Parte XVIII: BAJO BUENOS AUGURIOS - CAPÍTULO 163

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CAPÍTULO 163

Los demás hicieron silencio por un momento, tratando de dilucidar a qué se refería Liam. Nadie escuchó nada.

—Ahí está otra vez —dijo Liam.

—¿Qué cosa? No escuchamos nada —dijo Cormac.

—Mi nombre. Alguien está llamando mi nombre —respondió Liam, desconcertado—. Creo que conozco la voz, creo...

Liam se tambaleó, mareado. Cormac corrió a sostenerlo.

—No me siento bien... —se agarró Liam la cabeza.

—Ven, siéntate —lo bajó Cormac hasta el piso.

—¿Cómo es posible? Escucho la voz de ella en mi cabeza —sacudió la cabeza Liam como para aclarar sus pensamientos.

—¿De quién? —arrugó el entrecejo Cormac.

—Dana.

La última vez que Liam había escuchado a Dana hablándole en su mente, había sido durante el delirio de la tortura en la Torre Negra. El solo recuerdo lo puso a temblar. ¿Por qué estaba alucinando otra vez? ¿Era el temor subconsciente a otro mago dispuesto a torturarlo otra vez? Tenía que tomar el control de su mente, tenía que...

—¡Es un canal! —exclamó Cormac, interrumpiendo los pensamientos de Liam.

—¿Qué?

—Dana está tratando de comunicarse contigo con su habilidad —explicó Cormac.

—Oh —comprendió Liam, aliviado de no estar volviéndose loco—. ¿Qué debo hacer? ¿Cómo...?

—Relaja tu cuerpo y cierra los ojos —le indicó el otro—. Concéntrate y abre tu mente a su voz. Los demás, silencio —se volvió hacia Pierre y Mordecai.

Liam asintió y obedeció las instrucciones de Cormac. Mientras Liam entraba en el trance del canal, Cormac se sentó a su lado, con el rostro iluminado y una sonrisa en los labios. No todo estaba perdido después de todo. Si Dana había logrado abrir un canal con Liam, significaba que estaba en Ingra, lo cual, a su vez, significaba que Lug también había vuelto. Pronto estarían a salvo y libres para intentar recuperar el Óculo. Con la ayuda de Lug, sería pan comido.

La comunicación duró casi dos horas. Cuando Liam volvió del trance, tenía lágrimas en los ojos.

—Cuéntanos —lo urgió Cormac.

—Sabrina... —comenzó Liam—. Sabrina está con Dana en Sorventus. Ella está bien, está a salvo. No pude hablar con ella directamente, pero Dana me pasó sus mensajes.

La extrañaba tanto... Sus palabras a través de Dana habían sido un bálsamo para su alma y lo emocionaron hasta las lágrimas. Ahora más que nunca, tenía que luchar por completar su misión y volver a ella.

—Me alegro, Liam —respondió Cormac, que también estaba aliviado al escuchar que su hija estaba sana y salva—. ¿Le explicaste a Dana nuestra situación?

—Sí —asintió Liam.

—Bien —aprobó Cormac—. No creo que Lug haya estado en Lavia antes, pero tal vez pueda teletransportarse a un lugar cercano que conozca. ¿Atravesaste Vikomer con él cuando fueron a Caer Dunair? Eso sería ideal.

—Cormac... —intentó interrumpirlo Liam.

—Desde Vikomer tendrá un trecho corto hasta aquí. Creo que estaremos fuera de esta prisión hoy mismo. Lug podrá lidiar con Maxell y averiguar lo que ha sido de Yanis —siguió Cormac—. Y en cuanto al Óculo...

LA REINA DE OBSIDIANA - Libro VIII de la SAGA DE LUGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora