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El problema ahora no es si me apetece o no ver una película romántica y encima francesa, la cuestión es que de nuevo me he dejado liar, Y de qué manera, Mi lado emocional tomando el control.  Traducido: Win está sentado a mi lado, no nos tocamos, pero soy tan consciente de su presencia que hasta lo oigo respirar.  Es imposible ignorarlo.  La observo de reojo y veo que me està mirando.  Salta a la vista que la pelicula es lo de menos. 

-Seguro que te sientes como en casa, el protagonista es un cocierto de fama mundial. 

-Que trabaje en un restaurante no significa que sepa cocinar y mucho menos que me interese aprender.  Es un negocio más rentesto sin adornar la realidad. 

-Vaya, eso es estar comprometido con la empresa -replica el con sarcasmo. 

-Ya que hemos decidido ser sinceros ... no tiene sentido mentir.  Ah, y por ciero, esta pelicula tampoco me convence. 

-Desde luego, contigo nunca acierto.  Eres sibarita hasta para el cine. 

- Me lo tomaré como un cumplido murmuro.  Estoy cansado, pero no sólo  físicamente, es más bien un agotamiento mental de tanto soportar esta tensión con el al lado, y sabiendo lo que sé es todavia más difícil
Por fin la película acaba.  Bostezo y Win tambien. 
Se pone en pie.

  -Gracias por la cena, por escucharme y por no mandame a paseo - dice. 

De nada nos quedamos de pie, mirándonos dos panolis.  Un claro silencio incómodo.  Yo deberia acompañarlo hasta la puerta, darle las buenas noches y listo. 

El se acerca y me da beso en la mejilla, un gesto fraternal.  Me jode bastante esa actitud hacia mi.  Sé que esté pasando por un bache, se nota que está hecho polvo y no debería importarme lo más mínimo. 

-Quédate esta noche a dormir -me oigo decir.  Todo sin tocarlo.  Nada de abrazos que pretenden ser amistosos y comprensivos.  No vayasmos a tentar a la suerte. 

-Es una mala idea -musita. 

-Tranquilo, no te tocaré. 
Win arquea una ceja. 

-Esta tarde he follado con una amiga, así que se podría decir que hoy soy «manso»

-Manso?  -repite riéndose. 

-Si -le confirmo, aunque añado por si acaso -Pero sólo hoy. 

-Sigue siendo una mala idea. 

-Pero tú hoy no quieres estar solo -alego, echándome un farol en toda regla. 

-No, no quiero estar solo-admite inspirando hondo.  No hacen falta más palabras.  Contra cualquier buen juicio, Win me acompaña al dormitorio.  Pese a que su apartamento está al lado, ejerzo de buen anfitrión y le presto un cepillo de dientes y le cedo el uso del cuarto de baño.  Mientras, saco una camiseta limpia y se el dejo en el borde de la cama.
Nos estamos comportando con demasiada educación la par que normalidad;  no sé hasta qué punto es buena señal.  Cuando el sale del aseo, me mira y veo que aún no está convencido, sin embargo, no le digo nada, que haga lo que le venga en gana.  Ahora es mi turno de cepillarme los dientes asi que lo dejo a solas para ocuparme de mis cosas.  Eso si, me quito la camiseta y la dejo caer en la butaca.  Puede que no sea tan manso como le he dicho.  Si después quedo en evidencia, pues ... bueno, mejor pecar por exceso que por delecto.
Una vez acostados, yo con la ropa interior puesta y el con mi camiseta y su boxer.  apago la luz. 
Debería darle la espalda, pero no, me acerco el y lo abrazo, quedàndonos pegados.

  -Creía que mentias, sobre lo de ser manso, me refiero -musita, al sentir mi cuerpo junto a suyo. 

-Si continúas moviéndote de esta manera, terminare por empalmarme y quedaré en evidencia -reclico sin soltarlo. 

-Bright.  -susurra al cabo de un rato.

  -¿Si? 

-Gracias.

  A pesar de toda la situación poco o nada propicia para conciliar el sueño, termino durmiéndome y supongo que el también.

No le digas a nadie Where stories live. Discover now