La hija de Endeavor, Hanabi, porta un quirk problemático: conserva y roba la energía vital de otras personas, para transformarlas en juegos pirotécnicos explosivos.
Sin embargo, su cuerpo es incapaz de retener la energía de otros, y producto de sus...
AVISO: La historia del personaje a continuación es completamente inventada, no guarda relación con el manga original de BNHA.
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SHIGARAKI TOMURA
El mismo día por la tarde
A la vista de cualquiera, confiar ciegamente en un extraño criminal para una misión crucial no era una decisión inteligente. Aún así, debíamos valernos de alguien poderoso si queríamos arrebatar a la pequeña Endeavor de las manos de tantas personas.
Había sido fácil conseguirla en un principio, gracias a Dabi.
Luego de enterarme de su verdadero nombre entendí el porqué.
Tsk, me molesta ese tipo de lazos familiares, me dan asco, me causan repulsión.
Si tengo la oportunidad, haré que ese maldito traidor termine con ella con sus propias manos.
En fin, pese a lo estúpido que se oía el brindar confianza absoluta a un desconocido, lo hice de todas maneras.
Ver al sucio sujeto de pie en la base criminal, con la chica que le encargué a sus espaldas, me hizo comprender que nunca fue la peor opción.
—Amajiki Takumi, veo que cumpliste con tu parte —me quité lentamente la mano de mi padre, para sonreírle con la cara descubierta.
El villano empujó a la chica, obligándola a dar pasos frente a mí. Observé que parte del vestido blanco que vestía estaba ensangrentado, al igual que sus pies descalzos, los cuales se bañaban del mismo rojo carmesí.
—¿Crees que sería capaz de defraudar a mi nuevo camarada? —sonrió desquiciado—. Ahora me darás la información sobre el poder de All Might. Planeo atacar a lo grande.
—Me encantaría verlo —me acerqué a la pelirroja mientras mi voz se dirigía hacia él—. Veo que mataste a todos los que cuidaban de ella.
—¡Qué va! ¡ningún padre sería capaz de matar a su propio hijo! —exageró su voz, con sarcasmo—. He hecho que ella lo matara...
Cuando le oí emitir tales palabras, miré a Takumi con los ojos bien abiertos, inundándome de unas tremendas ganas de reír.
Sí, eso me gusta, que las personas destruyan a sus seres amados. Maldición, no podía dejar de reírme en su cara, aunque ella permaneciera sin expresión.
Ver esos ojos muertos no era divertido.
Pero al menos, como portador del Subordinate Doll, podía despertarla de aquella hipnosis si así lo quería.
Quería saber qué estaba sintiendo. Hana-chan, mataste a alguien muy importante para ti.
—... —me cubrí la boca con cuatro de mis dedos, para contener mis carcajadas—. Despierta —chasqueé mis dedos frente a su cara.
