8 Manera diferente

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      Domingo: Todos esperaban ansiosos el día anterior a la boda, en especial los tres jóvenes. Sería la tercera vez de Clara, Pedro no tenía mucha experiencia pero si sabía perfectamente como eran y Heidi nunca en la vida fue a una. Ese día se dedicaron a descansar un poco en la casa del pueblo, ya que de eso se trataban los domingos. Nadie trabaja y no hay mucho movimiento, solo es un día para estar en casa y demás. Pero al llegar la tarde, las preguntas empezaron a rondar en la cabeza de Heidi.

—Y los hombres como van vestidos?—preguntó, se encontraban en el jardín de la casa, donde estaban todos los manzanos, merendando.

—Con traje, esmoquin o ropa elegante—respondió Clara, no pudo darle muchas características ya que nunca le había prestado atención a la vestimenta de los demás.

—Y todos deben ir acompañados?—preguntó nuevamente la pelinegra.

—Creo que no es obligatorio, pero tu tía te lo permitió así que seguro la mayoría va con acompañante—respondió esta vez Pedro.

—No es necesario pero si quieres claro que puedes ir acompañada de tu pareja o de algún conocido, entiendes?—respondió Clara.

—Oh claro. Y dime, hay otros bailes aparte del Vals?—preguntó.

—Si. Pero son menos formales ya que muchos invitados se pasan de copas y no pueden coordinar muy bien como en un Vals, ya sabes—dijo la rubia.

—Qué tipo de bebidas hay?—saltó de nuevo.

—Alcohol, vino, sidra, tequila, ron, etcétera—dijo Clara nombrando las bebidas con los dedos de su mano.

—Y comidas? Que comidas se sirven?—preguntó de curiosa.

—Eso depende, puede ser una cena o sino cada uno toma lo que quiere. Hay carne, pescado, pollo, pavo, parrillada con ensalada, en algunas bodas hay pasta...—dijo y recordó:—También hay pastel.

—Wow! Y suele ir mucha gente? —preguntó.

—Por lo general si—dijo Clara.

—Es mejor si no va tanta, más comida disponible—dijo Pedro graciosamente. Clara y Heidi se rieron de su glotón amigo.

—Oye, y...—dijo Heidi queriendo hacer otra pregunta pero el abuelito la interrumpió.

—Heidi, por qué no dejas de hacer preguntas y te sorprendes? La boda será mañana, ya no tienes que esperar tanto—dijo el abuelo riéndose de Heidi quien estaba muy entusiasmada.

—Es que no puedo esperar abuelito—dijo Heidi recargándose sobre la silla en donde estaba sentada, observando las verdes y rojas manzanas de su alrededor.

—Qué irónico. Sino te hubiera convencido no estarías tan emocionada—dijo Pedro.

—Convencido?—preguntó Clara—Acaso no querías ir?

—Déjame explicar. Al principio no tenía muchos ánimos de ir, solo iba hacerlo por el hecho de que estarías tú pero...—Heidi tardó en terminar su oración.

—Pero que Heidi? Vamos, puedes contármelo—la animó Clara.

—No iba a ir porque vería de nuevo a la Tía Dete, y eso me traía muchos recuerdos, sabes?—respondió pero Clara necesitaba más especificación—Verás, ella me sacó de aquí para llevarme a Frankfurt. Pero no me quejo porque pude conocerte. Lo único que no rescato fue que me apegué tanto a este lugar lo cual causó que yo me sintiera... muy afligida.

—Oh Heidi. Por qué no me lo contaste?—dijo Clara tomando sus manos con las de la pelinegra.

—Es que iba a hacerlo pero, estábamos tan feliz de vernos otra vez, de hablar de otras cosas más importantes e interesantes que esto me pareció muy innecesario e irrelevante—se explicó.

MOUNTAIN (Heidi x Pedro)Where stories live. Discover now