Capítulo 30

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—¡Min Yoongi, ven acá!—la mujer correteaba a su hijo a toda prisa.—¡Ven, te comeré!

El chico de 4 años corría de un lado al otro, sin darse cuenta de a donde se dirigía, solo riendo y huyendo de su mamá.—¡No me atraparás!—sonrió ampliamente. De repente sintió las manos de su madre en su cintura, alzándolo alto.

—¡Te tengo!—la mujer comenzó a darle besos.—¡Ya no puedes huir!—

—¡A ver, sueltas a mi niño por que lo sueltas!—bromeó el señor Min, jugando con su hijo.—Corre, Yoongi, corre.—soltó al pequeño, pero no tardó en reaccionar.—¡¡Yoongi, alto!!

El pequeño a penas se daba cuenta de que ya estaba en la calle, arriesgando su vida. Cerró sus ojos y se congeló en medio de la calle, escuchando cómo un vehículo se acercaba lentamente. Escuchó un golpe. Abrió lentamente los ojos, que se empezaron a llenar de lágrimas en cuanto visualizó bien la escena.

—¡No!—gritó su mamá, corriendo hasta su esposo.—¡Alguien llame a una ambulancia, por favor!—lloraba desesperadamente.

La ambulancia no tardó en llegar, el niño y su mamá subieron junto al hombre acostado en camilla. Llegaron al hospital, doctores corrían de un lugar al otro, llevando distintos aparatos y utensilios, vistiendo azul. El pequeño Yoongi admiraba la escena en espanto.

Unos minutos después pudo ver a su mamá, con los ojos de llanto y una mirada de furia. Lo tomó del brazo y lo alzó.

—Todo es tu culpa...—murmuró.

—M-mamá... ¿d-dónde está papá?—preguntó el niñito llorando.

—¡Todo es tu culpa!—exclamó en un tono más fuerte.

Todo es mi culpa, todo es mi culpa, todo es mi culpa, todo es mi culpa, todo es mi culpa, todo es mi culpa, todo es mi culpa, todo es mi culpa, todo-

—Yoongi...— de repente sintió una mano sobre su mejilla.—No es tu culpa.—dijo la chica frente a él.—Por favor, créetelo. Tú no eres el culpable, lo qué pasó fue un accidente. A mí también me costó mucho aceptar la pérdida de papá, pero sé que fue un accidente.

Los ojos de T/n brillaban intensamente. Su suave piel, sus rojizos labios, su sedoso cabello, su voz...

—Tú me ayudaste mucho a comprenderlo y gracias a ti soy más feliz. Así que, por favor, créeme al decirte que no fue tu culpa.— Yoongi pensó por un momento y reflexionó.

T/n jamás le mintió, siempre fue sincera, amable y honesta. Lo acompañó todo este tiempo, lo cuidó y estuvo a su lado. Le ofreció sus brazos y su corazón. Si siempre fue así, no creyó que esta vez fuera una excepción.

—No lo es, Yoongi, y nunca lo fue.—su dulce y suave voz.

Yoongi sonrió después de mucho tiempo con tanta confianza y sinceridad, mientras las lágrimas seguían cayendo. Por primera vez desde lo sucedido se lo creyó.

No es mi culpa, no es mi culpa. No lo es...

(Escuchar Beautiful Birds de Passenger para mejor experiencia.)

La sonrisa de Yoongi lentamente se hizo cada vez más presente, sus lágrimas dejaron de ser tristes, dejaron de doler tanto y comenzaron a relajarlo, a sentir que la cadena a la que estaba atada se rompía.

—Gracias, T/n—

Al escuchar esto, se volvió a sentar en su columpio al lado de Yoongi.

—¿Sabes?—dijo la chica a vocecita.

Yoongi la volteó a ver.

