LA CARNADA- Thiam

CAPÍTULO VEINTISÉIS

Theo sabía que no era momento para enrollarse con Liam pero había obtenido buenos resultados de su arrebato.

Uno, Liam se mantenía lúcido en situaciones estresantes, no había ni rastro del efecto del hechizo bajo el que estaban.

Y dos, lo había besado como nunca. Descubrió algo más, le encantaba besar a Liam. Sí, era una sensación adictiva con la que estaba dispuesto a perderse.

El chico debajo de él estaba esperando a que hiciera algo atrevido con él, que lo tocara o que jugara con él, pero eso no pasó, Theo simplemente se había quedado quieto. Sus ojos estaban juguetones, con un brillo que no supo interpretar.

-¿No harás algo?- sonaba ridículo pidiendo eso, pero su corazón estaba como loco delatando sus emociones.

Liam estaba casi seguro de que había algo más en sus acciones, no quería aceptarlo pero tal vez le gustaba Theo.

No estaba seguro de cuándo había comenzado ese sentimiento pero era algo que no podía detener, no estaba del todo incómodo por besar a otro chico, y tampoco se quejaba si ese chico era Theo. Pero llegar a algo más allá era diferente, ligeramente diferente. Su cuerpo le estaba pidiendo contacto físico y respondía a los toques de Theo. No estaba avergonzado de sentirse atraído por alguien de su mismo sexo pero repetir que no estaba inconforme lo hacía dudar.

Su cuerpo reaccionaba bien tanto con chicos como con chicas, y con Theo lo había comprobado. Una parte de él quería seguir pero no estaba preparado para algo más, no estaba seguro de hasta dónde llegar. El destello en los ojos de Theo delató sus intenciones. Era deseo, Theo lo miraba con deseo y eso lo hizo sentirse bien. El cuerpo del otro chico era pesado así que intentó empujarlo un poco pero sus dedos fríos rozaron la piel caliente de su acompañante.

Su reacción hubiera sido retirar su mano de la zona de contacto pero estaba curioso, su mirada se fue hasta su mano. La playera de Theo había Sido levemente levantada y estaba tocando su cintura con la punta de sus dedos. Amplió más el toque al extender la mano completa y tocar parte de sus abdominales, hizo que la quimera temblara un poco. La piel de Theo estaba erizada por su acción. Decidió meter más la mano recorriendo su abdomen de manera ascendente, levantando la prenda un poco, revelando un poco de piel.

Levantó la mirada para encontrarse con Theo un poco impresionado. No tenía mucho valor pero eso lo impulsó a acomodarse y rozar su cuerpo con el del otro.

-Si te pido que pares... Lo harás, ¿Verdad?

Theo murmuró un sí bajito.

-Y si te pido que hagas algo... ¿Lo harás?

Theo estaba perdido y se veía asustado, generalmente él tomaba la iniciativa para hacer algo con Liam pero que el menor fuera más decidido y lo incitara era inesperado. El lado dominante de Liam salía a relucir pocas veces, casi siempre era como un corderito que se dejaba guiar.

Theo asintió.

-Quítate la playera.- dijo el chico retirando su mano del cuerpo de Theo y dándole un empujoncito para que se levantara sobre él.

Obediente el otro tomó los extremos inferiores de su playera y la levantando revelando su torso desnudo.

Liam observó con cuidado cada parte de piel mostrada, Theo no era solo guapo, sino también atractivo físicamente. Era fuerte y musculoso, su abdomen estaba marcado haciendo visible el trabajo de la parte media de su cuerpo y sus pectorales parecían bastante firmes. Extendió la mano y tocó lentamente, el calor emitido de su cuerpo le gustaba, era realmente cálido.

Con su otra mano se sostuvo y pegó su rostro al pecho del chico. Subía y bajaba de forma relajada pero su corazón sonaba como un auto de carreras, sus latidos no eran rítmicos sino cada vez más acelerados. Liam abrazó a Theo por la cintura y soltó un suspiro.