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A las cinco y media de la tarde, después del servicio de comidas, entiendo por qué Toptap se mostraba preocupado. Cierto que la aparición del equipo de Secrets para el reportaje fotográfico supone cierto trastomo en el local, pues han movido mesas y colocado sus aparatos desbaratando la organización, sin embargo, ésa no es la causa de que esté echando humo.

Win está aquí, charlando animado con Toptap mientras sus conmpañeros lo disponen todo para la sesión.  Yo observo desde la distancia, no obstante, ambos somos muy conscientes de la presencia del otro.  Permanezco cruzado de brazos y respiro hondo pera mantener la cordura.  Verlo ahí de pie, comportándose como un profesional, fingiendo que no lo estoy mirando, me corroe.  pese a saber lo mucho que debe de estar sufriendo. 

Joder, no lo voy a saber, si yo me encuentro en un estado similar.  Por fin parece estar todo montado, así que Toptap recibe unos últimos toques por parte del maquillador y después se coloca donde le indican.  Está algo nervioso, yo se muy bien que no le gusta ser el centro de atención;  sin embargo, se arma de valor y sonrrie. 

Al fotógrafo parece no gusterle algo y lo para todo, se acerca a Win y le habla en voz baja, el asiente. 

Mueven todo el  tinglado hacia un lado y frunzo el cejo, porque desde esa posición el nombre del restaurante no se va a ver entero.  Esto son negocios, nada más, me digo abandonar mi actitud pasiva y acercarme a ellos. 

Toptap me mira con cierto temor por si me pongo en plan cabrón.  Ganas no me faltan, pero no, también soy capaz de habiar con normalldad. 

-El es una parte fundamental de equipo del Cien Fuegos, por suptesto, pero me parece una falta de respeto hacia el resto de los trabajadores que el nombre del local quede difuminado -Comento, señalando la nueva ubicación para las fotos. 

El forágrafo me fulmina con la mirada y Toptap sigue, creo yo, rezando en silencio para que no se arme jaleo. 

-Bright, a mí me parece bien -dice con cautela, recurriendo a la diplomacia-, luego pueden probar desde otro ángulo. 

-Si es posible, me gustaria hablar contigo en privado -interviene Win y lo miro por encina del  Hombro con aire indolente. 

Está impresionante con ese traje retro azul y negro, el pelo recogido tirado para atras y su actiud profesional.  Todos nos miran, mal asunto.

-Yo solo pretendo que las fotos hagan justicia al local -alego como un gilipollas pomposo.

  -Mire, señor Vachirawit, lo entendemos, pero déjenos hacer nuestro trabajo -replica el fotógrafo. 

Oigo los pasos de Win acercándose a mí hasta detenerse a mi lado.  No quiero ni mirarlo. 

-Será mejor que discutamos los detalles en otro sitio dice el, haciéndole un gesto a su fotografo para que no se meta en la discusion. 

-Si quieres acompañarme a mi despacho para que te quite las telarañas, no tienes por qué inventar excusas -murmuro de pie a su lado, observando posar a Toptap pero evitando miar a Win. 

Sé que, de haber podido, me habría cruzado la cara nada más decírselo.  pero estamos rodeados de gente y se contiene y yo controlo mi frustración hiriéndolo.  Injusto, sé, pero no sé qué atra cosa hacer. 

-Perfecto, hablaremos allí -dice alto y claro. 

Dirijo una última mirada a Toptap;  el pobre no sabe dónde meterse. 
No he teminado de cerrar la puerta cuando el chasquido del pestillo se confunde con el del bofetón que me da Win. 

Me enciendo, y mucho, tanto que estoy a punto de devolvérselo, pero al mirarlo me doy cuenta de que me dejaria abofetear mil veces con tal de tenerlo tan cerca.  Si esto no es cursi hasta decir basta, que baje Dios y lo vea.  Pero dejando a un lado tales consideraciones, lo cierto es que en vez de recriminarle su acción, me quedo frente a el sin decir nada. 

No le digas a nadie Where stories live. Discover now