–Probablemente no todas las vidas se sientan como un verdadero infierno– T/n soltó un pequeño suspiro apreciando el bello momento en el que la luz de la luna acariciaba el rostro de cualquiera que pasara frente a ella. –, pero hay momentos en los que solo quieres tener a alguien que te haga saber, que aunque no todo esté bien y no siempre lo pueda estar, te apoyará, te abrazará en tus momentos de soledad, que te escuchará sin importar cuán ridículo sea tu problema. – la chica se detuvo por un momento, volteando a ver al hermoso chico sentado junto a ella, ese hermoso chico... –¿Tú no has llegado a sentir eso, la necesidad de querer tener a alguien así en tu vida?–

Ese chico, que se le había hecho tan misterioso, tan frío y tan lleno de sorpresas a la chica, la admiro lentamente, recorriendo su rostro y mirando detenidamente cada una de sus facciones, viendo en sus bellos ojos el reflejo de la luna.

Finalmente habló –Sí – una respuesta corta, pero llena de una seguridad que transmitía sinceridad en lo que dijera. –Sí he llegado a sentirme así, a querer a alguien así a mi lado.– ya no dudó y se puso frente a ella.

Le extendió su mano, ella correspondió y la tomó, levantándose lentamente, sin apartar la mirada de los ojos de Yoongi, esos ojos...

—Es por eso que yo...—T/n sentía su corazón golpetear contra su pecho a un millón por segundo.—te quiero conmigo, porque te necesito, a ti y solo a ti, T/n.

Yoongi juntó sus labios con los de T/n en un tierno y dulce beso. La noche, la luna llena y los labios... Esta vez ambos estaban seguros de lo que querían y de lo que sentían, se aseguraban que lo único que necesitaban era tener a uno al lado del otro.

El beso fue tan suave, tan limpio y lleno de cariño y amor. Solo necesitaban eso: tener a alguien que les hiciera saber, que aunque no todo esté bien y no siempre lo pueda estar, los apoyará, los abrazará en sus momentos de soledad, que los escuchará sin importar cuán ridículos sean sus problemas...

Solo eso... solo se necesitaban el uno al otro. Yoongi necesitaba a T/n, T/n necesitaba a Yoongi. Buscaban desesperadamente el calor y cariño del otro. Solo querían eso.

Ambos se separaron y ella confundida preguntó —¿Ahora qué somos?—

Yoongi sonrió y acarició el cabello de la chica.—¿Qué te parece si eres mi novia?—

T/n estaba demasiado feliz y emocionada, sentía hormigueos en su estómago y solo podía sonreí cada vez un poco más. No contestó con palabras, prefirió abrazarlo, sentir los brazos de Yoongi rodeándola y ella poder oler su esencia, su tan peculiar esencia.

Ambos podrían quedarse así por la eternidad.

Decidieron regresar. Yoongi acompañó a T/n a su casa, ambos iban tomados de la mano, mirando al frente, pero siempre teniendo presente el rostro de su compañero.

—Bueno...—T/n abrió la puerta.—nos vemos mañana en clases.

—Si.—Yoongi evitaba sonreír tan ampliamente. Se aseguró de que T/n entrara y soltó todo el aire hasta que perdió rastro de ella. Luego se volteó e hizo su camino de regreso a casa.

—¡Ya llegué!—gritó desde la entrada, comenzó a bailar ligeramente y sonreía sin miedo, hasta que Seokjin salió de su cuarto.

—¡¿Qué con un demonio te pasó?!—preguntó asustado por el tan repentino cambio de humor de Yoongi al irse y al llegar.

—Hyung, puedo.. wow...—Namjoon tenía la guitarra de Jin en la mano.—¿Te encuentras bien, Yoongi?

El nombrado trató de contener su sonrisa.—S-sí, ya me voy a dormir.—señaló la guitarra de Seokjin.—Si no te deja usarla, puedes tomar la mía.—dijo amablemente.

—¿Oye, estás enamorado?—preguntó el mayor con una sonrisa pícara.

Yoongi se detuvo a mitad del camino y sintió sus mejillas arder.—B-buenas noches.—exclamó y corrió a su cuarto.

—Aaayyy el amor...—suspiró Seokjin y volteó a ver a Namjoon.—Y ni lo pienses, regrésala a su lugar.—

—Ash, bien...—colocó la guitarra en su estuche.—¿Quién será la chica?—preguntó Namjoon sorprendido por la actitud tan positiva de Yoongi.

—Mmmm, ni idea, nunca he hablado con él sobre chicas.—

—Vaya....

Imagina con Suga; I Need U... [Suga y Tú]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon