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En la orilla de un acantilado, con el océano de fondo, una joven de ojos tristes observaba como se rompían las olas al estrellarse contra las rocas. El cielo se coloreaba de un hermoso color anaranjado que indicaba el fin de otro día, mientras el viento soplaba calmadamente revolviendo los cabellos de aquella muchacha de ojos azules. La joven abrió un pequeño libro, tenía muchas cosas escritas en su interior, pasó las páginas al azar y finalmente tomó una decidida a leerla.

Día 16 de Septiembre

Ha pasado tiempo desde que ______ aceptó su destino, ahorita está muy enferma y sigue entrenando, yo por mi parte, espero que ella no me descubra, que no sepa que la observo cuando está en los entrenamientos...

Al leer este fragmento, la joven se sobresaltó sonrojándose, más aquel sonrojo se convirtió en melancolía, siguió leyendo lo que decía esa página, pero prestó especial atención en una parte.

...a veces me siento a pensar en el destino de cada uno de mis amigos, como en cualquier guerra es normal perder combatientes, lo que me hace preguntarme ¿qué pasaría si ______ muriera? ¿qué pasaría si muriera Agatha? ¿o Will?, son las personas que más me importan. Sin embargo, a veces pienso ¿qué pasaría si yo misma muriera? ¿dolería? ¿tendría miedo de morir?, la respuesta es sí, temo morir. Es extraño, antes esa idea no me parecía tan desagradable, llegue a abrazar aquella posibilidad y a mirarla por el lado amable, pero desde que conocía a ______...desde entonces no hay ningún lado amable. Si yo muriera, dejaría de verla, sus ojos, su cabello, que tan graciosamente se mueve, ahora le ha crecido más el cabello; sus mejillas sonrojadas cuando se quita la camisa para que yo cure sus heridas después del entrenamiento, la manera en que sutilmente cae dormida sobre mis piernas cuando está cansada, y como al hacerlo yo acaricio sus cabellos, creando así en mí un deseo incontrolable porque ella sepa mis sentimientos. Supongo que no tenemos tiempo para eso ahorita, afortunada sea aquella chica que entre en su duro corazón.

Si yo muriera, le diría a ______, que daría todo por haberla conocido tiempo atrás, que la quiero como a nadie, que me busque en cada gota de rocío que vea al amanecer, que siempre mi alma permanecerá en un petirrojo, y este petirrojo la seguirá, que deseo algún día encontrarla, sin temor nuestras almas se reencontraran...

Unas lágrimas cayeron en las hojas de aquel delicado papel, corriendo un poco la tinta con la que habían sido escritas esas palabras, entonces una escena le pasó por la mente en un momento fugaz, un recuerdo de Billie sentada frente a ella sonriendo, ______ no comprendía en ese entonces que pasaba y mejor apartó la mirada para evitar que sus iris se tornaran rosadas, Billie la tomó de las manos y ella volvió a verla, seria. Ella mencionó unas extrañas palabras: "Grita mi nombre hacia el viento", ______ se confundió mucho con eso y le preguntó por qué decía tales cosas tan incoherentes, ella le respondió sonriente "porque así el viento se llevará tus palabras clamando mi nombre...entones sabré que me estás llamando".

______ se levantó del lugar donde estaba y soltó un grito desgarrador mientras se sujetaba la cabeza, lágrimas caían de su rostro, llenas de dolor, ______ gritaba lo más fuerte que podía y tomó unas rocas cercanas arrojándolas al océano, lanzaba una con más odio que la anterior, estaba enojada, molesta de no tenerla, de dejarla morir, quería tener la oportunidad de tenerla una vez más, así quizás tendría el valor de decirle lo que sentía. ______ dio un último grito desgarrador al mar cuando de repente sintió que alguien le abrazaba desde atrás, colocó sus manos sobre los brazos de otra persona, que la rodeaban fuertemente, ella volteó lo más que pudo y vio a Agatha tras ella llorando en silencio, sólo apoyada en su espalda, entonces comprendió que debía ser más discreta con respecto a sus sentimientos, porque también afectaban a los demás, a aquellos que también la quisieron como ______ a ella. Lenta y delicadamente se liberó de aquel abrazo y volteó para rodear a la joven con sus brazos, mientras ella se quedaba callado, sólo dejando a las lágrimas rodar por sus mejillas y perderse.

—Vamos Agatha, los demás deben estar preocupados.

La Maldición de la Rosa (Billie Eilish y tu)Where stories live. Discover now