Capítulo 4 - Familia

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Antes de empezar, stream PÍDEME 💛

Montar en el coche con las dos perras siempre les ha supuesto un gran desafío, y esa vez no iba a ser menos. Para empezar, es más que obvio que no pueden dejarlas solas en el asiento de atrás. Evidentemente, tampoco pueden encargarse cada uno de una, pues uno de los dos debe conducir. Por lo que, tras unas cuantas peleas con las pequeñas y mucha paciencia, Raoul ha conseguido dejar a Roma a sus pies, atada a un arnés que le hace de cinturón, y llevar a Bambi en brazos.

Al principio, la chihuahua no ha puesto mucho de su parte, pues al verse en manos del rubio y no de Agoney, se revolvía con nerviosismo, intentando escaparse al regazo del conductor. Unos minutos más tarde, ha desistido dándose cuenta de que tampoco se está mal dormitando sobre los muslos del catalán, por lo que se ha relajado dándole tregua a Raoul, quien ya con la situación controlada saca el móvil y empieza a ojear todas sus redes sociales.

Una música en bucle, realmente irritante a oídos de Agoney, llena el silencio en el que se ha sumido el coche.

—Amor, ¿qué cojones estás viendo? —Se masajea la sien clamando paciencia.

—El último Tik tok de Joan —aclara el rubio, aprovechando estar en un semáforo en rojo para enseñarle el móvil a su chico—. Mira.

En la pantalla, el amigo de su prometido y otro chico hacen el payaso frente al móvil para terminar el video con un casi beso. La sonrisa de Agoney se abre paso entre sus labios a la par que lo hace la de Joan en la pantalla.

Segundos después, con la lucecita ya verde, vuelve a centrar su vista en la carretera.

—¿Quién es el de rizos? —Se atreve a preguntar el moreno.

—Pues ni idea, la verdad, Joan no me ha mencionado nada —responde con verdadera curiosidad Raoul, leyendo la descripción del video—. Ha etiquetado a un tal Miki, así que supongo que es él.

—Hacen buena pareja —añade Agoney atento a la carretera.

—¿Verdad? —Sonríe ampliamente al oír de la boca de su novio las palabras que lleva repitiéndose mentalmente desde que ha visto el vídeo—. Son como nosotros.

—Pero nosotros hacemos mejor pareja aún, somos la mejor pareja del mundo, de hecho. Del universo también, si me apuras —afirma con total convicción el mayor.

—Pues estoy completamente de acuerdo, la verdad —ríe el rubio antes de posar la mano con la que no sujeta a Bambi en el muslo del contrario.

Tras compartir un rápido pico en el siguiente stop, ambos vuelven a sumergirse en el silencio, solo interrumpido por los sonidos que salen espontáneamente del móvil de Raoul y por los ronquidos de Bambi.

—¿Quiénes vamos a ser? —Pregunta el moreno a tan solo un par de kilómetros de la casa de su cuñado.

—Pues mis padres; Álvaro, Sandra y el peque; mis tíos y Samuel... y creo que ya —enumera el rubio.

—Vale —asiente el canario haciendo un repaso mental de toda la familia de Raoul—. Vamos a decírselo, ¿no?

—Claro, es el motivo principal por el que estamos haciendo esta cena, cielo —ríe enternecido el menor a sabiendas de lo tímido que es su prometido—. Todo va a salir bien, ¿sí?

Agoney asiente antes de colar su coche en el primer hueco que encuentra a escasos metros del portal de Álvaro. Una vez notan el coche detenerse, las perras se enervan, poniéndose en pie y empezando a rascar la puerta y llorar, a sabiendas de que están a punto de bajar del vehículo. Raoul sigue fascinado con lo inteligentes que son, desde luego es un padre orgulloso.

ALONE WITH YOU (Ragoney) Where stories live. Discover now