Parte V: BAJO ENGAÑO - CAPÍTULO 75

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CAPÍTULO 75

—Aquí es —dijo Liam, señalando en derredor.

Lug y él estaban en la habitación de piedra sin techo que Dana había elegido en las ruinas de Caer Dunair para acampar. Lug extendió sus manos, tratando de encontrar los patrones típicos de energía que emanarían de un portal. Mientras tanto, Liam observó el cielo: estaba totalmente despejado. Un sol potente iluminaba las rocas derruidas sin obstáculos. El clima era muy diferente a la inoportuna llovizna que lo había empapado la primera vez.

—¿Estás seguro? —inquirió Lug con el ceño fruncido. No percibía nada especial en aquella habitación, nada más que viejas paredes agrietadas de sólida roca. No había señal alguna de un portal.

—Sí —afirmó Liam con seguridad—. Gus nos guió hasta aquí —su voz se quebró al recordar que su mejor amigo también lo había traicionado en aquel mismísimo lugar.

—Aquí no hay nada —meneó la cabeza Lug.

—Tiene que ser aquí —insistió Liam.

—Tal vez estás confundido, estas ruinas son...

—No —lo cortó Liam con vehemencia—. ¿Crees que olvidaría dónde pasó todo?

—De acuerdo —levantó las manos Lug para apaciguarlo—. Intentaré otra vez.

—Sí, hazlo —le retrucó el otro.

Lug volvió a cerrar los ojos para concentrarse. Esta vez, extendió su percepción más allá de la habitación, hacia el palacio completo. Nada. El portal ya no existía. Algo estaba mal.

—Lo siento, Liam, el portal ya no está aquí —dijo Lug, despacio.

—No puede ser —negó Liam—. ¿Es posible que tu poder esté fallando? Tal vez...

—No, Liam —reiteró Lug—. No hay forma de que las energías que debería despedir pasen desapercibidas para mí.

—¿Entonces? ¿Qué? ¿No hay forma de llegar hasta Sabrina?

—Eso me temo.

—No, no puedo aceptar eso. Me estás mintiendo.

—No, Liam —respondió Lug con la voz apagada.

—Pero tú eres la Llave de los Mundos, puedes crear tu propio portal si quieres —porfió Liam.

—Como bien dices, soy solo la llave: puedo encontrarlos, abrirlos, atravesarlos, pero no puedo crearlos.

—¡Entonces no sirves para una mierda, Lug! —gritó Liam, exasperado.

Lug suspiró sin contestar. Él también estaba preocupado, tal vez más que Liam.

—El portal existe —insistió Liam—, y está aquí, estoy seguro.

—Si es así, alguien lo destruyó, lo hizo desaparecer, porque no puedo percibirlo.

—Pero tú puedes abrirlo otra vez, ¿no? —intentó Liam.

—Me temo que no.

—¿Por qué?

—Ya te lo dije, Liam, no puedo crearlos de la nada. Quien lo disolvió hizo un excelente trabajo, tan bueno que ni yo puedo deshacerlo —respondió Lug.

—¿Uno de esos malditos magos?

—Tal vez.

—Hay algo que no me estás diciendo, ¿no es así? —entrecerró los ojos Liam con desconfianza.

Lug suspiró y clavó la mirada en el piso.

—¡Contéstame! —le exigió Liam.

—Algo salió mal... —comenzó Lug despacio—. El plan... Cormac y yo creemos que ha sido saboteado, creemos... Es posible que Marga haya sido manipulada y no estamos seguros de que lo que vio sea exactamente lo que debe pasar.

LA REINA DE OBSIDIANA - Libro VIII de la SAGA DE LUGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora