigos-, les dijo el peliverde a sus amigas de forma firme y concisa dejándoles las cosas en claro, pues si es cierto que ocurrieron pequeños incidentes pero todos fueron accidentales.

Momo, Nejire y Uraraka suspiraron aliviadas con sonrisas renovadas en sus rostros al quitarse esa incomodidad que las agobiaba. Toga por su parte se mostró un poco desanimada al escuchar las palabras de Izuku, se sentía categorizada como solo una buena amiga, no deseaba ser dejada en la FriendZone, pero no le daría importancia a eso en este momento.

-Lamento escuchar lo que le sucedió a tus tíos, Toga-chan-, le dijo Uraraka a su amiga rubia con una sonrisa triste mientras agachaba un poco su cabeza, de verdad no era consciente de lo que tuvo que pasar Toga y se sentía un poco culpable por no saberlo siendo ellas amigas.

-Cierto, espero que estén descansando en paz-, secundó Momo sonriéndole de forma reconfortante a Himiko, debían de ser ellos grandes personas por la manera en la que Toga hablaba de ellos.

Nejire en cambio se levantó de su asiento para acercarse a Toga para darle un gran abrazo recostando la cabeza de ella sobre su seno al igual como lo haría una madre con su hija, provocando que Toga ampliara los ojos sorprendida por la repentina acción de su Senpai.

Nejire comenzó a acariciar el cabello de Toga con gentileza. -Ellos están en un lugar mejor, por lo cual no tienes que entristecerte por ellos, Toga-chan-, le dijo la peliazul a su kouhai con un tono suave y maduro, debía de ser un apoyo para ella ya que la apreciaba mucho y su deber como Senpai era animarla.

Luego Uraraka y Momo también se levantaron para unirse al abrazo para apoyar a su amiga mientras que todo era observado por Izuku que sonreía realmente alegre de que Toga haya hecho amigas como ellas.

A Toga se le formaron leves lagrimillas en sus ojos para después responder al abrazo de sus amigas. -Gracias chicas, de verdad gracias-, respondió con una temblorosa sonrisa agradeciendo mucho tenerlas a ellas como amigas y que no la vieran de manera diferente por lo que hizo.

Después de un par de minutos las chicas se separaron del abrazo y las cuatro se encontraban de pie, siendo Uraraka, Momo y Nejire quienes rodeaban a Toga que se limpiaba los ojos con las manos.

-¿Entonces tienes planeado ir a tu casa a hablar con tus padres?-, le preguntó Momo a Toga con una leve sonrisa calmada en su rostro.

-No estoy segura, la verdad no quiero volver a verlos, pero...-, decía la rubia agachando un poco la cabeza sin tener una respuesta clara en su mente, una parte de sí misma le decía que debía asistir para poder hablar con ellos, pero otra parte tenía miedo de volver a aquella jaula que algún momento llamó hogar.

Izuku colocó su mano sobre la cabeza de Toga captando su atención. -Tomate tu tiempo para pensar, iré contigo y estaré allí por si llega a suceder algo-, le dijo el peliverde sonriéndole amablemente para después despelucarla un poco.

-Yo también iré, no puedo dejar que mi Kouhai afronte algo como esto sola-, dijo Nejire sonriendo alegre y con las manos en la cintura dispuesta a meterse en el asunto.

Uraraka asintió contenta ante lo dicho por la peliazul. -Igual yo, no pienso apartar la mirada mientras tú afrontas algo como esto, ¡tienes mi apoyo Toga-chan!-, exclamó Uraraka sonriendo mientras que se apunta a si misma con un pulgar.

-Somos amigas Toga-chan, puedes contar con nosotras también-, le dijo Momo a su querida amiga con una dulce sonrisa mientras le tomaba de las manos.

-Chicas-, decía Toga sonriendo conmovida por el apoyo de sus amigas para después asentir con la cabeza. -Lo pensaré de aquí a mañana y les diré-, les dijo a ellas tres con seguridad recibiendo un asentimiento de sus amigas. -Por el momento quisiera solo ver televisión con ustedes y charlar antes de que se vayan-, agregó ella mostrándose más animada y queriendo disfrutar y ellas coincidieron para luego todas sentarse en un solo sofá para encender el televisor.

Izuku por su parte se mostró feliz al ver a sus amigas llevarse tan bien y ser tan unidas. Luego se alejó un poco para tomar su teléfono y comenzar a escribirle un mensaje a cierto amigo alado suyo.

Yo: [Hey Hawks, me gustaría que me hicieras un favor]

Hawks: [Oi Izuku, cuanto tiempo, yo también me encuentro fenomenal, gracias por preguntar]

Yo: [En enserio, es algo importante, pollo]

Hawks: [Sabes, quería felicitarte por tu victoria en el festival cultural, envié una solicitud para que vengas a mi agencia]

Yo: [Me siento halagado de que el héroe número tres se interesara en mí, pero ahora no es momento para eso]

Hawks: [Aha, entonces dime que necesitas, si es una pizza con extra queso entonces comparte un poco conmigo]

Yo: [Necesito que me des cualquier información que tengas sobre la familia Toga]

Hawks: [Esa es una familia muy importante, ¿por qué te interesa?]

Yo: [Solo curiosidad, me acabo de enterar que es una familia importante, de cualquier manera cualquier información es bienvenida]

Hawks: [Sabes, cuando pides algo normalmente ofreces algo a cambio, ¿Qué gano yo?]

Yo: [Una pizza con extra queso con tu amigo]

Hawks: [Se me antojan unas donas o churros]

Izuku: [Hawks... de verdad]

Hawks: [Ya cálmate, solo bromeaba, para mañana en la tarde debería de llegarte la información que recolectaré, hasta entonces trata de no hacer ninguna locura]

Yo: [¿Por qué crees que haré alguna locura?]

Hawks: [Casi dos años de amistad con un mocoso como tú me han enseñado que eres un imán de problemas]

Yo: [Lo tomaré como un halago]

Hawks: [No lo es]

Yo: [Adiós pollo, gracias por el favor]

Hawks: [Yo te agradezco por adelantado por la pizza]

Izuku solo suspiró divertido para luego guardar su teléfono. No tenía ninguna prueba de que la familia de Toga fuera sospechosa de algo, solo tenía un mal presentimiento con respecto a ellos, si en realidad es una familia tan importante como él piensa entonces no le hubieran supuesto un problema encontrar a Toga luego de casi dos años, sin duda había algo sospechoso y sabía que sus instintos eran casi infalibles, después de todo había recolectado experiencia de los recuerdos de All For One.

-¡Hey Izuku-kun!, ¡apúrate que te guardamos un asiento!-, le dijo Nejire a Izuku con una gran sonrisa desde el sofá y el peliverde sonrió divertido para luego ir con sus amigas.

Unas horas más adelante y ya eran cerca de las 6: 30 pm de la tarde y afuera estaba anocheciendo. En estos momentos Nejire, Momo y Uraraka estaban afuera de la casa junto con Izuku mientras que Toga estaba dentro de la casa viéndoles a través del umbral, se estaban despidiendo luego de pasar la tarde conversando y viendo animes muy graciosos, entre ellos Konosuba y Gintama por recomendación de Toga y Nejire.

-Nos vemos mañana Toga-chan, les pediré permiso a mis padres en caso de que aceptes ir-, le dijo Uraraka a Toga con una sonrisa sabiendo que sus padres no tendría problemas ya que solo diría que iría a casa de su amiga, no tenían porque enterarse del resto.

-Yo igual, no creo que tengan problemas en que "vaya de compras con unas amigas"-, dijo Momo sonriendo levemente y con las manos juntas al frente, solo tenía que enviarle un mensaje a su madre que estaba de viaje junto con su padre.

Nejire por su parte solo ladeó la cabeza a un lado con alegría. -Hasta mañana Toga-chan, tu confiable Senpai va a estar esperando oír tu decisión-, decía la peliazul con una gran sonrisa viendo a su kouhai que asintió en respuesta.

-Voy a acompañarlas hasta la estación, ya vuelvo Toga-, le hablo Izuku a su amiga rubia con calma para que luego tanto él como las demás se fueran caminando de allí.

-¡Las veo luego, chicas!-, se despidió Toga contenta y con una mano alzada en el aire viendo como sus amigas se iban junto con Izuku, luego ella cerró la puerta de la casa y al quedar sola su expresión pasó de animada a decaída.

Se sentía agotada mentalmente luego de la visita de su hermano, de verdad estaba indecisa sobre si ir o no a hablar con sus padres. Con eso en mente solo se fue caminando hasta su habitación donde cerró al entrar y se fue a la mesita de noche al lado de la cama para abrir el primer gabinete donde adentro estaba la carta arrugada que había recibido el día anterior.

Se sentó en el borde de su cama para ver leer nuevamente la carta que le habían enviado sus padres.

"Himiko, estamos seguros de que esta carta te ha llegado y esperamos que la mantengas en secreto. Ahora luego de tu berrinche y tú escape infantil es hora de que finalmente vuelvas a nuestro hogar donde tomarás el puesto que te corresponde en la prestigiosa familia Toga. No permitiremos que sigas actuando deliberadamente de tus obligaciones por lo cual vamos a empezar a tomar cartas en el asunto para que vuelvas... tus días de libertad se han acabado."

La rubia al terminar de leer se acostó con cansancio en su cama y mientras extendía sus manos a los lados con la vista puesta en el techo y estrujaba un poco la carta.

-Yo pensaba que sería libre, que ya no tendría que preocuparme más por ellos-, se decía Toga con melancolía y tristeza en su tono para que luego con un brazo se cubriera los ojos. -¿Qué debo hacer?-, se preguntó la rubia así misma con su mente confundida y desorientada.

Antes de que se diera cuenta habían pasado varios minutos debatiendo una respuesta que el sueño se comenzó a hacer presente, provocando que sus parpados se comenzaran a cerrar y que ella cayera dormida.

(POV Toga)

No hay nada bajo mis pies, no estoy cayendo, todo está oscuro... tengo miedo. Siento frio en mi piel y me abrazo esperando mantener un poco de calor para mí, pero es como si fuera inútil ya que comienzo a temblar y lágrimas comienzan a formarse en mis hombros, esto me es muy familiar.

Cierro los ojos con fuerza esperando salir de ese aterrador lugar, y al volver a abrirlos me encuentro en un gran salón de eventos de la alta sociedad, paredes y suelos relucientes como para comer de ellos, candelabros y demás luces que adornaban e iluminaban el inmenso lugar de alta alcurnia.

Me fijo en que llevo un vestido de encajes elegante de color rosa pastel que llega hasta mis tobillos, llevo unas zapatillas caras de color salmón y en mi cuello llevo un collar de perlas. Mi largo cabello rubio esta suelto cayendo hasta la mitad de mi espalda siendo perfectamente lacio sin ningún desperfecto, así como le gusta a mi madre ya que ella fue la que me peinó y me vistió de esta manera... ella siempre quería que yo fuera su obediente muñeca a la cual vestir como le diera la gana.

Recuerdo muy bien esto y el miedo vuelve a mí junto con antiguos sentimientos: Inseguridad y angustia, esto se debía a que al frente de mis ojos se encontraba una cantidad inmensa de personas de alta clase interactuando entre sí como siempre hacían, halagando, fanfarroneando, presumiendo y engañando, eso era algo claro para mí que soy una niña de 7 años que he tenido que vivir en este ambiente desde que tengo memoria.

Mi visión se vuelve borrosa por unos minutos y las figuras se retuercen al frente de mi para luego sentir como el motivo se debía a mis propios ojos... estoy llorando. Me froto los ojos y luego levanto la vista hacia los niños de mi edad que vestían elegante pero sus expresiones delataban su claro disgusto hacia mi persona.

-Oye niña rara, aléjate de nosotros, no queremos que bebas nuestra sangre-, me dijo un niño de cabello negro y tez clara con una cara de asco fija en mí para luego escupirme encima pensando que soy peor que basura.

-Cierto, no queremos que tu Quirk asqueroso y tú se acerquen-, secundó una niña castaña a su lado con una sonrisa arrogante mirándome a mí como una clase de chiste para que después se alejaran riéndose de mi desgracia al haber nacido con un Quirk así, obtener la apariencia de una persona al tomar su sangre.

Yo solo quería acercarme a ellos y hacerme su amiga como me recomendó hacer Onii-chan, pero apenas me vieron comenzaron a burlarse y a insultarme como un pedazo de escoria que solo ocupa oxígeno. Creo que es por eso que Mamá oculta la naturaleza de su Quirk a los demás miembros de la fiesta.

Me froto los ojos tratando de limpiarme las lágrimas de mis ojos, pero al volver a abrirlos me encuentro con mi cabeza observando el suelo y mi labio inferior tiembla de tristeza mientras que al frente de mi hay un grupo adultos de alta clase viéndome con desagrado.

-Esa niña posee un Quirk bastante grotesco para ser de nuestro estatus-, le comentó una mujer elegante y refinada a otra vestida de manera similar sin importarle que yo pudiera escuchar cada una de sus palabras.

-No posee las cualidades para ser la heredera de su familia, es solo una mocosa impertinente-, susurró un hombre gordo y de calva pronunciada mientras suspiraba un poco de su cigarrillo causando que yo me tapara la boca mientras tocia.

-Es normal que sus padres todo el tiempo estén quejándose de ella-, comentó una voz femenina a mis espaldas y yo apreté los puños con miedo, mucho miedo, no quiero que todos hablen mal de mí, yo fui obligada a asistir por mis padres, no quise venir ya que sabía lo que sucedería.

