CAPÍTULO TREINTA Y UNO

408 50 23
                                    

Liam bajó del auto con el corazón entre las manos al pensar que Stiles ya había dado aviso de su llegada y con temor a que Theo no estuviera allí. Vio el edificio y corrió hasta el elevador, el piso estaba solitario así que se apresuró hasta la puerta corrediza y abrió. Parecía limpio, no habían mantas ni nada, eso era una señal de que había sido habitado. 

-¡Theo!- gritó mientras se adentraba al departamento. 

No había señales de él en la sala así que siguió hasta la cocina y tampoco, el único lugar que quedaba era la habitación y cuando lo vio contuvo el aliento. Theo estaba sentado mirando a sus manos, de espaldas a él. Liam corrió para alcanzarlo pero antes de tocarlo para poder abrazarlo el otro chico se dio la vuelta y tomó su cuerpo como si fuese la cosa más liviana del mundo y lo recostó con poco cuidado sobre la cama. 

-Theo...- el rostro del otro chico estaba tenso, casi al borde del llanto. Sostuvo su cuerpo para no aplastar a Liam pero no lo hizo con intención de parecer seductor, sino amenzante. Liam esperó tranquilo a que hablara. Theo se levantó después de unos segundos.

-Lárgate de aquí, Liam. -el muchacho se sentó con sus brazos sosteniendo su peso al inclinarse hacia atrás. 

-¿Acaso no viste que acabo de llegar?

Theo giró por completo mostrando una acttud incrédula.

-¿Cuál es tu maldito problema conmigo? ¡Te estoy diciendo que te largues porque no soporto verte!- Liam inclinó la cabeza y abrió los ojos soprendido, una risita se le escapó.

-¿Piensas que no te puedo golpear si me sigues hablando así solo para intimidarme? Estoy aquí para aclarar las cosas, ¡estamos juntos, Theo! Necesitamos aclarar los malos entendidos para poder funcionar. Sé que te sientes culpable por loque pasó, pero fue un accidente, no lo hiciste para lastimarme, sino para protegerme porque pensaste que estaba en peligro, no fue tu culpa, me reconociste y reaccionaste.

Theo negó con la cabeza consternado. 

-No, Liam, no te reconocí. Y ese es el maldito problema, no soy capaz de reconocerte porque no eres lo suficientemente especial para mi. Lo que sucedió fue cuestión de suerte, no eres alguien al que yo deba proteger...

-¡Cállate!- Lo interrumpió el ojiazul, se levantó y lo tomó de la playera para atraelo hacia él y ver si se atrevía a mentirle a la cara- Somos novios, nos gustamos, cómo no voy  a ser especial. Tú dijiste que...

-Yo dije que nadie antes me había tratado como tú, es muy diferente al amor, tal vez solo me dejé llevar porque alguien me mostró algo de cariño, si no hubieras sido tú, podría haber pasado con cualquiera.- Sin delicadeza tomó las manos de Liam y las apartó. 

Liam frunció el ceño confundido y un poco molesto, había una presión en el pecho creciendo cuanto más lo pensaba, lo que Theo decía era ridículo, no tenía sentido, ellos eran algo, lo sabía, pero la forma en la que lo había dicho sugirió que no mentía, sus palabras parecían sinceras. Trató de acercarse pero la mano del otro chico en su pecho lo detuvo, eso enfureció a Liam pero se quedó quieto a espera de otra estupidez saliendo de la boca de quien tenía enfrente.

-Aunque si insistes, puedo darte lo que quieres, solo que ya sabrás que no habrá amor de por medio, -se encogió de hombros restandole importancia al asunto- no tengo problema en hacerlo con un chico. 

Liam sintió nauses al escuchar al chico engreido que solía ser su novio antes de conocerlo. Quería golpearlo, quería decirle tantas cosas... Había rogado para saber su paradero, le había robado el auto a Derek sin pensarlo dos veces, se arriesgaba la vida al estar con Theo a solas, y a él solo le importaba mantenerlo al margen con palabras hirientes.

-Te vas a arrepentir cuando me vaya y no te vuleva a buscar. - Theo le dio una media sonrisa y le guiñó un ojo. Liam le escupió de inmediato a la cara y apartó su mano con un golpe. Él tenía suficiente dignidad y sabía cuándo retirarse. Ese Theo frente a él solo le provocaba repulsión, pero no era tan estúpido como para no darse cuenta de que era una estrategia para alejarlo. Caminó tranquilo hasta la sala de estar y se dejó caer en el sillón. Recostó su cabeza en el respaldar y cerró los ojos tratando de calmarse. Estaba cansado, no había dormido nada la noche anterior gracias a Stiles y Derek, y no mencionando la preocupación por el imbécil en el cuarto contiguo. 

Dormir era tentador así que se relajó y se perdió por algunas horas. Sin abrir los ojos sintió cómo sus manos eran acariciadas con delicadeza en donde su herida seguro ya había sanado. Sonrió el pensar que era Theo pero no estaba seguro si era un sueño o la realidad pero también estaba muy cansado como para averiguarlo.

Despertó al sentir algo rozar su rostro. Abrió los ojos y el rostro de Theo casi tocaba el suyo, sus dedos estaban siendo deslizados con lentitud y delicadeza por sus facciones, sus ojos se encontraron y ninguno de los dos apartó la mirada, el ambiente era tan tenso como seductor. 

Parecían más tranquilos pero ninguno de los dos daba el primer paso para hablar, Theo estaba parado detrás del sillón así que era mucho más alto que él y lo miraba desde arriba con algo de superioridad, sus dedos siguieron su recorrido hasta llegar a su barbilla para poder inclinarlo quedando al descubierto. El rosto del mayor se acercó despacio hasta rozar sus labios, lamió despacio sus labios antes de conectar sus bocas en un beso lento pero dominante, desde ese lugar quien tenía todo el control era Theo, Liam solo podía inclinar su rostro hacia arriba y disfrutar de la experiencia de Theo, el beso duró algo de tiempo y cuando se separaron Liam se percató de que ni bien despertaba ya había caído en el juego del otro chico.

Theo se irguió y con el dedo pulgar limpió los labios de Liam, después lamió su propió dedo para luego preguntar:

-¿Ya pensaste en mi propuesta? 

Liam se quedó frío al escuchar eso. Definitivamente Theo seguía siendo el mismo idiota de una horas antes. 

-Podemos hacerlo en cualquier parte de la casa, tú eliges- su mano derecha se posicionó en el reposabrazos del sillón y lo giró para tenerlo de frente, acercó su rostro sin apartar la mirada de sus labios. Cuando estuvo lo suficientemente cerca volvió a lamerlos rápidamente pero sin quedarse a besarlo.- Solo tienes que acercate a mi, no tienes que decir nada. 

***

wenas y adiós, este es el capítulo de hoy, espero que les haya gustado. <3

LA CARNADA- ThiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora