Ayudar a las personas es el objetivo de la vida de Kamille Ali, incrustado en ella desde su nacimiento y hasta el fin del mundo.
El levantamiento de los muertos y la pérdida de sus padres no eran cosas para las que estaba preparada. Con solo su herm...
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Kamille sabía que era un sueño. Sabía que no era real. Pero el arma en su mano se sentía tan pesada como el día que la disparó en el yate. Su memoria estaba cobrando vida y atormentándola en su subconsciente, ella también lo sabía. Pero eso no hizo que fuera más fácil vivir una segunda vez.
Trató de hacer algo diferente, trató de advertir a Madison que el hombre que pensaban que estaba muerto no lo estaba , y que la dejaría con un destino imposible si Madison no se movía lo suficientemente rápido. Pero fue en vano porque Kamille estaba atrapada en una perspectiva en tercera persona, viendo como ella misma agarraba el arma y apuntaba al hombre.
El disparo sonó con tanta claridad que Kamille pensó que era real. Se despertó sobresaltada, su corazón latía erráticamente y su piel brillaba por el sudor. Recuperando el aliento y tratando de mantener el equilibrio con el corazón acelerado, Kamille miró a su alrededor y se dio cuenta de que a pesar de que realmente hubiera ocurrido, realmente mató a alguien, la segunda vez fue un sueño. No pasó mucho tiempo perdiéndose en ese trágico pensamiento porque sus oídos todavía zumbaban por el disparo y fue entonces cuando supo que era real.
Kamille se quitó las mantas y escuchó, dándose cuenta de que la gente gritaba y corría en la distancia. Algo malo había sucedido y lo único que le importaba a Kamille era si Alicia estaba a salvo. Esta noche se había quedado con Madison, las dos conscientes del comportamiento amenazante de Chris últimamente y...
"¡Chris!".Kamille jadeó al darse cuenta, antes de saltar de la cama y ponerse los zapatos rápidamente.
Trató de no pensar demasiado en los peores escenarios posibles, en torno a la idea de que Chris de alguna manera se apoderara de un arma, mientras se dirigía al dormitorio de Madison. La puerta estaba entreabierta en el pasillo oscuro, lo que hizo que Kamille se adelantara inquieta.
"¿Alicia? ¿Madison?".
"¡Kam, estás bien!". Alicia dijo con alivio, antes de correr hacia adelante y abrazar a la niña mayor brevemente.
"Dios, pensé que algo había pasado". Dijo Kamille, feliz de que Alicia estuviera a salvo. "¿Dónde está Madison?".
Alicia parecía conmocionada cuando dijo: "Se ha ido a comprobar qué pasó".