-Es solo una carga, no merece estar en el mismo lugar que nosotros-, comentó un hombre adulto con seriedad desde atrás mío y yo siento como las lágrimas vuelven a nublar mi vista.

Yo no hice nada para merecer este trato, solo obedecía lo que me decían mamá y papá al vestirme como querían y venir aquí, pero ahora se están burlando de mí y tengo ganas de llorar, pero si lo hago formaré un alboroto en la fiesta y mamá me va a castigar de nuevo y no quiero eso, no quiero volver a ser golpeada por mamá.

Volví a frotarme los ojos y me encontraba caminando decaída por los pasillos de la mansión al arreglármelas para salir del salón en búsqueda de Oni-chan que seguramente estaría jugando con sus amigos en el jardín principal. Yo también quiero jugar pero no quiero molestar a Onii-chan ya que sus antiguos amigos no me querían, solo quiero hablar un poco con él para sentirme más contenta.

De camino por los pasillos puedo ver como dos sirvientas estaban conversando y al verme comenzaron a susurrar frases que llegaban con facilidad a mis oídos.

-Es esa la hija menor Himiko, se cuenta que su Quirk es asqueroso y le hace querer beber sangre-, comentó la primera sirvienta de cabello negro mientras se cubría la boca con una sonrisa burlona viéndome, al parecer los rumores han distorsionado la realidad otra vez, me ven como si fuera una clase de Vampiro. -Debe ser repugnante para sus padres el estar criándola a ella-, continuó la anciana mirándome con un poco de asco y seguramente sintiendo pena por mis padres.

-Les tengo lastima por haber sido maldecidos de esta manera-, comentó la otra sirvienta mirándome directamente a mí y yo no aguanto más y comienzo a correr por los pasillos de la mansión mientras lagrimas caen de mis ojos y la tristeza se apodera de mí, corrí olvidando que llevo un vestido largo con el cual me tropecé y caí sobre mi cara.

Duele, duele mucho, me levanto aun llorando y siento un ardor preveniente del raspón en mi frente. Yo soy mala, no he hecho nada malo, trato de ser una niña buena al igual que Oni-chan para que mamá y papá dejen de mirarme de esa manera.

Me levanto adolorida del suelo y fijo mi vista en uno de los grandes cuadros de nuestra familia que estaba colocado en la pared, allí estaba mi madre sentada en la lujosa silla mientras que detrás de ella está mi padre con sus manos sobre sus hombros, ambos con miradas refinadas y elegantes mientras que Onii-chan está de pie al lado de mi madre con una expresión tranquila, yo por mi parte estoy sentada sobre el regazo de mi madre.

Quisiera que de verdad fuéramos todos una familia, quiero que mamá y papá me traten bien, quiero que me abracen y me reconforten cuando estoy triste y lastimada. Trato de ser una buena niña para que ellos me quieran, pero todo el tiempo hago las cosas mal y me regañan con severidad.

Antes de notarlo estoy en mi alcoba y al frente de mí se encuentra mi madre y mi padre que me miraban de forma imponente y autoritaria, están molestos conmigo, seguramente porque me fui de la fiesta o seguramente porque me encontraron llorando en medio del pasillo.

-Himiko, eres una decepción, no sabes hacer nada como te lo decimos-, me dijo mi Papá con seriedad y una mirada fría mientras que solo puedo ver su cuerpo vestido de forma elegante como siempre, su rostro y cabeza están cubiertas por una clase de sombra que me impiden verle y lo mismo la pasa a mi mamá... me dan miedo.

-Hija, de verdad eres la mancha negra de nuestra familia-, me dijo mi mamá denotándose decepción en su tono para luego colocarse las manos sobre su cintura. -Deberías aprender de Toussen, de esa manera si serias remotamente digna de portar nuestro apellido-, agregó mamá y sentí como las lágrimas comenzaban a querer brotar nuevamente y agaché la cabeza para mirar al suelo, ya que si me veían llorar me iban a regañar de nuevo.

¿Por qué me hacen esto?, sus palabras me duelen mucho, no quiero que me digan eso, abrácenme y quiéranme, estoy triste y me duele la frente, reconfórtenme y sánenme. Pero lo que más me duele es que lo dicen todo en serio, no soy más que un estorbo a sus ojos y me siento horrible al solo pensar por un segundo que tienen razón.

-Toga-, escucho una voz llamándome desde una distante lejanía y yo giro mi cabeza en varias direcciones notando que estoy sola en mi cama y mis padres habían desaparecido. No sé cuál es el origen de esa voz pero pude sentir que era cálida y amigable, un poco similar a la de Onii-chan.

-Toga-, la vuelvo a escuchar pero con mayor claridad y me levanto de mi cama para inspeccionar mi gran habitación a ver si encontraba a esa persona. Siento la inexplicable necesidad de estar con la persona que me llama, como si fuera alguna vía de escape de este lugar, como si fuera el comienzo de una de las aventuras que he leído en mis cuentos.

-¡TOGA!-, se escuchó el grito con más fuerza causando que mi realidad se resquebrajara para que después todo se cayera a pedazos mientras que yo siento como mi mente se va desvaneciendo un en un cobijo cálido y gentil.

(POV Normal)

Toga abre lentamente sus parpados acostumbrándose a la luz de la habitación mientras que al frente suyo observa una silueta familiar. -¿Huh?, ¿qué?-, preguntaba la rubia despertando de su sueño para frotarse los ojos unos segundos para luego reconocer su entorno, estaba en la habitación de la madre de Izuku y el peliverde estaba a su lado.

Izuku sonrió levemente al ver que su amiga finalmente había abierto los ojos. -Al fin despiertas, parecía que estabas teniendo una pesadilla por lo que decidí despertarte-, le dijo él a la rubia que parecía que minutos atrás tenía una mueca de tristeza e incomodidad mientras se apretaba los puños.

La rubia escuchó vagamente las palabras del peliverde y reconoció que fue él quien le sacó de esa horrible pesadilla. -Gracias Izuku-kun-, le agradeció Toga a Izuku con una pequeña sonrisa logrando relacionar su voz con la que pudo escuchar mientras dormía.

-¿Qué fue lo que soñaste?-, le preguntó Izuku a ella un poco preocupado ya que tenía curiosidad en lo que la hizo dormir de esa manera.

-Nada que tenga importancia, solo fue una pesadilla y listo-, respondió Toga sonriendo con sencillez y encogiéndose de hombros con la intención de ocultarle a él la naturaleza de su pesadilla, honestamente no quería preocuparle más.

Izuku pudo notar que Toga le estaba mintiendo, pero lo dejó pasar y le sonrió amablemente. -Vale, ya hice la cena, no es sano que te duermas sin haber cenado primero-, le dijo él a ella con calma para luego ponerse de pie levantándose de la cama.

-Izuku-kun-, dijo Toga agachando la cabeza y sujetando de la mano al peliverde para que no se alejara.

-¿Qué sucede, Toga?-, le preguntó Izuku a su amiga con calma mientras que la miraba por encima del hombro.

-¿Qué debo hacer?-, preguntó ella con tristeza y duda reflejada en su expresión mientras aferraba aún más su mano sobre la de Izuku, el cual se dio la vuelta para estar al frente de ella, se arrodilló al frente de ella para mirarle directamente a los ojos.

-¿Qué quieres hacer?, todo depende de lo que tú quieras-, le dijo Izuku a la rubia con una mirada calmada y apacible esperando oír su respuesta.

Toga agachó su cabeza levemente mientras apretaba la mano de Izuku sobre su regazo. -Yo... quiero dejar atrás todo mi pasado... quiero vivir el presente contigo y los demás en Yuuei-, decía la rubia recordando todos los buenos momentos y las risas que tuvo con el peliverde y sus amigas en Yuuei. -Yo soy feliz con ustedes-, dijo ella sonriendo dulcemente viendo sus manos. -Pero... no quiero seguir huyendo... quiero liberarme de mis padres-, agregó ella viendo a Izuku con más seguridad en lo que quería.

Izuku sonrió satisfecho y se puso de pie. -Yo siempre te apoyaré en todo lo que decidas Toga, si lo que quieres es ir a aclararle las cosas a tus padres entonces cuenta con mi apoyo-, le dijo él a la chica para después ayudarle a levantarse de la cama para ambos quedarse al frente del otro.

-Izuku-kun... gracias-, agradeció Toga con una linda sonrisa en su rostro y con un tenue sonrojo en sus mejillas para luego darle un abrazo a Izuku que le correspondió y le acarició la cabeza con gentileza.

-Por ahora vayamos a cenar y luego a dormir, deberías escribirles a Nejire, Momo-chan y Uraraka-chan para que se preparen, ellas de verdad quieren apoyarte-, le dijo el chico a Himiko con amabilidad mientras se separaban del abrazo.

Toga asintió levemente con la cabeza. -Sí, lo sé-, respondió sabiendo que tiene grandes amigas en las cuales confiar, no tenía planeado en lo más mínimo dejarlas a ellas ni a Izuku.

Ella ya había llegado a una resolución, iría a su casa donde allí les hablaría a sus padres para reclamar la libertad que quería para seguir junto a todos sus amigos.

*Fin del Capitulo*

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