La Maldición de la Rosa (Billie Eilish y tu)

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Maratón(7/10)

______, mientras tanto, estaba un poco herida por la anterior explosión pero seguía de pie, parecía que esas heridas no estuvieran ahí, su deseo de matar era mayor que el dolor que pudiera sentir, por eso es que ______ era tan peligrosa en ese estado, pues su mente era invadida por el simple deseo de asesinar.

El sujeto tenía algunos pequeños rasguños en la cara, al parecer ______ había logrado acercarse aún un poco como para dañarlo, aunque sea sólo levemente.

—Veo que tienes potencial para pelear, no era mentira lo que decían de ti cuando estabas en ese estado.

______, sin responder, miró al piso y sonrió luego, esto confundió mucho a su oponente. En unos segundos, rápidamente ______ tomó unas tablas que se encontraban en el piso y se las arrojó, claro que el sujeto las golpeó y las hizo añicos con mucha facilidad, pero no vio venir unos cristales que ______ arrojó detrás y estos se le incrustaron en varias partes del cuerpo, todas cruciales, algunas no tanto. Gimió por el dolor y comenzó a sacar los cristales de su cuerpo. ______ no le dio ni un segundo de descanso, corrió hacía él con un pedazo de cristal más grande que sostenía en su mano dispuesta a matarlo, cuando estaba a centímetros de él, el rubio tomó ______ de la camisa y la arrojó a una pared cercana golpeándola un poco en la cabeza.

—Dame un respiro, veo que estás decidida en lo que haces — reía su rival.

La cabeza de ______ sangraba y su labio se había reventado, ella tenía múltiples heridas y aun así se las ingenió para sonreír sádicamente.

En la mente de ______ no era la misma, siempre que ella entraba en ese estado, había una pequeña parte que aún seguía consiente de la situación e intentaba despertar de ese estado.

"¡Basta, basta! ¡si sigo en este estado dañaré cada vez más mi cuerpo! ¡sabía que yo misma corría peligro si lograba caer en él"

Los pensamientos de ______ sonaban en vano mientras con su cuerpo atacaba lo más rápido que podía a su oponente, este apenas podía defenderse, pero en cambio, arrojaba a ______ mil ataques que aparentemente no podían dañarla, pero el cuerpo de ella seguía siendo humano, tenía un límite, y temía llegar a él de repente, podrían matarla y perder la pelea cuando menos lo esperara.

"¡No, espera, para!" gritaba ______ en su interior, pero eran gritos mudos que sólo podían ser escuchados por ella.

______ se había dado del todo vencida consigo misma, se dejó caer y sentir como su cuerpo actuaba por su propia cuenta mientras esa parte de su subconsciente sufría el miedo de llegar a morir.

De pronto, ______ sintió algo que la impulsó hacía atrás, cayó como si nada, como si alguien la hubiera empujado, su adversario se alegró pero a la vez se extrañó de lo sucedido. La chica levantó la mirada con ojos azules. El rubio no entendía que pasaba, hace unos segundos ______ era una maquina asesina y ahora parecía un inocente cachorro de ojos azulados. Por su parte, ______ llevó las manos a su frente y se sonrojó, era una sensación para él conocida, como si alguien le hubiera golpeado en la frente para despertarla, miró hacia todos lados y se encontró sola, sonrió para ella y luego su mirada se tornó seria otra vez, comenzó a levantarse, ahora su cuerpo podía comenzar a sentir como fluía el dolor, pero ______ se colocó firme como si nada estuviera pasando.

—Que rato, ¿cómo saliste de ese estado?

—Es mi secreto—sonrió—voy a derrotarte consciente de lo que hago...aunque aún no sé cómo.

En ese momento el sujeto aprovechó y lanzó a ______ contra una pared, dejando una pequeño cráter esta vez, ahora era más doloroso que antes pero ______ lo disimuló, se paró lo más rápido que pudo y tomó algo que estaba en el piso, luego corrió hacia el rubio y este trató de detenerla, pero se confió demasiado en la parte humana de ______ y al joven le fue fácil esquivar a su rival, en menos de cinco segundos ______ introdujo una daga dentro de la pierna de su contrincante, a su vez, él gritó de dolor mientras ______ se alejaba y rió al voltear y ver la agonía del rubio.

—¡Es increíble lo que las personas dejan tirado ¿verdad?!—rió ______.

Ahora, la expresión del otro había cambiado a una peor, una más asesina y llena de odio, ______ se inquietó por dentro y sin darse cuenta comenzó a flotar. En un rápido movimiento, el rubio hizo levitar a ______ de manera muy violenta, haciéndola incluso dar una vuelta en el aire buscando equilibrio. ______ sentía un mareo, no sólo por los movimientos anteriores, sino que se le revolvía el estómago al no saber qué hacer contra algo que obviamente no era humano. Todos sus sentimientos se juntaron y en ese mismo momento cerró los ojos tratando de saber qué hacer, su atacante pensó más rápido que ella e hizo un además como si fuera a arrojarla del tejado, entonces ______ gritó debido a la desesperación.

—¡Déjame en paz, muérete!

Cuando dijo eso, ______ hizo un movimiento a su derecha con la mano, tras hacerlo, el rubio pareció haberse golpeado con algo y cayó, dejando a ______ caer por consecuente.

—¡¿Qué pasó?! — preguntaba el hombre enojado.

______ no lograba entender que pasaba, pero no se iba a quedar a averiguarlo, sintió algo en su pecho, en lo más profundo, le entró valor para intentar algo totalmente ilógico. Levantó su mano y con la misma, comenzó a hacer ademanes como queriendo controlar un muñeco, extrañamente, tras intentarlo un par de veces, el rubio comenzó a moverse conforme a la voluntad de ______.

—¡¿Qué haces?!

—Yo que sé — respondía ______ — me deshago de ti.

Tras decir eso, ______ colocó con fuerza su brazo a su derecha haciendo caer de la terraza al sujeto de cabellera rubia, al hacerlo, la chica de ojos azules se asomó a la orilla para observar pero no vio a nadie, claro, sabía que no moriría tan fácilmente pero bien valía intentarlo.

—¿Qué?...¿cómo obtuve estos...— entonces miró el brazalete que le hizo su amiga antes de morir, comprendió entonces que, por extraño que pareciera, estaba hecho con un poco del cabello de Billie — no eres tonta — sonrió ella — si es así, aún tengo una oportunidad, es hora de combatir magia con magia.