𝑇𝑒 𝑎𝑚𝑜

𝐄𝐧𝐟𝐞𝐫𝐦𝐨 𝟮𝟯

POV' Sunghoon

Es difícil para él tener una idea clara de lo que sucede a su alrededor. Todo está un poco borroso, un poco descolorido. Está temblando por el frío, pero puede sentir un sudor contradictorio en la frente. Debe ser por eso que ayer se sintió tan débil. Después de volver a casa de la escuela, su energía se había agotado tanto que no podía hacer nada más que colapsar en la cama exhausto. Tal vez pensó que era el largo día de trabajo, o la emoción de finalmente llegar a besarnos completa y verdaderamente con T/n sin interrupciones. De cualquier manera, no esperaba esto. Le duele y duele todo el cuerpo y siente la cabeza como si acabara de ser aplastada bajo un tanque. Apenas puede abrir los ojos lo suficiente para ver una forma familiar inclinada sobre él.
T/n.
Está preocupada, se puede leer claramente por el pliegue tenso entre sus cejas y las comisuras hacia abajo de sus labios exuberantes. Quiere suavizar esas líneas de preocupación con el pulgar, pero realmente no puede levantar el brazo tan alto. En cambio, se queda quieto y trata de mantener a raya las náuseas que le revuelven el estómago. Siente movimiento cuando T/n se levanta y sale de la habitación, regresando solo unos momentos después y cerrando la puerta suavemente detrás de ella. Su cama se hunde bajo su peso cuando ella se sienta a su lado.

T/n: Aquí -murmura en voz baja, colocando algo fresco y húmedo en su frente. No sabe qué lo hace sentir mejor, el frío contra su piel ardiente, o el calor que puede sentir irradiando de ella, ya que de alguna manera llega hasta su corazón, volviendo el órgano suave y débil como arcilla.

SgH: Me siento raro. -susurra.

T/n: Lo sé, estarás bien. -responde ella, pero no lo sabe.

No está hablando de la fiebre que atormenta su cuerpo o del dolor de cabeza que le fríe el cerebro. Está hablando de un tipo diferente de enfermedad, una que está comenzando a infiltrarse en su corazón y alma y apoderarse de todo. Uno que no está realmente seguro de querer detener.

▪▪▪

POV' T/n

Cuanto más tiempo te sientes junto a Sunghoon en su cama, refrescando el trapo frío en su frente mientras entra y sale del sueño, más grande es la boca de tu estómago, como crece. Porque cuanto más lo miras, más te das cuenta de algo. La boca de Sunghoon está agrietada y en carne viva por la enfermedad, el sudor le mancha el labio superior. La boca de Sunghoon estuvo pegada a la tuya durante un largo período de tiempo, no solo ayer, sino también el día anterior. Y la boca de Sunghoon es la manera perfecta de transmitir un virus de su cuerpo al tuyo.
Mierda, si es contagioso, no cres que sea posible escapar de la enfermedad que tiene; su lengua estuvo metida en tu boca durante demasiado tiempo para evitarlo. No ayuda que tu seas quien lo esté cuidando hoy, respirando el mismo aire y exponiéndote aún más a su enfermedad. Tu única posibilidad es que el virus no sea contagioso. Mordiéndote el labio, giras suavemente el trapo en la cabeza de Sunghoon para que el lado más frío quede hacia abajo. Él gime bajo tu toque.

SgH: Te dije que fueras a la escuela. -murmura, tratando de evitar que sus párpados vuelvan a bajar. Tarareas en confirmación.

T/n: Pero eso fue antes de que te desmayes. Además, no te habría escuchado de todos modos. -Suspirando profundamente, el enfermo se aleja de ti y se cruza de brazos.

SgH: Vete -se queja patéticamente. - No quiero lidiar contigo. Además, tú también te vas a enfermar. -Mirándolo, te preguntas cómo es capaz de enseñar a otras personas cuando ni siquiera puede usar el pensamiento lógico para sí mismo.

T/n: Probablemente ya lo esté. -murmuras en voz baja. -Gracias por eso. -pero ha ido demasiado lejos para comprender o procesar tus palabras, respirando superficialmente.

Tocas su frente de nuevo y haces una mueca por lo caliente que está su piel. Primero baja su temperatura, T/n. ¿Pero cómo? Coges tu teléfono y buscas la mejor manera de bajar la fiebre de una persona. Al leer el artículo, se escribe: "Medicina, mantente hidratado, baño tibio". Medicina, agua, baño. Bien, puedes hacer eso. Te apresuras al baño y buscas en el botiquín, sacas unas pastillas que deberían ayudar a que baje la fiebre, luego vas a la cocina por un vaso de agua. Sunghoon está dormido cuando regresas, así que frotas suavemente su hombro para despertarlo. Sus ojos se abren.

SgH: ¿Hm?

T/n: Tómate esto. -le dices, ayudándolo a sentarse contra la pared y deslizando las pastillas entre sus labios entreabiertos. Él te permite ponerlo y toma un sorbo de agua antes de apoyarse pesadamente en tu hombro, demasiado frágil para mantener la posición sentado. Gruñes bajo su peso. Haciendo una mueca al recordar lo pesado que es y lo difícil que es levantarlo, miras la puerta del baño. Casi has terminado con Misión Fiebre de Sunghoon, pero queda un paso. Solo tienes que meterlo en la bañera. -Oye -le dices en preparación. -Nos vamos a mover, ¿de acuerdo? Tienes que darte un baño.

SgH: ¿Estás diciendo que apesto? -dice, forzando a sus labios secos a esbozar una sonrisa minúscula.

Aliviada de que esté lo suficientemente consciente como para hacer una broma, resoplas con diversión y enganchas tus brazos debajo de los de él, colocando su brazo izquierdo sobre tus hombros. Haces todo lo posible para ponerlo en una posición medio erguida, balanceando sus piernas para que cuelguen del costado de la cama. Te muerdes el labio ante la hazaña que tienes ante ti.

T/n: Vas a tener que ayudarme, Sunghoon. -Sientes una presión débil en tu hombro cuando él aprieta su agarre.

SgH: Lo intentaré, bebé. -parece ya tan cansado que no te atreves a moverlo, pero sabes que te ayudará a largo plazo.

T/n: Está bien, a las tres. -te tensas, reuniendo todas tus fuerzas para llenar tus débiles músculos. -Uno, dos... tres. -Empujas con todas tus fuerzas, cargando a Sunghoon contigo. Puedes sentirlo esforzándose contra sí mismo para ayudar, pero casi todo el peso de su cuerpo intenta arrastrarte al suelo. -Mierda. -siseas con los dientes apretados, clavando los talones. Los dos comienzan a dar pasos torpes a través de la habitación, abriéndose camino lentamente hacia el baño. Después de lo que se siente como dos años de andar cojeando, sientes el fresco azulejo del baño que te rodea en lugar del dormitorio alfombrado. Te las arreglas para que Sunghoon se siente en el inodoro, ambos jadeando por el esfuerzo. Colocando una mano sobre tu espalda adolorida, abres la bañera y dejas que el grifo escupa agua en la bañera. -Victoria. -animas a medias. -Cuando hayas terminado, llámame. -Empiezas a marcharte, satisfecha con tu trabajo, pero su voz ronca te detiene.

SgH: T/n... -dice vacilante. El tono de su voz deja un presentimiento en tu estómago. -Ayuda... -gime. -No puedo quitarme los bóxers.

🦋

Bieeen, hoy es el 1er día, mañana vuelvo a actualizar! Espero les haya gustado este cap.