•No es fácil decirte adiós•

¹⁷³· • ғ ɪ ɴ •

- Siento que ya estoy listo para perdonarlos, tienen todo el derecho, ¿Tú crees que debería hacerlo, Jungkook?

- Bueno, lo único que te puedo decir, Minho, es que, sigas a tu corazón, y hagas lo que te dicta, pues él, nunca se equivoca, además, somos humanos, claro que nos equivocamos, y a veces, aunque las decisiones que tomamos, no sean las mejores, sabes que no lo hacemos con malas intenciones, todos merecemos una segunda oportunidad, no toda la vida puedes estar con ese rencor presente, tarde o temprano, podría perjudicarte, piensa que nuestros padres, ya aprendieron de sus errores, que desde el inicio, sólo quisieron tu bien, sé que a veces no es fácil ponerse en los zapatos de los demás, pero, el intento si podemos hacer, así que, por mi parte, yo te digo, que sí los perdones, y si te es posible, en este mismo instante, ve a su casa a darles un fuerte abrazo a ambos

- Gracias Jungkook, sabía que hablar contigo me serviría muchísimo, que sabiamente me ibas a poder aconsejar, los perdonaré, y te haré caso, en este mismo instante iré hasta su casa a abrazarlos, decirles que los quiero mucho, que me perdonen por haberlos juzgado antes

- Ellos no tienen nada que perdonarte, te quieren mucho, saben bien el por qué actuaste así en un inicio, estabas dolido, y era algo lógico, quiero que sepas, que todos tenemos derecho a expresarnos, a sentir molestia, tristeza, felicidad, miedo, disgusto, entre otras tantas emociones y sentimientos, no es un delito, Minho

- Sonrió leve - Lo sé Jungkook, lo sé, gracias por siempre estar ahí para aconsejarme, te quiero y admiro mucho

- Te agradezco yo a ti, por todo lo que has hecho sin descanso desde el inicio, por haberme buscado durante todo el este tiempo, por haberme ayudado y salvado, de verdad que no siquiera la vida misma me alcanzaría para hacerlo

- Y lo volvería a hacer una y millones de veces más

- Te quiero mucho

- Yo más, ¿Sabes? Es chistoso, se supone que quien te debería aconsejar a ti, soy yo, no al revés - rio leve -

- Sabes que también me has dado muy buenos consejos, no tan frecuente, pero lo has hecho, ni para qué lo niegues, de verdad, también me han servido bastante

- Lo sé - ambos sonrieron - bueno, me voy, iré a visitar a nuestros padres

- Claro, ve, los saludas de mi parte

- Lo haré

Se despidieron con un fuerte abrazo, Minho salió del consultorio y Jungkook se quedó otro poco en él, sólo pensando.

- Sabes Taehyung... Por muy loco que parezca, yo jamás te tuve rencor, tampoco te juzgué, mucho menos lo hice cuando supe toda la verdad, la respuesta es simple, y es que, de alguna manera u otra, me puse en tu lugar, y gracias a eso te comprendí perfectamente, por ello nunca te señalé, ni insulté ni nada por el estilo, porque a pesar de que no fue correcto, sé que eres humano, cometes errores al igual que yo y cualquier ser vivo en el mundo, sé que jamás habrías decidido el ser así, por puro gusto, sé que a final de cuentas, has cambiado, crecido y progresado cómo persona, que el haber estado en prisión te sirvió de escarmiento, de cierta forma, sé que desde el inicio te arrepentiste y demás, pero, por el hecho de que incluso tú, le tenías miedo a tu propia mente y a ti mismo, no hiciste lo correcto, me fue fácil leerte desde el inicio, por ello lo supe, por ello también te perdoné instantáneamente a pesar de que no te lo dije directamente apenas lo hice, pero de igual forma, sé que tú lo sabes, pues eres inteligente y al igual que yo, sabes leer a las personas. Todos me dicen que soy demasiado bueno, pero, la realidad es que, simple y llanamente, a pesar de todo, prefiero hacer lo correcto y estar en paz conmigo mismo... Además, no por ese simple hecho, significa que nunca haya ofendido, dañado, cometido errores y demás, pues, igual soy humano.

A veces me pregunto si le deba una disculpa a alguien...

Probablemente sí, pero, ciertamente no lo sé, mucho menos a quien.

Sí, sufrí mucho por tu culpa, Taehyung, pero, ¿Sabes? No tiene ningún caso guardarte rencor por ello.

Pensó.

Seguido de eso, suspiró, tomó su chaqueta, salió del consultorio y mejor se dirigió nuevamente a casa, al llegar su familia le recibió muy feliz.

Quizá y sólo quizá, si las cosas habían ocurrido de esa manera, había sido por algo, pero, no lo podemos comprobar, sólo suponer.
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