Capítulo 33

618 61 5
                                    

T/n había terminado de guardar todas las cosas que eran de la cocina y decidió tomar un descanso, se sentó sobre el sofá y cerró los ojos. Había mucho silencio, demasiado para su gusto, pero no duró mucho.

(Para mejor experiencia escuchar Nocturno No. 2, Op. 9 de Frédéric Chopin).

Una melodía comenzó a sonar por toda la casa. Se le hacía bastante familiar a T/n, pero no sabía de donde podía venir. Se levantó suavemente y comenzó a buscar el lugar del cual podría venir la melodía. Vio la puerta de su cuarto abierta.

Comenzó a caminar lentamente hacia ella, procurando no hacer ruido; la melodía era tan hermosa que no quería arruinarla causando algún estruendo. Llegó al cuarto y abrió un poco más la puerta, dejando ver a alguien sentado al piano.

Estaba encantada ante la escena: Yoongi estaba tocando el piano, cerrando los ojos de vez en cuando, pero sin dejar de concentrarse en tocar el Nocturno No. 2, Op. 9 de Frédéric Chopin.

Se sentía muy sorprendida, pero tan tranquila a la vez. Decidió no interrumpir a su novio, solo se recargó en la pared sin hacer ruido para seguir viendo cómo los dedos del chico presionaban suavemente las teclas.

Ella igualmente cerró los ojos y pensó en los hermosos momentos que ha estado viviendo junto a Yoongi, ese hermoso chico de la mirada fría y el carácter indiferente, que nada más se mostraba lindo, atento y amable ante ella de una forma tan fácil y sencilla.

T/n se sentía tan agradecida de haberlo conocido; sin él no habría podido superar bastantes emociones que la atormentaban hace un tiempo. Sin él, no sabía lo que era sentirse tan acompañada y protegida. Amaba el talento que tenía para rapear y componer música, la forma en la que tocaba la pieza musical, sus tan extrañas facetas.

Lo amaba con locura, amaba a Min Yoongi.

También amaba el hecho de poder estar ahí para él cuando necesitaba a alguien. Estaba tan feliz y agradecida por todo con él.

—¿La conoces?—T/n despertó de su sueño cuando escuchó la voz de Yoongi, ese hermoso Melifluo.

—Sí, es de mis favoritas.—murmuró para no desconcentrarlo.

Yoongi le hizo una seña para que se acercara. T/n se sentó igualmente en el banco del piano y pudo ver más claro cómo el chico tocaba la pieza que tanto le gustaba. No sabía si prestarle más atención a la música o a Yoongi, amaba ambas cosas.

La música seguía, pero T/n tomó la mano de Yoongi y la sostuvo fuertemente. Era tan suave... Aunque el chico se detuvo para mirar a T/n, la canción seguía sonando en las mentes de ambos, al mismo ritmo.

El corazón de Yoongi iba a mil por segundo, siempre latía velozmente al estar junto a T/n. Esa emoción y desesperación de querer tenerla a su lado lo volvían loco, pero le encantaba ese sentimiento de necesidad por la chica. Tomó el rostro de su novia entre sus manos.

T/n se dio cuenta de que el rostro de Yoongi estaba extremadamente cerca, sobre todo sus labios... esos labios. La chica sintió de repente una necesidad de volver a besarlos, de querer degustar su dulce sabor.

Sus ojos se fueron cerrando lentamente y ya podía sentir que Yoongi y ella estaban compartiendo el mismo respiro; ya quería sentir esa carne sobre sus labios... y así fue.

Sintió el calor de Yoongi, sintió sus brazos rodeándola y pudo sentir la cálida respiración del chico. La melodía no salía de su cabeza; sería una linda forma de poder recordar esa pieza: un beso con Min Yoongi.

Recuerdos del día en el que se conocieron, su presentación de música, el baile en el bar, su primer beso juntos y el día en el que se volvieron novios recorrieron sus mentes.

¿Cómo llegaron a esto?
¿Por qué es tanta la necesidad del uno por el otro?
¿Por qué se siente tan... adictivo?

Ya habían perdido la noción del tiempo, se perdieron entre el beso y la hermosa melodía. Se separaron y se vieron a los ojos, como dos locos enamorados. Lo estaban. Estaban locamente enamorados. Yoongi acarició el cabello de su novia y ella solo pudo sonreír y sonrojarse.

—Te amo y te necesito con locura, T/n—murmuró Yoongi.

Si de por sí su corazón ya estaba a punto de explotar, su estómago comenzó a arder como loco. T/n no podía creer todavía que en serio era novia de Yoongi, era tan irreal. Era como un sueño, del que no quería despertarse jamás.

—Yo igual, Min Yoongi.—se volvió a acurrucar entre los brazos de su novio. No quería separarse de él, nunca más. Nada ni nadie lo haría. Jamás.

El clima era ligeramente frío por ser casi de noche, pero al estar entre los brazos de Yoongi, T/n sentía una calidez, una compañía y una protección enorme. Amaba esa sensación.

Ahora lo único en lo que podía pensar era en Yoongi y solo Yoongi. Puede que él sea el protagonista de sus pensamientos del día a día, pero prefería eso mil veces más a tener que pensar en otras cosas.

Yoongi... Min Yoongi...
El chico de los cabellos despeinados.
De la mirada amenazante e intimidante.
El chico serio con cara de pocos amigos.
El chico del club de Básquet.
Ese loco cambiante.

Su novio...

Yoongi y T/n se levantaron lentamente y decidieron que terminarían lo antes posible con las cajas de mudanza, para ir por el helado de T/n había prometido.

Vieron a la abuela de T/n afuera y ambos soltaron sus manos desesperadamente, solo para ver cómo a la señora se le escapaba una lágrima. La chica no la había visto así en mucho tiempo y no pudo evitar preocuparse.

—¿A-abuela, estás bien?—preguntó.

—Estoy mejor que nunca.—dijo entre risitas, sin dejar de llorar. Luego se dirigió a Yoongi y lo miró a los ojos; ahora el contacto visual fue mucho menos incómodo y fue más bien cariñoso.—Confío en que cuidarás a mi T/n mientras no estemos... ¿prometes hacerlo?—

Yoongi se enterneció ante la abuela aunque aún siguiera en shock por el líquido que no paraba de salir de sus ojos.

—Sí, lo prometo...

Imagina con Suga; I Need U... [Suga y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora