Ayudar a las personas es el objetivo de la vida de Kamille Ali, incrustado en ella desde su nacimiento y hasta el fin del mundo.
El levantamiento de los muertos y la pérdida de sus padres no eran cosas para las que estaba preparada. Con solo su herm...
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Un ranchero estaba vomitando, otro de varios en la última hora, y Kamille agarró un paño húmedo y se acercó a ellos para ponérselo en la cabeza. El ranchero exhaló temblorosamente y se relajó ante el frescor.
Después del ataque de la noche, muchos ganaderos habían muerto y los que no habían llenado la enfermería hasta el borde. Hubo tantas bajas que hubo que montar una segunda enfermería temporal, una gran carpa con camas y suministros médicos armados a toda prisa. Durante toda la mañana, Kamille y Alicia estuvieron ayudando a Jake y a algunos más en esa tienda mientras otros rancheros reunían a los muertos afuera.
Las personas en la enfermería estaban muriendo, girando cada dos horas, y tenían que seguir recibiendo disparos para evitar que escaparan de sus esposas. Era un trabajo horrible, sucio y práctico, pero no había otra opción.
Madison había atrapado a Ofelia anoche, pero todo lo que habían descubierto era que había puesto una especie de polvo en el café durante la cena, apuntando a la milicia. Toda la historia de que la golpearon por ser una traidora era una mentira; había sido un plan todo el tiempo.
Kamille no podía entender cómo Ofelia había querido lastimar a todos tan fácilmente como lo hacía. Hubo un tiempo en que vivieron juntos, se mantuvieron unidos como una familia y se cuidaron el uno al otro. Pero era como si se hubiera olvidado de todo eso y se hubiera quedado con su nueva familia en Black Hat.
Kamille miró hacia arriba cuando escuchó a alguien más vomitando, viendo que era Nick. Fue aterrador traerlo adentro, verlo luciendo tan frágil y débil mientras luchaba por respirar. Durante la noche había mejorado un poco. ¿De qué? No estaban seguros, y Ofelia tampoco, pero estaban haciendo todo lo posible para que se sintiera mejor.
La británica se acercó a su cama, notando que Alicia estaba a su lado con un poco de agua.
"¿Como te sientes?". Preguntó Kamille, tratando de ocultar su preocupación mientras presionaba una mano en su frente sudorosa. Estaba ardiendo.
"Un poco mejor". Mintió, haciendo que Alicia y Kamille intercambiaran miradas de complicidad.
De repente, Madison irrumpió en la tienda con una expresión fantasmal en su rostro. Ella también había estado ayudando esa mañana, antes de irse impulsivamente sin decirle a nadie adónde iba.
