Capítulo 32

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—Por supuesto, me encantaría conocer a tu abuela.—dijo sonriendo muy levemente.

—¡De acuerdo!—dijo T/n volviendo a sentarse con el grupito.

El ambiente se había vuelto un poco raro después de la confesión de Yoongi sobre la relación de noviazgo que tenía con T/n, pero no ignoraron a ninguno de los dos.

...

—¡Wow, que bueno que ya fue lo último!—dijo Sunhee.

—¡Yess, al fin vacaciones!—gritó Myeong-Suk de la emoción.

T/n no les contestó a sus amigas y solo dejó salir un fuerte suspiro. Las otras dos solo la voltearon a ver, esperando algo de ella. Ella las volteó a ver y supo de inmediato que es lo que querían saber.

—Esto...—dijo con una voz ligeramente temblorosa.

—¿Entonces son novios?—preguntó Myeong-Suk.

—Sí, somos novios...—T/n se mostraba algo desconfiada, tenía miedo de haber decepcionado a sus amigas.

—¡Que loco!—dijo Sunhee entre risas.—En serio, te imaginé saliendo con cualquier chico menos Yoongi.

—¿Cómo fue?—preguntó Myeong-Suk sonriendo.

La chica no sabía cómo reaccionar.—¿N-no están molestas?—estaba dudando.

—La verdad si nos molestó que no nos contaras desde antes, pero nos alegramos mucho por ti.—Sunhee volteó a ver el suelo por un momento, para luego volver a levantar la mirada y sonreírle a T/n.

—Ahora, cuéntanos: ¿cómo con un demonio fue que empezaste a salir con nada más y nada menos que el mismísimo Min Yoongi?—Myeong-Suk se veía muy entusiasmada.

—Bueno... fue algo que definitivamente no vi venir, pero... no me arrepiento de haberlo conocido.—T/n miraba sus zapatos y podía ver cómo caminaba balanceándose lentamente de un lado al otro.

—Mírate, estás totalmente enamorada.—Sunhee se burlaba de la cara roja que tenía su amiga, quien se tapó la cara en vergüenza.

—¿Así que visitarán a tu abuela?—Myeong-Sun trataba de calmar a Sunhee, preguntando algo más.

—Sip, en unos minutos.—

...

Las chicas se separaron y cada quien hizo su camino a casa. T/n al llegar a la suya, ordenó las cosas de la escuela e hizo algunas tareas que tenía pendientes. Terminó, se levantó de su escritorio y se dirigió al armario.

Al abrirlo visualizó sus prendas colgadas y dobladas. Removía entre ellas una y otra vez, una y otra. Sin saber que ponerse, llamo a Young-Mi, quien le sacó un bonito conjunto para ir con el chico.

—Wow, ahora siento que tengo un pésimo sentido de la moda.—dijo T/n rascándose detrás de la cabeza.

—Jajaja, no es cierto. Pero te ayudaré con lo que necesites con gusto.—Young-Mi pintó una sonrisa en sus labios, saliendo del cuarto para dejar que T/n se cambiará.

Una vez bien vestida, tomó una bolsa, se retocó los labios con un poco de maquillaje y salió de la casa, donde un arreglado Yoongi la esperaba.

Los dos se miraron por un rato. T/n no se acostumbraba a ver a Yoongi tan bien arreglado, era algo un poco nuevo para ella, pero le encantaba la apariencia de Yoongi de cualquier forma; todas sus distintas facetas eran tan visibles e inviables ante la chica a la vez, era algo que amaba.

Ambos se encaminaron, hasta llegar ante una casa no tan grande, que de fuera parecía desprender un aura de comodidad y calidez. T/n tocó a la puerta y esperó. Giró su cabeza hacia Yoongi, quien jugaba con sus dedos de los nervios. Ella tomó sus manos, lo miró a los ojos y se acercó más a él.

—Le vas a caer genial, te amará, lo prometo.—dijo sonriendo. Yoongi no quería apartar la vista de sus ojos no soltarla, sus manos eran tan suaves y sus ojos brillaban igual que siempre; jamás se iba a aburrir de ese hermoso brillo de los ojos de su novia.

De repente se abrió la puerta de la entrada a la casa, de la cual salió una señora de la tercera edad, vistiendo una manta café, con un ligero maquillaje y unos zapatos de casa negros. Al principio su rostro se mostraba sorprendido, seguro por ver a su nieta tomando de las manos a un chico que ella no conocía.

T/n se percató de esto y soltó inmediatamente las manos de su novio.—Hola, abue, ¿cómo has estado?—sonrió nerviosa.

—Hola, hijita, pasa.—la mujer sonrió de vuelta y miró amenazante a Yoongi una vez que su nieta ya estaba dentro de la casa.

Yoongi notó la miraba de la abuela, prefirió romper el contacto visual tan incomodo y entró de igual forma en la casa. Él y T/n se dirigieron a la sala, la chica abrazó fuertemente a su abuela cuando ella se hizo presente.

—Te extrañé mucho, abuela.—dijo la chica abrazándola fuertemente, como si quisiera jamás apartarse de ella, sacándole el aire.

—Yo igual, T/n. Bueno, —se separó lentamente del abrazo y miró a Yoongi.—¿no nos vas a presentar?—

—¡Ah, sí! Abue, te presento a Min Yoongi, mi novio. Yoongi, te presento a mi abuela.—dijo señalándolos. Yoongi, aún parado, podía sentir como sus piernas temblaban sin control, se acercó un poco a las dos e hizo una reverencia.

—Es un placer poder conocerla.—se volvió a levantar y la miró. Sentía que no le caía bien, se sentía un poco intimidado ante la señora, algo extraño, ya que normalmente la gente se siente intimidado por él.

—Igualmente, Yoongi.—dijo la señora forzando ligeramente una sonrisa.—Bueno, T/n, si sabes que me voy en unos días, ¿no?—la nombrada asintió levemente.—Entonces, ¿crees que tú y Yoongi me puedan ayudar con algunas cosas que tengo que empacar y separar?

T/n se extrañó mucho ante la petición de su abuela y se avergonzó con Yoongi, ya que no creyó que iban a ir para sacar y mover cajas, sino para pasar el rato. Pero no podía negarse ante su abuela; ya era grande y había muchas cosillas que tenían que ser bien ordenadas y empacadas.

Sin más que decir, Yoongi y T/n comenzaron a ordenar muchas curiosidades que había por toda la casa. Si bien era relativamente pequeña, guardaba muchas cosas. Yoongi se dirigió a un cuarto que parecía ser de una niña, ya que estaba decorado con paredes rosadas y flores estampadas en el techo.

Ya no había una cama, pero pudo visualizar unas letras pegadas en la pared. Sonrió al ver que formaban el nombre de T/n; "Entonces este fue su cuarto.", pensó. Luego volteó a ver a una de las esquinas de la habitación, sorprendiéndose al ver un piano pegado a la pared.

El chico se fue acercando lentamente, cuando llegó comenzó a rozar las teclas con la punta de sus dedos. Vio las partituras que estaban colocadas encima y varios lápices ya usados. Se sentó en el banco y colocó sus manos...

Imagina con Suga; I Need U... [Suga y Tú]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant