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No tardemos muche en llegar caminando hasta el restaurante. No es de mucha categoría, pero se come bien. Además, no todo tiene que ser lujo, y, la verlad, me apetece ver cóma se comporta el, ya que la primera impresión que turve cuando la conocí el día de la mudanza es muy diferente de la que me estoy formando ahora.
Una vez instalados, nos toman nota de la comanda y el camarero se aleja. Eso quiere decir que empieza la primera prueba. ver de qué hablamos para no aburrimos.

- Supongo que la señora Galiana te ha puesta al corriente de la vida y milagros de todos los vecinos Bien, entonces como ya lo sabes todo de mí ... -comento en tono casual y el asiente.

Lo dejo caer porque, mira por dónde, me aperece escucharlo . No tiene pinta de ser un cabeza hueca, aunque nunca se sabe, porque si se ha trasladado a mi edificio, una de dos, o gana un buen sueldo ha dejado frito al exmarido. Todavía no lo tengo may claro.

-Quieres que te cuente mis secretos? Joder, está filteando comigo, no soy un tonto.
Muy bien, este juego se me da de puta madre.

-Sólo los más sórdidos -contesto, miráncola fijamente.

Win se echa a reir, pero manteniendo las distancias. Eso me indica que por mucho que insista no lograré nada, así que reculo y dejo a un lado lo de entrar en temas personales; mejor me centro en asuntos más inocuos, como a que se dedica.

Nos sirven la cena y, mientras comemos, comentamos temas sin mucha relevancia y de forma vaga. Eso nos permite olvidar cualquier intento de coqueteo previo y, a medida que avanza la noche, me doy cuenta de que si ha hahido un instante en el que he sospechado la idea de llevármelo a la cama, ha desaparecido por completo, porque Win es uno de esos hombres que saben manejar viva una conversación, pese a que aveces juega al despiste con su silencio. Si me paro a penser, apenas me ha revelada nada sobre sí mismo, sólo que trabaja en una revista.

Tras tomar el café y sin preguntar, el levanta la mano y le pide la cuenta al camarero. Se me ha adelantado, pero si bien me habría gustado ser yo el que pagase, entiendo que merece la pena discutir por ese detalle. Además, resulta una novedad, ya que el noventa y nueve por ciento de las veces soy yo quien saca la tarjeta de crédito.
-¿Quién le ha pedido la cuenta? - le pregunta el camarero cuando deja a mi lado, previendo que soy yo quien va a aflojar.

-Disculpe, señor -se excusa el tipo y a mí que me importa poco o nada quién la abone, se la paso a Win.
El camarero me mira y seguramente está especulando, lo cual me trae sin cuidado. En este lugar me conocen, asi que no tengo de qué preocuparme.

-lnvitarte a una copa te resultaria ofensivo? -Le pregunto de buen humor, mientras abandonamos el restautaute.

-No, no me lo parece. Está claro que es un hombre pocas  palabras. Estupendo, eso no me disgusta.
Queda implicito dentro de la invitación que yo pago las copas. Como no me apetece coger el coche ni pedir un taxi, elijo un pub de la zona, que, si bien no es de lo más sofisticado, al menos tiene buen ambiente.

Win no ha puesto cara rara al cenar en un restaurante normalito, así que no creo yo que se me vaya a poner 'miquistriquis ahora.
Busco con la mirada una mesa libre y hacia allá me dirijo. No lo toco, aunque podría hacerlo de manera inofensiva; sin embargo, mantengo las distancias, tal como a el parece gustarle. Para mi sorpresa, en vez de pedirse un combinado de esos raros se pide una cerveza, por lo que me uno a él .

Y de nuevo establecemos lo que se podria denominar como escenario tranquilo de conversación, en el que charlamos de esto y aquello sin comprometernos olvidando ya por supuesto cualquier idea cercana a la seducción. Un hecho curioso, sin duda, igual que el hecho de escuchar lo que me dice. Es un gran avance, pues por general me resbala lo que me cuentan si no me afecta de forma directa.

-No te pega lo de ser gerente de un restaurante.

-De lujo, no te olvides -puntualizo cuando el reconduce la conversación hacia un tema más personal.

- ¿Cuál  es la diferencia? -inquiere y me deja con la palabra en la boca al levantarse, Lo observo caminar hasta la barra y pedir otra ronda. Se parece a mí en ese aspecto, no pregunta, actua. Me gusta, pero doy por perdida cualquier oportunidad de ligármelo. No porque no pueda, sino porque, y he aquí la nota curiosa, no me interesa tanto su cuerpo, a pesar de que Win está de buen ver.

Para follar ya tengo una agenda bien surtida y resulta de verdad estimulante el hecho de conversar con un hombre sin aguantar sus estupideses sólo pera llevármelo al huerto. No, en esta ocasión ni siquiera me voy a molestar en tirarle los tejos.

Como si fuéramos colegas de toda la vida, chocamos los botellines y vamos bebiendo mientras nos reímos con algunas de las anécdotas que le cuento sobre lo que ocurre en el Cien Fuegos. Estoy tentado de invitarlo un đía, pero prefiero dejarlo para más adelante.

Win sigue mostrándose bastante cauteloso sobre su vida tanto personal como profesional. Sé que dentro de quince días la señora Galianame hará el informe completo, sin embargo, me gustaría que fuera el mismo quien me comentara algo. Así que a pesar de la buena sintonía, me arriesgo a preguntar.

-Me has dicho que trabajas en una revista .. No tienes pinta de becario ..

-Me ocupo de revisar la línea editorial.

Una respuesta de lo más ambigua-comento sin perder el buen humor.

-No quiero aburrite con los detalles -dice.

-Abúrreme un poco, por favor replico, adoptando una actitud un tanto indolente y el niega con la cabeza y se rie.
Pero termina hablando. Lo escucho con interés, otra novedad, y aunque noto cómo intenta no decir más de la cuenta, acabo averiguando que la suya es una revista de primer nivel. Una de esas que yo no compraria jamás porque está enfocada al público femenino o para gay, pero que he tenido que hojear para pasar el tiempo y porque, lo confieso, me ha podido la curiosidad y he terminado leyendo esos «diez consejos infalibles para la primera cita» . Lo que me he llegado a reír con esa sarta de chorradas, porque si realmente una mujer o un gay los sigue, tiene asegurado el fracaso.

Win continúa contándome alguna que otra cosilla, al tiempo que vamos vaciando botellines de cerveza. Joder, noto que el alcohol se me empieza a subir a la cabeza y también veo que son casi las dos de la madrugada y que si nos descuidamos nos echan del local.

-¿Te acompaño a casa? -le preguntó con soma.

-No esperaba menos de ti -me replica sonriendo.

Vamos paseando tranquilamente. No nos tocamos en ningún momento, pesar de ir caminando el uno al lado del otro. Ni siquiera cuando tenemos que apartarnos para dejar pasar a un tipo que pasea al perro de madrugada.
En el ascensor la situación se mantiene, Sé que me está mirando, pero no me importa. Hemos pasado una velada agradable, ahora cada uno se va a su casa y todos tan contentos. Una novedad para mí, lo admito, ya que, por lo general, cuando salgo a cenar con una mujer o un hombre, incluidas las cenas de negocios, siempre me planteo la opción de tirármelos. Win, con su forma de ser distante pero sin rayar en lo desagradable, ha logrado que me interese por el no como posible compañero de cama, sino como posible amigo. No me lo creo ni yo, pero así es.
Como le he dicho, lo acompaño hasta su casa, lo cual no tiene mucho mérito, porque vivimos puerta con puerta, algo que no deja de ser simbólico.
-Ha sido un placer -murmuro, acercándome a el con la intención de darle un abrazo de despedida. Win no se aparta. Yo me despido. Todo normal.

-¿Quieres follar? -Dice.
Ahora es cuando debería pellizcarme, porque esto es una alucinación en toda regla. No puede haber preguntado algo semejante. Pero soy un tío y, claro, es oir la palabra follar y perder la capacidad de raciocinio.

-En tu casa o en la mia?

-En la tuya si no te importa. Con el lio de la mudanza no sé dónde tengo los condones -me suelta y yo no sé cómo va a resultar todo esto.

Hola espero les este gustando, quiero agradecer a ItsKarencitaa por regalarme ese fondo de portada te quedó muy mona, como ven el fondo de portada va para ItsKarencitaa y este capítulo va en nombre de ella

No le digas a nadie Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang