💫TERMINADA💫
🕊 Lena es una chica casualmente gentil, amable y carismática. Aunque jamás creyó en el amor, y solo le interesaba acostarse con un chico diferente cada noche, su vida cambió drásticamente cuando su pequeña hermana Cloe, fue secuestra...
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Si te digo que me caí arriba de unas esposas y estas se cerraron solas, ¿me crees, mami?
Teniendo en cuenta que estoy con un chico al que apenas conozco, que aunque esté superguapo y tenga una carita que parece tallada por los mismísimos ángeles y que da la impresión que no mataría a ninguna mosca, tranquilamente mis padres podrían pensar que es un secuestrador, violento, depravado etc
Ah y no olvidemos que estoy esposada y que no tengo la llave de dichas esposas para liberarme porque a un grandísimo idiota se le ocurrió apoyarlas sobre la ventana.
En fin, está es una muy mala situación
El ambiente está silencioso lo cual lo hace jodidamente incómodo. Así que decido hablar.
—Mamá... papá... Él es Aaron Anderson. Él es...
—Es el macho con el que te revuelcas mientras tu hermanita está perdida y quien sabe si sigue viva. Eso es —interrumpe mi padre con su rostro lleno de disgusto al mirar a Aaron
No me importa que crea que me revuelco con Aaron. Pero me da por las pelotas -que no tengo- el hecho que mencione a Cloe en esto.
—Discúlpeme señor, yo no soy ningún macho que se revuelva con su hija. Vine aquí porque Lena, desde ahora en adelante, será mi profesora particular. Y si no me cree, hable con el director — aclara Aaron.
Muy bien, pero ¿ahora cómo explicarás las esposas, genio?
—¿Y esas esposas? —pregunta mi madre señalándolas
—Las esposas... sí...—Aaron se rasca la nuca y sé que está pensando alguna excusa para zafar—, bueno, Lena también tiene que estudiar inglés y le puse estas esposas para que no se desconcentre con el celular.
Jamás le creerían eso. No soy fan de estar pegada a una pantalla, prefiero estar con un libro leyendo una novela o algo por el estilo.
—Está bien —contesta mi madre, convencida por la mentira de Aaron.
¿Es en serio?
Que mi padre le crea podría entenderlo, porque él no sabe ni la mitad de cosas que me gustan o disgustan. Pero ¿que mi madre se lo crea? Eso sí es nuevo.
—Quítate esas cosas rápido y terminen lo que estaban haciendo —ordena mi madre.
—Sí, amá.
—¿Tienes hambre jovencito? —mi madre le pregunta a Aaron
Por favor universo, que responda que no. No creo poder aguantarlo hasta la cena.
—La verdadera pregunta es "cuándo NO tengo hambre" —sonríe Aaron, y yo revoleo la mirada hacia otro lado— pero no creo que a Lena le gustaría que me quede.
