10 La boda (parte 2)

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El joven la miró por unos segundos y sonrió—Heidi, verdad?

—Si, cómo estás? No sabía que te encontraría aquí—dijo Heidi haciéndose la sorprendida ya que de alguna forma si se esperaba que Charlie asistiera a la boda. Más vale que Clara se ponga las pilas, pensó.

—Muy bien y tú? Mis padres son muy amigos de Michael y Dete y nos invitaron claro.—dijo el muchacho.

—Mira que casualidad. Soy sobrina de Dete, y recuerdas a Clara? Bueno ella es sobrina de Michael—le informó Heidi.

—Que justo, ósea que ella se encuentra aquí también?—preguntó Charlie. Heidi asintió con la cabeza y la señaló disimuladamente para que el la pudiera localizar. Clara estaba hablando con Pedro muy distraídamente.

—Me separaron de ellos, seguro lo notaste. Pero menos mal que estás aquí, no conozco a nadie—dijo Heidi.

—Digo lo mismo. Sólo los conozco a ustedes...—dijo Charlie un poco tímido.

—Quédate con nosotros si quieres, no hay problema—le dijo Heidi, Charlie le sonrió.

—Gracias! Claro que si—dijo el castaño y un sonido los interrumpió. Como una melodía.

Heidi observó que habían dos hombres en el altar. Se trataba del cura y de Michael Sessemann, supuso. Se veía muy elegante con su traje color beige y un peinado refinado, a simple vista se notaba el parecido que tenía con su hermano, el señor Sessemann. Luego vió a unas niñas que llevaban flores en sus manos que caminaban por la tela que dividía las sillas, supuso que por ahí también caminaría su tía Dete. Luego pasaron otras niñas más grandes con vestidos iguales, supuso que serían las damas de honor y finalmente, la vió.
Dete se asomaba lentamente con su brazo entrelazado con el de otro hombre quien no reconocía, de repente todos se pararon y ella hizo lo mismo por inercia. Caminaron muy despacio junto al compás de la bella melodía de fondo, la observó. No había cambiado en absoluto, parecía que el paso de estos años no habían hecho efecto en ella porque estaba exactamente igual a como la recordaba. Solo que se la veía feliz y emocionada. Radiante.
No había visto a Heidi entre tanta gente, pero cuando pasó cerca de ella, miró a su tía con una sonrisa de oreja a oreja. Detrás, notó la mirada de Pedro e hicieron contacto visual, este le sonrió y Heidi de inmediato quitó la mirada para centrarse en la feliz pareja. Todos se sentaron nuevamente y el cura habló:

—Queridos hermanos, estamos aquí reunidos ante los ojos de Dios y ante esta congregación, para unir a este hombre y a esta mujer en santo matrimonio, que es un estado honorable, instituido por Dios en el momento de la inocencia del hombre, lo que hoy significa para nosotros la unión mística entre Cristo y su Iglesia—empezó a decir—"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta"

Heidi escuchaba cada palabra con atención, un susurro de Charlie hizo que se sobresaltara pero supo disimular:—Ellos son mis padres—dijo señalando a una pareja que se encontraba al lado de los novios.

—Son los padrinos...—supuso Heidi.

—Así es—dijo Charlie.

—Repitan después de mi: "Yo, Michael, te quiero a ti, Dete, como legítima esposa y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida"—dijo el cura, el novio lo repitió y luego la novia. Luego continuaron con la entrega de anillos que un pequeño niño llevaba sobre una especie de cojín—"recibe esta alianza en señal de mi amor y fidelidad a ti".

MOUNTAIN (Heidi x Pedro)Where stories live. Discover now