La hija de Endeavor, Hanabi, porta un quirk problemático: conserva y roba la energía vital de otras personas, para transformarlas en juegos pirotécnicos explosivos.
Sin embargo, su cuerpo es incapaz de retener la energía de otros, y producto de sus...
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MIRIO TOGATA
No podía engañar a Eri-chan con mi actitud. En esta ocasión que la visitaba, la pequeña no me sonreía de la misma forma de siempre, y seguramente me reprendería por intentar persuadirla con mi falsa alegría.
No puedo evitarlo, estuve todos estos últimos días preocupándome, figurando sobre qué podía hacer desde mi posición para encontrar a Hana-chan, y sin embargo, nunca encontraba la respuesta.
—Tal vez yo pueda hacer algo —Eri tocó su cuerno al verme perder la sonrisa—, quizá yo pueda ayudar para encontrar a Fey Wok...
Acaricié su cabeza con ternura.
—Esto es algo de lo que deben encargarse los adultos, no debes preocuparte.
—Pero Lemillion-san cada día está más triste... no me gusta.
No pude disimular la melancolía que me provocaban aquellas palabras.
—Eso es porque hay algunos adultos que también tienen que conformarse con no poder encargarse de nada, por el momento... pero estoy haciendo mi mayor esfuerzo para no preocuparme tanto, te lo prometo.
Pese a que le había vuelto a sonreír, la pequeña de ojos rojos se quedó pensativa con una expresión agobiada, entrelazando sus propios dedos.
—Si aprendo a controlar mi don, quizá puedo hacer que recuperes el tuyo... Así podrías ir a salvar a Fey wok.
—No, Eri-chan, es peligroso que uses tu don... Escucha, todo estará bien, hay muchos otros héroes que están buscándola ahora mismo.
—¡¡Debo ayudar a Lemillion-san, porque no hay nadie más que pueda salvar a Fey wok!! ¡Solo tú!
Reí con dulzura apreciando su admiración hacia mí.
—Aún tienes que practicar con él, Eri-chan... si algo sale mal, quizá Lemillion-san se transforme en un mono —bromeé despeinando su cabello.
—¡¡Es cierto!! ¡¡o tal vez en un bebé!!
—No lo creo —reí imaginándolo—, Aizawa-sensei nos comentó que tu don solo permite rebobinar cuerpos a un estado anterior, no es que puedas regresar en el tiempo...
¡!
Dejé de acariciar su cabello súbitamente, luego de haberme percatado de algo. Sin querer, me quedé helado observándola, ante lo cual ella reaccionó alarmada.
—¡¿Pasó algo?!
—Toraberu Yuudai... él puede regresar en el tiempo... —murmuré eso sumido en mis pensamientos, sin modular decentemente.
Eri-chan no podría entender lo que estaba pensando sin que diera mayores explicaciones, pero yo estaba seguro de que me había dado la respuesta. La clave para salvar a Hana-chan estaba en él.
