Capítulo 12

121 32 50
                                    

──¿Me has comprado un coche? ──dije sin poder creérmelo.

Me había bajado del coche de Josh para poder apreciar esta maravilla del Señor de cerca. Ante mis ojos tengo un Maserati Gran Turismo en un color gris metálico que me fascina. Es ideal para mí, pero no pensé que sería todo mío.

──Joder, Leo, te has pasado.

──Considéralo un regalo de bienvenida a la universidad y de despedida de mi ático.

Tengo que limpiarme las lágrimas que se me han acumulado en los ojos sin darme cuenta.

──Recuérdame venir a vivir más veces contigo para poder irme unos meses después.

Leo se ríe y se acerca a darme un abrazo.

──Así podrás venir a verme sin depender de nadie.

Le devuelvo el abrazo mientras siento a Josh reírse detrás de mí.

──A alguien le molesta mi presencia ──dice Josh alargando la a final.

──Nunca. Me alegra que Kat tenga un amigo tan bueno como tú a su lado. Pero sé lo mucho que le gustan los coches y lo poco que le gusta depender de alguien.

──Cierto. Y gracias, por cierto, así podré dejar de ser chófer de gratis.

Me giro para sacarle la lengua a mi irritante mejor amigo.

──Te lo agradezco de todo corazón ──digo volviendo a poner mi atención en Leonardo──, pero te has pasado, Leo. Ya has hecho demasiado por mí.

──Nunca será demasiado, Kat. Es un placer, de verdad.

Vuelvo a abrazarlo y, a pesar de sentirme mal por ello, no puedo evitar pensar que quizás esta sea una manera de comprarme para que no me enfade por lo que tiene que contarme. Aún así, voy a esperar antes de sacar conclusiones. Leo nunca me ha dado motivos para desconfiar de él.

──Yo me voy, chicos. Lorelai me acaba de mandar un mensaje de que vaya por ella. Voy a tener que empezar a cobrar por esto ──dice de broma.

Los tres nos reímos y Leo y yo despedimos a mi amigo. Después, decido que ya probaré el coche más tarde. Ahora necesito saber su versión de los hechos.

Subimos a su apartamento y él saca un par de cervezas.

──¿Qué tal está todo con Sarah? ──pregunto tras sentarnos en el sofá.

──Bien, estamos yendo despacio. Me siento como un adolescente, la verdad. Es casi como comenzar con tu primer amor, y de alguna manera se siente correcto.

──Me alegro mucho por ti, Leo ──comento sonriente.

Leo da un trago a su cerveza y apunta en mi dirección.

──¿Qué me cuentas de ti? ¿Estás con Wallace o...? ──Deja la pregunta en el aire esperando una respuesta por mi parte. No detecto molestia ni tristeza en su pregunta, por lo que me relajo.

──Es mi amigo, nada más. O al menos eso creo.

──¿Crees? ¿Te ha hecho algo? ──pregunta frunciendo el ceño.

──No, no. No ha pasado nada ──respondo rápidamente.

──¿Entonces?

Ha llegado el momento de poner las cartas sobre la mesa.

──Me ha hablado sobre lo que ocurre entre vosotros.

Leo deja la cerveza a medio camino antes de llegar a su boca. Iba a echar un trago, pero se ha frenado de repente.

La chica nuevaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt