Capítulo 38: Reina de Diamantes

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Como un No muerto has vivido, como un Elegido fuiste seleccionado por tus defectos y virtudes, como Cazador te adaptaste al ambiente y como un Héroe serás recordado por tus acciones desinteresadas a lo largo del trayecto.

*En la casa de Izuku más tarde*- Localización o tiempo de la narración

(POV de Izuku)- narración del punto de vista de un personaje

-Vaya, y pensar que este dialogo estuvo mal escrito por tanto tiempo, mis disculpas—dialogo de un personaje

(¿The One Above All acaso no es un nombre digno del poder de Entity?)- pensamiento de un personaje

Disclaimer: Los personajes de Boku no Hero Academia le pertenecen a su creado Kosei Horikoshi, por lo cual escribo sin lucro alguno y solo por diversión.

Capítulo 34: Reina de Diamantes

Recién la noche se había asentado en el cielo de Japón, las calles de los suburbios ya eran iluminadas por las farolas en el camino y la mayoría de residentes se encontraban en la comodidad de sus hogares. Una tranquilidad propia de esta zona alejada del bullicio de la ciudad, uno que otro ciudadano tomaba una caminata nocturna a la tienda de conveniencia más cercana mientras que dos prometedores alumnos de Yuuei se dirigían hacia su hogar.

Izuku y Himiko caminaban juntos hacia la casa que ya era observable a unos cuantos metros. Si bien tenían el mismo destino, había una considerable distancia entre ambos luego de que se despidieron de sus amigos en la estación de trenes.

La rubia de cabello desordenado caminaba tímidamente dos metros por delante de Izuku, con sus mejillas ligeramente ruborizadas mientras que sus manos sostienen su bolso con cierto nerviosismo. El peliverde por su lado se notaba sereno y relajado caminando con las manos en sus bolsillos mientras captaba una que otra mirada de asombro de algún residente local.

No hubo muchas palabras entre ambos desde que se quedaron solos, no por falta de voluntad del chico, él trató de conversar con su amiga pero ella sin embargo respondía con asentimientos de cabeza o silencio, por lo cual Izuku dejó de insistir en hablar y se permanecieron así todo el trayecto.

Ambos estudiantes llegaron a la casa Midoriya, el propietario legal de la propiedad se acercó a la entrada con sus llaves y abrió la puerta para su amiga, la cual apresuradamente atravesó el umbral seguida de Izuku, quien caminó por el pasillo mientras que con Telekinesis movía todos los interruptores para encender las luces.

Ella se encaminó hacia su habitación directamente sin mirar atrás, escuchando los tranquilos pasos de su mejor amigo que la siguió hasta el otro pasillo. Toga finalmente llegó hasta su habitación y abrió la puerta para ingresar, entonces se volteó y su mirada inevitablemente aterrizó en los ojos de Izuku.

-Himiko, ¿qué quieres cenar?-, le preguntó con esa pequeña y tranquila sonrisa de siempre mientras la ve con esos profundos orbes verdes.

Sus mejillas se sintieron más calientes y su corazón se agitó un poco más. -¡L-Lo que tú quieras!-, respondió apresuradamente cerrando la puerta con fuerza, bloqueando el contacto visual entre ambos, quedándose en la privacidad de su cuarto.

Apoyó la espalda sobre la madera mientras se toma unos momentos para respirar y calmar el acelerado latir de su corazón. Tardó al menos un minuto para que fuese capaz de analizar la forma en la que se comportó.

(¡Soy una tonta!), se regañó frustrada por sus nervios mientras lanza su bolso sobre su cama para luego ella lanzarse para aterrizar con la cara contra una almohada.

No debió tratar así a Izuku en todo el camino desde la estación, él trató de hablarle como siempre pero ella estaba tan confusa y nerviosa que era incapaz de mantener una conversación decente, ni siquiera le habló hasta hace unos momentos que literalmente le gritó antes de cerrarle la puerta en la cara.

-¡Hmmmmmmmph!-, la rubia gritó contra la almohada en un intento por desahogarse de la culpa.

Ella sacó su cara de la almohada y se dio la vuelta para mirar el techo. Mañana sin duda trataría a su mejor amigo como siempre, primero para no preocuparlo y segundo para tratar de redimirse por la forma en la que le trató.

Ahora ya dejando eso de lado, su mente vuelve a verse invadida por los asuntos que la han mantenido confusa y preocupada desde que salió de la tienda de Madam Medea.

Sus amigas y los supuestos sentimientos que guardan hacia Izuku-kun.

¿Qué se supone que debe pensar ahora?, acaba de descubrir que sus tres mejores amigas sienten algo hacia el peliverde si considera que la predicción de Madam Medea sea cierta, si eso ya de por sí la mantiene preocupada, no puede obviar el detalle de que ha sentido un creciente enojo respecto al tema entre más lo piensa.

Esta molesta con ellas, pese a que no está mal que se hayan enamorado y que seguramente no lo hicieron apropósito, no puede evitar sentirse de esta manera: furiosa, irritada y bastante traicionada.

Las amigas que tanto quiere y atesora guardan sentimientos hacia el chico del que ella está enamorada.

No es un secreto para sí misma, es bien consciente de lo que siente por su mejor amigo, está enamorada, no...

Ama a Izuku Midoriya.

Lo ha sabido realmente desde hace bastante tiempo, era consciente desde lo más profundo de su subconsciente y ha estado cargando con estos sentimientos por mucho más tiempo que sus amigas, mucho antes de que tanto ella como Izuku entraran a Yuuei.

Lo ha amado todo el tiempo, y que justamente sus mejores amigas fueran posibles rivales que impiden su amor le molesta demasiado.

¿Por qué?, ¿será porque no estuvieron con él tanto tiempo como ella?, ¿será porque tiene miedo de que se lo puedan quitar?, ¿será porque es consciente de que esta situación inevitablemente lastimará a alguien?, o quizás sea... ¿quizás porque ella en realidad prefiere lastimarlas a ser lastimada?.

Si no le queda otra alternativa asi tiene que ser, ella reclamaría el corazón de su amado Izuku-kun y lastimosamente sus amigas tendrían que conformarse con ese resultado. No importa si están tristes o despechadas, ella no está dispuesta a sentir así nuevamente, asi que pasaría por encima de los sentimientos de ellas si es necesario.

Himiko ensanchó los ojos incrédula mientras se levanta para quedar sentada sobre su cama. Bajó la cabeza lentamente para ver sus manos las cuales estaban temblando ligeramente, quedó perpleja al darse cuenta de la naturaleza tan egoísta de sus pensamientos.

Estaba dispuesta a herir a sus amigas por su propia felicidad.

Seriamente consideró la idea de sabotearlas para que no lograran salir con él, de verdad consideró arruinar cualquier posible chance que ellas tuvieran para así quedarse a Izuku solo para ella sin importar los sentimientos de sus amigas.

(Soy un monstruo), pensó horrorizada consigo misma mientras se lleva las manos a la cara.

No puede ser tan cruel con las tres maravillosas chicas que le brindaron su amistad cuando más la necesitaba. Por ejemplo cuando sus padres quisieron llevársela, fueron ellas las que lucharon junto a Izuku-kun para que ella siguiera conviviendo con ellas en Yuuei, le brindaron apoyo para que fuese libre.

No puede ser mala con ellas cuando les debe tanto.

Su celular sonó dentro de su bolso captando la atención de la joven adolescente, la cual sin mucho interés se acercó para sacar su teléfono y leer la notificación en la pantalla.

Hizo una mueca al ver que había recibido un mensaje de Momo a través del grupo que es conformado por ellas cuatro.

Momo-chan: [Hola a todas, fue algo extraño lo que pasó en la tienda de adivinación, ¿cierto?]

Sinceramente en estos momentos no está muy dispuesta a charlar con alguna de ellas, por ahora solo las ignoraría.

Estaba por dejar el teléfono sobre la mesita de noche junto a la cama, pero el aparato vuelve a vibrar y ella con un suspiro vuelve a observar la notificación que le llegó.

Nejire-Senpai: [¿Cómo se sintieron ustedes?, yo un poco confundida, fue algo extraña la predicción de Madam Medea, ¿no lo creen?]

Uraraka-chan: [Me alegra no ser la única que lo piensa, también me sentí algo incomoda]

¿Cómo lo hacen?, fingir tan descaradamente que lo que oyeron no las afectó de la misma forma que a ella, ¿acaso ella es la única rara aquí por darle tanta importancia?, en definitivo ellas también tenían sus propios dilemas, pero aun así tratan de aparentar lo contrario y tratar el asunto como si no fuese la gran cosa.

No lo aguanta, no puede permitir que el asunto lo traten de forma tan casual, ¡es su amor por Izuku-kun lo que está de por medio!.

Yo: [Es cierto, pero aun así no olvidemos que hizo su predicción utilizando su Quirk, eso ya significa algo]

Envió el mensaje esperando que al menos con eso hablaran del tema con más seriedad. Madam Medea utilizó su Quirk para darles una predicción lo más acertada posible, ellas no pueden ignorar ese hecho solo porque quisiesen actuar casuales.

Uraraka-chan: [¿Qué tratas de decir, Toga-chan?]

Pero parece que no fue del todo clara.

Yo: [...]

Debe ser mucho más directa si quiere obtener respuestas, quiere saberlo directamente de ellas.

Yo: [¿Qué sienten ustedes por Izuku-kun?]

Una vez confiesen ella también lo haría, entonces declararía abiertamente que no se rendiría en atrapar el corazón de Izuku-kun sin importar que sean sus amigas.

Momo-chan: [¿Qué sientes tú por Izuku-kun, Toga-chan?]

Pero su jugada se volvió en contra suya y se mordió un dedo frustrada por la contra pregunta de su amiga pelinegra que parece estar a la defensiva. De cualquier manera eso no tiene que suponer un problema en su plan.

Sus mejillas se sonrojaron. -Lo amo, amo a Izuku-kun tanto que duele, lo quiero solo para mí y deseo hacerlo feliz cada día de mi vida, lo amo tanto que hasta me casaría con él de inmediato si me lo pidiera-, decía honestamente la rubia mientras escribía en su celular, quedándose a solo unos centímetros de presionar la tecla para enviar el mensaje.

Pero no lo hizo, borró todo lo que había escrito y trató de redactar otra respuesta, la cual volvió a borrar viéndose incapaz de enviarla hasta que en su tercer intentó había concluido algo aceptable.

Yo: [Él es mi mejor amigo, lo quiero mucho por todo lo que me ha ayudado desde que lo conocí, mi vida no sería la misma si no lo hubiera conocido, pero no siento algo más que gratitud, asi que no tienen que preocuparse por mi]

Apretó su celular en su mano y aguantó las ganas de estamparlo contra una pared. ¡Es una gran mentirosa!, "pero no siento más que gratitud", ¡y una mierda!, ¡lo ama y sin embargo acaba de negarlo!.

Agachó la cabeza enojada consigo misma, sabe bien que lo mejor hubiera sido ser sincera y confesar lo que siente, pero... se opone a decirles a ellas que lo ama, porque la primera persona a quien quiere confesárselo es al mismo Izuku.

Uraraka-chan: [Yo también lo considero un valioso amigo, me salvó en el examen de ingreso y ha sido bastante amable conmigo, yo admiro a Deku-kun como héroe y espero poder llegar a estar remotamente cerca de ser tan genial como él]

Nejire-Senpai: [Izuku-kun es un buen amigo y mi Kouhai, lo quiero mucho pero no hasta el punto de verlo de la manera en la que dijo Madam Medea, asi que no habría ningún problema si alguna de ustedes quisiera intentar algo con él]

Una pequeña sonrisa se formó en sus labios, tal parece que no es la única que no está dispuesta a confesarlo, aunque bien eso le molesta un poco, le hace sentir mejor consigo misma.

Yo: [¿Y tú, Momo-chan?]

Momo-chan: [Lo mismo, solo es un buen amigo, nada más ni nada menos, lo respeto como presidente de la clase y como aspirante a héroe, solo eso]

Si tan solo todas fueran sinceras, todo sería bastante más sencillo. Una competencia por ver quien logra enamorarlo primero, siendo obviamente ella la ganadora pero al menos las demás estarían dispuestas a aceptar su derrota.

Uraraka-chan: [Oigan, ¡deberíamos hacer una promesa!]

Nejire-Senpai: [¿Qué clase de promesa, Ochako-chan?]

Uraraka-chan: [Solo por precaución, prometamos que ninguna intentará ser pareja de Deku-kun y todas seremos solo sus amigas]

Sus ojos se abrieron y su cuerpo se congeló al leer la propuesta de su amiga castaña.

¿No intentar ser novia de Izuku-kun?, por supuesto que no está de acuerdo con algo tan estúpido como eso. Comprende bien la intención de Uraraka-chan, si ninguna va a por él entonces su amistad estará intacta, es algo bonito en el papel, pero en la ejecución solo le haría daño a todas.

Y ella no está dispuesta a ser herida, ella está determinada a amarlo sin restricciones.

Pero por el momento debe volver a mentir, si ya ocultó su amor por él, entonces fingiría estar de acuerdo con esa promesa al menos por el momento hasta que algo se le ocurra para salir de este dilema.

Yo: [De acuerdo]

Es consciente de que lo que hace no está del todo bien, que hay mejores manera de afrontar esto que mintiéndole a sus amigas, pero es incapaz de pensar en otro camino que no sea este.

Si quiere cumplir su enamoramiento y mantener su amistad debe ser cuidadosa con sus decisiones y estar en buenos términos con sus amigas.

Nejire-Senpai: [Es una promesa]

Momo-chan: [Bien]

Uraraka-chan: [Debo comenzar a cocinar la cena, hablamos luego, ¡Bye!]

Nejire-chan: [Yo también tengo asuntos que atender, ¡adiosito!]

Yo: [Nos vemos mañana en Yuuei]

Momo-chan: [Adiós]

Con todo ya dicho, ella bloqueó su celular y finalmente se deshizo de él al colocarlo sobre la mesita de noche sin planes de volver a escribirles a sus amigas por el día de hoy.

Se quedó mirando el techo durante unos segundos para después llevarse las manos a la cabeza, fastidiada por el dolor de cabeza que le produce este pentágono amoroso en el cual ella y su amado Izuku-kun están involucrados.

No es justo, no es justo, no es justo... ¡no es para nada justo!.

Ella lo ha conocido durante un año, 10 meses más que todas ellas. Fue la primera que se volvió su amiga y lleva enamorada más tiempo que las demás, ¡es obvio que tiene todo el derecho de estar con él!.

¿Entonces por qué no puede intentar ser su novia?, ¿por una promesa que solo le brindaría dolor?.

Eso... no es justo.

Ella fue despreciada por sus padres desde que tiene memoria, fue menospreciada por las personas adineradas de su entorno, era rechazada por casi todos en la escuela Fujitora, estuvo devastada cuando sus queridos tíos murieron y fue abandonada por él mundo cuando se quedó sola buscando venganza.

Ha estado sufriendo casi toda su vida.

Pero hubo personas maravillosas, su hermano Toussen le brindó apoyo y cariño todo el tiempo, sus tíos la acogieron desinteresadamente y le dieron una probada de lo que es una vida común y corriente de una chica normal de su edad.

Pero Izuku, Izuku la liberó de su rencor, le dio esperanza para el futuro, le dio un sueño para perseguir, le dio una oportunidad para escoger su propia vida, le dio un sitio al que llamar hogar, le dio personas a las que llamar amigos y no contento con todo eso, fue él quien finalmente la liberó completamente de las cadenas de su línea de sangre y le permitió quedarse a su lado cuanto tiempo quisiera.

Izuku es el motivo por el cual su vida no es la de una psicópata asesina suelta por las calles buscando a All For One, no exagera si asegura firmemente que tiene una mejor vida gracias a él.

Lo ama, lo ama con locura y no quiere alejarse de él por nada del mundo.

No lo permitiría.

Pero por mucho que su amor por él sea inmenso, no puede olvidar a sus valiosas amigas: Uraraka-chan, Momo-chan y Nejire-Senpai. No quiere hacerlas sentir tristes cuando ella se quede con Izuku, no quiere hacerlas sufrir pese a que aún está dispuesta a hacerlo por su propia felicidad.

-Soy horriblemente egoísta-, susurró desanimada la rubia, pensando en que es una mala amiga para ellas pero no se arrepiente por sentirse enamorada del chico que cambió su vida.

Suspiró pesadamente mientras deja caer sus hombros, está demasiado estresada, lo mejor sería tomar una pequeña siesta, eso la ayudaría a relajarse y pensar con más claridad sobre el asunto.

Se acostó, acomodó su cabeza sobre sus almohadas y cerró lentamente sus parpados hasta tenerlos completamente sellados, dejando que parte de su cansancio la invadiera y la llevara a ese extranjero mundo de los sueños donde sus problemas no la alcanzarían.

Un punzante dolor en un costado de su cabeza la estaba molestando, se quejó silenciosamente por el dolor mientras que adolorida abría lentamente los ojos, percatándose de que está en un lugar un tanto oscuro y que cierto líquido desciende de la zona de su cabeza que le duele: sangre.

Apenas estaba recobrando la consciencia y trató de mover sus manos para explorar su entorno, pero era incapaz debido a que al parecer están amarradas detrás de una fría columna de cobre oxidada en la cual está apoyada.

Puede escuchar algunas voces en el fondo, voces graves, rasposas y algunas irritantes, no son distantes, había hombres manteniendo conversaciones en el lugar en el que ella está atrapada.

-¿Dónde...?-, preguntó débilmente soportando el dolor punzante en su cabeza, tratando de identificar su entorno o primeramente recordar cómo fue que llegó allí en primer lugar.

Lo último que recuerda es que estaba caminando de vuelta a casa con las bolsas de los ingredientes que Izuku-kun le pidió que fuese a comprar para el almuerzo. Escuchó a un gatito maullar en un callejón y quiso acariciarlo, pero después de entrar no recuerda nada más.

Sus ojos ya se estaban acostumbrando al entorno, observando que está en un almacén espacioso y bastante descuidado, con goteras en el deteriorado techo, con ventanas rotas por las cuales entraba la luz de la luna y como cereza del pastel, había un sujeto bastante repugnante parado frente a ella.

-¡Por fin despiertas, perra!-, exclamó vigorosamente con una sonrisa el hombre de pie frente a la rubia que está sentada en el suelo con sus manos amarradas detrás de la columna.

El hombre media casi dos metros de alto, con alborotado cabello morado, ojos con rasgos animales, varios tatuajes en su cuello y dos cicatrices que hacen una X en su rostro. Sus prendas no son diferentes a la de cualquier canalla o rufián que pertenece a una pandilla, pantalones sucios, chaquetas de cuero sin mangas y con excesivo énfasis en su lenguaje corporal.

Al levantar la voz, el sujeto había llamado la atención de sus subordinados que con sonrisas asquerosas se habían acercado al rango de visión de Himiko, la cual afiló su mirada y estudio su entorno una vez más para llegar a la conclusión de que sí, está rodeada de criminales de poca monta.

El sujeto de pie frente a Toga, quien parece ser el líder a juzgar por su tamaño y aparente superioridad en musculatura, se jactó con una sonrisa al ver tan indefensa a la rubia que recién acababa de despertar.

-Has estado durmiendo por horas, hasta se hizo de noche, ¡no tienes consideración!-, se burló el líder del grupo abrieron los brazos, divirtiendo a sus subordinados pero no logrando afectar a la adolescente que realmente no lo veía como una amenaza.

Ella se retorció un poco en su sitio, tratando de palpar alguno de los cuchillos que ella siempre guarda en su ropa para de esa manera liberarse, pero tal parece que ellos le confiscaron todos cuando quedó inconsciente.

El líder se regocijó enfermizamente al ver a la adolescente retorciéndose, principalmente porque ella sabe que ahora es completamente incapaz de escapar y está completamente a su merced, ese sentimiento le excita enormemente.

El sujeto entretenido se acercó unos pasos a la rubia y se agachó para hablarle más de cerca. -Algunos de mis chicos quisieron violarte mientras dormías pero los detuve, ¿adivinas por qué?-, le preguntó con una sonrisa mientras que con un pulgar señala a sus hombres detrás de él.

Toga sonrió. -¿Porque tienes traumitas de pequeño por culpa de tu tío extrañamente cariñoso?-, respondió divertida, causando que varios de los criminales se rieran para desagrado del líder que ensanchó los ojos.

-¡¿Qué?!, ¡maldita puta!-, vociferó con furia para luego mover un puño hacia el rostro de la chica.

POW

Fue fuertemente golpeada en la mejilla por el canalla, quien con una sonrisa desagradable tomó del mentón de rubia para que esta le mirara a la cara. -Los detuve, porque quien primero va a tener el placer de distorsionar tú aterradora y linda carita seré yo-, aclaró emocionándose mirando el rostro de la chica, la cual le escupió sangre en el rostro. -¡Maldita!-, él se alejó enojado de Toga.

Ella tenía una desafiante sonrisa mientras que un hilo de sangre descendía de la comisura de sus labios. -¿Y quién eres tú, Escoria-kun?-, preguntó Toga nada intimidada por el desgraciado que se arrepentiría por haberla golpeado.

El sujeto se quedó inmóvil mientras que su ojo izquierdo tenía un Tic y una vena se hinchaba en su frente. -¿No me recuerdas?-, preguntó con su rostro deformándose por la furia solo para darle una patada en el abdomen a Himiko. -¡Desgraciada!, ¡tú nos robaste el escondite a mí y a mis hombres!-, decía enojado desquitándose con la chica que hacia lo posible mover su cuerpo para reducir el daño.

El sujeto más tranquilo luego de su arrebato, se agachó a la altura de la herida chica mientras se señala las cicatrices de su rostro.

-¿Ahora lo recuerdas?, llegaste agitando esos molestos cuchillos, heriste a varios, le hiciste esto a mi linda carita y nos sacaste de nuestro propio edificio, ¿te refresqué la memoria?-, decía el líder con una maniática expresión disfrutando del sufrimiento de la chica.

-Cof Cof-, ella escupió un poco de sangre en el suelo para después sonreír un poco adolorida. -Cieeeerto, ese edificio sucio, no lo recordaba porque fue demasiado fácil sacarlos de allí-, decía juguetonamente haciendo enfurecer a todos los vándalos presentes. Ella levantó la cara, jactándose de haberlos enojado. -Se los devuelvo, cambié de escondite asi que siéntanse libres de volver a esa pocilga-, les dijo con burla, negándose a darles la satisfacción de verla desesperada.

El líder del grupo ensanchó su sonrisa. -¿Piensas que va a ser tan sencillo?-, preguntó divertido por las estúpidas palabras de la chica, como si de verdad fuesen a dejarla en paz solo porque puedan volver a su guarida.

Ella cerró sus ojos mientras que su sonrisa se ampliaba. -Lo será luego de que me libere y les corte los miembros todos ustedes-, dijo dulcemente la rubia, dándole escalofríos al sujeto que se sintió intimidado por esa expresión inocente a pesar de que está herida.

Pero no se dejaría intimidar frente a sus hombres. -Tienes una lengua muy filosa considerando la posición en la que estás-, decía él volviendo a sonreír. -Este almacén está abandonado, las personas no se acercan a esta zona en la noche, nadie escuchara tus gritos sin importar cuanto pidas ayuda-, declaraba convencido mientras que activaba su Quirk, convirtiendo su mano derecha en una garra de tigre. -Lo único que te espera es retribución por la vergüenza que nos hiciste pasar, perra-, amenazó sacando la lengua mientras se acerca lentamente al rostro de Himiko. -Comenzaré quitándose un ojo, luego me divertiré con tu cuerpo-, decía extasiado mientras acercaba sus garras afiladas al ojo derecho de Himiko.

Ella apartó la cara, pero uno de los subordinados se acercó para sostenerla mientras que otro se encargaba de mantenerle el ojo abierto, por mucha resistencia que pusiera no podría zafarse del amarre en sus manos, asi que solo podía observar impotente como las garras se acercaban lentamente a su ojo.

Por muy desafiante que se mostrara frente a los desgraciados, por dentro estaba bastante asustada por lo que le iba a suceder, porque lo que estas ratas inmundas tenían planeado hacerle, solo de pensarlo tiene ganas de vomitar.

No quiere que la toquen y sobretodo no quiere morir.

6 meses atrás estaba lista para enfrentar la muerte, pero no ahora que conoció a Izuku, no ahora que tiene un verdadero amigo, no ahora que tiene la meta de ingresar a Yuuei con él y volverse una heroína que salve a los demás.

No ahora que comienza a vivir como quiere.

(Izuku-kun... sálvame), pidió ayuda a su héroe mientras que una lagrimilla descendía por su mejilla.

¡PAAM!

Las puertas del almacén se abrieron brutalmente, captando la atención de todos los criminales dentro del oscuro y sucio recinto.

-¡¿Pero qué mierda?!-, exclamó el sujeto que antes sostenía la cabeza de Himiko mientras retrocede un paso al ver la figura de pie en la entrada de la guarida.

Fue instintivo, todos los asquerosos criminales se pusieron en alerta cuando observaron la silueta del invasor que había desencajado las puertas del almacén solo con fuerza bruta.

Himiko ya fuera de peligro y con nadie sosteniendo su cara, ensanchó los ojos bastante sorprendida al ver a Izuku de pie en la entrada, sinceramente está feliz y aliviada de que él esté aquí, pero... algo no parece estar bien.

Jadeaba, no como si recuperara el aire, sino como si fuese alguna clase de bestia salvaje. Sus ojos eran cubiertos por la sombra de su cabello debido a la luz lunar que se proyectaba detrás de él, lo único que se puede ver es su sonrisa, una llena adrenalina y descontrol.

Su sola figura impone miedo.

El líder del grupo trató de no verse abrumado por la repentina intrusión. -¡¿Q-Quién eres?!, ¡lárgate de aquí antes de que matemos!-, le advirtió amenazadoramente al sujeto que se atrevió a impedir que disfrutara de su presa.

Hubo un silencio de varios segundos en el cual el peliverde levantó lentamente la cabeza, revelando uno de sus ojos debajo de sus rizos... esa mirada es la de una bestia feroz.

-To...ga-, fue lo único que provino de la seca voz del intruso, causando que la mencionada se preocupara por lo que le había pasado a su mejor amigo, ¿qué lo hace comportarse así?.

La figura del joven dio un paso hacia adelante, luego otro, después otro y luego otro mientras que sus brazos caídos ondulaban al compás de su andar. Cualquiera que lo viera diría que su presencia se asemeja a la de un lobo gris entrando a un gallinero, como si se regocijara del festín que se está a punto de dar.

-To...ga... Toga... ¡TOGA!-, su voz se fue elevando hasta que de un momento a otro ya se encontraba corriendo salvajemente hacia los vándalos, los cuales sintieron un inminente peligro cerniéndose sobre ellos.

El líder del grupo dio la orden. -¡Acábenlo!-, gritó a sus 40 subordinados que se armaron de valor y fueron a atacar al intruso con sus particularidades activadas.

Fue una masacre.

Había sangre salpicando en el suelo y en las paredes, gritos de batalla que se convirtieron en gritos de agonía, el sonido de golpes y cortes eran oídos por todo el almacén mientras que Toga ensanchaba los ojos horrorizada por la escena ante sus ojos.

Izuku estaba siendo brutalmente herido.

Era cortado y golpeado desde todos los ángulos, sus prendas habían sido desgarradas por algunos Quirks y múltiples geiseres de sangre emanaban de su cuerpo tras los cortes profundos que recibía en su espalda y brazos.

Pero aun con todo el daño que recibía, les estaba dando una paliza a todos los delincuentes que le superaban en número. Es como si no sintiera el dolor, sus heridas se regeneraban poco después de recibirlas y él seguía sonriendo de esa forma tan salvaje mientras dirigía sus puños hacia un nuevo objetivo.

Por algún motivo no usaba alguno de sus muchos Quirks, solo sus puños desnudos y tal parece que con solo eso le es suficiente para brutalmente golpear a todos los que se pusieran por el medio.

Violento y frenético, esa es la mejor manera de definir esta caótica escena ante sus ojos.

Izuku luchaba, luchaba y luchaba desenfrenadamente sin importarle lo más mínimo el daño que recibe, es como si disfrutara la adrenalina y la sensación de encajar sus puños en los delincuentes, distorsionándoles las caras en expresiones de puro dolor mientras caían uno a uno.

Sus golpes eran pesados como un yunque y sus movimientos eran impredecibles, nunca evadía ningún ataque, saltaba hacia él solo para cobrar otra víctima con sus nudillos manchados de sangre. Es una bestia carente de control, sin necesidad de medir su fuera o contenerse, es como si su único objetivo fuera luchar.

Es como si en su mente solo obedeciera el comando de: "¡Pelear, pelear, pelear, pelear y GANAR!".

Estaba perpleja mientras ve a Izuku combatir, él quien todo el tiempo está calmado, quien le daba su merecido a los cretinos pero sin excederse demasiado, está ahora derrotando brutalmente y sin piedad a todos los sujetos en el almacén sin importar que clase de Quirks utilizaran.

Nunca pensó que lo llegaría a ver de esta forma.

Así, sus miradas se encontraron durante un breve momento y el tiempo parecía detenerse.

Himiko ensanchó los ojos mientras que Izuku volvía a la pelea. (Necesita mi ayuda), pensó con una renovada y más fuerte voluntad de liberarse de sus ataduras, solo con el objetivo de ir a detener a Izuku.

Su victoria está decidida, eso es más que obvio, el problema es que seguramente no se sentirá satisfecho solo con dejarles varios huesos rotos. Cuando vio su rostro, por un momento le pareció como si le estuviese pidiendo que le detuviera, como si aún ahora con su última pizca de cordura y autocontrol estuviese conteniéndose contra los malnacidos que la secuestraron.

Ella observó como una hoja filosa voló en el aire hasta clavarse en la columna de cobre y atravesarla. Está se encuentra unos dos metros sobre la rubia, pero esta no se desanimó por eso y la utilizaría para cortar sus amarres.

Haciendo un esfuerzo se logró poner de pie aun con sus manos detrás de la columna, después apoyó sus pies sobre la estructura y empujó hacia arriba, apretando los dientes por el esfuerzo de usar sus brazos como palanca para subir y mantener la posición que la mantenía sobre el suelo. Tardó un doloroso minuto en llegar hasta la hoja afilada, logrando subir sus manos en la parte de atrás de la columna, ubicando la soga contra el filo de la hoja y comenzando a mover sus muñecas para cortarla.

(Córtate, córtate, córtate, ¡córtate!), pedía apresurada a la cuerda que tardó en cortarse y su cuerpo fue afectado por la gravedad fijando su descenso al piso, entonces utilizó sus brazos ahora libres para ayudarse a rodar en el suelo sin hacerse más daño del que ya le hizo el líder de los desgraciados. Aun le dolía las patadas que recibió, pero no es nada que no pueda aguantar hasta luego de detener a Izuku.

Una vez libre volvió a fijar su atención en la pelea, sintiendo su corazón apretarse por la escena ante sus ojos.

La luz de la luna que entraba a través de las ventanas se encuentra iluminando los cuerpos inconscientes de todos los integrantes del grupo de rufianes, los cuales estaban replegados por todo el espacioso almacén que había sido manchado por la sangre, sangre que principalmente le pertenece a la bestia peliverde que se encontraba sentado sobre el líder mientras azotaba su rostro una y otra vez sin descanso con ambos puños.

POW

PAM

Estuvo preocupado cuando se percató de que estaba anocheciendo y Himiko aún no llegaba con la compra, trató de llamarla pero no contestaba ninguna de sus llamadas, la llamó y la llamó pero siempre terminaba en la contestadora.

¡Se preocupó!.

POW

PAM

Salió de su casa corriendo y fue a la tienda a preguntar si ella había ido, desde allí comenzó a seguir el rastro de su esencia con Beast por varias cuadras hasta que se llevó la sorpresa de que en un callejón estaban las bolsas y su celular junto a una mancha de sangre en el suelo... la sangre de ella.

Fue en ese preciso momento cuando desesperadamente comenzó a buscarla, rehusándose a perderla, negándose a perder a alguien querido nuevamente, rechazando la sola idea de que Himiko Toga conozca el mismo destino que su mejor amigo Kyouji Kishitani sufrió hace ya un año.

¡Le dijo que la salvaría!.

POW

PAM

Buscó y buscó siguiendo su esencia con Beast mientras que poco a poco Berserker tomaba el control por la creciente expectación de apalear a los desgraciados que se atrevieron a lastimarla. Los haría pagar, los haría pagar cueste lo que cueste, les haría arrepentirse por el resto de sus vidas por haber raptado a la persona equivocada.

¡Los haría pagar!

POW

PAM

Jadeaba con una sonrisa mientras observa sus dos puños cubiertos enteramente de sangre, le había deformado la cara al hijo de puta que aparenta ser el líder del grupo, pero no es suficiente, no es suficiente, no es suficiente, porque sigue respirando, eso por si solo es... imperdonable.

Apretó sus puños con fuerza y volvió a someterlo.

¡PAM!

¡POW!

Le voló varios dientes y salpicó sangre de su boca cuando su cabeza fue sacudida con sus golpes.

¡PAM!

¡POW!

Le desfiguró la nariz y sus ojos quedaron completamente en blancos... pero aún sigue respirando.

¡PAM!

¡POW!

¡Que se arrepienta en el infierno por haberle puesto una mano encima a su querida amiga!.

Apretó sus dos puños con fuerza y los subió, preparado para literalmente aplastar su cráneo como si fuera una sandía con Aumento de Fuerza x1.

¡!

Fue repentinamente abrazado por la espalda por Toga, la cual se aferraba a él con fuerza tratando de hacerle volver en sí, intentando detenerlo antes de que haga algo de lo que quizás se arrepienta después.

Él siguió con los puños suspendidos en el aire, transcurrió un minuto de entero silencio hasta que aflojó la fuerza en sus brazos y los dejó caer a los costados. -To...ga-, decía Izuku recuperando el suficiente autocontrol para comenzar a desactivar Berserker.

Himiko aumentó la fuerza de su abrazo en la espalda del peliverde que tenía su camisa hecha jirones por los ataques que recibió. -Estoy bien Izuku-kun, me salvaste-, le decía al chico con una pequeña sonrisa en su rostro. -Estoy a salvo, no hace falta que sigas luchando, puedes descansar-, le dijo con voz gentil y dulce, tranquilizando al peliverde que sentía como un gran peso se le quitaba de encima.

Izuku logró mostrar una tenue sonrisa. -Que... alivio-, dijo débilmente sintiendo que la fatiga le invadía a causa de la energía que consumió Mom para curarlo de todo el daño recibido.

Toga se sintió mucho más tranquila al verlo volver a la normalidad, entonces trató de ayudarlo a ponerse de pie, pero el cuerpo no le respondía apropiadamente al joven que luego de unos cuantos pasos terminó cayendo sobre su amiga, quedando ambos tumbados en el suelo cerca de la salida del almacén.

Él quedó con su cabeza reposando sobre el pecho de la rubia. -Lo siento... Toga, dame solo... unos segundos y nos iremos a... casa-, le pidió débilmente a su amiga, la cual no respondió y en cambio dulcemente comenzó a acariciarle la cabeza a su héroe que la ha vuelto a salvar.

No es exactamente el caballero de brillante armadura con el que todas las chicas sueñan ser rescatadas, es más como una bestia solitaria que trata desesperadamente proteger lo que es suyo.

Y ella está bien con eso, está bien con pertenecerle a él, estaría encantada de saber que tiene a alguien como Izuku que se preocupara y la buscara en cada rincón para llevarla de vuelta a casa, porque él la necesita y ella lo necesita a él.

Ese sentimiento que comienza a crecer en su pecho es bastante agradable y reconfortante, no es la misma gratitud que ha sentido hacia él los últimos 6 meses, es algo más... difícil de explicar, pero sin duda es algo de lo que no se quiere desprender, se aferraría a esto que está sintiendo con todas sus fuerzas.

Se quedaría junto a su héroe poco convencional para siempre, lejos de sus padres y lejos de su antigua vida.

Porque él ya le robó su corazón.

La suave calidez que siente en su cabeza le incita a permanecer dormida por más tiempo, pero inevitablemente su curiosidad la orilló a comenzar a despertar lentamente de su siesta mientras que sus parpados comienzan a abrirse.

Cuando ella logró abrir los ojos, observó a Izuku sentado junto a ella acariciándole la cabeza con una gentil sonrisa en su rostro, también parece que la arropó para que no sintiera frío, algo muy propio de él.

-Parece que ya despertaste-, dijo él serenamente mientras deja de acariciarle la cabeza, cosa que le disgustó a Himiko que en realidad le gustaba que lo hiciera.

-¿Izuku-kun?-, preguntó ella aun un tanto adormilada tallándose un ojo mientras que lentamente se va recomponiendo en su lugar para quedar sentada.

Al entrar en cuenta de que él la estuvo viendo dormir, se sonrojó ligeramente. ¿Cuánto durmió y cuando llegó él?, espera no haber dicho algo vergonzoso mientras dormía, estaba soñando que estaba en Izukulandia con muchos Izukus consintiéndola y tratándola como su Reina.

Él se entretuvo con la linda expresión de su amiga y luego se puso de pie. -La cena está lista, te dejé el Omurice sobre la mesa junto a un jugo de fresa, deberías apresurarte a comer antes de que se enfríe-, le dijo con tranquilidad a la linda rubia, la cual tímidamente asintió con la cabeza.

El chico sin nada más que decir, se encaminó hacia la puerta para salir de la habitación e ir a la suya, pero Himiko no se sentía del todo cómoda con despedirse de él de esta forma.

-Izuku-kun-, dijo Toga mirando la espalda de su amigo, el cual se detuvo a medio camino de la puerta y se volteó a ver a la chica sentaba sobre la cama.

-¿Qué sucede?-, preguntó Izuku con calma mirándola con esos acogedores y relajantes orbes verdes.

Ella sonrió. -Gracias de nuevo-, le dijo al chico que se sintió intrigado por ese repentino agradecimiento.

-¿Por qué?-, preguntó él un tanto confundido, ¿qué hizo para merecer las gracias de Himiko?, ¿es por haberle hecho la cena?, eso lo hace diariamente.

Las mejillas de Toga estaban ligeramente ruborizadas. (Gracias por salvarme cuando nos conocimos, gracias por darme un nuevo hogar, gracias por darme un sueño, gracias por salvarme en aquel almacén, gracias por llevarme a Yuuei, gracias por darme amigos, gracias por liberarme de mis padres, gracias por todo lo que has hecho por mí y por aguantarme cada día), pensaba para sí misma, viéndose incapaz de agradecerle apropiadamente ya que conociéndose no lo haría del todo bien.

Pero no es necesario ser tan extensa, así no es ella, algo más sencillo y general encaja mejor con su estilo, solo debe globalizar todo en una breve respuesta.

-Por llegar a mi vida-, agradeció Himiko con la más pura y linda sonrisa mientras cierra sus ojos, sintiéndose bastante afortunada por haber tenido la suerte de conocer a Izuku Midoriya.

Izuku se quedó en silencio observándola, luego de unos segundos sonrió ligeramente guardándose el contarle a su amiga que está igual de agradecido por haberla conocido, su vida sería bastante menos emocionante sin Himiko Toga en ella.

-Estaré en mi habitación, nos vemos mañana-, se despidió Izuku expresándose con suavidad para después llegar a la puerta y abrirla sin dejar de ver a su linda amiga.

-Descansa, Izuku-kun-, le dijo Himiko con alegría al peliverde que ya salió al pasillo.

-Igual tú, Himiko-, respondió él con una tenue sonrisa para luego cerrar la puerta de la habitación, dejando a la rubia sola en la privacidad del cuarto.

Ella se tomó unos segundos para adaptarse a la ausencia de su querido Izuku y se acostó con sus brazos extendidos a los lados de la cama. Verlo irse causó que se renovara su determinación para lidiar con la situación en la que se encuentra.

Desea enamorar a su mejor amigo y también desea asegurar que su amistad con sus amigas no sea arruinada cuando ellos comiencen a ser pareja.

Debe lograr ambas cosas o de otra manera no se podría sentir en paz consigo misma.

-¡Ahora a comer-, exclamó con energía levantándose de la cama, pues por el momento será mejor que vaya a cenar el Omurice que le preparó su amado peliverde, su cocina siempre logra hacerla sentir bastante feliz y satisfecha.

*Al día siguiente*

Los rayos del sol entraban por la ventana de la rubia, la cual seguía durmiendo plácidamente en su cama con su cabello suelto y desordenado, cómodamente arropada con su sabana y deseosa de permanecer así todo el tiempo posible.

BEEP BEEP BEEP BEEP

Pero la alarma que Izuku le pidió establecer a las 6:00 am siempre tiene que interrumpir su comodidad. El irritante sonido de su celular la sacaba abruptamente de sus dulces sueños y lastimosamente la traía de nuevo a la realidad.

Apretó los ojos y sacó su mano de la sabana para acercarla a la mesita de noche. -Ya... cállate-, dijo la chica un poco molesta tomando su celular y desactivando la alarma, volviendo a dejar su teléfono en la mesita de noche para poder seguir durmiendo.

¡BEEP BEEP BEEP BEEEEEEEP!

Es por eso que Izuku la obligó a poner una segunda alarma que se encargara de terminar el trabajo que inició la primera.

Himiko ya más molesta abrió finalmente los ojos y sujetó su teléfono para quitar el molesto pitido de la alarma. -¡Ya estoy despierta!-, le gritó irracionalmente a su teléfono, quedándose sentada con el ceño fruncido.

Una vez que el enojo se le pasó, se sintió somnolienta y se comenzó a tallar un ojo perezosamente mientras bosteza. Se quedó mirando al infinito un par de minutos, luego tuvo una breve pelea consigo misma para finalmente tomar la iniciativa de abandonar la comodidad de su cama.

Se puso de pie y se comenzó a rascar la cabeza mientras se acerca a la ventana para abrir las cortinas y dejar que la luz solar entre. Es una basura que apenas sea Martes, desearía que todos los días fuesen Sábados y Domingos para dormir y flojear cuanto quisiera.

La puerta de su habitación se abrió de golpe y ella se volteó un poco sobresaltada para ver a Izuku, quien como de costumbre ya tenía el uniforme de Yuuei puesto.

-Himiko, apresúrate a vestirte para que nos vayamos-, le dijo Izuku serenamente a su amiga rubia, la cual frunció el ceño y se ruborizó un poco mientras se acerca a su cama para cubrirse con su sabana.

-Sabes Izuku-kun, deberías tocar antes de entrar a la habitación de una chica-, le reclamó Himiko un poco molesta con él por haber entrado de esa manera cuando ella solo tenía puesto una camisa negra de tirantes corta y sus bragas negras.

Si fuera cualquier otro chico quien la viera así, lo molería a golpes hasta borrarle la memoria. Izuku-kun solo es un caso especial por ser él y también porque prácticamente la ha visto desnuda varias veces cuando desactivaba su Quirk durante su entrenamiento para mejorar su velocidad de transformación.

-Tú tampoco tocas a menudo antes de entrar a mi cuarto-, replicó el peliverde con calma, recibiendo una penetrante mirada de la rubia que con sus filosos ojos amarillos lo amenazaba. Entonces él suspiro. -Ya entendí, fue mi error, ¿de acuerdo?, no lo volveré a hacer, ahora por favor vístete rápido para irnos-, le pidió más amablemente a su amiga para apaciguar su enojo.

Ella olvidó el asunto fácilmente, si él dice que no lo volvería hacer entonces no tiene por qué angustiarse, en primer lugar no es que le molestara que él la viera así, sino que estaba preocupada de que fuese a entrar en la habitación de cualquier otra chica de esa manera.

-Adelántate tú, prometo que no llegaré tarde-, le dijo Himiko con calma a su mejor amigo, quien se volteó a ver algo en el suelo del pasillo e hizo una mueca antes de girarse de nuevo a ver su amiga.

-De acuerdo-, respondió el chico sin insistir y a punto de cerrar la puerta.

-Izuku-kun-, dijo Toga captando la atención del peliverde, quien observó como ella le abría los brazos como una invitación. -Dame un abrazo antes de que te vayas-, le pidió con una linda sonrisa al chico.

-¿Un motivo en particular?-, preguntó Izuku desconfiando un poco de las intenciones detrás de ese abrazo, es probable que siga molesta por haber entrado sin tocar.

Ella sacudió la cabeza. -Quiero un abrazo-, contestó alegremente la rubia, sacándole una tenue sonrisa al chico.

-Que caprichosa-, dijo el peliverde resignándose a cumplir el deseo de su amiga, asi que se acercó a la cama y se inclinó para abrazarla.

Himiko lo abrazó fuertemente, casi deseando quedarse así por horas pues disfruta compartir este nivel de cercanía con su querido Izuku, seguro dormiría mil veces mejor en los fuertes y cálidos brazos que ahora la envuelven.

Izuku se despegó del abrazo y miró a su amiga. -Muy bien, debo irme-, le dijo con calma a la preciosa rubia con su cabello suelto.

Ella levantó una mano. -Nos vemos allá-, le despidió con una alegre sonrisa, observando como el peliverde se retiraba al pasillo y cerraba la puerta.

Se quedó unos segundos viendo la puerta y luego escuchó el sonido de algo pesado cayendo al suelo.

-¡¿Todo está bien allí afuera?!-, preguntó Toga alzando la voz, preguntándose qué fue lo que se habrá caído..

-¡Todo bien!-, fue la vaga respuesta de Izuku desde el pasillo, causando un poco de intriga en Himiko pero no le prestó más importancia, ya tiene suficientes cosas en mente.

Desde su cama se quedó callada escuchando los pasos de Izuku que se alejaba hasta estar finalmente en la salida de la casa, desde aquí no podía escuchar la puerta principal abriéndose, pero no es difícil concluir que él ya debió haberse ido hacia Yuuei.

Con la ida de su amigo, ella se volvió a colocar de pie y se dirigió hacia su baño, en donde al entrar tomó su cepillo de dientes y la pasta dental y se comenzó a cepilla. Luego de finalizar todo el proceso higiénico, escupió en el lavabo y levantó la cara para sonreírle al espejo.

(Todo correcto), pensó satisfecha con su trabajo para luego fijarse en sus largos caninos. (A Izuku-kun no creo que le molesten, ¿cierto?), se preguntó un poco curiosa, claro que preguntarse eso a estas alturas es algo absurdo, pero le gustaría saber la opinión de él.

Salió del baño para de nuevo estar en su habitación

En serio deasaba haberse ido con su mejor amigo a la academia, pero primero debe mentalizarse para cuando se encuentre con sus amigas en Yuuei. No es tonta, sabe que luego de la conversación por el grupo de chat, habrá cierta tensión cuando se vean, no es como si pudiesen charlar como si no hubiera pasado nada de un día para otro.

El asunto no es tan sencillo.

Por eso lo más viable es no apresurar las cosas y estar calmada. Tendrá que guardar cierta distancia de Izuku al menos en la escuela para no hacer las cosas más incomodas con sus amigas, por supuesto no planea rendirse con lo que siente por él, pero al menos por el momento trataría de no mostrarse tan cercana como acostumbra a ser con el peliverde, lo primordial es asegurarse de que su amistad esté fuera de riesgo.

Una vez haya asegurado de eso, tendrá que arreglárselas para enamorar a Izuku-kun para que de esa manera a sus amigas no les quedara otra opción que aceptar los sentimientos de él y le permitan a ella ser su novia.

No es que necesite su permiso, pero es una forma más pacífica de concluir el conflicto.

La rubia salió al pasillo y despreocupadamente caminó en dirección a la sala de estar sin ponerse más ropa encima. No es que importe andar así cuando está sola en casa, tiene completa libertad cuando Izuku-kun no está.

Siendo honesta de verdad no quiere hacer sentir tristes a sus amigas porque no pueden quedarse con Izuku, pero es inevitable que varias sean lastimadas ya que esta es una pelea donde solo una puede ganar.

Es una guerra por el corazón de él.

Y si alguien tiene que salir herida, esta vez no va a ser ella, ¡ganaría sin importar qué!.

Al llegar a la sala de estar, se percató de que sobre la mesa del comedor estaba una taza de café, sacándole a Himiko una suave y linda sonrisa mientras se acerca a la mesa.

(Si tan solo no se hubieran enamorado de mi Izuku-kun), pensó sintiéndolo por sus amigas, pero su determinación y su amor por él es más fuerte, no dejaría que lo apartaran de su lado.

Porque lo ama.

*En Yuuei*

El timbre sonó dando comienzo al primer receso del día, siendo una buena noticia para los alumnos de la clase 1-A y una mejor aún para Aizawa, quien con una breve despedida se fue del salón en dirección a la sala de profesores para tomar una siesta allí.

Toga precavidamente observó a su alrededor, notando como Izuku desde su asiento comenzaba a charlar con Todoroki y Lida, Uraraka-chan se levantó y fue a hablar con Tsuyu-chan mientras que Momo-chan se iba a sentar junto a Jirou-chan.

No le extraña, cada una consiguió con quien pasar el rato debido a su mutua incapacidad de comenzar una conversación normal. Honestamente quisiera ser quien tomara la iniciativa para charlar con ellas, pero todavía no es tiempo para ello, por el momento solo necesita tomar distancia para alejarse de esa rara tensión que existe en el salón.

Se levantó de su asiento con su sonrisa de siempre y se acercó al puesto de Ashido, la cual la vio acercarse. -Mina-chan, ¿quieres acompañarme a comprar unas sodas?, yo invito-, le dijo amistosamente a la pelirosa.

-¡Claro!, nunca le digo No a algo gratis-, respondió Mina emocionada levantándose de su asiento con las manos sobre el escritorio.

Complacida por su respuesta, Toga comenzó a caminar junto a su amiga en dirección a la salida trasera del salón, captando la atención del pelirrojo que estaba sentado justamente al lado de la chica con cuernos.

-¡Voy con ustedes!-, dijo Kirishima con una alegre sonrisa viendo a sus dos amigas, las cuales se detuvieron y se voltearon a verle.

-Lo siento KiriKiri-kun, pero solo le compraré la soda a Mina-chan-, respondió Toga rascándose la mejilla con un dedo, es amable, pero tampoco está de tan buen humor como para ser caritativa, ni siquiera con Kirishima-kun por muy bien que le caiga.

Él en lo absoluto se sintió rechazado y se levantó de su asiento. -No te preocupes, yo pago la mía-, le decía el varonil chico con una sonrisa a la rubia, un hombre debe pagar sus propias cosas después de todo.

El número de integrantes del viaje aumentó a tres, pero antes de que los tres se dirigiesen a la puerta para salir al pasillo, Mina observó de reojo a cierto chico explosivo y mostró una tenue sonrisa en su cara mientras se detiene junto a él.

-¿Quieres venir con nosotros, Bakugou-kun?-, le preguntó Mina con una linda y amistosa sonrisa al apático rubio cenizo, quien se giró a ver por encima del hombro a la chica rosa detrás de él.

-¿Ha?, claro que no, piérdanse-, le contestó Katsuki al trío sin interés y de forma un poco grosera.

Himiko sonrió con un poco de burla. -Oh vamos Bomberboy, si quieres solo tienes que decirlo-, dijo divertida la rubia mirando al chico, quien entrecerró los ojos molesto y apretó los dientes.

-Dije que no, loca-, recalcó Bakugou con cara de pocos amigos, pero sus rudas palabras no tuvieron ni el más mínimo efecto en quitar la burlona expresión de Toga.

Kirishima se acercó con su amplia sonrisa filosa. -Tampoco te pongas así Bro, yo pago tu soda, ¿de acuerdo?-, le decía el pelirrojo a su amigo de forma confiable mientras se señala el pecho con su pulgar.

Bakugou guardó silencio durante unos breves segundos mientras mira a Eijirou, luego bajó sus pies del escritorio y se puso de pie con las manos metidas en sus bolsillos. Caminó pasando de largo de ellos tres y se detuvo frente a la puerta para girarse a ver de reojo al pelirrojo.

-No necesito tu dinero, Kirishima-, dijo Bakugou calmado y volviendo a darles la espalda.

Toga caminó hasta estar detrás del rubio y le colocó una mano en el hombro. -¿Ves que si querías venir?-, preguntó divertida señalándole con su otra mano, causando que una vena se hinchara en la frente de él.

-¡Cállate!-, le gritó Katsuki a la rubia con enojo.

-¡Qué miedo!-, dijo Toga con una sonrisa fingiendo asustarse mientras abre la puerta y sale del salón junto a Mina que le sigue el juego, ambas riendo a costa del rubio que las seguía enojado mientras Kirishima trata de calmarlo.

Y de esa manera el número de integrantes aumentó a 4, de modo que ahora el pequeño grupo caminaban por el pasillo en dirección al patio de la academia donde estaba la máquina expendedora más cercana.

Himiko y Mina caminaban un par de metros por delante de Katsuki y Eijirou, lo cual puede ser fácilmente descrito como el pelirrojo charlando animadamente mientras que el rubio cenizo solo tiene el ceño fruncido y se está en silencio.

Ashido con una pequeña sonrisa se volteó a ver a su amiga, la cual parece la misma de siempre, pero aun así... -¿Está todo bien, Toga-chan?-, le preguntó Mina con calma a Toga, la cual se giró a verla.

-Todo perfecto, ¿por qué preguntas?-, dijo Himiko sonriente mientras inclina la cabeza ligeramente a un lado.

-Hoy no viniste junto a Midoriya-kun, eso no es normal-, argumentó Ashido tranquilamente viendo a su amiga, la cual se sonrojó ligeramente y volvió a mirar al frente.

-Ni que fuéramos un Combo, solo tuve unos asuntos que atender asi que le dije que se adelantara sin mí-, contestó relajada Toga tratando de mostrarse madura e independiente frente a la pelirosa, a la cual se le ocurrió algo.

La chica rosa se acercó a hablarle en el oído a su compañera. -Ya veo, ¿estás en uno de esos días?-, le preguntó con un poco de curiosidad a la rubia comprendiéndola si ese era el caso, es normal que por algún incidente con su periodo le haya pedido a su amigo de la infancia que no la esperara.

-¡No es eso!-, aclaró Himiko sintiéndose apenada por lo dicho por a su amiga, la cual rió un poco a expensas de su vergüenza.

Una vez que la risa se le pasó, la pelirosa volvió a poner su mirada sobre la rubia. -Ya en serio, ¿todo está bien?, no te he visto hablar con Momo-chan y Uraraka-chan, ¿se pelearon?-, le preguntó Ashido con una leve sonrisa, preocupada de que sus tres amigas hubieran discutido.

Toga hizo un gesto con la mano para negar la suposición de Mina. -Para nada, en realidad ayer fuimos al centro comercial junto a Nejire-Senpai y los chicos-, respondió sonriendo alegremente, sabiendo como disimular la existente tensión con sus amigas, ciertamente no pelearon, pero si se puede percibir como tal, ¿Cómo una guerra fría?.

-¡Eso es genial!, ¿por qué no me invitaron?, ¡son malas!-, le reclamó Mina infantilmente a su amiga mientras le sacude de los hombros.

Himiko se llevó una mano detrás de la cabeza. -Lo siento, solo sucedió que nos pusimos de acuerdo de camino a la estación de trenes-, respondió un poco apenada por no haber incluido a su amiga alíen, aunque tampoco es que el resultado de ese paseo fuese tan satisfactorio como para compartirlo con ella.

A Mina se le ocurrió una brillante idea que se reflejó en su buen humor. -¿Mañana vamos junto a Toru-chan?, quiero comprarme una blusa nueva y que nos divirtamos las tres-, le propuso amistosamente a su amiga mientras ambas ya estaban bajando las escaleras seguida de los chicos.

La verdad la idea no es nada mala, se divertiría con sus dos amigas, no se preocuparía tanto por su tensa situación romántica y la verdad la idea de tener una salida de chicas le agrada, claro que le gustaría que Nejire, Ochako y Momo también fueran, pero por esta ocasión eso no podrá ser.

Himiko sonrió alegre y asintió con la cabeza. -¡Claro, estoy a bordo!-, aceptó emocionada, complaciendo a Mina que sin duda se aseguraría de que mañana ellas y Toru-chan se divirtieran.

Ellos cuatro no tardaron en salir al exterior del edificio, encontrándose ahora en el patio de la academia donde los rayos de luz y la frescura del aire podían sentirse más directamente que en el interior. Aquí afuera habían varios estudiantes de otros cursos conversando, algunos sentados en banquillos mientras que otros solo estaban sentados en el césped bajo la sombra de algunos árboles.

Las dos chicas y los dos chicos caminaron directamente hacia la máquina expendedora que está en el muro junto a una papelera y un banquillo vacío.

Toga fue la primera en acercarse a mirar el contenido de la máquina, tomándose unos segundos para decidir que bebida iba a comprar para sí misma. -¡Te elijo a ti!-, exclamó presionando el código de la Soda de Limón, resultando en que su bebida cayera en el almacén y ella se agachó a recogerla. -¿De qué sabor la quieres, Mina-chan?-, le preguntó a su amiga pelirosa con una pequeña sonrisa mientras sostiene su Soda en su mano.

-¡Fresa!-, respondió Mina inmediatamente alzando un brazo al aire, divirtiendo a la rubia y a Kirishima.

Himiko ingresó el dinero en la máquina y presionó el código para comprar la bebida que cayó y recogió con su mano libre para luego ofrecérsela a su amiga. -Aquí tienes-, le dijo amablemente a la pelirosa que con un "Gracias" la tomó, la abrió y ambas chocaron latas para después tomar un trago de sus respectivas bebidas.

Eijirou se acercó a la máquina con una sonrisa. -¡Yo tomaré una uva!-, decía el varonil chico marcando el código de su bebida que fue despachada por la máquina y él la recogió, absteniéndose de elegir fresa que en realidad es la que iba a elegir en un principio pero Mina se le adelantó.

La pelirosa puso su atención sobre el rubio cenizo. -¿Qué comprarás tú, Bakugou-kun?-, le preguntó Mina con una pequeña sonrisa a Bakugou, quien sin responder se acercó a la máquina, insertó el precio exacto y marcó el código, de modo que la maquina soltó su pedido.

-¡¿Café negro?!, ¡eres muy maduro Bro!-, opinó Kirishima exageradamente mirando a Katsuki, quien no le dio importancia al comentario y abrió la lata para darle un trago a su café.

-Eww, yo no aguanto las bebidas amargas-, dijo Mina sonriendo y sacando la lengua, ni siquiera puede recordar la última vez que intentó beber café negro, ella desde siempre es más de bebidas dulces.

Toga no pudo evitar presumir de su mejor amigo. -¡Izuku-kun si puede!, él siempre se prepara una taza cada mañana y me da la mía con leche y azúcar-, decía alegremente la rubia mientras recuerda la taza que hoy también él le dejó sobre la mesa del comedor.

Ashido quiso corresponder al entusiasmo de su amiga. -Qué atento, debe ser agradable vivir cerca Midoriya-kun-, opinó la chica rosa mirando a Toga, la cual asintió profundamente encantada con esos pequeños gestos que él hace por ella.

Katsuki que se mantenía a unos pasos de ambas chicas, tenía su mirada puesta en Himiko, la cual seguía y seguía contando las cosas que Deku hace por ella al ambos vivir cerca del otro, ella está tan alegre hablando de ese Nerd que sencillamente no puede evitar dudar de su supuesta relación.

-Oye chica bollos-, dijo Bakugou captando la atención de la rubia y los demás. -Llevo pensando en esto un tiempo... ¿de verdad fuiste amiga de Deku?-, preguntó el rubio cenizo entrecerrando los ojos ligeramente, sorprendiendo tanto a Toga como a Mina y Kirishima.

-¿Qué estás preguntando, Bakugou-kun?, Midoriya-kun y Toga-chan son amigos de la infancia-, le decía Mina al chico mientras fuerza una sonrisa, por algún motivo había cierta tensión en el aire por la incómoda pregunta de él.

Él ni se perturbó y siguió hablándole directamente a Himiko. -Yo he estado con ese Nerd desde que tengo memoria, no podía hacer ningún amigo y casi todo el tiempo estaba solo, ni siquiera podía hablar con una niña sin comenzar a balbucear como idiota, no puedo creer que todo este tiempo en verdad haya tenido el valor para ocultarme tu existencia, asi no era Deku-, afirmó Katsuki con total seguridad y certeza mientras fulmina con la mirada a la chica.

Himiko tembló para sus adentros, sintiéndose un poco nerviosa por esta repentina interrogación salida de la nada. Sinceramente siempre trata de ser convincente con la mentira cerca de Bakugou por la advertencia de Izuku-kun le dio poco después de que ingresaran a Yuuei.

"Kacchan es más perceptivo de lo que parece a simple vista"

Pero aun con lo cuidadosa que ha sido para no levantar sospechas innecesarias, el chico bomba sigue sospechando de ella y de su inventada antigua amistad con el peliverde, no sabe si es muy desconfiado o si solo es demasiado sobreprotector con Izuku que alguna vez fue su mejor amigo.

Ejirou notando el duelo de miradas entre Himiko y Katsuki, se vio en la necesidad de intervenir. -L-Le estás dando muchas vueltas Bro, cualquiera tiene sus secretos-, le decía el pelirrojo con una nerviosa sonrisa a su amigo, quien no apartó la mirada de la chica.

-El Deku de ahora sí, seguro tiene muchos, pero el antiguo Deku era como un libro abierto para mí-, dijo Bakugou con seriedad y firmeza, encontrándose sus filosos ojos granates con los pequeños ojos amarillos de Toga que mantenía la compostura.

Honestamente quiere decir la verdad, ya a estas alturas no tiene sentido ocultar su pasado con su familia y su verdadera relación con Izuku. En resumen tuvo problemas con sus padres desde pequeña, escapó a casa de unos tíos que luego perdieron la vida, entonces después de un año se encontró con Izuku que le permitió vivir en su casa y juntos entraron a Yuuei.

Solo tiene que ser cuidadosa de omitir todos los detalles que involucren a All For One para mantener el secreto de su querido héroe.

Ella agachó ligeramente la cabeza. -La verdad es que...-, estaba por comenzar a explicar pero fue interrumpida por un irritante chico.

-¡Vaya vaya!-, los cuatro se voltearon a ver al rubio de la clase B que se acercaba a ellos con una presuntuosa sonrisa. -Miren nada más a quien me encuentro, a la asombrosa clase A, ¿les divierte ser el centro de atención?-, preguntó con cierto sarcasmo en su voz.

Bakugou duró unos segundos con la mirada fija en el chico. -Tú eras Neiko Motona de la clase B, ¿cierto?-, dijo seriamente Gilgamesh, causando que una vena se hinchara sobre la frente del chico.

-¡Mi nombre es Neito Monoma!-, aclaró Monoma sonriendo un tanto enojado con Katsuki, a quien no le importó haberse equivocado. -Olvidas mi nombre a pesar de que te enfrenté en la batalla de caballería, ¿todos en la clase A son así de arrogantes?-, preguntó recuperando su compostura.

-Creo que también nuestro presidente-, dijo Kirishima con una pequeña sonrisa mientras se rasca la mejilla con un dedo. Pero aunque diga eso, el orgullo de Midoriya es diferente a la de su Bro, no sabe muy bien cómo ponerlo en palabras.

Monoma se cruzó de brazos. -Cierto, Izuku Midoriya, alguien como él sin duda llama la atención a primera vista, pero él encajaría mejor en nuestra clase-, decía el rubio con cierto tono venenoso en sus palabras, irritando a los cuatro de la clase A, pero concretamente a Bakugou y Toga.

-¿Qué dices?-, le preguntó Himiko entrecerrando los ojos con un deje de enojo.

-¿No es obvio?, nuestra clase es más apropiada para alguien poderoso, dado que somos mejores que ustedes-, aseguró Neito con esa expresión pedante mientras mira con lastima a la clase A, tocando de nuevo una fibra sensible en Bakugou.

-Te reto a decirlo de nuevo, bastardo-, dijo Katsuki dando unos pasos hacia Monoma pero Kirishima le sujeta de un brazo para detenerlo.

-Cálmate Bro, no es bueno pelear aquí-, le advirtió el pelirrojo a su amigo sabiendo que no se contendría contra Monoma, lo mejor sería no llegar a los puños.

Pero al parecer Monoma no se echaría para atrás y seguiría desafiando a Gilgamesh. -Cuando quieras Bakugou, di el momento y lugar y te demostraré que la clase B puede derrotarlos-, desafió el rubio con esa irritante sonrisa.

Katsuki agitó su brazo para quitarse las manos de Kirishima. -Aquí y ahora, pelea contra mí-, respondió con seriedad el temperamental chico que se aseguraría de reventarle la nariz al molesto de la clase B.

Mina se acercó a Bakugou y con una mano le sujetó de la manga del uniforme. -Cálmate Bakugou-kun, entiendo que estés molesto, pero Aizawa-Sensei nos puede regañar, o peor aún-, le decía la pelirosa de forma tranquila y razonable para que él no cediera ante esas provocaciones,

Katsuki se quedó quieto luego de escuchar a Mina, no apartó su seria mirada de Monoma y entonces le señaló con su mano libre. -En el siguiente receso trae a uno de los tuyos para una carrera-, dijo el rubio cenizo con firmeza, sorprendiendo un poco a sus amigos.

Monoma se llevó una mano a la barbilla. -Interesante, ¿puedo saber quién de ustedes correrá en nombre de su clase?-, preguntó sonriente el irritante chico.

Bakugou sin apartar la mirada, empujó a Kirishima al frente. -Este pelo mierda-, respondió Katsuki, tomando por sorpresa al pelirrojo.

-¿Bro?-, le preguntó Eijirou confundido a su amigo, quien le miró de reojo con esos serios ojos granate.

-Tu solo has lo que te digo-, le dijo Bakugou con severidad a Kirishima.

-¡Muy bien!, entonces nos vemos aquí el siguiente receso, clase A-, decía Neito con falsa jovialidad a los cuatro, entonces les da la espalda para alejarse mientras sacude su mano como despedida.

Himiko calmaba su propio enojo mientras ve como Monoma se aleja. -Ese chico es bastante irritante-, opinó aun irritada con su afirmación de que Izuku-kun encajaría mejor en la clase B, ¡no quiere estar en una clase distinta a la de él!.

-¿Le deberíamos contarle esto a Midoriya-kun?-, le preguntó Mina a Toga y a Kirishima, pues esta discusión con Monoma puede ser fácilmente solucionada por la intervención de su presidente.

Katsuki se volteó a verlos. -No es necesario, ese Nerd solo va a impedirlo-, declaró con calma el rubio cenizo mirando a los tres, ninguno le debe hablar de esto a Deku, al menos no hasta que ganen la carrera.

-¿Por qué aceptas sus provocaciones?-, le preguntó Toga con curiosidad al explosivo chico que dado lo inteligente que es, seguro se dio cuenta de que cada palabra de Monoma solo tenían la intención de que él picará el anzuelo y ambas clases compitieran.

Bakugou sonrió con cierta agresividad en su expresión. -Porque quiero borrarle esa sonrisa presuntuosa de la cara-, respondió Gilgamesh ansiando ver la cara que se le queda al bastardo que se atrevió a tocarle los cojones por segunda vez.

Himiko por esta vez colaboraría con Katsuki y no le contaría a Izuku-kun sobre la carrera, dado que esta es una de esas pocas veces donde sus intereses y los del rubio cenizo son iguales.

El siguiente receso llegó en un pestañeo y de nuevo ellos cuatro se encontraban en el patio de la academia. Kirishima estaba de pie junto a Bakugou mientras que a un par de metros estaban Himiko, Mina y Sero.

-Esto va a ser emocionante-, decía expectante el pelinegro que se enteró de la carrera y quiso venir a ver.

Por su lado el corredor de la clase A no parecía muy dispuesto a participar. -Vamos hombre, me puedo meter en problemas sin un profesor me pilla-, le decía Kirishima a Bakugou a su lado, pero a este último no le importó eso.

-Correrás, me lo debes luego de aparecer en mi casa sin avisar-, le dijo Katsuki con el ceño fruncido al pelo mierda que ayer de improvisto tocó a su puerta acompañado de Pikachu y el bastardo de Sero, además ellos se rehúsan a decirle quien les dio su dirección.

-Pensé que ya no estabas molesto por eso-, dijo Eijirou rascándose la nuca, por mucho que se quejara, sabe que su Bro se divirtió ayer, solo que su forma de expresarse es con gruñidos e insultos.

-Asegúrate de ganar, quiero ver la cara que se le queda a ese bastardo-, le decía Bakugou con calma al pelirrojo en lo que Mina y Toga se acercaban a este último.

-Tu tranquilo KiriKiri-kun, seguro ganarás-, le dijo Himiko a su amigo dándole ánimos mientras le da unas palmadas en la espalda.

-No estoy seguro-, decía Kirishima todavía no muy convencido con competir, honestamente no quiere ser reprendido por algún profesor por correr en los pasillos.

Mina se inclinó hacia adelante mientras cruza sus manos detrás de su espalda y le sonrió ampliamente a Ejirou. -Tu puedes, Kirishima-kun-, le animó con alegría, confiando en que si es él, buscaría ganar sin importar quien sea su rival.

Kirishima ensanchó ligeramente los ojos y su corazón dio un brinco al ver la expresión de la pelirroja. -¡Lo haré!-, exclamó comprometido de un momento a otro mientras que sonríe y aprieta un puño al frente suyo.

-¡Esa es la actitud!-, festejó Ashido a su amigo de forma amistosa, inconscientemente animando aún más al chico que sin duda quiere corresponder a sus expectativas.

En ese momento, los estudiantes de la clase A se percataron de que Monoma se acercaba con una sonrisa arrogante, acompañado de otros dos estudiantes de su clase que le seguían tranquilamente unos pasos desde atrás.

-Al fin llegan, pensé que huirían-, decía Katsuki con un aire de superioridad, hablando en plural pero es evidente que se estaba dirigiendo únicamente a Monoma, quien se encogió de hombros.

-Que grandes acusaciones, solo estaba animando un poco a nuestro corredor-, contestó Neito con sencillez mientras le coloca una mano en el hombro a Tetsutetsu de pie junto a él.

-¡Tetsutetsu!-, saludó Kirishima animadamente a su amigo de la clase B mientras se acerca hacia él.

-¡Kirishima!-, respondió Tetsutetsu correspondiendo a la emoción del pelirrojo, acercándose de igual modo a su amigo para ambos juntarse en un varonil apretón de manos con sus Quirks activados.

-¿Tú vas a correr?-, preguntó el pelirrojo con una filosa sonrisa mientras que tanto él como el peligris seguían apretando sus manos con fuerza, buscando vencer al otro.

Tetsutetsu asintió. -Monoma insistió en que es por nuestra clase, pero ahora que veo que competiré contra ti entonces no puedo perder-, declaró el varonil chico con determinación reflejándose en su cara.

Misma determinación que se plasmó en la expresión de Kirishima. -Lo mismo digo, ten por aseguro que ganaré-, replicó sonriendo desafiante, con una renovada intención de no perder, pues desde sus pasantías juntos han formado una amistad/rivalidad en cuanto a quien es más varonil que el otro.

Monoma tomó la palabra mientras se cruza de brazos. -La carrera consiste en entrar al edificio, subir a la tercera planta y cruzar todo el pasillo principal, luego bajar a la primera planta y llegar a la entrada de la academia donde esperan Pony-san y Kuroiro-kun, luego deben volver aquí a la meta-, explicaba mientras que los dos chicos de Quirks similares se alineaban en el punto de partida. -¿Están preparados, clase A?-, le preguntó Neito a Katsuki con una sonrisa presuntuosa.

-Para aplastarlos-, respondió Bakugou con una sonrisa de lado mientras de la palma de una manwo expulsa intimidantes mini explosiones.

-¡Tú puedes, Tetsutetsu!-, decía una chica de largo y ondulado cabello verde oscuro que también pertenece a la clase B y vino a animar a su amigo peligris en la carrera no oficial por ver cual clase gana.

-¡Tú puedes Kirishima!-, animó Sero a su amigo con una sonrisa mientras agita su brazo en el aire.

Himiko aprovechó la oportunidad y caminó hasta ponerse frente a los dos competidores. –En sus marcas-, dijo y ellos se inclinaron para tocar el suelo con sus manos. -¿Listos?-, alzó el brazo en el aire y ellos levantaron los talones colocándose en posición para despegar. -¡Ya!-, ella dio la señal mientras desciende su brazo dando inicio a la carrera.

Tetsutetsu y Kirishima en ese instante partieron con un espíritu competitivo bastante fuerte. -¡UUUUUuuuuuuooooooOOOOHHH!-, rugieron ambos chicos con fuerza corriendo a gran velocidad hacia el interior del edificio, levantando polvo a su paso.

-¡Y allí van!-, exclamó Hanta divertido mientras los ve correr y perderse de la vista.

-Espero que no se metan en problemas-, dijo Mina con una pequeña sonrisa mientras que Himiko vuelve a su lado con las manos en los bolsillos de su falda.

-¡Que tal!-, ambas desviaron su atención hacia la chica de la clase B que momentos antes estuvo animando a Tetsutetsu y ahora se acercó a ellas amistosamente. -Toga-san y Ashido-san, ¿cierto?-, decía la peliverde de dientes afilados con una sonrisa.

-¡Esas somos nosotras!-, respondió Mina alegremente rodeando con un brazo el cuello de la rubia que sonrió divertida.

La joven se apoyó de una pierna. -Soy Setsuna Tokage de la clase B, un gusto conocerlas, su batalla en el festival deportivo fue emocionante-, les decía a las dos chicas de la clase B dándoles un pulgar en alto por su entretenido combate.

-Aún me duele el mentón solo de recordar del golpe de Toga-chan-, bromeaba Ashido fingiendo estar adolorida mientras está sobándose la zona mencionada con su mano libre.

-Y a mí los nudillos, eres muy dura, Mina-chan-, decía Himiko siguiéndole el rollo mientras se atiende la mano con la que golpeó a su amiga en el festival deportivo.

-Les tengo una pequeña pregunta-, decía Setsuna con calma, creando un poco de curiosidad en ambas amigas que de nuevo se enfocaron en ella.

-¿Cuál es?-, le preguntó Toga con una sonrisa a la peliverde de la clase B.

Tokage con un dedo comenzó a jugar con su cabello. -Solo por curiosidad, ¿Izuku Midoriya está saliendo con alguien?-, preguntó sonriendo ligeramente, tomando por sorpresa concretamente a la rubia.

-¿Qué?-, dijo Himiko con una expresión inocente, pensando que habrá escuchado mal a Setsuna, no hay manera en que de verdad le estuviera preguntando eso, ¿cierto?.

-Me lo he estado preguntando desde el festival, es decir, es bastante guapo y me parecería muy raro que este soltero-, decía Setsuna con calma y un tenue rubor en sus mejillas. -Tranquilas, no necesito que me lo presenten, eso puedo hacerlo yo misma, solo quiero asegurarme que no haya muros en la costa-, se explicó la chica queriendo verificar si tenía alguna posibilidad con el presidente de la clase A.

Ashido estaba por contestar que probablemente él estaba disponible, pero Toga tomó la palabra antes que ella.

-Pues a decir verdad creo que Izuku-kun podría estar saliendo con alguien-, dijo Himiko sonriendo amigablemente, causando sorpresa en Mina que la miró extrañada.

-¿En serio?-, preguntó Setsuna intrigada mirando a la rubia.

-No sé los detalles, pero recientemente parece que ha estado charlando mucho con una chica de otra escuela y parece que van en serio-, explicaba Himiko con los ojos cerrados mientras actúa como si el asunto no le afectara en lo más mínimo.

Tokage asintió comprendiendo. -Ya veo, es bueno saberlo antes de que hiciera mi movimiento-, decía aliviada la peliverde de haber preguntado antes de quitarle el novio a otra. -Gracias por la información, nos vemos cuando Tetsutetsu gane la carrera-, se despidió Setsuna con una sonrisa mientras sacude su mano y se aleja de ambas chicas.

Ella ensanchó su "inocente" sonrisa mientras despide a la chica de la clase B. Que tenga un buen viaje y que por favor no vuelva más a mostrar interés en SU Izuku-kun, por supuesto todo lo que le dijo era una inmensa mentira para que se mantuviera alejado de él.

¡JA!, como si fuera a permitir que otra rival se uniera a la contienda por su amado mejor amigo. Una cosa es que sus mejores amigas estén enamoradas de él y tenga que ser considerada con ellas, pero otra muy diferente es que alguna otra chica quisiera alejarlo de su lado.

¡Como si fuera a dejar que eso pasara!, aunque de casualidad ella tuviera la más mínima oportunidad de conquistarlo, se aseguraría de aplastarla cual hormiga si se atrevía a entablar una conversación coqueta con él, después de todo tiene que defender lo que es suyo, ¿no?.

-Toga-chaaaaaan-, le decía con severidad Mina a su amiga reprochándole lo que acababa de hacer, obviamente se dio cuenta de que su amiga le acaba de mentir a Setsuna-san solo para mantenerla alejada de Midoriya.

Toga sintió una gota bajar por su sien y se puso un poco nerviosa. -N-No es lo que crees Mina-chan, s-solo traté de ayudar a Izuku-kun, él seguro no está pensando en tener pareja actualmente-, balbuceaba torpemente la rubia tratando de excusar su mentirilla.

La pelirosa solo soltó un suspiro mientras libera el cuello de su amiga. -¿Acaso todas las amigas de la infancia son tan sobreprotectoras como tú?-, preguntó retóricamente cerrando los ojos mientras se cruza de brazos, avergonzando más a Toga.

-¡Hablo en serio!-, reclamó Himiko sonrojándose un poco, después su atención fue captada por un mensaje que le llegó a su celular. Ella sacó su teléfono del bolsillo de su falda y se fijó en quien le escribió. -Oh, es de Izuku-kun-, dijo sorprendiéndose un poco por la sincronía con la que recibió el mensaje.

-Hablando del Rey de Roma-, dijo Mina divertida mirando a su amiga, la cual alzaba una ceja confundida mientras leía el mensaje que él le envió. -¿Qué dice?-, le preguntó con un poco de curiosidad.

-Que está encerrado en una caja de metal-, respondió Himiko confundida, confusión que se le contagió a la pelirosa que no pudo evitar alzar una ceja.

-¿Acaso no puede... romperla?-, preguntó la pelirosa tratando de procesar la absurda cuestión sin todavía hacerse a la idea de que el poderoso presidente que derrotó al Nomu en USJ estuviese atrapado dentro de una simple caja.

-Dice que prefiere no hacerlo y por eso me pide que vaya a sacarlo-, aclaró Toga guardando su celular de nuevo en su bolsillo.

-¿Pues qué estás esperando?, ¡ve a por él tigresa!, ¡ya lo tienes capturado!-, exclamaba Mina exageradamente animándola a ir a por él, avergonzando y divirtiendo a la rubia comenzó a correr hacia el interior del edificio.

-¡Avísame quien ganó la carrera!-, le pidió Himiko con una amplia sonrisa a su amiga, la cual le dio un pulgar en alto en respuesta mientras la ve irse.

La rubia aún se preguntaba cómo es que Izuku terminó encerrado dentro de una caja, pero los detalles son irrelevantes, como dijo Mina ya lo tiene capturado, es su oportunidad para ayudarlo y aprovechar su gratitud para hacer algún avance.

¡Esta es su chance para ser más cercana a Izuku-kun!

Ella no tardó en llegar a las escaleras que su amigo le indicó en su mensaje, fue entonces cuando se detuvo en el piso intermedio y observó una caja grande metálica acostada en el suelo. Se comenzó a acercar al objeto lentamente mientras se rasca una mejilla.

-¿Aquí es donde está encerrado Izuku-kun?, no escucho nada del interior-, decía Himiko un tanto desconfiada, quería estar segura de que en serio Izuku estaba adentro y no estaba jugándole una broma. -Qué raro seguro-, opinó mirando lo que parece ser el seguro que mantiene la caja cerrada.

Parece una clase de candado blanco pero con botones azules a los laterales y tiene forma de triángulo. Ella no sabía exactamente como abrirlo, pero los botones se hacen para ser presionados, ¿no es así?. Entonces presionó ambos botones al mismo tiempo y jaló el candado hacia abajo con fuerza.

Click

-Oh, sí se abrió-, dijo un poco sorprendida de que en realidad haya podido abrirlo con tanta facilidad, con eso listo, ella colocó ambas manos sobre la tapa y la levantó para ver el interior de la metálica caja, quedándose congelada en ese instante.

Adentro estaba Uraraka plácidamente acostada sobre Izuku, o al menos así era hasta que la caja se abrió y ambos se voltearon a verla, resultando en que la castaña abriera los ojos con su rostro encendiéndose al rojo vivo mientras que el chico sonreía ligeramente al ver a la rubia.

-Que bien que llegaste, Himiko-, dijo Izuku serenamente agradeciendo la llegada de su amiga.

-¡T-T-Toga-chan!, ¡e-esto no es lo que parece!-, decía Ochako nerviosamente sacudiendo sus manos tratando de aclarar cualquier malentendido que Toga estuviera pensando.

-Les doy 10 segundos para decirme que pasó o los vuelvo a encerrar-, decía Himiko con un tono neutro y con un rostro inexpresivo, haciendo un fantástico trabajo en ocultar su descontento debajo de esa mascara.

Izuku no tuvo problemas en responder. -Uraraka-chan se tropezó por las escaleras, salté para protegerla de la caída pero ambos aterrizamos en esta caja que se cerró cuando entramos-, explicó sencillamente el peliverde mientras se rasca un poco la cabeza.

-¡E-Es la verdad, Toga-chan!, ¡fue mi culpa!, ¡Deku-kun solo quiso ayudar!-, decía la castaña nerviosa tratando de tomar la responsabilidad por su descuido y no queriendo causarle más inconvenientes al chico que saltó por ella.

Himiko entrecerró los ojos, ellos no le mentirían asi que lo que dicen debe ser la verdad, pero aun sabiendo que fue un accidente, aun si cree en eso le sigue siendo difícil no estar molesta por verlos a ellos dos tan juntitos el uno del otro.

La rubia apartó la mirada. -Ya salgan de allí-, dijo un poco enojada sosteniendo la tapa de la caja para que ambos salieran de allí.

Uraraka tímidamente se levantó y salió de la caja seguida de Izuku que se elevó con Flight y aterrizó con las manos en los bolsillos frente a Himiko, la cual tenía el ceño fruncido y los brazos cruzados.

-Gracias por venir Himiko, ahora si me disculpas tengo que castigar a Kirishima-kun y a Tetsutetsu-kun por causar esto-, decía Izuku con una inocente expresión, afectando a la rubia que se estremeció al oír los nombres de los dos competidores de la carrera.

-¿E-Es así?-, dijo Himiko sonriendo ligeramente nerviosa, sintiendo un poco de lastima por ellos dos que para su mala suerte acaban de molestar a alguien peor que un profesor.

El presidente de la clase A comenzó a bajar las escaleras sin borrar su inocente y escalofriante sonrisa. -Ya uno de mis clones los encontró y detuvo en la entrada de la academia, las veo en la clase de Sensei-, se despidió Izuku de sus dos amigas con un sencillo ademán de su mano derecha mientras baja al piso inferior.

Ambas chicas quedan solas en el piso intermedio de las escaleras, no está de más decir que se formó un incómodo silencio entre ellas luego de lo que el peliverde se fuera.

Himiko con los brazos cruzados miró de reojo a la castaña. -¿Algo que decir al respecto, Uraraka-chan?-, le preguntó seriamente, dándole la oportunidad para que se regodee en su suerte por haber estado encerrada en una oscura caja con Izuku-kun.

Ochako se sonrojó nuevamente y agachó la cabeza avergonzada. -S-Sin comentarios-, respondió incapaz de decirle algo a su amiga, no hay manera en que pueda contarle lo cómoda que estaba descansaba sobre el cálido y firme cuerpo de Deku-kun.

En ese incomodo silencio, una maldijo la existencia de la caja mientras que la otra inconscientemente agradecía que estuviese allí.

*Campo de Entrenamiento Gamma*

La clase de All Might había iniciado hace poco más de media hora, explicando que realizarían un ejercicio de héroes contra villanos con el detalle de que los villanos tienen cautivo a un héroe y sus compañeros tienen que salvarlo dentro del límite de tiempo establecido.

Con eso aclarado, el primer enfrentamiento de la clase seria entre el equipo A de los héroes contra el equipo D de los villanos. Sero, Tsuyu y Ojiro conformaban al grupo de los profesionales mientras que Toga, Uraraka y Shoji conformaban el de criminales.

Los villanos se encontraban en el Lobby de un edificio junto a Ojiro que se encontraba con sus manos amarradas detrás de su espalda, ya que él fue el escogido por su equipo para ser rescatado durante el ejercicio.

Justo ahora comenzó a avanzar el tiempo que tenían para prepararse contra la llegada de los héroes en 10 minutos donde iniciaría el ejercicio como tal.

-Muy bien, ¿Qué hacemos ahora?-, le preguntó Uravity a sus compañeros villanos teniendo curiosidad de cómo se prepararían para el inicio del enfrentamiento.

-Lo primero sería ubicarnos en alguna habitación del último piso para resguardar al rehén-, opinó Shouji serenamente mientras mira a sus dos compañeras de equipo, convenciendo solamente a la castaña.

-No-, dijo Toga quitándose su pañuelo de la boca. -Lo mejor sería ubicarnos en el quinto piso-, dijo la villana con calma mirando directamente al gran chico que se notó confundido.

-¿Por qué?-, le preguntó Tentacole a Noblesse intrigado por la seguridad que tiene ella en su decisión.

-Analicemos contra quien nos enfrenamos, Froppy puede escalar las paredes y Cellophane puede columpiarse con sus cintas, ambos no tardarían en llegar a la cima-, decía Himiko analíticamente cruzándose de hombros. -Ellos no esperarían que ocultemos al rehén en el piso 5, no tienen manera de localizarnos a diferencia de nosotros que te tenemos a ti, Tentacole-, explicó Noblesse dando una justificación apropiada de su estrategia.

-Él rehén tiene nombre-, dijo Ojiro mirando a la villana rubia.

-¡Cállate, héroe!-, le gritó Noblesse con hostilidad al héroe mientras saca un cuchillo militar de su chaqueta para amenazarlo.

-E-Estás demasiado metida en el papel-, se quejó Tailman con una gota de sudor en la sien.

-Estoy de acuerdo con tu plan, Noblesse-, le dijo Shouji a su compañera de equipo que comprendió mejor que él la naturaleza de este enfrentamiento.

Sin alguna otra palabra, ya quedó por determinado que Noblesse tomaría el puesto de liderazgo en el equipo.

-¿Cómo nos organizaremos?-, le preguntó Uraraka a la rubia mientras se acerca unos pasos hacia ella.

Toga le dio la espalda parar fijar su mirada en los ascensores. -Yo subiré al último piso para entretenerlos, ustedes dos se quedarán en la quinta planta para resguardar al rehén-, respondió la villana dando sus instrucciones con autoridad.

Ochako se notó un poco perpleja. -¿Eso es todo?-, le preguntó la castaña preocupada de que ella estuviese sola peleando contra los dos héroes.

Himiko se volteó a ver por encima del hombro a su compañera de equipo. -Tentacole tiene la posición perfecta para localizar a los héroes en todo el edificio, tú con tus artes marciales GunHead deberías ser capaz de ganar tiempo hasta que acabe el ejercicio, ¿o me equivoco?-, decía Noblesse entrecerrando los ojos con seriedad, poniendo algo nerviosa a Uravity.

-N-No es eso, ¿no necesitarás ayuda?-, le cuestionó Uraraka tratando de que su amiga considerara tener apoyo si va a enfrentarse contra los dos héroes al mismo tiempo.

-Estaré bien-, respondió Toga fríamente dándole la espalda a su compañera. -Movámonos, no queda mucho hasta que el ejercicio comience-, ordenó autoritariamente comenzando a caminar hacia el ascensor que ella utilizaría para ir al último piso.

El héroe prisionero solo podía ver a Noblesse alejarse en silencio. -Toga-san de verdad tiene presencia de villana cuando se lo propone-, opinó Ojiro un tanto sorprendido con lo natural y convincente que ella puede ser, hasta casi en realidad se creyó que está enojada con Uraraka-san.

Ochako por su lado veía preocupada la ida de su amiga, el ambiente entre ellas ha sido incomodo desde que los sacó a ella y a Deku-kun de la caja de metal, ni siquiera intercambiaron palabras antes de entrar al edificio a pesar de que sabían que eran equipo.

Toga-chan está molesta y eso lo entiende, posiblemente ella también se sentiría así si encuentra al chico que le gusta con una chica acostada sobre él, ¿pero qué puede hacer para que la perdone?, no es como si fuese su intención tropezarse en las escaleras.

-Uravity-, dijo Tentacole dentro del ascensor que usarían mientras que a su lado estaba el héroe cautivo.

-Voy-, respondió Uravity al instante con una expresión más firme para comenzar a caminar hacia el ascensor que los llevaría a la quinta planta.

Bien, que su amiga siga molesta y que haga lo que le dé la gana... ella también puede hacer eso.

Noblesse se encontraba agazapada entre las sombras de una esquina de las escaleras de emergencia, se encuentra esperando en esta localización a que lleguen los héroes, no queda mucho para que la señal suene y dé inicio al combate.

Este lugar que eligió para esconderse es ideal para un ataque sorpresa al tener vista al pasillo a través de la puerta, esperar frente en el ascensor no sería factible ya que los héroes supondrían que el rehén está en los pisos inferiores, además ellos evitarían entrar al pensar que hay trampas en el interior, asi que lo más lógico desde el punto de vista de un héroe, seria bajar a través de las escaleras.

Mientras espera la señal, ella soltó un prolongado suspiro lleno de agotamiento, no físico sino psicológico. Aun ahora se sigue regañando a sí misma por estar molesta con Uraraka-chan, está claro que fue un accidente que quedara encerrada en aquella caja con Izuku-kun, es obvio, pero aun sabiendo todo eso... sigue irritada.

No puede evitarlo, no importa que tan racional quiera ser, sigue celosa de su amiga y quisiera haber estado en su lugar, atrapada en uno oscuro y pequeño espacio con el peliverde sin otra opción más que ponerse cómoda sobre su fuerte pecho y oler su aroma, disfrutando la sensación de sentir su calidez corporal.

Dios, que suerte tiene Uraraka-chan.

[Noblesse, los héroes ya entraron al último piso], avisó Tentacole a través del comunicador en el oído de Himiko, la cual se enfocó en el ejercicio seriamente ya que por estar tan despistada no le prestó atención a la señal que dio inicio al combate.

-Copiado-, respondió Toga colocándose su pañuelo por encima de su nariz y boca para después desenfundar dos filosos cuchillos en sus manos.

Se quedó oculta entre las sombras mientras afila sus ojos como dagas con la mirada puesta en el pasillo, atenta a la aparición de alguno de los héroes para atacarlos por sorpresa y comenzar su papel de distractora.

Hubo un prolongado segundo de silencio hasta que finalmente Cellophane entró en su rango de visión, el héroe con su casco puesto estaba abriendo cada puerta del pasillo buscando cualquier señal de su compañero héroe, o al menos algún indicio de que los villanos estaban cerca, después de todo por regla general la pelea principal siempre se lleva a cabo en el último piso o en la azotea.

Noblesse aferró sus manos sobre los mangos de los cuchillos y corrió velozmente hacia el héroe, preparando ambas armas para un ataque furtivo por la espalda que con suerte incapacitaría al héroe lo suficiente para no presentar mucha pelea.

Sin embargo la sed de sangre hacia su persona fue lo que alertó a Sero que se dio la vuelta y al ver a la villana a un metro de él solo pudo tratar de esquivar. -¡Woah!-, dijo el héroe saltando hacia atrás, esquivando a duras penas los cuchillos de Noblesse que solo alcanzaron a rajar su traje.

La villana quieta en el sitio de su fallido ataque sorpresa, tenía los brazos sueltos y relajados. -No me esquives héroe-kun, vamos a divertirnos-, decía Toga con un tono juguetón y una escalofriante sonrisa debajo de su pañuelo, el cual en cierta medida la representa bien por la amplia sonrisa con largos caninos que está dibujada sobre la tela negra.

-¿Dónde tienes a mi compañero, villana?-, le preguntó Sero a la villana rubia mientras se pone en posición de combate, sintiendo un ligero escalofrió que le advierte que no debe bajar la guardia frente a ella.

Noblesse comenzó a caminar torpemente hacia el héroe. -¿Seguro que revisaste bien este piso?, que despistado son los buenos-, dijo fingiendo ignorancia para luego recortar la distancia de un momento a otro para comenzar a atacar desenfrenadamente al chico.

Sero solo podía retroceder para evitar ser herido por las filosas armas de la villana que parecía contenta disfrutar la sensación de acorralarlo. Lastimosamente en espacios reducidos no puede movilizarse como quisiera aun si utiliza su celofán, tampoco es muy bueno combatiendo cuerpo a cuerpo, pero aun así no se dejaría superar por la villana.

El chico esquivó un ataque hacia su cara y contraatacó con un puñetazo que Toga esquivó fácilmente saltando hacia atrás, momento que fue aprovechado por el héroe para disparar cintas de sus codos para capturar a la chica, pero ella ya había previsto que esto sucedería.

En el aire cortó fácilmente las cintas con sus cuchillos y aterrizó apoyándose en el suelo. -No seas tonto héroe-kun, tijeras vence papel, aunque un cuchillo corta más-, dijo Noblesse con cierta diversión maniática mientras maniobra el cuchillo en su mano derecha con gran habilidad.

Sero chasqueó por debajo de su casco. -¡Froppy, ayuda!-, exclamó el héroe a través de su comunicador pidiendo refuerzos de su compañera, es obvio que en esta situación no puede esperar vencer a la criminal en un combate uno contra uno.

-Mooo, que grosero, invitando a otra a nuestra cita-, se quejó Toga haciendo un puchero infantil para luego reanudar sus ataques hacia el héroe, quien se vio abrumado por el aumento de velocidad de la villana que comenzaba a cortar superficialmente sus brazos, piernas y abdomen, es como si antes solo estuviese jugando con él.

Himiko se agachó y deslizó una patada en el suelo haciendo caer a Cellophane, quien poco o nada podía hacer con Noblesse cerniéndose sobre él con un cuchillo apuntando a su cabeza, de no ser porque una larga lengua lo sujetó del torso para jalarlo, quizás tendría una fea cicatriz en su cara.

Noblesse observó como la heroína Froppy entró en escena salvando a su compañero, quien se levantó para de nuevo ponerse en posición. -Dos contra uno, ¿eso les parece justo?-, preguntó divertida la villana bajando los hombros como si dijera: "¿En serio?".

-Gero, ¿Dónde está Tailman?-, le preguntó Tsuyu a la rubia seriamente, o al menos con toda la seriedad que puede transmitir con su expresión neutral.

-¿Acaso les parezco un GPS?, ¡búsquenlo ustedes mismos!-, exclamó Himiko salvajemente volviéndose a lanzar al ataque contra los dos héroes, pues su deber es ganar todo el tiempo posible para que el ejercicio termine sin que ellos logren salvar a Ojiro.

Los dos héroes se vieron en la necesidad de esquivar los peligrosos ataques de la villana, en vista de que ambos están desarmados y son incapaces de bloquear sus cuchillos sin arriesgarse a ser heridos, solo podían turnarse para evadir y alejarse de la veloz Noblesse que cada vez los presionaba más y más.

Sinceramente resultaba algo asombroso como estaban siendo arrinconados, a pesar de que Sero trata de atraparla con sus cintas y Tsuyu de sujetarla con su lengua, Himiko seguía agitando sus cuchillos con maestría. Sabiendo perfectamente en qué dirección y a cuanta distancia ejecutar cada ataque, absteniéndose solo a amenazarles y herirles superficialmente cuando podría acertar en puntos mortales si de verdad estuviera yendo en serio.

Pero el peligro que Noblesse representa no solo yace en su habilidad con sus cuchillos, sino en su agilidad y rapidez con la cual se mueve. Su cuerpo es como si fuese una pluma, esquivando por reflejo y desplazándose entre piruetas y fintas, ella por si sola representa un obstáculo bastante difícil para ambos héroes.

Sero entró en cuenta de algo, a decir verdad Noblesse sin duda es hábil y peligrosa, tanta es su habilidad que si de verdad se lo propusiera ya les habría herido bastante. ¿Entonces por qué no lo hace?, es como si solo hiciera ataques sencillos para que pudiesen esquivarla y trataran de capturarla, pero ese no es el objetivo.

Los héroes no ganan necesariamente por atrapar a los villanos, ni los villanos ganan por atrapar a los héroes, el objetivo de victoria recae en sí los héroes son o no capaces de rescatar a su compañero dentro del tiempo límite, teniendo eso en cuenta solo hay una explicación para que Noblesse no haya ido en serio con ellos.

-¡No está en este piso!-, le dijo Sero a Tsuyu al descubrir el significado detrás de las acciones de la villana.

Solo los está distrayendo, eso explica porque los entretiene y no va en serio, porque si ven posibilidades de atraparla entonces lo intentarían para quitarla de su camino. Una vez que se asume la idea de que solo los distrae para ganar tiempo, se obtienen dos posibles opciones:

La primera es que el rehén estuviese en alguna de las pocas habitaciones que le quedaban por revisar, lo cual es poco posible considerando que debe estar resguardado por los otros dos villanos.

La segunda y la más probable es que Ojiro no estuviese realmente en esta planta, ya que los villanos se empeñarían en mantenerlo lejos de los héroes que estarían siendo entretenidos por una distracción.

Noblesse es la distractora que quiere hacerles creer que están cerca de Ojiro, entonces muy posiblemente su compañero esté en alguno de las plantas inferiores siendo vigilado por los otros villanos.

Tsuyu aterrizó unos metros detrás de Himiko, la cual apuntó con su pulgar al chico detrás de él. -¿No me digas que le vas a creer?, no me suena confiable-, le dijo Himiko de forma burlona a Froppy, la cual en silencio corrió hacia las escaleras de emergencia. -Tomaré eso como un Si-, dijo un poco frustrada de que se hayan dado cuenta tan pronto de su papel.

Ella descendió su cuchillo detrás de ella para cortar unas cintas de Cellophane, quien trató de atraparla al verla distraída. Noblesse lanzó sus dos cuchillos hacia el héroe que esquivó girando por el suelo, y cuando se volvió a levantar observó a la villana corriendo hacia la ventana ubicada en la otra punta del pasillo.

-¡Yuuhuuu!, ¡Héroe-kun!-, decía Toga con alegría sacudiendo una mano en el aire, captando la atención de Hanta que se percató de que ella se quitaba su pañuelo para lamer un poco de sangre sobre su guante de cuero.

Fue entonces cuando frente a sus ojos, la apariencia de Noblesse cambió hasta adquirir la suya a excepción del casco. -¿Mi apariencia?-, dijo Sero sorprendido al verla tomar su aspecto, entonces es por eso que solo lo hirió a él superficialmente, para obtener una muestra de su sangre y utilizar su Quirk.

-¡Nos vemos abajo!-, dijo Toga con la apariencia de Sero, sonriendo con la misma simpleza que él haciendo el signo de la paz en una mano para después cubrirse con sus brazos y saltar atravesando la ventana.

La caída de un décimo piso sería fatal, estaba a una notoria altura con respecto al suelo y por desgracia la gravedad la estaba haciendo caer directamente hacia el pavimento, en circunstancias normales nunca hubiera saltado por la ventana, pero en esta ocasión si tiene herramientas con las cuales salvarse.

Se posicionó en la caída, apuntando su codo hacia la pared del edificio luego de calcular el momento exacto en el cual disparar una cinta que dio justo en el blanco. Al estar sujeta al edificio, utilizó el impulso de la caída columpiándose con la cinta para acercarse a una ventana y entrar al edificio con una patada que rompió el cristal.

Su cuerpo rodó por el suelo, utilizando su espalda para disminuir en lo posible el daño de entrar de forma tan ruda al edificio. Se levantó lentamente sacudiéndose los cristales en su ropa mientras que la apariencia de Cellophane comienza a deshacerse y vuelve a verse como Noblesse.

-Fiuu... eso fue extremo-, comentó ella un poco aliviada luego de haber experimentado la sensación de vertido de la caída, eso le recordó a alguna que otra vez cuando Izuku la dejaba caer a cientos pies de altura por haberlo molestado tanto mientras usa Flight.

Si lo hizo correctamente, ahora debería estar en el pasillo del piso 6 del edificio, se aseguró de contar las ventanas de cada piso mientras caía asi que sin lugar a dudas está en el lugar al cual quería llegar.

[Ambos héroes se separaron, están revisando rápidamente el piso 9 y 8], informó Shouji con calma a través del comunicador luego de haber utilizado su eco localización para hacer un rastreo en todo el edificio.

-Bien, los esperaré en el piso 6, Uravity encargarte de frenarlos si te encuentras a uno allí-, dijo Himiko con seriedad y con un dedo en el comunicador en su oreja, asegurándose de que todo siga como lo tenía planeado.

[Si... claro], fue la vaga respuesta de Uravity desde otro lado de la línea, entonces la conversación finalizó dejando con un mal sabor de boca a Noblesse.

Noblesse suspiró relajando su cuerpo, solo quedan 6 minutos y su equipo ganaría el ejercicio, solo es cuestión de tiempo para que alguno de los héroes llegue a este piso y el otro se encuentre con Tentacole y Uravity quienes seguro le impedirán liberar a Tailman.

Prácticamente ya tienen la victoria en el bolsillo, asi que ya puede tomarse las cosas con un poco más de calma.

Mientras espera la llegada de los héroes debería pensar en cómo disculparse con Uraraka-chan por tratarla de esa manera. Sencillamente no debía molestarse con ella solo por tener mucha suerte, dan igual sus irracionales celos, apenas termine el ejercicio le pediría disculpas y trataría de estar en buenos términos con ella.

Pero la villana rubia no esperó ser repentinamente envuelta en cintas de celofán que sujetaron sus brazos contra su torso. -¡¿Pero qué?!-, exclamó Toga sorprendida por la cinta que le atrapó por sorpresa desde su espalda para luego ser empujada contra el suelo.

Su ser fue sometido contra la fría superficie, sin manera de ponerse de pie por una bota pisando su espalda para mantenerla contra el piso. Como pudo logró ver de reojo a Froppy y a Cellophane, quienes entraron por la ventana y la veían resistirse inútilmente contra la cinta de Sero.

La heroína se llevó un dedo al mentón. -Gero, se nos ocurrió que quizás viniste a este piso porque nuestro amigo se encuentra cerca-, dijo Tsuyu tranquilamente mirando a la villana, la cual rió un poco adolorida.

-¿Qué clase de lógica es esa?, ¿por qué los traería a donde se encuentra ese sujeto?, ¿no será que quise alejarlos del piso donde en realidad está?-, les preguntó con una sonrisa tratando de confundirlos y desorientarlos, lo cual saldría mejor si Sero no estuviese pisándole la espalda con tanta firmeza.

El chico tocó un botón de su casco para quitarse el visor y mostrar su rostro. -Es posible, pero primero buscaremos abajo para asegurarnos-, dijo el pelinegro con una pequeña sonrisa mirando a la villana, la cual frunció ligeramente el ceño. -Acerté, ¿cierto?-, preguntó Sero ensanchando aún más su sencilla sonrisa.

Himiko sonrió ligeramente. -Eres más perceptivo de lo que aparenta tu simpleza, Sero-kun-, dijo Noblesse un poco burlona mientras sigue intentando zafar al menos sus manos de la apretada cinta de él.

-Tus palabras duelen, Toga-, dijo Hanta sonriendo un poco dolido por el insulto disfrazado de cumplido mientras se rasca la cabeza ligeramente.

De cualquier forma este es un cambio de las tornas a favor de los héroes, aún tienen 5 minutos para bajar a la planta de abajo para salvar a Tailman y ganar el ejercicio, con Noblesse atrapada se quitaron un difícil obstáculo del camino.

Pero tanto Tsuyu como Sero se percataron de que la sonrisa de la rubia se ensanchó cuando miró algo detrás de ellos. -¡Meteor... Shoots!-, la voz de Uravity alertó a ambos héroes que saltaron alejándose de la ventana por donde entraron varios trozos de escombro que golpearon el suelo alrededor de Himiko que se colocó en posición fetal.

-¡¿Uravity?!-, preguntó Sero igual de sorprendido que su compañera al ver como Uraraka se encontraba afuera de la ventana encima de una puerta flotadora mientras que varios escombros flotaban a su alrededor.

La villana castaña saltó por la ventana acompañada de los trozos de escombros mientras desactiva su Quirk sobre la puerta que comenzó a caer. Al estar adentro plantó su seria mirada en ambos héroes que estaban en posición a unos cuantos metros de distancia.

Sin embargo antes que nada tenía algo que decirle a su compañera villana. -¡¿Ves que si necesitabas mi ayuda?!-, le espetó Ochako echándole el cara el hecho de que fue atrapada por haber luchado sola.

-¡Solo me tomaron con la guardia baja!-, replicó Toga rehusándose a admitir su equivocación mientras que Uraraka se acercaba para arrodillarse a su lado. -En mis botas hay varias cuchillas, libérame con alguna-, le pidió Noblesse a su amiga que asintió y comenzó a buscar en sus botas de cuero.

-¡No te lo permitiremos!-, exclamó Cellophane disparando sus cintas hacia Uravity que tenía la guardia baja y no debería presentar un problema.

Pero la castaña entró en su modo de combate, sopló aire caliente mientras que su espíritu de lucha la poseía, brindándole habilidad de sobra para sacar un cuchillo de la bota de Noblesse y utilizarlo para cortar hábilmente las cintas de celofán que atentaban con capturarla, con Gunhead también aprendió un poco de cómo manejar armas blancas.

Uravity con un solo movimiento certero, rajó sin vacilar el celofán que sujeta a su compañera, liberando a Noblesse que rápidamente se recompuso y se colocó de pie junto a la castaña, ambas villanas listas y en posición para enfrentar a los héroes.

Himiko miró por el rabillo del ojo a su amiga. -¿Por qué viniste?, no te lo pedí-, decía seriamente la rubia mientras que de su chaqueta sacaba dos cuchillos dentados con los cuales luchar.

-Porque quise, tú también parece que haces lo que quieres-, respondió Ochako frunciendo ligeramente el ceño sin apartar la mirada de los héroes mientras aprieta el agarre de su mano izquierda sobre el mango del cuchillo que tomó de Toga.

-Gero, ¿Necesitan un tiempo?, nosotros tenemos que buscar a Ojiro-kun-, les preguntó Tsuyu tranquilamente a ambas villanas mientras que Sero asentía coincidiendo a ella. Honestamente les viene mejor ignorarlas y bajar a buscar a Ojiro antes de que se acaba el tiempo, además ambas están armadas y son bastante peligrosas.

-Ya ponte seria de una vez Toga-chan, ¿quieres ganar o no?-, le preguntó Uraraka seriamente a su amiga, pues conociéndola seguramente ha estado guardándose su carta del triunfo todo este tiempo.

-¡Claro que quiero!-, replicó Toga enojada por la estúpida pregunta, ¡claro que quiere ganar!, solo una ganadora tiene el derecho de estar junto a Izuku-kun, ¡no puede quedar en ridículo cuando él seguramente está observándola!.

Noblesse sujetó uno de los tubos de ensayo metálicos ubicados en su cinturón, concretamente el que tiene una "N" encima, al tenerlo en su mano derecha, le quitó la tapa y le dio un breve tragó al contenido, escapándose una gota del líquido rojo que descendió por la comisura de sus labios.

Luego selló el tubo y lo volvió a guardar en su cinturón para que después su apariencia comenzara a cambiar frente a los héroes, quienes luego de un par de segundos se asombraron al ver a Nejire de Los Tres Grandes frente a ellos.

Conseguir la sangre Nejire-Senpai le fue bastante difícil, en I-Island tuvo que insistirle en varias ocasiones ya que tal parece que la peliazul no aguanta muy bien las inyecciones. No fue sino hasta que le dijo que le enviaría por telefono algunas fotos de Izuku que Nejire-Senpai aceptó hacerle una pequeña donación.

Nejire-chan (Noblesse) sonrió y juntó las manos al frente. -Por favor discúlpenme por esto-, dijo la peliazul dulcemente para que después sus brazos comenzaran a arremolinar aire a su alrededor. -Carga completa, potencia de 5... Descargar espiral-, la onda alrededor de sus brazos fue detonada súbitamente cuando extendió sus manos hacia los héroes. -¡Gring Wave!-, exclamó Himiko expulsando una gran cantidad de aire que fue disparada junto a los escombros de Ochako en dirección a los héroes, quienes en ese extenso pasillos no tenían lugar al cual escapar del ataque que se los llevó por delante.

La onda expansiva del ataque de aire desenfrenado terminó por dejar bastante dañado el pasillo y en la otra punta del lugar se encontraban Froppy y Cellophane, ambos héroes bastante heridos por la potente onda que los barrió y los hizo chocar contra la pared que estaba gravemente agrietada.

Uravity no esperó a que se levantaran para ir corriendo hacia ellos y amarrar sus manos utilizando las cintas de celofán que cortó anteriormente. Se aseguró bien de revisar que no estuviesen muy heridos, estaban inconscientes pero no parecen haber recibido un daño grave, de cualquier manera tendrían que ir con Recovery Girl.

Ochako al terminar de amarrarlos con las cintas, se permitió el relajar su cuerpo y soltar un prolongado suspiro mientras que Himiko en la otra punta del pasillo estaba recuperando su apariencia al observar que los héroes estaban fuera de combate.

PEEEEEEEEM

[¡Los héroes no han logrado rescatar a su compañero en el límite de tiempo!, ¡los villanos ganan este enfrentamiento!], anunció All Might enérgicamente a través de los altavoces del pasillo, los cuales en su mayoría fueron dañados por Gring Wave de modo que solo uno logró dar el mensaje.

Toga luego de escuchar el anunció de su profesor, se dejó caer rendida de rodillas al suelo mientras comienza a jadear cansada. -Haaa... haaaa... utilizar el Quirk de Nejire-Senpai... cansa bastante-, decía la rubia notoriamente afectada por haber utilizado Surge siendo este un Quirk que utiliza la fuerza vital propia, y eso que solo utilizó la potencial al 5 cuando Nejire-Senpai acostumbra a usar el 30, ¿Qué tanta fuerza vital tiene ella?.

Ochako se estaba caminando hacia su amiga arrodillada en el suelo. -Es una suerte que como villanas no tengamos que preocuparnos por los daños-, decía la castaña también un poco cansada por usar su Quirk para luego sentarse con su espalda apoyada en una pared.

Ambas amigas se quedaron en silencio en el sucio y dañado pasillo, la castaña miraba el techo mientras que la rubia terminaba de recuperar el aliento para después sentarse y recostarse contra la otra pared, aun necesitaba unos momentos para recomponerse un poco más.

Himiko miró de reojo a su amiga. -Gracias por venir a ayudarme, Uraraka-chan-, agradeció Noblesse tímidamente haciendo a un lado su orgullo, de no ser porque Uraraka llegó para liberarla, seguramente los héroes pudieron haber liberado a Ojiro luego de pasar sobre Shoji para obtener la victoria.

-No te preocupes, Toga-chan-, respondió Uraraka tranquilamente mirando el techo, luego de un breve silencio ella bajó la cabeza para mirar a su amiga. -Solo la próxima vez trata de no hacer todo tu sola-, le pidió Uravity con severidad a la rubia.

-Y tú trata de no tropezarte por las escaleras-, replicó Noblesse con inmediata firmeza mientras entrecierra ligeramente los ojos, quedando ambas mirándose fijamente la una a la otra.

Pero su seriedad no tardó en venirse abajo y ambas comenzaron a reír divertidas, perdonándose lo que las molestaba y entreteniéndose solo de recordar cómo se estuvieron comportando. Viéndolo un poco en retrospectiva, no podían evitar ver su pequeño conflicto como algo gracioso.

¿De verdad esto inicio por la presencia de una caja de metal?, eso es bastante absurdo.

*Casa Midoriya*

Ya siendo de noche Himiko se encontraba cenando en el comedor de la sala frente a Izuku que se encontraba del otro lado de la mesa. Hoy él cocinó Omurice y como de costumbre su comida era una delicia para la rubia que en esta ocasión contuvo su fascinación para prestarle más atención al peliverde sentado frente a ella.

Permanece callado con su mirada puesta en un libro de tapa gruesa entre sus manos, el cual sostiene con Telekinesis mientras que sus manos estaban concentradas en alimentarle utilizando los cubiertos, sin duda tener Autómata debe serle útil para hacer varias cosas al mismo tiempo, puede estar enfocado en su lectura mientras se alimenta en modo automático.

Ella se quedó con su mirada puesta sobre él, fijándose en la madures de su expresión, en la calma del verde de sus ojos, en el número de pecas en sus mejillas y en el aura que emana solo con estar sentado comiendo y leyendo un libro. Todo es tan común para ella, tan normal y a la vez tan especial que sencillamente no puede evitar fijarse en el apuesto chico del que está profundamente enamorada.

-Hey Izuku-kun-, lo llamó con una pequeña sonrisa mientras apoya su mentón sobre la palma de una de sus manos.

-¿Qué?-, dijo Izuku tranquilamente sin dejar de lado su lectura.

-¿Cuánto saqué en el último examen de inglés?, estuviste corrigiendo los exámenes con Momo-chan, ¿verdad?-, le preguntó Himiko mientras que distraídamente mueve su cubierto jugando con lo que queda de su Omurice.

-Recuerdo que sacaste 78-, respondió el peliverde sencillamente moviéndose a la siguiente página mediante su particularidad telequinetica.

-¡Yes, I did!-, festejó Toga en ingles contenta por su buena nota mientras recoge un puño, es más de lo que esperaba sacar considerando que no es muy buena en el idioma.

-Alégrate cuando saques más de 90, tú nota apenas es aceptable-, comentó Izuku sacando sus ojos del libro y enfocándolos en su amiga, la cual seguía satisfecha con su resultado.

-Oh vamos, estoy por encima del promedio, ¿verdad?, además no necesito ser buena en ingles si no voy a ir al extranjero-, decía ella relajadamente haciendo un ademán para que él no le diese importancia al asunto.

Él se pellizcó el puente de la nariz. -Estar preparado nunca está de más, ¿Qué haces si llega el momento en que necesites otro idioma para comunicarte?, deberías tenerlo en consideración-, le sermoneó a la rubia con un poco de severidad para que fuese más seria.

Ella se irritó un poco por la insistencia de él. -Yo no tengo un Quirk como Babel que me traduzca todos los idiomas, Izuku-kun-, espetó Himiko un tanto molesta, ya que le es fácil hablar cuando tiene una particularidad que le facilita todo el trabajo de aprender un idioma.

Izuku entrecerró ligeramente los ojos. -Aprendí ingles mucho antes de recibir el All For One-, replicó él callando a la rubia que se cruzó de brazos mientras hace un mohín. El peliverde soltó inhaló y exhaló para calmarse, ciertamente comprende lo que su amiga quiere decir, pero aun así... -Solo digo que te vendría bien mejorar tus notas, sabes bien que eres capaz de eso-, le decía de forma más comprensiva a Toga, sabiendo de primera mano lo rápido que aprende ella cuando se empeña, que voluntariamente se conformara con la mediocridad no es algo que quiere para su querida amiga

Ella agachó tímidamente la cabeza, quizás fue un poco ruda con su comentario, no es como si no supiera que Izuku quiere lo mejor para ella. -Pero estudiar es bastante aburrido-, dijo un poco deprimida bajando los hombros cansada solo de pensar en durar horas y horas estudiando.

El peliverde solo retomó su lectura. -No puedo cambiar eso-, dijo sencillamente mientras continua leyendo donde se había quedado, no es como si para él fuese divertido estudiar pero es algo necesario, el conocimiento es otra manifestación poder.

Una idea se encendió en forma de bombilla sobre la cabeza de Himiko, la cual le sonrió al chico. -Si puedes-, afirmó la rubia animada mientras coloca las manos sobre la mesa. -Sé mi profesor-, le pidió con brillos en los ojos a Izuku, quien tuvo un tic en uno de sus parpados.

Él apartó sus ojos del libro y nuevamente fijó su atención en Toga. -¿De qué estás hablando?-, le preguntó Izuku con calma dejando de lado su cena para prestarle más atención a su amiga.

Himiko se cruzó de brazos. -Lo que oíste, si me ayudaras a estudiar entonces mis notas seguro mejoraría bastante-, argumentaba ella considerándose a sí misma una genio por tan grandiosa idea, sus notas serian mejor y podría pasar mucho más tiempo con Izuku-kun, ¡es el premio doble!, con él como su tutor entonces estudiar no sería tan aburrido.

Pero el peliverde no estaba igual de entusiasmado por la idea. -Pídele ayuda a Momo-chan, a ella le gusta enseñar-, respondió Izuku sin interés haciendo un ademán con la mano, está ocupado casi las 24 horas del día con varios asuntos, comprometerse ahora con supervisarla con sus estudios no es algo que se pueda permitir fácilmente.

Pero Toga no se rendiría con tanta facilidad. -¡No quiero!, ¡quiero que seas tú!, ¡nadie más!-, reclamaba infantilmente haciendo un berrinche como una niña pequeña, sacudiendo los brazos en el aire para que él aceptara.

Él suspiró mientras mueve el libro a un lado con Telekinesis. -Ya tranquilízate, ¿en primer lugar por qué estás tan motivada de repente?-, le preguntó con calma cruzándose de brazos, pues hace unos momentos ella tenía cero interés en estudiar.

Ella se tranquilizó y fingió inocencia. -Poooorque sería tonto de mi parte no pedirle ayuda al estudiante más listo de la clase-, decía Toga inventándose una respuesta válida, no le diría tan abiertamente que quiere pasar más tiempo con él, seguro se jactaría y comenzaría a molestarla con eso para avergonzarla.

-No soy el más listo-, dijo Izuku esperando que eso lograra hacerla cambiar de opinión.

-Tienes las mejores notas de la clase-, espetó Himiko aun motivada a hacerle aceptar.

-Está mal juzgar la inteligencia y el valor de una persona en base a sus calificaciones-, aclaró el chico cerrando los ojos, tratando de lograr que ella se rindiera de una buena vez y se resignara a pedirle ayuda a Momo, Todoroki o hasta Kacchan que a regaña dientes seguro aceptaría ayudarla.

Toga se quedó en silencio unos segundos y bajó la mirada hacia su regazo. -¿Por qué no quieres ayudarme?-, le preguntó un poco triste al peliverde mientras aprieta sus manos sobre su short.

Él se sintió un poco mal mientras la ve. (Por qué en estos momentos ya estoy ocupado enseñándole a alguien más), pensó para sí mismo mientras que un clon suyo está en su habitación en estos precisos momentos enseñándole a leer a Karna.

No es broma cuando afirma que está bastante ocupado, estudiar constantemente, entrenar su cuerpo, mejorar su uso de The One Above All, recolectar las firmas de los profesores, atender sus relaciones interpersonales, hacer todos los quehaceres de la casa, criar lo mejor posible a Karna y sus actividades como vigilante. Ni siquiera tiene un descanso para leer sus libros, por eso usa Autómata para comer mientras que su ser consiente está enfocado en su lectura al mismo tiempo que corrige los tiernos errores de Karna.

La rubia levantó ligeramente la mirada para ver a los ojos a Izuku. -¿Soy muy molesta?-, preguntó señalándose a sí misma con una expresión en su rostro que afectó seriamente al peliverde.

Maldición, sinceramente quisiera no ser tan fácil de manipular, pero es que no aguanta verla así. Vale que si sea un poquito molesta, pero es parte de su encanto y eso le gusta de ella, pero que ella misma pensara eso de sí misma por culpa suya no es algo que pueda soportar.

Dejó su libro sobre la mesa dejando de usar Telekinesis, se llevó la palma de una mano al rostro y agachó la cabeza. -Bien, lo haré-, aceptó Izuku derrotado, provocando que el rostro de la rubia se iluminara.

-¿¡En serio!?-, preguntó Toga sonriendo repentinamente emocionada porque él haya aceptado ayudarla.

Él se quitó la mano de la cara y asintió. -Comenzamos ahora mismo-, dijo el chico tranquilamente chasqueando los dedos, provocando que un portal de Black Portal apareciera sobre la mesa dejando caer una pila de libros escolares que segundos antes estaban sobre el escritorio y bolso de ella.

-¡¿Qué?!-, exclamó Himiko impactada por la afirmación del peliverde y la repentina aparición de sus cuadernos y libros, se supone que comenzarían mañana o quizás la próxima semana, ¡no inmediatamente!.

Izuku se cruzó de brazos con una pequeña sonrisa inocente. -¿Qué esperabas?, no queda mucho para los exámenes finales, no creas que voy a ser suave contigo solo porque eres tú-, decía el atractivo chico mirando con esos escalofriantes y burlones ojos a la rubia que estaba comenzando a temblar de miedo. -Ahora que estás bajo mi cuidado, voy a asegurarme de que como mínimo estés entre los 5 mejores-, afirmaba él de forma inquietante ladeando la cabeza hacia un lado. -Vamos a esforzarnos, Hi-mi-ko-, dijo Izuku con tenebroso tono juguetón que envió un escalofrió en la columna vertebral de Toga.

Oh vaya, sin duda se arrepentiría de haberle pedido ayuda a él, quizás voluntariamente se había metido en lo que para ella sería infierno de aprendizaje.

-¡Por favor apiádate de mí, Izuku-Sensei!-, suplicó Himiko temerosamente con lagrimillas en los ojos y con las manos juntas como plegaria, rezando clemencia de su mejor amigo y ahora profesor privado para que no fuese tan duro con ella.

*Al Día Siguiente*

El sonido de la campana dio por finalizadas las clases por el resto del día, liberando tanto a los estudiantes como a Aizawa que fue el primero en despedirse vagamente de sus alumnos para luego irse del aula. Una vez que el profesor pelinegro salió, todos pudieron comenzar a levantarse de sus asientos.

-¡Toga-chan!-, exclamaron Mina y Toru alegres volteándose a ver a la rubia que también se encontraba levantándose de su puesto.

-¡Nos vamos!-, les respondió Himiko felizmente a sus amigas, tomó su bolso y fue caminando hacia ellas que también estaban listas para irse.

-¿A dónde van?-, les preguntó Kirishima curioso mientras se encuentra de pie junto al puesto de Bakugou acompañado también por Kirishima y Sero.

-¡Vamos a divertirnos en el centro comercial!-, respondió Ashido emocionada tomando los brazos de sus dos amigas que asintieron con el mismo entusiasmo que la pelirosa.

Kaminari colocó una mano sobre el hombro del pelirrojo. -Yo que tu no me arriesgaría a ir con ellas, mi mamá siempre me obliga a cargas sus bolsas cuando entra en una tienda "solo para mirar los precios"-, le aconsejó el chico eléctrico a su amigo por experiencia propia.

Las tres chicas estaban por salir del salón cuando escucharon la voz del presidente de la clase. -Himiko-, llamó Izuku a Himiko y las tres se voltearon para ver como el alto peliverde se acercaba lentamente con la mirada puesta en la rubia de agudos ojos amarillos.

-¿Qué sucede, Izuku-kun?-, le preguntó Toga con una sonrisa a su mejor amigo, quien se detuvo frente a ella.

-No despilfarres el dinero-, le dijo el chico a su amiga con un poco de severidad, pues conociéndola comenzaría a gastar compulsivamente por cualquier cosa que de repente se le antoje.

-¿Haaaaa?-, decía ella quejandose infantilmente. -Pero Onii-chan me dijo que podría gastar cuanto quisiera con la tarjeta que me envió-, decía la rubia recordándole a Izuku uno de los generosos regalos que su hermano mayor le envió a ella luego de que terminara sus pasantías con Edgeshot.

Pero lastimosamente lo que Toussen le permitiera o no a Himiko, es irrelevante para Izuku quien se cruzó de brazos. -Moderación-, le dijo de forma estricta a la rubia, esperando que ella se supiera controlar y no se dejara llevar por tener la riqueza de los Toga respaldándola. Más tarde tendría que charlar con Toussen para que dejara de consentirla tanto, suficiente tuvo cuando devolvió la cama King Size que el rubio le envió a ella.

-Esta bieeeen-, dijo Toga aceptando de mala gana la petición de Izuku, él está exagerando, no es como si ella fuese a gastar cientos de miles de yenes en una salida casual al centro comercial.

El peliverde sonrió ligeramente, ocultando bajo su calma la satisfacción que siente al ver que Himiko saldría con otras además de Momo, Uraraka y Nejire. Sinceramente está complacido de que ella se haya integrado tan bien y tenga varias amigas con las cuales divertirse, hay una notable diferencia si la compara con la Toga que acogió en su casa hace un año y parecía confiar únicamente en él.

-Por cierto, hoy llegaré un poco tarde-, avisó Izuku serenamente mientras metía sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón.

-¿Por qué?-, le preguntó Himiko con un poco de curiosidad a su mejor amigo, quien miró de reojo hacia un lado y ella se volteó a ver en esa dirección, percatándose de que Izuku veía a Momo que está frente a la otra salida del aula.

-Tengo planes-, decía él sencillamente con una pequeña sonrisa, encontrándose su mirada con la de Momo que sonrió risueña saludándole con un sutil gesto de su mano para luego salir del salón.

Este pequeño intercambio de miradas y sonrisas intrigó e irritó bastante a Himiko, la cual entrecerró los ojos seriamente sospechando de lo que pasó, pasa o pasará entre su querido Izuku y su amiga pelinegra. No... quizás está exagerando, seguramente es solo su imaginación, no hay manera en que Momo-chan fuese a intentar algo con Izuku-kun a causa de la promesa que hicieron, está siendo paranoica.

-Con eso dicho, diviértanse chicas-, les deseó el presidente de la clase con una ligera sonrisa amistosa a sus tres amigas, esperando que lo pasen bien ante todo.

Mina sostuvo de los hombros a Toga. -¡La cuidaremos, Midoriya-kun!-, le dijo la pelirosa con una gran sonrisa al presidente de la clase.

Toru por su lado abrazó un brazo de la rubia. -¡Déjanosla a nosotras!, ¡está en buenas manos!-, afirmó alegremente la chica invisible, divirtiendo a Izuku y avergonzando a Himiko.

Él suavizó su expresión y sus ojos se encontraron con los orbes amarillos de su amiga. –Nos vemos-, despidió a Himiko con una pequeña sonrisa que sacudió el corazón de la sonrojada rubia que torpemente siguió a sus amigas hacia el pasillo.

Se hubiera despedido también, pero estuvo demasiado ocupada conteniéndose a sí misma para no abrazarlo fuertemente frente a sus compañeros.

*En el Centro Comercial*

Desde hace un par de horas, las tres chicas no han parado de explorar el centro comercial al cual Mina las había llevado. Mientras que afuera está anocheciendo, dentro del edificio todo estaba lleno luces y multitud de personas de todas las edades, las cuales trabajan aquí o vinieron al igual que ellas a divertirse en la variedad de tiendas disponibles.

Entraron a unas cuantas tiendas de ropa, viendo y probándose varios atuendos en los vestidores y terminando por comprar solo unas pocas prendas. Luego fueron a un Arcade donde jugaron en los Shooters, en la Garra Mecánica y en las máquinas de Baile donde varias personas se reunieron para ver el épico duelo entre Himiko y Mina. Después de ello ingresaron a un restaurant familiar donde tomaron una mesa y pidieron Crepas y unas Malteadas.

