💫TERMINADA💫
🕊 Lena es una chica casualmente gentil, amable y carismática. Aunque jamás creyó en el amor, y solo le interesaba acostarse con un chico diferente cada noche, su vida cambió drásticamente cuando su pequeña hermana Cloe, fue secuestra...
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Sé cantar en inglés pero no sé inglés. A través de mi ventana... okay, Ari ya nos traumó
La clase de ciencias se había vuelto un caos gracias a mi querido mejor amigo que ahora tenía un asqueroso olor a animal muerto en descomposición.
—¡No huelo tan mal! No sean exageradas. —bufa Lian.
—Cállate, apestoso —molestó Mel
—¡No me digas así! Lena, dile algo
—Vieja, ya deja al apestoso en paz.
—Genial, y yo que estaba feliz con tu regreso pensando que me salvaba de los apodos de la hippie.
—Pues no mi cielo, a mí no me metas.
Pedimos nuestros cafés y nos sentamos. Pasamos el rato hablando puras tonterías. Ya saben, conversaciones típicas de un grupo de amigos. Todo el comedor estaba repleto de estudiantes y se escuchaba las miles de voces hablando todos juntos. Aunque eso no duró mucho porque había algo que era la atracción principal de todos.
Las puertas del comedor se abrieron y de allí aparecieron cuatro personas. Cuatro personas de las cuales solo había conocido a dos.
Aaron Anderson y la maldita pelirroja de esta mañana.
Todo el comedor yacía en silencio mientras ellos pasaban caminando captando la atención de toda la preparatoria.
A un lado de Aaron, estaba la pelirroja. Y luego había un muchacho de cabello blanco y otro pelirrojo con un gran parecido a la chica.
No tardaron mucho en pasar a un lado nuestro. Y en unos pocos segundos, la mirada de Aaron se cruzó con la mía y pude notar un guiño. Eso hizo que de inmediato corra la mirada mientras ellos seguían de largo en busca de una mesa.
—¡Este año será divertido! —exclamó Mel, golpeando mi hombro con su puño.
¿Lo será?
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—Amá, ya llegué —anuncio al entrar.
No oigo su respuesta, pero escucho que está en la cocina y me dirijo hacía allá. La observo y noto que está hablando por teléfono, parece tensa. Está muy lejos para escuchar desde acá. Así que espero un momento hasta que cuelga y se dirije a mi posición.
—¿Quién era?—pregunté, intrigada.
—Oh, hola, cariño. Llamaron de la estación de policía... —su mirada es fría, pero puedo ver su preocupación... Mamá no ha llorado una sola vez desde que Cloe desapareció. O al menos yo no la he visto.
