²· •Desde la perspectiva de Jungkook•

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Me encontraba metido en la cama, como siempre, sin nada que hacer, todo estaba bien hasta que... ¡Oh, carajo! Se me había olvidado por completo que hoy iniciaban mis clases en la universidad, ¡Maldita sea! sin tiempo que perder, me levanté molesto por ser tan olvidadiso y apurado porque recién mi primer día y llegaría tarde, ¡Genial! en fin, una vez que ya estaba listo, tomé mi mochila y bajé a desayunar algo, como siempre, sólamente se encontraba mi hermana menor, Rose.

- Hola enana, buenos días - me dirigí a la cocina -

- Hola kook, buenos días, ¿Por qué te levantaste recién? - seguía tomando su desayuno -

- Ah, lo que pasa es que... olvidé por completo que hoy iniciaban mis clases en la universidad - comencé a prepararme el dedayuno -

- Ay kook, siempre es lo mismo contigo - rió leve -

- Ya lo sé - de igual modo reí, pero apenado -

- Pero bueno, apresurate a desayunar o llegarás tarde, ¿Eh? - recién había terminado de desayunar -

- Claro claro, ya terminé de preparar mi desayuno, ahora voy a comerlo - me senté en la mesa - ¿Quieres que te acompañe al instituto? digo, queda muy cerca de mi universidad - comencé a comer -

- No hace falta Kookie, puedo ir yo sola, además no quiero que se te haga más tarde sólamente por acompañarme - tomó su mochila -

- Pero... no quiero que te vayas sola, te puede pasar algo Rosi - dije en tono de angustia -

- Tranquilo Kookie, sé cuidarme bien, además, ya sabes que siempre llevo mi gas pimienta para todos los lados que voy - se dirigió a la puerta -

- Suspiré - Aún no entiendo cómo es que conseguiste ese gas pimienta...

- Pues tengo una amiga que es policía, y se lo pedí, cuando lo hice, ella me comenzó a cuestionar el por qué lo quería, hasta que le dije que lo usaría como defensa, y sólamente de esa manera accedió

- Enserio me sorprendes enana - reí -

- Ay kookie, bueno, ya debo irme, adiós, te cuidas, te vas con cuidado a la universidad, y espero hagas nuevos amigos como siempre

- Bueno, adiós Rosi, de igual modo ve con cuidado, cuídate bien en todo momento ya que yo no estaré ahí contigo por estas horas

- Ok, bueno, te veo en la tarde - se acercó a mi y me dió un abrazo, yo correspondí al instante -

- Si, ¡Nos vemos en la tarde! - salió de casa y yo seguí tomando lo que restaba de mi desayuno -

Una vez que terminé, puse el plato en el fregador y después salí de casa literalmente corriendo, pues ya iba demasiado tarde y sin rumbo, iba tan apresurado que al pasar carreteras no me fijaba bien al cruzar, 2 o 3 tipos me la rayaron, pero no me importó en lo absoluto, ya que en esos momentos lo único que me importaba era llegar a tiempo a clases, seguí corriendo y corriendo hasta llegar, ya una vez que llegué, ví todo muy desierto y solo, ¡Carajo! - pensé - así que sin tiempo que perder, me adentré en aquella enorme Universidad, no sabía a donde ir, estaba tan desesperado que por un momento pensé que sería mejor irme y volver al siguiente día, y pedir disculpas, pero justo en ese momento se podría decir que vi a lo lejos a mi salvación, ¡Mi gran salvación! Que en ese instante era un chico de piel pálida casi como la nieve, tenía el pelo de un tono platinado muy bonito, debo admitirlo, se veía bastante BIEN, pero ahora el asunto no era ese, va, parecía que no tenía clases a esa hora, digo, porque se veía bastante tranquilo vagando por la Uni, porque literalmente eso estaba haciendo ¡Vagando! en fin, sin tiempo que perder me dirigí a él.

- Oye disculpa - lo llamé -

- Si, dime - se giró y me puso más atención -

- ¿Sabes dónde queda la dirección? - le pregunté -

•No es fácil decirte adiós•Where stories live. Discover now