La hija de Endeavor, Hanabi, porta un quirk problemático: conserva y roba la energía vital de otras personas, para transformarlas en juegos pirotécnicos explosivos.
Sin embargo, su cuerpo es incapaz de retener la energía de otros, y producto de sus...
AVISO: La historia del personaje a continuación es completamente inventada, no guarda relación con el manga original de BNHA.
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AMAJIKI TAMAKI
La primera de todas, sería la única noche en la que Fuyumi-san se quedaría junto a Hanabi. Al día siguiente, su madre vendría a cuidarla.
Madre... desde que me mudé al edificio de Endeavor, no había visto, ni tampoco cruzado palabras con la mía. Me podía tachar de mal hijo, pero en aquellos momentos, pocas cosas me importaban más que la desaparición de Hanabi.
Lo curioso fue que cuando ella regresó, no fue demasiado diferente.
No podía decir lo mismo ahora, que esperábamos por la llegada de Todoroki Rei-san. No dejaba de pensar en mi propia madre, o más bien, en la que me crió cuando era niño.
Unos recuerdos se activaron en mi memoria recientemente, y no me dejaban en paz.
Antes de llegar a la nueva casa, durante la primera semana en que Hanabi estuvo hospitalizada, un día excepcional visité la cárcel y tuve una pequeña conversación con Dabi.
Resultó mal, pues intentando entenderme con él, terminó emitiéndome un par de palabras que se marcaron en mi mente.
Traía junto a esas palabras, recuerdos malos que tuve durante mi infancia, y que había evadido impetuosamente.
Había reprimido gran parte de esas memorias para seguir adelante con mi vida, aunque hubieran incidido en mi forma de ser y de relacionarme con las personas.
Cuando llegué a la cárcel, Dabi estaba con la misma sonrisa sombría de siempre. Parecía bastante tranquilo, para tratarse de un villano privado de libertad.
Tenía que controlar mi ira hacia él, a pesar de lo difícil que era enfrentar esa mirada orgullosa que me dirigía, como diciéndome: ''sé lo que vienes a pedirme, y sé que esto será gracioso''.
Había una muralla transparente que nos separaba al centro de la mesa.
—No sabía que tenías otro don. ¿De dónde lo heredaste? —inicié la conversación sin siquiera saludar. No valía la pena.
Tampoco levanté la mirada, ni la voz; él podía escucharme.
—... ¿Hablas del don con el que esclavicé a tu amorcito? —sonrió burlesco—, bueno... no lo heredé. Lo robé.
Era esperable de un villano.
—¿Lo robaste?
—No sé si te enteraste luego de la última pelea de All Might, pero el ex-líder de la liga solía robar dones de otros seres humanos... Así fue como creó a los Nomus. La liga me confiaba muchos Nomus que solo reaccionaban con mi voz, todo gracias a ese don del que estamos hablando... El subordinate doll.
