Ayudar a las personas es el objetivo de la vida de Kamille Ali, incrustado en ella desde su nacimiento y hasta el fin del mundo.
El levantamiento de los muertos y la pérdida de sus padres no eran cosas para las que estaba preparada. Con solo su herm...
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"Amiga, tu ropa parece que has estado en una película de terror". Bromeó Adam con su hermana, antes de arrojarle una camiseta. "Cambia tu maldita blusa, ¿Quieres?".
Kamille puso los ojos en blanco, pero miró hacia abajo y se dio cuenta de que tenía razón. Sangre seca de un día salpicó su camisa, haciéndola lucir como una extra en veintiocho días después. Oh, la ironía.
"Está bien, puede que tengas un punto". Cedió poniendo los ojos en blanco. Ignorando sus sonrisas, miró a Alicia, que parecía estar probando el equilibrio de su peso entre sus pies. "Alicia, ¿También te gustaría una camisa? Tengo una de repuesto".
Alicia levantó la vista del suelo y la miró a los ojos, y fue entonces cuando Kamille se dio cuenta de que lo que dijo podía sonar un poco ofensivo.
"No es que tu camisa sea fea ni nada". Trató de corregirse. "Es solo que, realmente no nos hemos duchado y es lo más parecido que podemos hacer a sentirnos frescos y... espera, oh Dios, eso suena mal". Ella se rió entre dientes torpemente. "No es que hueles mal tampoco, wow. Solo pensé que querrías un cambio de ropa, ¿Sabes...?" Cuando Alicia no respondió de inmediato, Kamille apretó los labios. "Le agradecería que me impidiera divagar ahora mismo".
Alicia se rió entre dientes de su consternación mientras Kamille sonreía tímidamente. Dios, me odio a mí misma. Las chicas guapas le hacían esto, ¿Qué podía decir?
"Si no te importa, me encantaría un cambio de ropa". Respondió Alicia, con una sonrisa divertida en los labios.
Kamille exhaló aliviada mientras asentía y se dirigía a su bolso para agarrar una camisa de repuesto. Se lo entregó, esperando que estuviera bien. Era una franela vieja que tenía, algo que tuvo la oportunidad de agarrar antes de salir de su casa con Adam.
"Adam y yo esperaremos afuera para que puedas cambiarte". Dijo Kamille asintiendo. "¿Suena bien?".
La sonrisa desdentada de Alicia estuvo de acuerdo y Kamille se encontró saliendo con Adam. Ambos salieron y cerraron la puerta detrás de ellos. Kamille notó que técnicamente era la primera vez que los dejaban "solos" desde que encontraron a Alicia hace dos días.