En estos momentos las tres estudiantes de Yuuei se encontraban caminando sin rumbo por uno de los amplios pasillos mientras cargan sus bolsos de la escuela y un par de bolsas de las prendas que compraron. No tenían un objetivo fijo, solo caminaban observando las tiendas a su alrededor.

-¡Este lugar tiene de todo!-, decía Toru asombrada por la absurda variedad de locales a su alrededor, con tanta diversidad es normal que hayan tantas personas en este lugar.

-Vengo aquí algunas veces cuando necesito tomar un descanso de las clases y entrenamientos-, decía Mina relajada con una pequeña sonrisa, a los lugares a los que más acostumbra ir son el Arcade, al Campo de Bateo y el Karaoke.

Toga le picó el brazo juguetonamente a la pelirosa. -Si por tomar un descanso te refieres a perder contra mí en una batalla de baile, entonces sí que descansaste, ¿no es así?-, preguntaba la rubia un poco burlona, tocando un nervio de Mina.

-No te pongas presumida Toga-chan, sabes que te hubiera ganado de no ser porque arruiné mi combo al final-, dijo Ashido un poco molesta ya que su amiga no ha dejado de alardear desde que gano solo por suerte.

-Bla bla bla, solo escucho excusas-, decía Toga sonriendo divertida y apartando la mirada en otra dirección, provocando la fibra competitiva de la pelirosa.

-Ya lo pediste, la siguiente voy a elegir Break Dance y voy a limpiar el suelo contigo-, declaró Mina sonriendo desafiante a su amiga, decidiéndose a ir en serio la siguiente y no contenerse.

La rubia se encogió de hombros como si fuese algo inevitable. -La Reina aceptará tu reto-, contestó ella sonriendo un poco arrogante, encontrándose su mirada con la desafiante Mina que se aseguraría de quitarle esa sonrisa la siguiente vez que fueran a competir.

Hagakure cambió el tema de conversación. -El camarero que nos atendió en el restaurant era bastante lindo, ¿no lo creen?-, les preguntó la chica invisible a sus dos amigas, las cuales se tranquilizaron y le prestaron atención.

-No lo sé, no es mi tipo-, respondió Ashido sencillamente mientras continua caminando con la mirada al frente.

-¿Y cuál es tu tipo, Mina-chan?-, le preguntaba Toga con un poco de picardía a su amiga mientras que Toru y ella la empujaban desde ambos lados.

Toru flexionó sus brazos para hacer una pose. -¿El enérgico y varonil que se esfuerza en todo lo que hace?-, preguntó la chica invisible tratando de hablar varonilmente como cierto pelirrojo de su clase.

Himiko por su lado se colocó las manos en los bolsillos y frunció el ceño. -¿O él amargado y malhablado que tiene complejo de superioridad?-, le preguntó a su amiga de manera malhumorada como cierto rubio cenizo.

La pelirosa rió un poco al ver las malas actuaciones de sus amigas. -Ustedes dos solo quieren molestarme-, les decía a ellas empujándolas para que le dieran su espacio.

Pero no se rendirían. -¡Vamos Mina-chan, respóndenos!-, le suplicaban exageradamente ambas chicas, divirtiéndose al fastidiar a Mina con sus dos posibles Shipeos.

Ella suspiró rindiéndose por la insistencia de ellas. -No lo sé-, respondió con una pequeña sonrisa mientras se lleva una mano al pecho. -Me tomo mi tiempo para descubrirlo-, agregó con un tenue sonrojo en sus mejillas.

Toga y Toru se quedaron unos segundos calladas, luego se miraron entre si y de nuevo miraron a Mina, entonces chillaron emocionadas y se acercaron para sostener los brazos de su pelirosa amiga que se estaba avergonzando por todo el espectáculo que están haciendo cuando hay tantas personas a su alrededor.

-Que picara, Mina-chan-, le decía Himiko con una sonrisa pícara mientras le da ligeros codazos a su amiga, la cual de nuevo se las quitó de encima.

-Ajá, ¿y qué me dices de ti, Toga-chan?-, replicó Mina apuntando fijamente a Himiko, apartando la atención de sí misma para ahora interroga a la rubia.

-¿De mí?-, preguntó Toga confundida mientas se señala a sí misma.

Ashido asintió. -¿Cuál es el tipo de chico que te gusta?-, preguntó la pelirosa con una sonrisa mirando a su amiga mientras que Hagakure a su lado estaba igual de interesada.

Himiko no tenía necesidad de pensar en su respuesta, en vez de eso una suave sonrisa se dibujó en sus labios y un rubor se acentuó en sus mejillas. -Creo que es alguien amable y calmado, es serio con casi todo pero también se divierte a su propia manera, tiene esa rara cualidad para molestarme y aun así hacerme querer estar cerca de él, además que sus manos son bastante fuertes y gentiles cuando me abraza-, decía la rubia con una cálida y agradable sensación inundando su pecho. -Se preocupa por las personas a su alrededor aunque no lo demuestre, y no importa qué, siempre cumple sus promesas-, agregó con el vivido recuerdo de su mejor amigo abrazándola cuando la protegió del ataque de Beta Alta Gama en la mansión de los Toga.

"¿Te encuentras bien?"

"Izuku-kun... ¿Por qué tú...?"

"¿De verdad a estas alturas me vas a preguntar eso?. Lo hice, lo hago y lo seguiré haciendo porque me importas mucho, quiero ser un héroe y lo mínimo que puedo hacer es proteger a mi querida amiga. Además... te dije que te salvaría, ¿verdad?"

Cierto, él lo dijo aquel día en que se conocieron, él día en que su vida cambiaría por completo.

"Yo te salvaré"

Y no faltó a su promesa, la salvó en todo el significado de la palabra, hizo justamente lo que dijo que haría y es en parte por eso que ahora está tan perdidamente enamorada de su mejor amigo, quien hizo demasiado por una chica a la que desconocía por completo solo porque así es él.

Por eso y por más, ama profundamente a Izuku Midoriya.

-¡Lo sabía!-, exclamó Ashido eufóricamente sobresaltando un poco a Toga, la cual dio un respingo cuando su amiga alzó la voz.

-¿Qué cosa?-, le preguntó la rubia un tanto confundida a la pelirosa, la cual levantó su brazo y luego lo descendió para señalarla fijamente.

-¡Estás enamorada de Midoriya-kun!-, declaró Mina emocionada mientras que a su lado Hagakure chillaba y se acercaba a su amiga, la cual se sonrojó ligeramente y agachó la cabeza avergonzada.

-¿A-Acaso está mal?-, les dijo Toga a sus amigas con el ceño fruncido, interpretando el asombro de ellas como una clase de ofensa, ¿Qué tiene de malo que esté enamorada de alguien tan grandioso como Izuku-kun?.

-¡Claro que no Toga-chan!, ¡es fantástico!-, decía Toru emocionada mientras sujeta las manos de Himiko, la cual se sonrojó un poco más y sonreía alegre de que sus amigas estuviesen felices por ella.

-Aunque seguro que lo tienes difícil, eres increíble para que justamente te gustara nuestro presidente-, dijo Ashido con una mano sosteniendo su barbilla, provocando confusión en la rubia.

-¿Por qué?-, le preguntó Himiko a su amiga pelirosa que acababa de decir algo que la intrigó.

-Porque él es IPAF-, respondió Toru a la pregunta tranquilamente mientras ve a su amiga, la cual ladeó la cabeza a un lado.

-¿Qué?-, decía Himiko aún más confundida, no comprendiendo lo que ellas trataban de decirle.

Mina mostró su mano y comenzó a levantar los dedos. -Inteligente, Popular, Atractivo y Fuerte, ese es el término que leímos en una revista de lo que buscan las chicas en un chico-, decía ella con cuatro dedos levantados frente a Toga.

Ella alzó una ceja. -¿No es muy estúpido?-, les preguntó Himiko sinceramente perpleja de que en serio haya un término tan ridículo.

-Lo es, pero sirve para demostrar mi punto-, concedió Ashido antes de continuar hablando. -Midoriya-kun es tan perfecto que parece inalcanzable-, explicó la pelirosa cruzándose de brazos mientras cierra los ojos, causando sorpresa en Toga.

Hagakure asintió con su invisible cabeza, coincidiendo con Mina. -Es cierto, cuando lo veo es como si presenciara a alguien sin defectos, creo que por eso soy incapaz de pensar en él de otra forma que el confiable presidente-, decía Toru con calma opinando de la misma forma que la pelirosa.

No había mucho que pensar, Izuku Midoriya siempre ha demostrado ser diferente del resto de la clase, sereno y calculador en cualquier circunstancia, implacable y fiero con sus oponentes, astuto y carismático con notas perfectas en todas las materias y su sola figura es una de autoridad y respeto, indiscutiblemente él es la persona más adecuada y confiable para ser el representante y líder de la clase 1-A.

Sin dudas él es una buena persona, pero al menos ellas dos no se han visto capaces de estar a su lado sin sentir una diminuta sensación de rechazo natural, como si no estuviesen a la altura para interactuar como iguales con el presidente de la clase que se dirigía a ellas de forma tranquila y cordial.

Himiko por su lado tenía los puños apretados, su cabeza agachada y se mordía ligeramente el labio. (Se equivocan, Izuku-kun no es así), pensaba ella enojada para sus adentros, no tolerando muy bien la manera en la que ellas lo están malentendiendo.

¡Izuku-kun no es perfecto!, tiende a ocultar su dolor bajo una sonrisa para no preocupar a nadie, piensa en lidiar con sus problemas por sí mismo, le cuesta confiar en otras personas y además es tan terco que preferiría morir peleando antes que abandonar a una persona que necesite su ayuda. Su forma de ser aunque heroica es autodestructiva, quien dice que él es perfecto es porque no se han dado la oportunidad de conocerlo mejor y comprender por lo que le ha sucedido para volverse así.

Pero ella conoció lo suficiente a Izuku Midoriya como para enamorarse de él con todos sus defectos incluidos, para Himiko Toga él es perfecto con todas sus imperfecciones, ama cada aspecto que lo hace ser como es y no cambiaría nada.

-Un momento, ¿acaso ese no es Midoriya-kun?-, preguntó Hagakure un poco sorprendida señalando con un guante en cierta dirección.

La mención del peliverde captó la absoluta atención de Toga que levantó la cabeza y observó en la dirección que señala su amiga invisible, quedándose congelada ante la escena que contempló a varios metros delante de ellas.

A unas cuantas tiendas de distancia, de una librería salía el mencionado Izuku, quien vestía de calzado oscuro, pantalón de mezclilla negro, una ajustada camiseta gris debajo de una chaqueta oscura arremangada hasta los antebrazos.

Él se ve tan bien como de costumbre, pero la verdadera sorpresa de Himiko provino de la chica que lo acompaña, quien no es otra que Momo-chan, la cual lleva unas zapatillas negras, un pantalón azul ceñido a sus esbeltas piernas y un suéter de lana azul oscuro con cuello de tortuga, tiene su largo y hermoso cabello suelto cayendo en cascada sobre sus hombros, además posee unos preciosos aretes y un pequeño bolso caro que sostiene en un brazo.

Ellos dos fácilmente captaban la atención a su alrededor, dejando de lado que ambos fuesen reconocidos por el festival deportivo y en el caso de Izuku por su extensa popularidad, ambos se veían bastante bien uno al lado del otro. Izuku es la viva imagen de un Ikemen mientras que Momo es una bella joven de alta clase, al caminar juntos les rodeaba un aire de una pareja perfecta que bien era la envidia de varios de los civiles asi como la admiración de otros que los contemplaban.

El sereno chico estaba viendo a la pelinegra a su lado que sonreía dulcemente con un sonrojo adornando sus mejillas. Ambos luego de salir de la librería se comenzaron a alejar, no habiéndose percatado de la presencia de Mina, Toru y finalmente Himiko.

-¡Que hermosa se ve Yaoyorozu-chan!-, halagó Toru emocionada a la vicepresidenta de la clase que se veía bastante bien con su largo cabello suelto, además que particularmente la ropa que lleva encaja bastante bien con ella.

Himiko seguía congelada en su sitio, mirándolos alejarse mientras charlan amenamente, algo en su interior se estrujaba y sentía como mil y un alfileres se clavaran lenta y dolorosamente en su corazón.

Mina se percató de la sombría expresión de Toga y se asustó un poco. -C-Cálmate Toga-chan-, le decía la pelirosa sonriendo un poco nerviosa mientras se le acerca. -Seguramente no es lo que parece-, le decía un poco nerviosa, esperando que no malinterpretara lo que acaba de ver.

-¿Que están en una cita?-, preguntó Himiko con un tono neutro y frío mientras sus ojos están cubiertos de manera siniestra.

Ashido seguía asustada, pero aun asi trataba de tranquilizar a su amiga. -B-Bueno, sí parece eso, pero seguramente hay una explicación para ello-, argumentaba tratando de contener el justificado enojo de la rubia, pues seguramente ella también estaría molesta si ve al chico que le gusta en lo que parece una cita con otra chica.

Y si bien esa es en cierta parte el motivo tras el descontento de Himiko, este también se debe a algo de lo que solo Nejire, Ochako, Momo y ella tienen conocimiento, y eso no es otra cosa que la promesa que las cuatro hicieron hace dos días.

El ver a su amiga alejándose felizmente junto a Izuku-kun, la llena de coraje y una irascible ola de enojo. (Hicimos una promesa... ¡hicimos una promesa!), pensó frunciendo el ceño y comenzando a caminar.

-¿Toga-chan?-, le preguntó Toru un poco temerosa a la rubia que pasa a su lado y parece dirigirse hacia donde se van Izuku y Momo.

-Espérenme aquí, no tardo-, dijo Himiko seriamente con sus ojos oscurecidos mirando fijamente la espalda de Momo-chan.

-¡Espera!-, exclamó Mina extendiendo la mano para sujetar la muñeca de Toga y detenerla. -¡No vayas a hacer una locura!, cálmate y piensa racionalmente, Toga-chan-, le pedía la pelirosa intentando impedir que su amiga guiada por los celos haga algo de lo que después se pueda arrepentir.

-¡Cierto!, ¡Quizás es un malentendido!-, le decía Hagakure a Toga forzadamente optimista para tratar de convencerla de que está malinterpretando la situación.

Himiko se quedó callada unos segundos y luego se volteó a ver a sus dos amigas con una pequeña e inocente sonrisa, una bastante normal. -Tranquilas, prometo que no haré un escándalo-, les decía tranquilamente a Mina y Toru, las cuales no estaban muy convencidas de dejarla ir. -Confíen en mí-, les pidió Toga de forma más gentil.

Ashido se volteó a "ver" a Hagakure la cual comparte su misma duda, sin embargo al paso de unos segundos la pelirosa suspiró y soltó la muñeca de Himiko, la cual se mostró agradecida y reanudó su camino para seguir a su mejor amigo y a su amiga pelinegra.

Solo hablaría con Momo-chan, solo tendría una civilizada y tranquila charla con esa traidora.

Izuku junto a Momo se detuvieron frente al cine, en el cual entrarían para ver la película que vinieron a ver y cuyas entradas compraron apenas llegaron al centro comercial que a Momo se le ocurrió explorar.

El alto peliverde se volteó a ver a su amiga. -Pronto la función va a comenzar, deberíamos ir haciendo fila para las palomitas-, opinó con una tenue sonrisa calmada mientras señala el interior del cine.

Momo estuvo de acuerdo con la idea, pero tenía algo que hacer antes de entrar. -Discúlpame un momento Izuku-kun, necesito ir al lavabo-, le dijo la Yaoyorozu con sonrisa al pecoso chico, quien no veía algún inconveniente con eso.

-Está bien, te espero adentro-, contestó él comprensivamente, aliviando a Momo que se dirigió hacia el Baño de Mujeres mientras que él tranquilamente ingresa al cine con las manos en los bolsillos.

La pelinegra entró risueña al baño femenino, se acercó al lavabo donde dejó su bolso a un lado y se comenzó a remojar las manos mientras se mira a si misma al espejo con un tenue sonrojo adornando sus mejillas.

Desde que su cita con Izuku empezó no ha dejado de sentirse bastante contenta, el solo hecho de no chillar como niña al imaginar que otras personas los ven como una pareja ya es un logró. Ni siquiera le importaba en lo más mínimo las miradas que ambos atraen, su mente únicamente está enfocada en disfrutar cada segundo posible en compañía del peliverde que con esa sonrisa suya ha estado caminando a su lado como su acompañante.

Sin duda Momo está más que agradecida por su madre por haberla ayudado a vestirse y prepararse, le escogió el conjunto de ropa, le compró el bolso y le prestó uno de sus muchos aretes, además la ayudó a arreglar su cabello. En definitiva le daría un gran abrazo a su progenitora, pues gracias a su trabajo Izuku le dio un cumplido cuando ambos se encontraron.

"Te ves hermosa, Momo-chan"

Su rubor se intensificó y su sonrisa se volvió un poco tonta, casi se derretía al recordar como él vestido de forma casual le dijo aquello con esos profundos orbes verdes mirándola a los ojos, se sentía la chica más afortunada de todo el mundo por estar teniendo técnicamente una cita con el peliverde del que se enamoró.

Inhaló y exhaló lentamente en un intento de calmarse y apaciguar el agitado latir de su corazón, estaba demasiado emocionada porque estaba a punto de entrar con él a ver la película. Que si bien está interesada en como adaptaron el libro, está más enfocada en aprovechar esta oportunidad para intentar tocar la mano de Izuku-kun. Ya sea cuando ambos quieran tomar palomitas o que casualmente ella la coloque sobre la de él mientras ven la función, ella trataría de lograr su objetivo.

Ella se palmeó las mejillas suavemente. (¡Puedo hacerlo!), se convenció a sí misma con mucha determinación en su rostro mientras se mira en el espejo.

-Pareces muy feliz, Momo-chan-, decía Toga con una pequeña sonrisa desde atrás de la pelinegra, la cual se asustó al ver el reflejo de su amiga en el espejo.

-¡¿T-Toga-chan?!-, exclamó Momo sorprendida girándose a ver a Himiko a la cual no escuchó entrar, quizás por estar demasiado metida en sus pensamientos. -¿Q-Qué estás haciendo aquí?, quiero decir, hola, ¿Cómo estás?-, decía torpemente la Yaoyorozu forzando una sonrisa para saludar casualmente a su amiga, la cual sinceramente desea desaparecer para que no descubra su salida con el peliverde.

La rubia sonrió gentilmente mientras que entrecierra ligeramente los ojos. -No hace falta que lo ocultes, ya los vi juntos, Izuku-kun te espera dentro del cine, ¿verdad?, no deberías hacerlo esperar mucho-, decía Toga de forma inquietantemente calmada, poniendo alerta a su amiga que sintió hostilidad debajo de aquellas palabras.

-¿Qué quieres?-, preguntó Momo sosteniéndose un brazo mientras aparta la mirada, no sintiéndose capaz de mirarle a la cara cuando ya sabe que está en compañía de Izuku.

Toga caminó lentamente hacia Momo. -¿Qué quiero?, eres muy lista como para hacer preguntas tan tontas, Momo-chan-, decía amistosamente la rubia deteniéndose justo en frente de su amiga que es un tanto más alta que ella. -¡Quiero respuestas!-, reclamó explotando sujetando del cuello del suéter a la Yaoyorozu. -¡¿Por qué estás en una cita con Izuku-kun?!-, preguntó Himiko enojada mientras fulmina con la mirada a la pelinegra.

Pero Momo seguía sin verla a la cara. -Yo...-, decía tristemente casi en un susurro, incapaz de poder responderle a su furiosa amiga que ciertamente tiene motivos para estar molesta.

-¡Habíamos prometido que no nos acercaríamos a él con esas intenciones!, ¡tú también lo aceptaste!, ¡¿entonces por qué?!-, exclamaba Toga alterada mientras aprieta sus manos y sus ojos se humedecen, enojada tanto por su traición como por el hecho de que no se atreve a dar la cara. -¡Respóndeme Momo-chan!, ¡¿Por qué rayos haces lo que te da la gana?!-, reclamó la enojada rubia, presionando un interruptor en Momo con sus palabras.

-¡Por qué él me gusta!-, respondió Momo cerrando los ojos con fuerza y empujando a Himiko para que se apartara, sorprendiendo a Toga que observaba a la Yaoyorozu con una expresión más compuesta y firme que hace unos segundos.

Es cierto, está haciendo justo lo que quiere, está siendo egoísta y está mal el haber traicionado la promesa que hizo con sus mejores amigas. Es consciente de que lo que hace no es correcto, pero es algo que debe hacer, mejor dicho es algo que está dispuesta a hacer por lo que en realidad quiere, todas las repercusiones de sus actos son admisibles al considerar que puede obtener el amor del chico que la cautivó.

Momo Yaoyorozu decidió actuar así por una sencilla razón. –Porque él... me gusta-, y eso es más que suficiente para correr el riesgo. -No importa cuánto tiempo invierta en tratar de contener lo que siento, voy a seguir enamorada de él, nada va a cambiar eso-, decía convencida mientras sus ojos se encuentran con los de su amiga. -No quise traicionarlas ni hacerles daño, pero no puedo echarme para atrás, estoy enamorada de Izuku-kun y lo quiero, las consecuencias las afrontaré después-, dijo Momo decidida con su decisión ya tomada desde el día anterior.

Lucharía por lo que quiere.

Himiko frunció ligeramente el ceño mientras aprieta sus manos. -Eres más egoísta de lo que pensé-, dijo la rubia, internamente sorprendida de que Momo fuese a pensar igual que ella, no esperó que también fuese capaz de traicionar a las demás por quedarse con Izuku.

Momo recuperó la compostura para afrontar con toda su determinación a su amiga. -Al parecer así soy, me educaron con la mentalidad de luchar por lo que quiero, tu deberías entenderlo también, es por eso que yo...-, decía la pelinegra con sus oscuros ojos reflejando su convicción. -No quiero tener arrepentimientos-, declaró la bella chica llena de seguridad.

No quiere sentir remordimiento en el futuro cuando en su vida falte ese algo importante que Izuku le hacía sentir, no quiere sentir lastima de sí misma por no haber actuado por mera consideración, por eso ella viviría primero para su propia felicidad y lograría entablar una relación con el amable chico que la inspira a la mejor versión de sí misma.

En el baño se formó un tenso y frágil silencio en el cual ambas chicas se miraban la una a la otra. Momo miraba seriamente a la rubia, la cual agachó la cabeza y se abrazó el abdomen mientras comenzaba a temblar.

-Haha... ha... ¡Hahahahaha!-, Himiko había comenzado a reír para incredulidad de la Yaoyorozu que se sintió bastante confundida, ¿qué le daba tanta gracia a Toga-chan?, estaba hablando seriamente aquí, no está bromeando.

La rubia seguía riendo, reía y reía realmente divertida, tanto que hasta su abdomen le comenzaba a doler un poco. No se burlaba de los sentimientos de Momo, pero es que sencillamente no puede evitar encontrarle gracia al hecho de que en realidad fue tan ingenua al pensar que le sería tan fácil quedarse a su mejor amigo para sí sola, en definitiva había subestimado los sentimientos de su amiga pelinegra.

Dejó de reír al paso de un par de segundos y se cruzó de brazos. -¡Sí!, así debe ser, me hubiera sentido mal si yo hubiera sido la única que rompía nuestra promesa-, decía Toga con una amplia sonrisa en su rostro. -Ahora ya no sentiré culpa cuando reclame a mi Izuku-kun-, declaró abiertamente la rubia con absoluta confianza en su victoria mientras apunta su brazo derecho hacía la pelinegra. -Prepárate Momo-chan, ahora voy a ir con todo lo que tengo-, le advirtió con un tono desafiante, pues no hay manera en que la dejara quedarse con su futuro esposo.

Momo se sintió incitada a aceptar el desafío de su amiga y mostró una pequeña sonrisa. -Seria aburrido si no lo haces, pero deberías sabes que la familia Yaoyorozu no conoce la palabra derrota-, dijo la heredera de los Yaoyorozu cruzándose de brazos igual de firme en quedarse con el chico que indudablemente seria suyo.

-Tampoco yo-, aseguró Toga descartando la opción de perder esta pelea por el corazón de su héroe.

Ambas amigas se observaron fijamente, ahora reconociéndose la una a la otra como rivales que lucharían por el amor de Izuku Midoriya, a partir de ahora no había cabida para hacer de amiguitas en esta guerra que están decididas a ganar.

Momo tomó su bolso y comenzó a caminar hacia la salida de los baños, pero se detuvo antes de salir. -Oh, casi se me olvida-, dijo ella tranquilamente girándose a ver por encima del hombro a Toga. -Voy a estar más entretenida con Izuku-kun que de la película-, comentó con una encantadora sonrisa para después irse con esa provocación en el aire.

A Himiko se le hinchó una vena en la frente y sonreía de forma bastante inquietante, logrando a duras penas contener su enojo y en cambio utilizarlo como incentivo para borrarle esa actitud presumida a su amiga.

Quizás una foto abrazando a Izuku mientras estudian haga el trabajo.

Un par de minutos después, la rubia ya se encontraba caminando de vuelta al lugar donde se había separado de Mina y Toru, las cuales esperaron su regreso sentadas en una banca y al ver a la rubia acercarse, ambas se pusieron de pie y caminaron hacia ella.

-¡Toga-chan!-, exclamó Hagakure preocupada por su amiga mientras llega a su lado junto a Ashido que sostuvo de los hombros a Toga.

-¿Qué fue lo que hiciste?, ¿alguien salió herido?, cuéntanos qué pasó-, le pedía Mina preocupada a Himiko, esperando que no haya asaltado a Momo-san y a Midoriya para exigir respuestas.

La rubia se encogió de hombros con sencillez. -No mucho, solo tuve una breve plática con Momo-chan-, respondió Toga con una pequeña sonrisa tranquila.

-¿Y?-, preguntaron tanto Mina como Toru incitadas por su curiosidad en el asunto, cosa que divirtió un poco a Himiko que contuvo su risa.

-Diría que ambas queremos la misma carta, pero no ninguna está dispuesta a soltarla-, explicó ella de la forma más acertada y simple que se le ocurrió para plasmar su actual rivalidad amorosa con una de sus mejores amigas.

En este juego de la vida, ambas desean al mismo chico, pero solo una puede tenerlo y ninguna planea rendirse, en realidad es algo bastante sencillo.

-¿Carta?, ¿de qué estás hablando, Toga-chan?-, le preguntaba Hagakure intrigada a la rubia mientras que Ashido a su lado se mantenía en silencio tratando de entender el significado de lo que dijo Toga.

No les podía contar de los sentimientos de Momo-chan por Izuku, no es algo que tenga el derecho de revelar, por eso no puede darles más detalles, pero todo está bien, no necesitan enterarse de la competencia que ahora tiene, solo del resultado final que obviamente seria su victoria.

En resumidas cuentas debe ganarse el corazón de Izuku-kun antes que Momo-chan. Fácil, ¿no es así?, después de todo vive en la misma casa que él, no debería ser tan difícil ganarle a alguien que apenas iba al cine con él por primera vez.

*Al Día Siguiente*

Maldición, todavía no se ha podido quitar ese mal sabor de boca luego de lo que pasó en la mañana. Llegó como de costumbre al aula con Izuku-kun y para su suerte estaban completamente solos, asi que intentó flirtear un poco hasta que la entrometida de Momo-chan llegó con esa fingida sonrisa tranquila en su cara.

Además tuvo el descaro de invitarlo a beber té frente a ella, pero no permitiría que Izuku-kun aceptara frente a sus narices, asi que insistió en que él le acompañara a comer en Paradise después de la escuela, pero la molesta Yaoyorozu seguía insistiendo y ella no se quedó atrás. Lo peor fue que como cereza del pastel llegó Uraraka-chan y habló con Izuku-kun afuera del aula y cuando volvieron a entrar se comportó muy arrogante y presuntuosa cuando declaró que Izuku-kun le había prometido ayudarla con las compras.

La castaña frustró sus planes para la tarde, ahora anotaba mentalmente que no debe subestimar a Uraraka-chan, lo más sabio seria considerarla otra rival a la cual derrotar en esta guerra. De cualquier manera no dejaría que aquello le desanimara, al menos puede acaparar a Izuku-kun durante todos los recesos.

Actualmente se encuentra caminando de vuelta a la clase 1-A luego de ir a la cafetería a comprarse un jugo de manzana, apenas el primer receso del día comenzó hace unos cuantos minutos, tiene tiempo para decirle a Izuku-kun que la acompañe a caminar por el Campus de la academia.

Sorbía el jugo de manzana a través de la pajita mientras desliza la puerta de su salón para ingresar, entonces de lo primero que se da cuenta es que no encuentra la alborotada cabellera de su amado peliverde, quien no está sentado en su puesto ni se encuentra en el salón.

-¿Alguien ha visto a Izuku-kun?-, les preguntaba Toga con calma a Todoroki y Lida que se encontraban de pie en los puestos del frente junto a Kaminari y Koda.

El pelimixto se giró a ver a la recién llegada. -Hado-Senpai vino hace un rato y se lo llevó-, respondió Todoroki monótonamente, sorprendiendo a Himiko que casi se atraganta con su jugo.

-¡¿Qué?!-, preguntó ella tomada por sorpresa por la inesperada participación de su animada y alegre Senpai. -¿Saben a dónde se fueron?-, preguntó con más seriedad, deseando ir a donde sea que estén para interrumpir su tiempo juntos.

-No lo dijo, solo entró tan rápido como un huracán y se fue con Midoriya-kun-, respondió Lida con calma mientras se arregla los lentes, aun recordando como la superior de tercer año entró tan alegre como siempre y tomó de la mano a Midoriya para llevárselo.

Toga chasqueó con la lengua para luego morderse un dedo. -Mierda, se me adelantaron-, decía frustrada la chica cruzándose de brazos, reprendiéndose por haberse ido del aula en primer lugar y dejar solo a su mejor amigo.

Ella no es tonta, es perfectamente consciente de que Nejire-Senpai es una rival de temer aunque no se lo proponga, primero porque recuerda que Izuku-kun ya ha tenido una cita con ella en un parque de diversiones, si aquello significó algo romántico o no lo desconoce, pero en segundo lugar está el detalle de que se hicieron más cercanos durante su tiempo trabajando juntos en la agencia de la heroína Ryukyu.

Si recuerda que dijo que no estaba interesada en Izuku de manera romántica, pero no puede darse el lujo de descartarla cuando Momo-chan salió con él ayer y Uraraka-chan dejó su posición muy clara cuando se entrometió en la mañana. Pero hablando honestamente de sus amigas, es la peliazul la que más tiene oportunidad de enamorar a Izuku-kun, lógicamente después de ella que por vivir con él por más de un año tiene más puntos de afecto acumulados.

-¿Sucede algo, Toga-chan?-, le preguntó Kaminari a la rubia con un poco de curiosidad, ya que parecía molesta luego de escuchar que Nejire de Los Tres Grandes se llevó a Midoriya, dios que suerte tiene algunos.

Ella se tranquilizó y forzó una sonrisa. -Nada, solo quería decirle algo-, mintió Himiko sacudiendo un poco las manos para no levantar sospechas en sus amigos.

Segundos después la puerta del aula se volvió a abrir y la persona que entró no es otra que Momo, la cual caminó hasta estar junto a Toga y tenía su mirada puesta en los chicos. -¿Alguien sabe dónde está Izuku-kun?-, soltando una pregunta similar a la que la rubia hizo al llegar.

Himiko la observó de reojo. -También llegas tarde, Nejire-Senpai ya se lo llevó-, respondió a la pregunta frunciendo ligeramente el ceño.

-Tch-, Momo chasqueó con la lengua mientras aparta la mirada, frustrada ya que venía con la intención de invitar al chico a desayunar juntos en la cafetería.

La rubia soltó una carcajada fingida. –Ja... sí, no eres la única-, dijo Himiko mirando en otra dirección volviendo a sentirse un poco malhumorada al recordar que del mismo modo que Momo, acaba de perder la oportunidad de pasar tiempo con Izuku-kun, al menos por este receso.

En vista de que ambas chicas parecían decepcionadas, el enano pervertido del salón no se pudo quedar con la boca cerrada. -Yo en cambio estoy aquí, siempre disponible-, decía Mineta con una sonrisa seductora mientras se coloca las manos en los bolsillos para verse guay, recibiendo solo las miradas llenas de desdén de Himiko y Momo, quienes en silencio solo lo juzgan como la basura que es. -¡Al menos digan algo!-, suplicó el pelimorado dolido por las frías miradas de ambas chicas.

Toga se volteó a ver a Momo a su lado. -¿Los buscamos?-, le preguntó a su amiga y rival pelinegra, la cual consideró la propuesta por unos segundos.

-Estoy dispuesta a cooperar-, aceptó la Yaoyorozu con calma y las manos juntas al frente para luego retirarse junto a Himiko en busca del peliverde que se encuentra en compañía de la peligrosa Senpai.

Luego de que ambas chicas salieran del salón, Tsuyu que se encuentra en su puesto se volteó a ver a Uraraka, la cual está sentada a su lado con los brazos extendidos sobre el escritorio y con su cabeza apoyada sobre este de forma holgazana.

-¿No vas a buscarlos también, Uraraka-chan?-, le preguntó Tsuyu tranquilamente a su amiga castaña, la cual seguramente también estaba interesada en eso ya que se alteró un poco cuando Nejire-Senpai llegó sin aviso para llevarse a Midoriya-kun.

Pero la chica seguía con los ojos cerrados. -No hace falta, ya lo tengo apartado en la tarde-, decía felizmente Ochako con una sonrisa, recordando satisfecha que al terminar las clases estaría a solas con Deku-kun.

-¿De qué hablas?-, preguntó Asui confundida no comprendiendo lo que dijo su amiga.

-Supongo que hoy haré Mochi-, divagaba Uraraka distraídamente con los ojos cerrados.

-Gero, está en su propio mundo-, comentó la chica rana rindiéndose en comunicarse con la castaña, la cual también estaba así antes de que la primera clase iniciara, quizás algo bueno le pasó y tal vez ese "algo" tenga que ver con el presidente de la clase.

*En la Noche*

Cada segundo de silencio empeora su humor y del mismo modo su preocupación, ha estado esperando durante horas a que Izuku llegara a casa luego de ayudar a Uraraka-chan con sus compras, ha aguardado pacientemente desde que llegó de la escuela y se cambió de ropa luego de un baño.

En vista de que ella no se lleva muy bien con el concepto de quedarse quieta, mató el tiempo viendo televisión, jugando algún que otro juego donde limpió el suelo con los desconocidos del multijugador, nada que no esté acostumbrada a hacer, pero aunque estuviese entretenida no podía dejar de revisar la hora en su teléfono y percatarse de que cada vez se hacía más tarde y su mejor amigo todavía no llegaba.

Al final su preocupación llegó a un punto en que abandonó cualquier actividad y se sentó en la mesa del comedor, con su cabeza apoyada de la superficie mientras mira fijamente la hora en su celular: 7:52 pm, él ya debería haber llegado hace un rato, no hay razón para que ayudar a Uraraka-chan le tomara tanto tiempo.

Es por eso mismo que estaba tan deseosa de verlo entrar por esa puerta, porque le preocupa lo que podría estar haciendo él con la castaña que posiblemente se haya ingeniado alguna artimaña para acapararlo aún más, solo ruega que esa artimaña no involucre un Hotel del amor.

Su atención fue rápidamente enfocada en el sonido del picaporte de la entrada y una sonrisa se dibujó en su rostro, ese seguro tiene que ser él, no necesitó otro motivo para ponerse de pie y correr hacia el pasillo.

La puerta principal se abrió y el adolescente peliverde se encuentra atravesando el umbral. -Estoy en casa-, avisó Izuku tranquilamente su llegada mientras cierra la puerta detrás suyo con Telekinesis, dado que sus manos estaban ocupadas cargando dos bolsas plásticas.

-¡Izuku-kun!-, exclamó Himiko alegre de verlo mientras salta hacia él para abrazarlo, empujando al chico que tomado por sorpresa se lastimó la espalda contra la puerta.

-Oye oye, cuidado con las bolsas-, le decía el chico a Toga con un tono severo, el dolor en su espalda no es la gran cosa, pero agradecería no ser recibido con tanta brusquedad cuando llega a su hogar.

Sin embargo la rubia poco o nada le importaba la queja de él, estaba demasiado concentrada abrazando el torso de su mejor amigo. Ella levantó la cabeza para mirarlo a la cara. -¡¿Por qué tardaste tanto?!-, le exigió una respuesta molesta, pues debe justificar su tardía llegada que la estuvo preocupando.

Él tranquilamente respondió. -Luego de dejar a Uraraka-chan en su casa, fui a Paradise a comprar la cena-, decía Izuku levantando las bolsas que desprendían un aroma que Himiko fácilmente reconoció como comida bastante deliciosa hecha por el Gerente. -Siendo honesto no tenía ganas de cocinar, apenas y si tengo la disposición para tu tutoría-, agregó el chico dejando su cabeza apoyada en la puerta detrás de él.

Entonces una tenue sonrisa se dibujó en sus labios a causa de que el clon que acaba de crear en su habitación fue recibido de la misma forma por Karna, la cual saltó de la cama a sus brazos denotando lo mucho que lo extrañaba.

Himiko lo liberó del abrazo y voluntariamente ignoró el detalle de que Izuku escoltó a Uraraka a su casa, estás más enfocada en la tutoría que él acaba de mencionar. -Con respecto a eso, si estás tan cansado no me molestaría que descansáramos hoy-, le dijo Toga con una nerviosa sonrisa al chico mientras que ella entrelaza sus dedos por detrás de su espalda.

Izuku entrecerró los ojos y miró directamente a su amiga. -Te dije que no sería suave contigo, ve a buscar tus libros-, ordenó él autoritariamente, provocando que la rubia hiciera un puchero.

-Mooo, dame un respiro, ayer fuiste muy estricto-, se quejó Himiko como niña pequeña mientras se cruza de brazos y recuerda lo duro que ha sido la enseñanza de Izuku desde que se lo pidió el martes.

Ella apartó la mirada y hacia un mohín con sus mejillas infladas, viéndose tierna a ojos de Izuku que sonrió comprensivamente. Ciertamente ella no estaría tan entusiasmada como él quisiera, quizás podría solucionar eso al darle un... incentivo.

-Hagamos algo-, dijo Izuku captando la atención de la rubia. -Si llegas a estar entre los primeros 5 en las calificaciones del examen teórico, te recompensaré con lo que tú me pidas-, decía serenamente el chico, provocando que se le iluminaran los ojos a la chica.

-¿Lo que sea?-, preguntó Toga sonriendo esperanzada en obtener como recompensa lo que su mente anhelara de su querido Izuku-kun.

-No soy tan estúpido como para prometer eso, pide algo dentro de mis capacidades y lo consideraré-, aclaró el peliverde con los ojos cerrados.

-¡Trato hecho!, ¡vamos a estudiar!-, aceptó fácilmente la emocionada Himiko, esa recompensa sigue siendo bastante tentadora como para dejarlo pasar.

Él sonrió ligeramente al verla motivada. -¿Qué es lo que vas a pedir?-, le preguntó a su amiga que se cruzó de brazos y parecía pensativa mientras se sostiene el mentón.

-Dame un tiempo para pensarlo, tengo muchas cosas en mente-, decía Toga cerrando los ojos meditando lo que pediría, quizás podría pedirle una cita romántica o que fingiera durante un día entero que están saliendo, eso ayudaría para demostrarle a sus amigas quien es más cercana a Izuku-kun.

El peliverde se inclinó hacia adelante con una sonrisa seductora. -Si quieres un beso te lo puedo dar sin problemas ahora mismo-, dijo Izuku con picardía a la rubia que ensanchó los ojos y un sonrojo se acentuó en sus mejillas.

-D-Deja de molestarme-, respondió Toga tímidamente molesta dándole la espalda al chico para luego comenzar a caminar hacia la sala de estar.

Ugh, si fuera lo suficientemente valiente para aceptar un beso entonces ya le habría robado uno a él hace mucho, no es algo que se sienta capaz de realizar por el momento, principalmente porque no cree que su corazón esté preparado para sentir aquello sin explotar de felicidad. Después de todo el punto de volverse novia de Izuku-kun es estar viva para disfrutarlo.

El chico sonreía divertido poniéndose recto mientras veía a su amiga irse avergonzada. -Oh, además...-, decía él pero sus palabras murieron en su boca.

-¿Qué?-, le preguntó Himiko a su mejor amigo que al parecer iba a decirle algo más.

Izuku guardó silencio durante unos segundos. -Mejor te lo muestro mañana-, dijo él sencillamente para que ella no le diese importancia. -Ve a buscar tus cosas, tengo 2 horas para explicarte historia del Japón feudal-, le decía con calma mientras que usa Black Portal para teletransportar las bolsas de Paradise a la mesa del comedor y su bolso de la academia a su habitación.

La rubia antes de irse a su habitación, se volteó a ver al chico. -Izuku-kun-, llamó ella captando su atención del mencionado. -Te quiero-, dijo Himiko con una dulce y sincera sonrisa.

Él se cubrió los ojos con la palma de una mano. -Si si, yo también-, respondió él sencillamente mientras le hace un gesto con la otra mano para que se apresurara a buscar sus cosas.

Toga frunció ligeramente el ceño. -Lo digo en serio-, afirmó ella con seguridad mirándolo fijamente, un poco molesta de que él pensara que está bromeando.

Él se quitó la mano de los ojos y le sonrió gentilmente a su querida amiga. -¿Y cuando dije que yo no?-, preguntó él retoricamente, pues aunque no lo demostrase de forma tan abierta como ella, eso no implica que no la quiera.

Himiko sonrió contenta mientras se ruborizaba un poco más, luego le dio la espalda y comenzó a caminar risueña en dirección a su habitación. Por el momento feliz de que al menos él pudiese decirle eso, pero aun así está determinada a que ese cariño que Izuku-kun le tiene sea el mismo amor que ella siente por él.

Pase lo que pase, ninguna de sus amigas le quitaran a Izuku Midoriya, porque sus sentimientos por su héroe nunca serán derrotados.

Mientras que Himiko doblaba en la sala de estar para irse al otro pasillo de la casa, Izuku bajaba la mirada hacia el cinturón que lleva puesto, en el cual tiene como hebilla a Reborn que le fue dado por Power Loader antes de que las clases terminaran.

Mañana finalmente seria el día en que les mostraría a sus amigos lo que ha estado maquinando en su mente desde I-Island, lo que ha estado experimentando recientemente con uno de sus Quirks.

*Fin del Capitulo*

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